Lo de siempre, Haikyuu! pertenece a esa entidad todapoderosa que responde al nombre de Furudate Haruichi. Nunca olviden eso.
Ahora unas aclaraciones, esto es un AU donde Natsu es una adolescente y no la niña que conocemos.
Podríamos decir que el resto permanece casi igual.

Y podríamos decir también que esto tiene un poco de OoC...


Cosmos atrosanguineus.

Es agosto, vacaciones de verano exactamente. Esto comienza en una tarde con altas probabilidades de lluvia.
Los organizadores del evento que va a decidir al futuro idol de Sendai* y de la región de Tohoku* por consiguiente, no ceden ante el reporte del clima y continúan con los planes y la transmisión en vivo como cada año. Las chicas presentes tampoco desisten en su cometido y permanecen ahí en el sitio, apoyando a los participantes de su preferencia. No sólo son ellas luego de un rato, pues conforme transcurren los minutos, más y más personas se hacen también presentes en el lugar.
Es el noveno año consecutivo que se realiza este concurso y con el pasar los años llama más la atención. En esta entrega hay buenos candidatos entre toda la cantidad de jóvenes que se propusieron ser partícipes. No son sólo chicos de Miyagi los que se inscribieron; sino también otros tantos de zonas aledañas y no. De todos ellos destacan dos en particular: un chico, sobrino de un cantante famoso en la década de los ochentas y otro al que nadie conoce. Las apuestas van claramente dirigidas al primero; pero el otro chico no está intimidado. Viéndolo, afinando los últimos detalles antes de su presentación, se le nota a leguas que sabe qué hará y cómo lo hará. Esto es lo que intimida más bien al resto, así como el chico moreno que lo acompaña a todos lados.
La primera llamada, por decirlo de alguna manera, es presentada por una chica en sus veintes. Ella, ubicada desde la fila que hacen los que faltan por conseguir un boleto, dice a través del micrófono y ante la cámara que las cosas están muy animadas y alegres. Las asistentes más cercanas a su alrededor gritan con todas sus fuerzas para reforzar estas palabras. La pobre presentadora tapa una de sus orejas en un intento vano por salvar ese tímpano; aunque no sirve de mucho. Después, la chica empieza a entrevistar a unas cuantas que se han acercado a ella tras notar al camarógrafo que lleva consigo. Algunas le cuentan que están ahí por un primo o amigo suyo que también participa, otras le platican sobre cómo el ir y ver el evento se volvió tradición en su familia; pero todas coinciden en que no se irán ni siquiera porque llueva a cántaros y el resto que está atento al suceso secunda la moción. La chica con el micrófono reconoce la pasión que sienten por los idols y con eso concluye su segmento. A los tres segundos afirma que la transmisión volverá en unos instantes, siendo ahora un joven adulto encargado del segmento sobre años pasados y lo que se viene en este año. Este joven adulto se encuentra tras bambalinas cuando da inicio la segunda llamada, con gente del staff pasando a toda velocidad detrás suyo. Nadie objeta algo al respecto y cada uno sigue en lo que hace. La cámara también enfoca a algunos participantes calentando su voz o sus músculos, ya sea con su propia rutina o no. Hay otros que ya están usando su vestuario para probarlo y prevenir inconvenientes de ser el /Los chicos están nerviosos por supuesto; pero aún así quieren seguir y ganarse un sitio en el podio. Hay quienes no tienen la suerte de ser ganadores; mas conseguirán algún otro contrato con el medio del espectáculo de todas maneras. Pero eso no mengua el deseo de vencer a los otros cuarenta y nueve concursantes.
Él sigue con su sección. Como cada año se parte desde el inicio de este concurso, el cómo el presidente de cierta compañía decidió invertir su dinero en la música y no en otra cosa. Habla también del paradero de otros concursantes y cómo algunos de ellos, dos para ser específicos, están entre el jurado. Dos chicos que luego de un tour internacional vuelven a su natal Japón para también formar parte de este proyecto, así como otros superiores los apadrinaron a ellos en su presentador no está solo, a su lado se encuentra Akaashi Keiji, el encargado de que este acontecimiento vaya por el buen camino. Él responde las preguntas que se le hacen, entre esas explica el porqué en este año serán cinco chicos los escogidos para formar una Unit en vez de algo en solitario como estaba acostumbrado el público. Hay cuatro chicos ya elegidos; pero el último decidieron que fuese reclutado en la sede de Sendai, la ciudad de nacimiento del presidente de esa cierta compañía y precisamente por ese motivo, el evento es aún más grande de lo que lo fueron los anteriores durante años pasados. Estos tres de estos cuatro chicos se encuentran como invitados especiales; aunque su opinión no ayudará a elegir al que triunfe. Así que sólo se limitan a mirar.
De la tercera llamada se encargan el vocero del presidente y el presentador del evento, de hecho él se queda con la batuta una vez que está todo listo para empezar. Otro grito se oye cuando éste saluda a la gente.


