La gente corría, escondiéndose de los soldados, algunos desafortunados que no habían logrado escapar eran sometidos a golpes con látigos por enormes criaturas oscuras, el caos estaba a la orden del día, el cielo azul estaba oscurecido por una futura tormenta, como si el mismo clima lamentara la situación de su pueblo, solo alguien podía llegar y remediar la situación, y ese alguien era…

¡Surko! – Grito un individuo de ojos negros como la noche desde el castillo mirando todo a su alrededor desde la terraza – ¿Te decidiste del rey?

Tal como ordeno my lord – Respondió un hombre de estatura baja y apariencia poco agradable – Todo lo que ve, todo lo que toca en este reino es suyo ahora su majestad.

El atractivo hombre hizo una mueca de disgusto, el rey había revelado su última carta antes de partir, no era un as precisamente, pero aún existía una razón, un algo que podría truncar sus planes de conquista.

Aún no, mientras esa persona exista, mientras ese ser siga con vida, no tendré paz.

¿Se refiere al último de los descendientes del rey de Vetrania?

El rubio asintió con preocupación.

El oráculo lo dijo, el día de tu reino acabará cuando el último de los Levatore se alce en armas y te destruya – Su ceño se frunció en desagrado al recordar aquella sentencia – Por eso debo destruirlos a todos, a cada miembro del clan.

Mi señor, no es cosa que deba preocuparos, el rey ha caído, y con el su legado.

El rubio cerró sus ojos, recordando las últimas palabras del rey antes de ser destruido.

No te saldrás con la tuya Tyrone, ¡mi pueblo nunca apoyará tu reinado!

No es que tengan más opción Newholf, el último de los Levatore morirá hoy – Respondió perforando al monarca con su arma, un grito de dolor salió del rey, pero con sus últimas fuerzas miro a su oponente con una sonrisa.

Te equivocas – Una espada atravesaba su estomago - Yo no soy el último Levatore.

Pero la cuestión era ¿Dónde?, ¿donde estaba aquel que destruiría su reinado?

Episodio#1

La muerte de Sailor Moon.

¡No puedo creerlo! ¡Hay tantos sabores deliciosos!

Una muy alegre Serena corría y corría con su acostumbrada vitalidad y energía de un lado a otro por la tienda, arrastrando de paso a su novio que no parecía tan feliz como la joven.

¡Darien tienes que probar esto! Es delicioso – Exclamo contenta la joven de coletas probando un bocado de una nueva rebanada de pastel, la octava, si mal no contaba Darien.

Es maravilloso que haya traído a su hermanita menor a ayudarlo joven – Dijo una empleada con una sonrisa coqueta hacia él– Debe ser una suerte que su prometida lo haya soltado a venir sin compañía de una mujer, si fuera MI novio no lo dejaría solo con una niña.

La expresión de Serena cambio notablemente ante lo mencionado por la mujer pelirroja que atendía la tienda, un aura negativa casi se podía desprender de la joven rubia mientras agarraba al joven del brazo posesivamente.

¡Ahhh si!, pues para que lo sepa ¡YO soy esa prometida! – Dijo triunfalmente mostrando a la encargada el anillo que Darien le había regalado dos años atrás, aquel que le había dado en el aeropuerto antes de partir a Estados Unidos, el que ahora si estaba segura, era un anillo de compromiso.

¡Oh!, pues muchas felicidades – Dijo la mujer un tanto decepcionada y confundida dejándolos a solas, y no era para menos, en realidad no parecían una pareja feliz a punto de casarse, el joven se veía bastante más maduro que la chica, pero la pareja no era consiente de ello y la oji azul casi desprendía rayos y truenos hasta que la mujer desapareció de su vista.

Serena, será mejor que elijas de una vez el sabor, sabes que tengo un examen importante mañana – Dijo levemente fastidiado el pelinegro, pero la ingenua Serena que no noto aquello dijo.

Pero hay tantos sabores y colores, ¡me encanta el de vainilla!, ¡pero también el de naranja y el de chocolate!... – Darien torno los ojos desesperado, porque demonios tenía que pasarle esto a él, y precisamente a un día de sus exámenes finales.

