Let's Star again!
La lluvia caía a montones por toda la aldea, el cielo estaba oscuro como si estuviese de luto y llorando por lo acontecido en aquel lugar. La destrucción notoria se veía por todo el lugar, esta vez no iba a ser tan fácil el que se saliesen de aquella horrible situación.
Algo alejado de todo esto un chico de cabellos rubios, aunque algo manchados de color carmesí corría ocultando su presencia lo mas que podía, en su mano derecho llevaba una cantimplora la cual presionaba fuertemente contra su pecho; el brazo izquierdo lo traía colgando sangrante, esto producto de la brutal paliza de la cual había escapado horas atrás. Mas aun con el dolor de su cuerpo sabia que debía de resistir, había una misión que debía de cumplir y el así lo había decidido, después de todo era un ninja.
Con esfuerzo llego alcanzar la copa de un árbol, que se levantaba delante de la entrada de una cueva ocultando su existencia. Sabiendo que habia arribado al lugar debido descendió y antes de entrar a la cueva se fijo bien a ambos lados para asegurarse de que nadie lo había seguido. El lugar era igual de triste que el resto del bosque mas en aquel lugar una mirad triste le dio la bienvenida, el rubio intento sonreír pero la melancolía en su rostro no cambio ni dejo estirar la forsada sonrisa que quiso dar.
-¿Has conseguido el agua? –Pregunto la voz de quien le había recibido con la mirada, el rubio afirmo con la cabeza y extendió la mano con la cantimplora.
-Espero y puedas hacer algo con ella… Sasuke… -dijo el rubio sonando suplicante y tomando asiento en el suelo al lado de quien permanecía allí echado sin hacer el mas mínimo ruido mas que el de su agitada respiración, el de cabello oscuro se limito a desviar la vista hacia quien se hallaba recostado en medio de ambos, aquella persona era casi idéntica a su compañero solo que era mucho mayor y con las marcas del Kyubi en su rostro.
-Creeme Naku… voy a hacer todo lo que este mis manos para poder ayudar a tu padre…
el nombrado se acerco a su padre, Naruto tenia el ceño fruncido y sus ojos cerrados estaba aguantando el dolor lo mas que podía, aun así se notaba en su rápido respirar que su condición no era buena. Naku dejo salir algunas lagrimas que cayeron en la diestra que el Hokage tenia estirada, al sentir el tacto húmedo de la pequeña gota hizo un gran esfuerzo por abrir los ojos.
-Por… que… estas llorando…
-Lo lamento padre… -Respondió Naku frotando sus ojos para desaparecer cualquier rastro de lágrimas- si.. si tan solo nos hubiesemos dado cuenta antes… esto, nunca hubiese pasado…
El Hokage dirigio una mirada triste a su hijo y luego al menor. Este se esforzaba por curar con Chakra sus heridas graves pero estando el mismo Sasuke bastante herido, su cabeza estaba casi toda cubierta por vendas y llevaba cubierto un ojo.
-En verdad que nos ha ido muy mal… -dijo Naruto intentando ponerse en pie
-Por favor Hokage-sama… Dijo Sasuke- … no se mueva…
-No te preocupes… Sa-su-ke… tu madre siempre decía que nada podía matarme… ella y… Sasuke estarían orgullosos… al igual que todos los demás… ambos son muy buenos ninjas… nosotros…. Vengaremos a nuestros amigos…
-¿En serio' –Dijo una voz tetrica desde desde la oscuridad de la cueva- ¿Y quien les vengara a ustedes?
Los dos menores volteron para ver de quien era la voz, pero fueron sujetados por un para de manos frias y levantados. El hokage abrio los ojos agigantadamente cuando una gran salpicada de sangre le cato en el rostro, esto para después ver como los cuerpos de Sasuke y su hijo caian delante de el.
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH! –Grito Naruto a la vez que veia a Orochimaru acercarse a el.
El rubio despertó de golpe en su cama, aquellos sueños siempre le seguían mas en los últimos meses se habían vuelto mas seguidos, esta vez había despertado antes de llegar a la parte en la cual era asesinado por el de piel pálida, pero no había sido por el sueño en si… un ruido exterior le había despertado un ruido que para el era algo tan lejano que casi no había podido reconocer.
El rubio tomo su bata de noche y descendió por las escaleras del refugio del hokage. Al llegar a la planta baja el sonido era mas fuerte, pero no proverbia de la casa, estaba fuera de ella y al estar en aquel lugar ahora si podía reconocer el sonido rápidamente abrió la puerta y se hallo con lo que había reconocido como el portador del llanto de un bebe.
Lentamente el rubio se agacho y recogió al bebe de la entrada de su casa y observo alrededor no se veía ni un alma por allí, además era difícil que cualquiera traspasase la vigilancia del lugar. Naruto observo el pequeño paquete cubierto por una manta celeste y por curiosidad le descubrió, mas al hacerlo quedo tan sorprendido que estuvo apunto de dejar caer al niño.
El pequeño había cesado de llorar, tenia el cabello rubio y los ojos azules idéntico a quien le sostenía en brazos, a simple vista cualquiera podía decir que se trataba de su hijo.
