Hola a todos!!
Bueno, tengo que decir que la pareja de Yamamoto x Gokudera me ha pegado y fuerte, así que yo tambien quiero cooperar un poquito con unos cuantos drabbles (o mini historias) de estos dos. Ojala y les gusten, no serán muchos, a lo mas unos 3 o 4 más aparte de los que están aqui.
^^ Todos (casi) se desarrollan después de que regresan del futuro.
Gracias a todos!
La primera vez que Yamamoto sintió algo más por Gokudera fue en la Batalla de los anillos, cuando este luchó contra Belphegor para obtener el anillo de la Tormenta, en las instalaciones de la escuela.
Yamamoto miró en aquella pequeña pantalla como segundo a segundo, Gokudera había si capaz de utilizar toda su astucia para deducir los hilos detrás de esos cuchillos…
Esa inteligencia, fuerza y entrega hicieron a Yamamoto temblar.
La terrible explosión que cimbro todo el piso provocó en él un sentimiento de ahogo.
¿No podía ser que él…?
Pero cuando salió del humo y regresó a ellos e indirectamente a él… Su alma regresó a su cuerpo.
Cuando lo obligó a prometer que no perdería en su batalla contra Squalo, Yamamoto pudo sentir la lealtad correr a través de la sangre del italiano.
Y en ese instante, cuando el beisbolista ayudaba al italiano a ponerse en pie para llevarlo a la enfermería supo que nunca más vería a Gokudera Hayato de la misma forma.
La primera vez que Gokudera sintió algo extraño en su pecho fue el día que tuvieron que ensayar como se comportarían ante la ceremonia de la Herencia, donde serian presentados como los protectores oficiales del Decimo Vongola.
Uno a uno tendría que dar su juramento de lealtad a Sawada Tsunayoshi y aunque ese día en particular fuera un simple ensayo, cada Guardián tuvo que vestir con un traje formal y una camisa acorde al color de su Flama.
Cuando todos estuvieron todos listos – Algunos más a gusto que otros - Reborn asintió con su cabeza y Gokudera fue por lógica el primero en pasar, ya que él representaba la mano derecha del Décimo Vongola así como también la razón de la Familia, caminó hasta donde un nervioso Tsuna se removía inquieto en una silla. Gokudera se arrodilló y con extremo cuidado tomó la mano de Tsuna y beso el anillo Vongola con toda su devoción, repitió el juramento que previamente había ensayado una y otra a lo largo de toda esa semana. Con gran orgullo se incorporó y como lo dictaba su futuro título se puso a la derecha del Décimo Vongola.
El siguiente en acercarse fue Yamamoto Takeshi, su eterna sonrisa brilló en su rostro y aunque se sintió completamente perdido y abochornado caminó hasta donde estaban sus amigos, inclino su cabeza en señal de saludo y se arrodilló frente a Tsuna.
Gokudera bufó en disgusto, aun sin creer que un tipo tan tonto como él aspirara a ser la mano izquierda o espiritual de la Familia Vongola.
La mirada de Yamamoto cambió en ese segundo y Gokudera enarcó una ceja al repentino cambio del aura que desprendió el beisbolista.
- "Juro…" – Dijo Yamamoto con la voz más seria que el italiano había escuchado decir en toda su puta vida – "Como Guardián de la Lluvia..." - Continuó, sin embargo y para sorpresa de Gokudera, Yamamoto giró discretamente sus ojos hacia él – "Darte mis habilidades, mis conocimientos, mi vida y mi entrega total a ti y a la familia Vongola, seré aquel que se lleve todas tus heridas y traiga la tranquilidad a ti…"
El Guardián de la Tormenta resopló, por un segundo ¡Solo por segundo! Creyó sentir que Yamamoto no decía aquellas palabras como un juramento de lealtad a la familia Vongola, no… era más bien como...
Como…
Yamamoto terminó de hablar y siguiendo con el protocolo se colocó al lado izquierdo de Tsuna.
Gokudera miró de reojo al espadachín, este para variar tenía una vez más su sonrisa en el rostro
- "Idiota"-
Y una punzada extraña latió en su corazón.
¿Qué chigados había sido todo eso?
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