Después de que Sailor Moon venciera a Sailor Galaxia había reinado la paz en la tierra, y sin embargo él había tomado la difícil decisión de renunciar a su beca en Estados Unidos porque Serena había estado muy aprensiva por lo sucedido en la batalla, no era para menos, debía reconocer, todas sus amigas habían muerto y él también, pero habían vuelto después de todo gracias a la ayuda de la pequeña de cabello pelirrojo, y de cualquier forma, de haberse marchado a Estados Unidos, el podría haber pagado con mayor solvencia la boda, habría conseguido un mejor empleo que el que tenía ahora, y hubiese realizado su sueño de convertirse en un gran cirujano.

Pero él había tomado la decisión, no podía culpar a Serena de ello, ¡no!, aunque hubiese intervenido MUCHO, mucho en su opinión.

Y en lugar de estar concentrado, de estar estudiando como debía, de terminar su último año con el mejor promedio, estaba atendiendo asuntos de la boda porque Serena consideraba que la elección del pastel debía ser tomada por ambos, ¿es que acaso era tan complicado?, ¿era mucho pedir que decidiera un sabor?, para él todos eran iguales, ¡solo era un maldito pastel!…

Darien suspiro resignado, mientras Serena probaba un bocado más del de sabor limón, discretamente el joven miró su reloj, las cinco en punto ¡y él seguía en la estúpida pastelería!

¿Darien tu que opinas? – No estaba prestándole atención, exasperado tomo un bocado del pastel que tenía más cerca y dijo.

Exquisito hay que encargarlo.

¡Darien! – Serena cruzo los brazos comprendiendo que su novio ni le había hecho caso – Te pregunte por el color no por el sabor, ¿siquiera estas poniéndome atención?

No Serena, no te estoy poniendo atención – Darien musito carraspeando los dientes estaba conteniendo una cólera que día a día crecía en él hacia su prometida – Porque como ayer te dije estaba estudiando para los exámenes de esta semana.

Pero Darien – Serena también parecía molesta y decepcionada – Te la pasas estudiando, a penas si te he pedido uno o dos favores para esta boda, ¡hasta parece que soy yo la que va casarse sola!

No seas tan melodramática, ¡solo elige un pastel y vámonos!

¡Porque no lo eliges tú solo!

Grito ella saliendo de la tienda sin importarle hacer un a escena frente a los empleados, estaba demasiado enfadada, Darien se había comportado como un patán, solo eran él y su estúpida carrera, incluso ella había dejado sus estudios pendientes para entrar a la universidad (no es que le importara tanto) había decidido estudiar psicología porque le gustaba mucho platicar con la gente y ayudar en lo que pudiera.

Esto ameritaba una reunión de emergencia, decidió Serena tomando su celular y marcando un mensaje S.O.S ¡urgente! Al cual todas sus mejores amigas contestaron al instante, se reunirían en el templo donde ahora trabajaba como dueña Ray, dado que su abuelo había estado enfermo y le había dejado su herencia en vida.

Una hora más tarde, ya reunidas Serena conto con detalle su conversación con su no tan querido prometido.

¿Pueden creerlo?, Darien es TAN egoísta, solo le pedí que me acompañara a hacer una sola cosa en esta semana, en este mes ¡y se porto como todo un idiota!

Serena – Dijo Lita con su voz conciliadora – Tienes que tener en cuenta que Darien ha estado bajo mucho estrés, seguramente no quiso decirlo de ese modo.

Así es, después de todo su vida profesional es también muy importante y tiene que tener el mejor desempeño posible – Consintió Amy tratando de hacerla entrar en razón, Ray agrego.

Y tu Serena deberías hacer lo mismo en vez de estar perdiendo tanto tiempo, no estas tan bien en tus calificaciones como para tomar tu ingreso a la universidad a la ligera.

Esperaba un comentario así de Amy, pero ¡tu Ray!

Oye solo digo lo que es obvio para todas.

¡Ah si! Es fácil para ti decirlo, no tienes que estudiar nada puesto que ya eres una sacerdotisa.

¡Chicas basta! – Intervino Mina colocándose en medio de sus amigas y abrazándolas con sus brazos – Este es después de todo nuestro último año escolar juntas, después de esto no podremos vernos tan seguido.

Las sailors scouts quedaron en silencio, Mina tenía razón, eran sus últimos días como jóvenes chicas de preparatoria, dentro de poco sus vidas iban a cambiar, y con ello a separarse.

