Soccer Days
Introducción
"El amor es lo que mueve el sol y las demás estrellas"
Dante: La Divina Comedia
El amor es uno de los sentimientos que ha inspirado miles de hazañas y locuras en los seres humanos. Pero cuando dos amores pelean por un ser amado ¿Cuales son las consecuencias? ¿Podemos amar sin herir a nadie y sin ser heridos nosotros mismos? Quizá esta sea una pregunta un tanto retórica, pero tiene mucho de verdad. Muchas personas están poseídas por el sentimiento egoísta de querer tener sólo a otras, pero también las hay quienes son extremadamente despistadas o quienes no se dan cuenta de que dañan los sentimientos de otros.
Dicho esto podemos iniciar este relato sobre Captain Tsubasa. Usaré los nombres originales cuanto me sea posible. Este relato es anacrónico, es decir no se desarrolla en algún momento específico, excepto quizá cuando Ozora Tsubasa (Oliver Atom, en los doblajes latinos) era más joven y se mudó a Shizuoka. Los nombres están tomados de Wikipedia y otros sitios informativos. Si hubieran errores, infórmenme.
I
(Un regalo para el equipo)
- ¡Gol! – gritaba el comentarista - ¡Con este gol, el Instituto Nankatsu (Niupi, en los doblajes latinos) se ha coronado ganador de este torneo!
Justo después de esto sonaba el pito del árbitro indicando fin del partido. Los perdedores se fueron maldiciendo mientras Tsubasa y su equipo recibían la ovación de todo el público. Desde que Tsubasa decidió estudiar en Nankatsu y ya no en Shutetsu (San Francis, en los doblajes latinos) las cosas iban muy bien para ese equipo. En el colegio de Genzo Wakabayashi (Benji Price, en los doblajes latinos) las cosas iban reñidas. La mayoría de jugadores de ese equipo empezaban a dudar de si mismos. Y es que Tsubasa inyectaba admiración en sus compañeros de equipo y desconcierto en sus rivales.
- ¡Perfecto! – dijo Roberto Hongo (Roberto, en los doblajes) – La actuación del equipo ha sido perfecta. El director del Nankatsu quiere hablar con ustedes… ¡Y creo que les tiene un premio!
- ¡Que bien! ¡Regalo! – exclamó Ryo Ichizaki (Bruce, en los doblajes latinos) – Estoy ansioso de saber que será.
Roberto le hizo el mismo llamado a Sanae Nakazawa (Patty, en los doblajes latinos), la porrista del equipo.
Todos iban muy sorprendidos. ¿Qué clase de regalo era el que les darían? ¿Una beca? ¿Una copa? ¿Alguna fiesta? No lo sabían y la tensión se apoderaba de ellos mientras seguían avanzando hacia un lado del campo donde el director los esperaba.
- Han venido al fin – dijo satisfecho – Acompáñenme… tengo algo que darles.
El equipo del Nankatsu y Sanae siguieron al director que los llevó a una oficina donde habían varias cajas. Al llegar el director entregó una a cada jugador y a Sanae.
- La comunicación es lo más esencial hoy en día – dijo el director – El ansia de comunicaciones cifradas motivó la aparición de sistemas de criptografía antiguos y modernos. Por esta razón les entrego en nombre de todos los estudiantes del Instituto un celular a cada uno con función de mensajes de texto.
- ¿Un celular? – se preguntó Tsubasa – Esperaba un balón…
- Créeme que el celular puede ser más útil, Tsubasa… es mucho más util – afirmó el Director – Con el puedes comunicarte con tus amigos y quedar para los entrenamientos por ejemplo.
- Entiendo – contestó Tsubasa – Es un medio de comunicación.
- Eso mismo – dijo el director – Me gustaría que lo valoraras como tal.
Una vez dicho esto, el director se fue y con él, el equipo de Nakantsu.
Ya fuera, Tsubasa le habló a Ryo:
- No entiendo del todo lo de los celulares. ¿Para que sirven los mensajes de texto?
Ryo no sabía que contestar. Estaba desubicado. A su edad no le interesaba la tecnología ni saber como funcionaba. Sólo le interesaba el balón.
(Nota del Autor: Los SMS o Mensajes de Texto están definidos en los estándares GSM, que casi todos los países del mundo usan para comunicación celular. Sin embargo, Japón emplea PDC, un estándar de celulares sólo para ese país).
- Mmm… Tsubasa, en realidad no lo sé. Sólo he visto que las chicas del Instituto se mandan mensajes para quedar en salir o hacer otras cosas.
- Ya veo. Así que sirven para quedar en algo.
Justo entonces el celular de Tsubasa timbró. Era un SMS:
"Querido Tsubasa…
Espero que le des buen uso a tu teléfono. Avísame si necesitas ánimos".
Cuando Tsubasa vió el remitente se quedó sorprendido: Sanae Nakasawa.
- Vaya… - pensó Ryo – Así que eso es lo que tienen los teléfonos.
Tsubasa confundido, asintió.
