Tortura
Eso es lo que sentía al verla.
A Rin.
Con su Cabello negro azabache hasta la cintura, sus ojos chocolates llenos de ternura, sus sonrisas y sonrojos inocentes y esa voz llena de dulzura y amor.
¿Porque sentía tortura entonces?
Es por que Rin, esa pelinegra que me robaba el sueño estaba casada.
Si, Nada mas y nada menos que con Sesshomaru, El Lord del las Tierras del Oeste, Un Daiyoukai muy poderoso y que se caracteriza por tenerle un gran odio y repulsión a los humanos.
Irónico ¿No?
En fin... Ellos dos habían venido a visitar a Inuyasha, Kagome y sus hijos, claro por insistencia de Rin cabe decir. Y es que a Rin no la habíamos visto en seis años después de que acepto volver con su señor, eso me había dejado destrozado ya que al dia siguiente yo, Kohaku le iba a pedir matrimonio nada mas y nada menos que a Rin. Que traicionera y dolorosa es la vida ¿No?, no fue suficiente dolor para toda una vida matar a tu familia y amigos, morir, revivir, ser utilizado, perder la memoria, y cargar con la vida de una sacerdotisa que había muerto cincuenta años atrás.
Y para ponerle la guinda al pastel Este par había venido con nada mas y nada menos que con una mini-copia exacta de Sesshomaru.
Si señoras y señores, Sesshomaru, el gran Sesshomaru, un demonio reconocido por el desprecio a su medio hermano menor por ser un Hanyou, ¡Ese Sesshomaru!,Tiene por hijo a un Hanyou.
Confirmado, Este día iba a ser muuuuuuuuy Largo...