Luego de la batalla contra Galaxia, cada una había decidido con el tiempo cual sería su vocación en la vida, es decir, ser sailor scout era una responsabilidad, pero cada una tenía su propio camino, su propia pasión.

Mina había estado asistiendo a clases de canto, y ahora estaba empeñada en aprender a tocar la guitarra, no era muy buena en ello, pero trataba de poner de su parte para variar. Lita, amante de la cocina desde siempre, había decidido estudiar gastronomía, adoraba cocinar y aún esperaba poder prepararle a algún chico especial alguno de sus guisos. Amy, impulsada por Darien, había metido solicitud de ingreso en la universidad de Tokio y ya tenía seguro un lugar en la carrera de medicina, mientras que Ray seguiría los pasos de su abuelo cuidando del templo familiar.

Incluso Serena había decidido que hacer con su vida, aunque sus calificaciones no fueran lo suficientemente buenas aún para eso.

Dentro de poco cumplirás dieciocho – Le recordó Ray a Serena tratando de disipar el clima melancólico que se había formado – Y vas a casarte muy pronto, creo que es hora de que madurez ¿no crees?

¡Ya deja de molestarme Ray! – Dijo Serena aventándole un almohadón antes de dirigirse a la cocina por algo de comer, Mina sonrió ante esto mientras veía marcharse a su mejor amiga.

Esa Serena, creo que nunca va cambiar.

Pero debe hacerlo – Dijo Amy con convicción dejando de lado el libro de medicina que estaba leyendo – Después de todo es la futura reina de nuestro planeta.

Es cierto – Dijo Lita – Es por eso que debemos ayudarle a comprender.

¿Pero como hacerlo?, es tan testaruda cuando se le mete una idea en esa cabezota – Ray espeto molesta por el almohadazo.

Pobre Darien, es una pena – Dijo Amy de pronto, Serena que llegaba con más refrigerios en las manos y la boca (que Lita había traído de sus clases de cocina), se detuvo antes de entrar al escuchar aquello.

¿A que te refieres Amy? – Pregunto Mina, la ojiazul contesto.

El profesor Kendo me conto un secreto, iban a darle una plaza en Estados Unidos en uno de los hospitales más prestigiosos luego del año de universidad que Darien debió cursar haya, hace poco nos enteramos Darien y yo que un compañero suyo lo había reemplazado.

¡No puedo creerlo! – Espeto Ray sorprendida como todas – ¿Y Darien como tomo la noticia?

Supongo que estaba devastado, trabajar haya es una oportunidad única en la vida, pero me comento que lo había hecho por Serena, luego de lo de Galaxia, bueno, Serena no quería separarse de él.

Pero Serena no sabe nada ¿o sí? – Cuestiono Lita.

Claro que no, Darien me pidió que jamás se lo dijera – Contesto Amy, Mina suspiro.

Pobre Darien.

Si, Serena es una desconsiderada – Ray parecía molesta, Mina dijo.

Pero ella no lo sabía, Darien debió decirle la verdad.

Serena nunca se ha interesado en el trabajo de él, muy a penas si lo entiende al mínimo – Dijo Amy medio molesta, Lita intervino.

¡Amy! Nunca te habías expresado así de Serena.

Lo se, pero por mucho que la quiera Serena debe madurar y apoyarlo, después de todo con sus calificaciones es casi imposible que logre entrar a una universidad.

Aquello fue un golpe duro para Serena, pero sabía que todas estaban de acuerdo, y que tendrían razón, el remordimiento dio paso a la pena, no se atrevió a entrar inmediatamente, el saber lo que sus amigas pensaban le importaba más de lo que hubiera podido decir, enjugo una pequeña lagrima que quería escaparse antes de hacer su entrada, aunque le habían dado mucho en que pensar, y esta vez lo haría.

De camino a su casa, Serena pensaba en todo lo que su querido príncipe había hecho por ella, en lo poco que ella hacia por él, y en su futuro en general, en sus deberes, en Tokyo de Cristal y en ella convertida en una futura reina.

Tan distraída iba que no noto ni como llego a su casa, cabizbaja, vio un detalle antes de entrar en la puerta.

Una rosa roja, y una pequeña nota atada en su tallo, Serena la tomo leyendo el pequeño papel.

