Disclaimer: Todos los derechos sobre los personajes de Saint Seiya son propiedad de Masami Kurumada y de Toei Animation. Solamente los uso para crear un fanfic sin fin de lucro, y para entretener.

Los personajes OC's que apareceran en este fanfic son de mi propiedad, si aparece uno que es de otro autor, me responsabilizo y le doy credito por este personaje en cuestión, los demás son de mi propiedad.


N/A: Hola! Aquí les traigo mi primer fanfic, la verdad que es el primero que hice y me gustaria compartirlo, dada las circunstancias, tuve que editarlo, porque el anterior tuvo demasiados errores dramaticales y de ortografia. Sin más, los dejo disfruntar.


SAINT SEIYA: SAGA DE LA PUERTA MÍSTICA


INTRODUCCIÓN


En todo este mundo carecemos de las dos fuerzas que los humanos conocen como el bien y el mal. Es difícil pensar que, mis caballeros y amazonas, son seres humanos que están a mi disposición, me detengo por un segundo a pensarlo, yo también carezco de un cuerpo humano, es complicado mostrarse como un espíritu, pero todos los guerreros que estén sirviendo a mis iguales parecen estar en la misma sintonía de no valerse por lo que son.

Yo siendo la Diosa Athena, hija de Zeus, hermana de los Olímpicos, y soberana de la tierra. Es una tarea difícil, pero tengo a esas personas que me guían. Sin embargo, yo haber estado varios años residiendo en el Santuario, lugar donde me vieron nacer, pero también observaron mi evolución como deidad, ahora comprendo el dolor que sienten mis caballeros de la esperanza, tengo 88 caballeros protegiéndome, todos ellos carecen de virtudes que son de admirar, quiero que todos se sientan como una familia, esa familia que nunca tuvieron por causa de sus entrenamientos para obtener sus cloths que hoy mismo tienen.

E apreciado como pelean con todas sus fuerzas, los he visto levantarse con el fin de traer un nuevo mundo, vi como el cielo azul se tiñe de todos los colores, de las tonalidades más oscuras, más frias y más cálidas. Aprecie como el suelo se rasgaba a causa de las batallas obtenidas por mis valientes guerreros, los golpes que despedían aquellos rayos sinónimos de su fuerza interna.

Ahora es momento de que yo sea quien los salve de sus crueles destinos, quiero que a partir de estos momentos, las leyes que alguna vez puse, desaparezcan o simplemente cambiarlos. Los humanos también aman, sufren de todo tipo de enfermedad o dolor, comprendí una sola cosa, que su fe y creencia hiciera los milagros, algo que para un Dios es imposible, pero yo sí creo en los milagros, porque creo en mis caballeros.