Hinata Shouyo está de regreso en casa luego de salir del club de economía doméstica de su escuela y haber pasado al supermercado. En cuanto cierra la puerta de su casa deja el paraguas que ha estado cargando y que para su suerte no tuvo que usar. Su hermana Natsu no se da cuenta todavía de la presencia de Hinata porque ella está en su habitación viendo el evento para decidir al idol de Sendai y a su vez mensajeándose con una compañera de su clase, así que inevitablemente se asusta cuando alguien llama a su /Ella lo regaña un poco y Hinata sólo sonríe, para después preguntarle qué es lo que quiere para comer, Natsu contesta que cualquier cosa está bien y su hermano entiende el mensaje: ella no quiere que la distraiga de lo que sea que ve en el televisor. Él, una vez que desiste de insistir, baja entonces las escaleras para dirigirse a la cocina y buscar lo que necesita para dar comienzo a su cometido. Él lleva unos años encargándose de sí mismo y su hermana, al menos en cuanto al hogar se refiere, porque tanto su padre y madre trabajan y sus horarios no son tan flexibles como les gustaría. Como ambos no podían esperar a que ellos llegasen a casa para que les prepararan algo para comer o fuesen responsables de otras actividades, Hinata decidió aventurarse por su cuenta, sobre todo si de cocinar hablamos; pero esos primeros y segundos y terceros intentos no fueron pan comido. Economía doméstica, el club que escogió desde la escuela secundaria, no fue algo que lo hiciera saltar de emoción; aunque el asunto entre él y la comida se había vuelto algo personal y debía intentarlo hasta conseguirlo o no quedaría satisfecho. Así requiriera mucho de su tiempo y el de su profesora encargada. A veces sus compañeros del club, varios que ahora también asisten a Karasuno, le recuerdan su reacción cuando por fin pudo dominar algo de preparación sencilla y Hinata no hace más que sonrojarse y balbucear sobre el tema.
Obviamente le mostró a Natsu su platillo en cuanto vio una oportunidad y ella también se sorprendió cuando su hermano le llevó a la mesa algo que sí era comestible. Fue entonces que Natsu dejó de molestarlo y admitió que Shou-chan era más hábil, cosa que lo hizo feliz.

La lluvia lleva casi una hora cuando Hinata llama por segunda ocasión a la puerta de Natsu y le avisa que va a ducharse primero mientras lo que hay en la olla a fuego lento empieza a hervir, sólo faltando ese paso para que el contenido esté listo para servirse. Ella responde distraídamente y unos pasos más delante Hinata juraría que la escucha dar un pequeño grito que, en apariencia, conlleva emoción.

Cuando ya está vestido y con una toalla sobre sus hombros Hinata regresa de nueva cuenta a la habitación de su hermana con propósito de avisarle que ya está hecha la comida y que debe bajar. Esta vez encuentra la puerta abierta y a tras echar un vistazo dentro, nota a Natsu completamente absorta en lo que ve en la pantalla de la televisión. Hinata, curioso, también dirige su vista allí y se topa con un chico que viste un smoking en color blanco y una camisa color menta y que es entrevistado antes de su presentación. Él no tiene idea de qué va el asunto; pero continúa ahí, esperando ver cómo se desarrolla la situación.
Ese chico entrevistado habla y Hinata, por alguna razón, no puede quitarle los ojos de encima. Él sonríe y le contesta al presentador que un amigo de la infancia le ayudó a que cierta persona le escribiera la canción que va a interpretar. Es entonces que este atractivo chico que pareciera ser el novio perfecto a punto de casarse, mira fugazmente hacia donde está ese amigo de la infancia suyo, en la parte del escenario que el público no ve. Sólo ellos entendiéndose con esa simple acción. Instantes después regresa de nueva cuenta su vista hacia el público. Los gritos de las chicas persisten y no sólo son provenientes de sus fans; sino también de otras que al verlo han quedado inmediato prendadas de él. Mientras el resto de los muchachos canta algo ya conocido, Oikawa Toru va a arriesgarse con una canción inédita. Una canción que según cuenta al presentador tiene varios meses practicando para este concurso. Concurso que está dispuesto a ganar y admite luego entonces que es un chico perfeccionista que no deja los ensayos incluso por las noches y ese amigo de la infancia suyo se la pasa detrás de él llamando su atención, omitiendo la parte de las amenazas y golpes contundentes con recibe por excederse. El tono que usa sorprende al mismo Iwaizumi, porque aún cuando la presencia de Oikawa grite que está disfrutando de la atención de todos y sintiéndose el rey, puede ser agradecido con el apoyo que él lleva dándole. De algún modo eso lo conmueve un poco.
Luciendo su propio vestuario, así como una coreografía en mente y un grupo de fanáticas en espera de su acto, Oikawa saluda al público y éste le recibe sin reservas, como si fuera una especie de amo dirigiéndose a sus súbitos. Sin titubeos y con un porte digno de un profesional es que se planta en el centro del escenario, aguardando la señal para que inicie de una vez su interpretación. El cielo está oscuro y el ambiente sigue siendo animoso; aunque los presentes estén con la ropa húmeda a causa de la lluvia que cayó una hora antes y que se ha dignado a parar de momento. Como si esa lluvia no quisiera importunar también a Oikawa.