"Lo lamento princesa"

Serena abrazo la rosa con cariño, sintiéndose bastante mal ante lo ocurrido, deseaba mucho correr al departamento de su novio y besarlo, hacerle saber lo mucho que lo amaba y que ella lo apoyaría en lo que él necesitara, pero era justo lo que no debía hacer, Darien estaba ocupado, y ahora lo comprendía, porque era importante para él y por tanto para ella.

Para no molestarlo, y sin quererlo preocupar escribió unas pequeñas líneas de texto que envió a su novio:

"Yo también lo lamento, esfuérzate mucho, yo me encargare del resto de los detalles de la boda, te amo"

Darien recibió el mensaje, una sonrisa vino a su rostro al leerlo, tenía carta libre para continuar con sus estudios y no lo desaprovecharía.

La semana paso rápidamente, era un soleado diecisiete de mayo el día que habían elegido para casarse, todo estaba listo, el banquete, los invitados, los arreglos, el lugar de la boda, que había sido un hermoso jardín lleno de flores y árboles elegido por la novia, mientras Serena acompañada de sus fieles amigas seguía acomodando su vestuario.

Serena quédate quieta o no podre colocarte el velo – Dijo Ray mientras Mina seguía con lo suyo maquillando a Serena.

¡No puedo evitarlo Ray, ya me estoy cansando! – Era cierto, el peinado, junto con los arreglos, y entrar en el vestido luego de tanto pastel le habían costado un gran trabajo.

Vamos Serena, este es el día que mas has esperado en la vida ¿no es así? – Cuestiono Lita sonriente, Serena se contagio de su alegría.

Si lo era, desde que había conocido su pasado, el sueño de su vida había sido ser la señora de Darien Chiva, y ahora que comprendía el razonable distanciamiento de su prometido, Serena se sentía feliz y enamorada.

Se sentía tan completa, tan dichosa, nada podría arruinar un día tan maravilloso como aquel, o eso pensaba ella.

Oficialmente ¡estas lista! – Dijo Mina dando los últimos toques de rubor, Serena finalmente se levanto de la silla y se miro al espejo, incrédula de la imagen frente a sí misma, el vestido era blanco, muy estilo princesa, con toques al final en color rosa, su color favorito, su tocado de rosas de color rosa estaba sujeto sobre su peinado que consistía en sus siempre irremplazables chonguitos, atados por el típico velo blanco, Serena sonrió para sí misma, estaba perfecta, y así se sentía.

Por su parte Darien estaba más que feliz, había aprobado sus exámenes con buenas notas, aunque aún no se lo decían personalmente, él estaba seguro, su oportunidad en Estados Unidos podía haber pasado, pero aún podía tener grandes opciones en Japón, y por si fuera poco estaba el no menos importante detalle de su boda.

Alguien toco a la puerta y Darien respondió con un adelante, Andrew entró mirando al joven frente al espejo acomodándose la corbata.

Luego de un silbido de aprobación él recién llegado dijo.

Así que finalmente te han atrapado, amigo, desde hoy serás un hombre con muchas responsabilidades.

Lo se – Dijo con una sonrisa al pensar en su alocada novia que era capaz de poner su mundo de cabeza – Hemos estado esperando este día desde hace mucho.

No entiendo aún la prisa amigo – Comentó pensativamente Andrew – Solo tienes veinticuatro y ella a penas si cumplirá dieciocho, aún son muy jóvenes, ¿no hubiera sido mejor esperar?

Darien pensaba igual, pero su prometida, (desde que se había enterado que lo era) había empezado a planificar su boda, había hecho arreglos y casi le había suplicado que adelantaran su matrimonio, Darien no había podido oponerse, Serena lucia tan ilusionada con ese día, no por la boda en sí, si no porque deseaba comenzar su vida con Darien a su lado.

Textualmente, como ella le había dicho, ya habían sido separados una vida entera, se merecían por tanto ser felices en esta.

Llevamos saliendo cuatro años, nos conocemos lo suficientemente bien, creo que es el momento de dar el siguiente paso – Dijo Darien, que tampoco comulgaba en expresar su amor hacia Serena tan abiertamente como ella hacia con él.

Entonces será mejor que no hagas esperar a la novia – Dijo su amigo dándole una palmada en el hombro para darle animo, aunque en secreto, como siempre, Darien estaba muy contento por la ocasión.

Mientras tanto, en la habitación donde estaba Serena, su fiel e inseparable amiga y compañera Luna, había pedido unos minutos para hablar a solas con la novia, y poder expresarle sus más sinceras felicitaciones.

