No soy propietario/a ni creador/a de Avatar The Last Airbender (En español, Avatar: La Leyenda de Aang), estos títulos les corresponden respectivamente a Nicklodeon y Michael Dante DiMartino/Bryan Konietzo.
Este fic participa en el Reto Drabble "¡Dame mi palabra!" del foro ¡El Cometa de Sozin!
La palabra clave en este fic: sacrificio
Número de palabras del texto de la historia: 500
-Buuuaaaahhhh...- el llanto del bebé rompió el silencio nocturno de la Isla Templo del Aire.
-Tu turno Aang- musitó soñolienta Katara. El Avatar bostezó y se levantó de la cama.
-o0o-
El término "sacrificio" era uno con el que Aang estaba dolorosamente familiarizado. Su historia personal estaba llena de ejemplos para ilustrarlo...
Roku, había muerto salvando a su pueblo de un volcán.
Su madre, había renunciado a él, permitiendo que los monjes le educasen y entrenasen para convertirse en un maestro aire y el Avatar.
Giatso, su mentor, había desafiado órdenes directas de sus superiores para mantenerlo a su lado.
Su pueblo había sido exterminado protegiéndose por la furiosa arremetida de las tropas de la Nación del Fuego, muchos murieron en plena batalla defendiendo a sus seres queridos, sus costumbres, sus tradiciones... muchos más eligieron morir pacíficamente siguiendo el camino de la iluminación.
Sokka y Katara dejaron atrás la seguridad de su hogar en el Polo Sur, el único lugar que conocían, para seguirle en una imposible misión.
Suki, la orgullosa guerrera Kyoshi, no dudó en prestarles su apoyo y valentía cuando la situación lo ameritaba.
Toph, aunque en el exterior una roca, en el interior era una niña asustada que se asomaba por primera vez fuera de la jaula de oro que habían construido sus padres.
Zuko, tuvo que dejar tras sí su alma y orgullo para luchar contra su propia sangre.
Habían sido tantos sacrificios de tantas personas tan queridas para él, tantos que si para cumplir el objetivo de acabar con la tiranía de Ozai le hubiesen exigido sacrificar su vida, Aang no se lo habría pensado ni una sola vez. Y así llegó a la batalla final contra el Señor del Fuego, con la idea de ganar o morir. Y al final, había logrado derrotarlo.
Así que cuando la guerra terminó, Aang pensó que los sacrificios habían terminado.
Había sido un iluso al pensarlo...
Pero ahora que miraba tiernamente a su primogénito Bumi, un rollizo bebé seguro entre sus brazos, que reía mientras jugaba alternativamente entre agarrar el medallón o su barba con sus manitas, no pudo sino pensar que todos los sacrificios pasados y todos aquellos que le deparaba el futuro, eran un precio menor a pagar por la fortuna de estar con sus seres queridos y recuperar su vida y su pueblo.
Con cuidado le dio la leche, le sacó los gases y meció al bebé en sus brazos hasta que este se durmió.
-o0o-
Luego de dejar a su hijo en su cuna, Aang volvió con su esposa, que apenas se movió cuando él la besó en la cabeza y se acomodó envolviéndola entre un par de brazos musculosos.
-Bumi está dormido y Katara... te toca a ti la próxima vez- susurró al oído de su esposa disfrutando del suave aroma a flores del bosque que emanaba de su cuerpo.
Sí que habría sacrificios, pera esta vez tenía con quien compartir la carga, pensó sonriendo para sí mientras el sueño lo recibía en su manto insondable.
FIN
N/A: Hola, hacía algún tiempo que no participaba en un reto y probablemente pasará otro tanto antes de volver a hacerlo. Espero que hayan disfrutado el drabble así sea un poquito, agradezco sus reviews y si encuentran errores agradecería aun más si me los hiciesen saber, gracias.