A las siete en punto se escucha su voz acompañada de un piano de fondo. El ritmo de éste no es lento, así que a todas luces será una canción medianamente rápida. En la pantalla, además de la letra para que los asistentes puedan seguir la canción, se muestra el título, el "nombre" del autor y el nombre del musicalizador. Las chicas ahora permanecen en silencio, atrapadas por una dulce voz y un chico que permanece quieto a mitad del escenario, que procura transmitirles su sentir y que no falla en su misión.
La sonrisa de Iwaizumi es discreta, está satisfecho con el resultado final. Agradece internamente a su subordinado Kindaichi y a la ayuda de ese chico apellidado Kunimi que fue quien se encargó de darle vida a la letra, pues han sido de apoyo pese al mínimo tiempo que le han dado a Kunimi para trabajar.

Terminada la primera estrofa hacen aparición más instrumentos y a la voz de Oikawa se le escucha un tono ligeramente distinto debido a ello. Los movimientos que ha empezado a hacer no son tan demandantes y las chicas tienen puesta su vista en él y en lo atractivo que se ve. Inclusive han decidido acompañarlo con sus aplausos un momento, situación que motiva al joven intérprete. Es en la parte del coro cuando los gritos por fin aparecen de nuevo, ninguna se limita y llevan su garganta hasta donde ésta les permite. Eso sorprende a los tres chicos que forman parte de la Unit que aún no tiene nombre ni líder y los tres están de acuerdo en que Oikawa será el último integrante aún sin haber terminado de escucharlo cantar.

Entre la multitud hay dos chicos que ocultan sus identidades y que se sienten un mucho celosos que Oikawa reciba tanta atención de las chicas; aunque olvidan por un momento que ellos también tienen sus propias fans y que precisamente por esa razón es que no deberían ser descubiertos rondando por ahí.
Cuando se escucha por segunda vez el coro ya no son sólo gritos de emoción, de ánimo; sino también llanto. Las chicas limpian sus lágrimas y no saben siquiera el motivo concreto. Oikawa continúa cantando, adueñándose del escenario como una fiera lo hace con su territorio, de una forma que estremecería a un profesional. Cosa bien aceptada a los ojos del jurado.
Iwaizumi sigue también la canción pues la ha escuchado tantas veces de la boca de su amigo; aunque no deja que su propia voz salga. Se siente como un tonto; pero Oikawa no puede verlo, así que asume no hay problema.
Algo como el fin del verano y pese a estar pasándola mal ser capaz de salir adelante, eso es en parte el mensaje de su canción. Una perspectiva muy idealista para el mismo Oikawa; aunque muy en el fondo la sienta como una suerte de bálsamo para su alma y corazón.


A pesar de estar en casa Hinata se siente tan conmovido y deslumbrado que no se percata del ligero ardor en su muñeca izquierda. Oikawa, su voz, su canción, mueve algo dentro suyo y en sus ojos aparecen chispas. Se siente lleno de emoción y lo refleja con la serie de onomatopeyas que se le escapan de los labios. Natsu, sorprendida, gira su cabeza para ver de dónde provino esa voz y se encuentra entonces a Hinata cerca suyo. Se da cuenta entonces que él también vio lo mismo que ella vio. Pero en eso se equivoca.

Hinata vio algo más que ella verá cuando llegue su debido tiempo.


La voz de Oikawa va de más a menos al final de la canción. Su respiración es irregular y el sudor que persiste baja tanto por su frente como por sus sienes. A las chicas no les importa eso y chillan y le aplauden de nuevo y arrojan regalos o lo que tienen a la mano y consideran digno de él. Otras, que ya lo conocen por ser compañeras de clase o de escuela gritan su apellido con respeto y lo hacen de tal forma que puedan sus voces diferenciarse de lo que emiten las otras a su lado. Ese chico que no llega a la mayoría de edad siquiera, es su sueño hecho realidad y están agradecidas por su presentación.
Oikawa les agradece y da una sonrisa que derrite a todas las asistentes y luego que el presentador lo despide se dirige hacia Iwaizumi que sigue detrás del escenario. No se alcanza a escuchar qué se dicen; pero Iwaizumi le suelta un golpe de repente.

Faltan cinco chicos más antes del final del evento; pero unas cuantas ya han perdido el interés de seguir viéndolo a esas alturas del partido y sólo han querido quedarse para no perderse cómo premian a Oikawa. Natsu, recordando el sitio y el lugar y el momento de la vida en el que ella y su hermano mayor se hallan, le pregunta a Hinata si ya está la comida y Hinata tarda en reaccionar unos segundos. El ardor en su muñeca ya no lo siente y tampoco echa un vistazo. Tal vez lo note a la mañana siguiente.

O tal vez no.


*Sendai es la capital de Tohoku: compuesto por seis prefecturas (Akita, Aomori, Fukushima, Iwate, Miyagi y Yamagata).

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Gracias por leer.