Ojala tu madre pudiera verte – Dijo la felina con una sonrisa melancólica – A la reina Serenity le hubiera gustado tanto estar contigo hoy.

De algún modo lo esta – Dijo Serena recordando a su madre, y todo lo que había hecho por ella – Después de todo gracias a ella esto es posible.

Luna recordó el trágico momento de la muerte de la soberana del imperio Lunar, y su último deseo que era hacia su hija, el que fuera muy feliz en su otra vida.

Luna, ahora que lo pienso, siempre hay algo que he querido preguntarte – Dijo Serena con el ceño fruncido muy pensativamente, mirando a Luna se atrevió a preguntar - ¿Qué paso con mi padre?

Definitivamente, ese era el último tema en el mundo del cual Luna deseará hablar, la situación entre los padres de Serena… era complicada, y por si fuera poco, su majestad, había sido un hombre misterioso.

Bueno, tu padre fue un rey sumamente importante, desde luego, él debió morir hace mucho tiempo.

¿Y porque no tengo ningún recuerdo de él Luna?, ¿porque solo de mi madre?, no se nada de él en realidad – Cuestiono Serena aún más interesada, Luna estaba en aprietos, no quería arruinarle el día a su princesa con aquella triste historia, aunque sabía que ese día debía llegar, decidió posponerlo.

Serena creo que se hace tarde, será mejor que te des prisa o tendrás preocupado al joven Darien – Dijo la gata corriendo hacia la puerta – Te veré desde mi puesto, mucha suerte Serena – Dijo guiñándole un ojo antes de salir corriendo.

Era cierto, pensó Serena, ya comenzaba a hacerse tarde, sería mejor irse antes de preocupar a su queridísimo y amado Darien.

Por su parte, Darien también corría apresurado, gracias a una muy amable Haruka que le había felicitado advirtiéndole que de no hacer feliz a su princesa le rompería todos los huesos del cuerpo, y eso sin contar la emotiva visita del señor Tsukino, que no había sido menos efusiva y amenazante que la de la ruda Sailor Urano.

¡Darien!

Le llamo una alta y preciosa mujer con cabello tan rojo como el fuego, y ojos de un azul eléctrico, hipnotizantes y curiosos, el joven estaba a punto de ignorarla, después de todo ya no tenía tiempo para más felicitaciones hasta después de la boda, pero no contaba con lo que ella diría.

Endiminon entonces.

Darien se detuvo en vilo, volteando su mirada con sorpresa volvió con más atención su vista en aquella mujer, ¿como era posible que conociera su nombre?, el de su vida pasada, no lo sabía pero era necesario averiguar.

¿Quién eres? – Cuestiono con desconfianza acercándose a la joven, que en apariencia parecía totalmente indefensa.

Felicitarlo desde luego – Dijo con una sonrisa – No todos los días el soberano de esta tierra contrae matrimonio.

¿Cómo sabes quien soy yo?, ¡contesta!

Darien, Darien, Darien – Dijo la joven acercándose confianzudamente hasta tocar con su mano derecha su mejilla – Soy yo, Marlene, ¿acaso ya no me reconoces?

Había duda en la mirada de Darien, aquellos enigmáticos ojos de un azul eléctrico tan llamativo como su pelo eran inolvidables, unas imágenes vinieron a su mente, de él y Marlene juntos, de él besando a Marlene, de él adorándola, ¡de él y ella en una vida pasada!

Endiminion, recuérdame – Dijo ella acercando sus labios a los de él hasta sellar su encuentro con un beso.

Una joven princesa corría rumbo a su boda, era tarde, pero con suerte no habría hecho esperar a Darien más de unos minutos, pensaba ella, hasta que miro aquello que la hizo detenerse por completo.

Era Darien, el hombre con el que debía casarse en unos instantes, besando a otra mujer.

Serena reacciono de forma tardía, pero él ni siquiera se había dado cuenta, corriendo tras un gran árbol se refugio en él tratando de calmarse, ¿no podía ser cierto?, sus ojos debían engañarla, Serena volteó la mirada escondiéndose aún tras el árbol, para observar como su novio parecía entregarse en ese beso, porque no era ella sola, él también le estaba correspondiendo.

Su mundo se quebró en pedazos, todo lo que había soñado, la persona que más amaba…

Serena corrió fuera de su refugio y Darien por fin escucho su llanto.

No la había percibido, ni cuenta se había dado del tiempo ni nada que no fueran los hipnóticos ojos de Marlene, aquella misteriosa mujer, aquellos recuerdos, la joven frente a él sonrió con malicia, su plan había dado frutos.

¡Vaya!, que tierno debió ser pensar que nos parecemos, pero si, tienes razón, después de todo llevamos la misma sangre de algún modo.

¡Fue un truco! – Dijo él mirando a la joven casi odiándola.

Así es querido príncipe – Acepto la joven – Mi nombre es Marlene de Fiore, y su majestad, el rey Tyrone me ha encomendado la tarea de eliminarla – De pronto la dulce apariencia de la joven cambio para convertirse.

No, ¡no puede ser! – Dijo Darien mirándola sorprendido, la joven de ojos azules lucia una falda corta en color amarillo, un corsé ajustado en color negro y guantes y botas del mismo tono, por último, una tiara en color negro adornaba su frente.

Así es mi estimado príncipe, mi verdadera identidad es la de una Sailor scout, mi nombre es Sailor Delta – Sin más preámbulos la joven grito – ¡Ilusión magnética!

Sin que Darien pudiera hacer nada, quedo inmovilizado por completo, Marlene sonrió con malicia y dijo.

Ahora tu y tus amigos serán testigos de cómo me desharé de mi querida prima.

¿Su prima?, Darien no entendía nada, no podía moverse, no podía hacer nada más que pensar en el peligro en el que estaba Serena.

No podía, por más que lo deseaba no podía olvidar esa terrible escena.

Darien, el amor de su vida, la persona por la cual había esperado desde siempre, besándose con una completa desconocida, con otra mujer el día de su boda.

Estaba en shock, decir tristeza se quedaba corto, no podía articular palabra, no podía llorar, la angustia, una tristeza profunda se había instado en su ser.

Él no me ama – Musito para sí misma llena de dolor antes de caer rendida al piso, escondida en el baño, pero que podía hacer, ¿que debía hacer?

Su sueño se había destrozado, su mundo, era el día de su boda y había un montón de gente fuera esperando, esperando un imperio, esperando unas personas que debían ser sus futuros reyes.

"No seas tan melodramática, solo elige un pastel y vámonos", "dentro de poco cumplirás dieciocho años, es hora de que madurez", "pobre Darien", "Serena es una desconsiderada" "Nunca va cambiar"

Las voces de todas, la voz de Darien resonaba en su cabeza como testimonio, todos pensaban que ella era solo una niña tonta y egoísta a la cual le gustaba comer dulces y jugar, creían que era bastante niña, Serena llevo sus manos a su cabeza, no podía con aquello, no podía con todo aquello.

Pero ahora entendía todo, Darien se casaba con ella por sus obligaciones, por el futuro Tokio de Cristal, él no la amaba, Serena derramo unas lágrimas apoyada en la puerta, sentía que no podía respirar y un nudo se formaba en su garganta.

Tenía sentido si lo pensaba, él no había querido casarse con ella desde el principio, ella lo había obligado a ir hasta el altar adelantando la boda, ¿y hacia cuanto tiempo no le decía un te amo?, ¿Cuánto?, ¿meses?, ¿un año?

La debía odiar, la debía odiar por esa beca, y esa mujer, porque TODO era más importante que ella, y ella, ella había amado un nada, algo falso.

Serena se dio cuenta de pronto que su vida no tenía sentido, y que todo por lo cual había luchado tampoco.

Y lo peor, es que todos la esperaban fuera, esperaban que ella fuera a casarse con él, y convertirse en una reina, y ya no podía hacerlo, no sabía que hacer, o que decirles.

No quería estar hay, no quería amarlo.

Serena abrazo sus rodillas derramando más lagrimas hasta que el fuerte grito de una mujer la hizo incorporarse, hacia mucho tiempo que no pasaba, esto no podía ser en peor momento…

Sin perder el tiempo y con el corazón destrozado salió de su escondite para mirar su alrededor, la recepción, el jardín, el lugar estaba destrozado y lleno de extrañas criaturas negras con tenazas en vez de manos, que atacaban a la gente, una matanza sangrienta, ¡solo eso faltaba el día de su boda!

Tragándose su dolor volvió al baño transformándose en Sailor Moon, porque aunque su mundo interior estuviera destruido, era su deber, y no dejaría que nadie dañara a la tierra en que habitaban.

Cuando regreso al lugar, la poca gente que quedaba estaba herida o muerta, sus amigas, todas las sailors scouts luchaban ferozmente contra los temibles monstruos, Sailor Urano y Neptune estaban inconscientes, todo era caos por doquier, Sailor Moon actuó de inmediato, desde la batalla con galaxia no luchaba, y había perdido todos sus poderes como eternal Sailor moon, ahora solo podía usar su tiara lunar, así que lo hizo, eliminando al menos dos de esos monstruos que aparecían de las sombras, y estas poco a poco empezaban a desaparecer, aparentemente todo podría resolverse, pero no contaban con que otra Sailor, estaba a punto de aparecer.

¡Sailor Moon! – Grito la recién llegada – Veo que te unes a nuestra fiesta.

¿Quién eres tu y porque nos haces esto? – Grito molesta la líder de las sailors, Sailor Delta sonrió con rencor y dijo.

Por ti, todo esto es por tu culpa.

Sailor moon no entendía absolutamente nada, ¿Por qué?

¡Vibración elíptica! – Convoco la recién llegada Sailor aturdiendo el piso con un enorme terremoto que abrió la tierra en dos y se trago a cuanta gente estuvo a su paso, entre ellos a Molly, su amiga de la infancia cayó dentro de una enorme grieta sin que las sailors pudieran evitarlo.

¡Molly! – Grito Sailor Moon llena de frustración, había estado a solo unos centímetros de tomar su mano para salvarla, pero no había podido, no había llegado a tiempo.

Y eso no es todo Sailor Moon, o quiero decir, Serena Tsukino.

Su identidad había sido revelada, los pocos asistentes vivos, su padre, su hermano, Kelvin, y sus demás amigos estaban enterados de quien era en realidad.

¡Monstruo! – Grito con furia por lo de Molly tratando de atacarla, pero Sailor Delta era más rápida esquivando el golpe, Sailor Moon se sentía impotente, las demás Sailor no tardaron en actuar.

¡Trueno de Jupiter!, ¡Rapsodia de Mercurio!, ¡Fuego sagrado de Marte!, ¡Fulgor de Venus! – Atacaron al mismo tiempo las sailors scouts tratando de proteger a su princesa, pero ni con todos sus poderes juntos lograron hacer daño a la nueva Sailor, esta rió encantada por el enorme esfuerzo de todas, mandándolas a volar con sus increíbles poderes, demostrando ser la más poderosa.

¿Por qué?, ¿porque demonios haces esto? – Grito Serena muy enfurecida al ver como sus amigas caían lastimadas.

¿No lo sabes aún princesa?, todo esto es por llevar ese estúpido apellido contigo, Levatore – Sailor Delta detuvo sus ataques para decir con saña – Ciudadanos, todo mal que haga, todo terror que vivan acabará con la muerte de una sola persona aquí, y esa, eres tu Sailor Moon.

Todos se sorprendieron, nadie entendía el porque excepto Luna, pero Sailor Delta aclaro.

Solo soy la mensajera querida prima, no es nada personal, pero mi misión es destruirte – Dijo tronando los dedos, acto seguido Darien atado con cadenas apareció – Despídete de tu adorado o muere.

¡Serena no lo hagas! – Grito Darien desde su posición, Sailor Delta se abalanzo esta vez contra Sailor Moon, una espada fosforescente apareció mágicamente en su brazo, pero la Sailor solo miraba a Darien, había algo ahí que no estaba bien, sus ojos tenía una decepción profunda, y aunque le costó toda su concentración invocó entonces el poder del cristal de Plata.

¡JAJAJAJA! – Se burló Sailor Delta de la fuerza de la joven, aunque Sailor Moon seguía conteniendo su ataque – ¿Sabes de donde provienen los poderes del famoso cristal de Plata?, del amor que sientes por todas estas detestables criaturas, los humanos, ¿llegaron a conmover tu corazón?, ¿no es verdad?, pero, ¿ellos que sienten por ti realmente?

La Sailor miró hacía Mars, ella no pudo evitar el impulso de decir lo que pensaba.

Eres… muy grande, para seguir jugando. No estas capacitada para… ser nuestra reina.

Sailor Moon la escuchó debilitando un poco su poder, pero no lo suficiente, Sailor Delta siguió con Mercury.

Nu… nunca podrás ingresar a la universidad con tus calificaciones, siempre serás una carga para Darien.

Sailor Mercury se llevó una mano a su boca, era lo que pensaba realmente, pero no había querido decirlo, Sailor Delta podía sacar los peores y más crueles pensamientos de las personas y lo estaba usando a propósito para debilitar a Sailor Moon.

No… - Sailor Jupiter intento resistir el ataque mental y la compulsión de decir lo que no debía decirle a Sailor Moon en ese momento crucial – Eres débil y llorona, por tu culpa esta gente está muriendo.

Y estaba funcionando, el poder de Sailor Moon disminuía con cada hiriente comentario.

Finalmente centro su poder en Venus, ella no pudo evitar derramar unas lágrimas al confesar.

Jamás serás como tu madre, nuestra amada Reina Serenity.

Para entonces unas lágrimas se deslizaron por los ojos de Sailor Moon, Sailor Delta regodeándose en su dolor continuó.

¿Es una pena inmensa?, mi poder se basa en la mente, mis poderes provienen de mi actividad psíquica, por eso jamás podré comprender lo que es el amor, tu deberías ser mucho más fuerte que yo aquí, en el reino que está cercano a tu alma mater, pero eres débil, y conozco todos tus pensamientos…

Hacia él por ejemplo…

Dijo mirando ahora a Darien que se encontraba vestido de smoking aún encadenado.

¿Estás tan sola?, ¡dilo Sailor Moon!, ¡dilo príncipe Endimión!, digan en verdad lo que piensan…

No… no quiero – Las lágrimas fluían sin cesar de los ojos de la princesa de la Luna, tratando de resistir el impulso, él también hacia todo lo posible por detenerlo.

¡No quiero casarme contigo! – Gritaron ambos al unísono y entonces la espada de Sailor Delta pudo lograr lo imposible, rompió la barrera del cristal de Plata y este se quebró.

La joven fue perdiendo el brillo en sus ojos cayendo al piso con su vestido de novia sucio, sus ojos abiertos sin brillo de vida, Sailor Delta clavó su espada en el costado derecho de la joven haciendo que aquel perfecto atuendo se tiñera de rojo, los trozos del cristal de plata desaparecieron por completo dentro de su dueña. Solo había restos de lágrimas de Serena como testigo.

Todo quedo en silencio, nadie podía creerlo, nadie.

Darien palideció, una enorme cantidad de sangre emanaba de su cuerpo, sus ojos no tenían vida, ¡Serena estaba muriendo! Y no podía hacer o decir nada.

Newholf te subestimo, pensé que serías un adversario digno de mi – Sujetando a la joven rubia con una mano abrió con otra un portal dimensional – Que terminen los buitres mi trabajo – Dijo arrojándola en aquella pared, y con ello, Sailors Moon, la princesa Serenity, Serena Tsukino, desapareció para siempre.

Irónicamente, unas lágrimas surcaron los ojos de Sailor Delta.

Ella los amaba mucho, su amor por ustedes pudo ser más grande que el universo, no puedo sentir emociones como ustedes y sin embargo lo se… – Declaró de manera triste, extraña ante lo que acababa de hacer, limpiando sus ojos continuó, y detuvo aquel caos, desapareciendo en la nada, Darien fue liberado, y los demás sobrevivientes salían de sus escondites, el terror se sentía en el ambiente, pero por mas grande que pareciera, ninguna pena era tan atroz como la de él.

¡SERENA!

Reportándose, de vuelta en Veltrania, la joven Sailor scout apareció ante su rey inclinándose con obediencia.

Misión cumplida mi señor, el último miembro de la familia Levatore está muerto.

El rubio sonrió acercándose a la joven que aún seguía arrodillada frente a él.

Y como es debido, tendrás tu recompensa – Tyrone alzo una mano frente a ella, y la joven abrió sus ojos con sorpresa y horror antes de poder reaccionar, un montón de sangre broto por todos lados, Sailor Delta había muerto.

Zurko, que miraba todo desde un costado del rey pregunto.

Ahora, ¿hasta el último de los Levatore están muertos?

Si, y con ellos la última oportunidad de su reino.

Fin del primer episodio.

Hola a todos mis lectores, aquí vuelvo con un nuevo proyecto, algo entre drama y romance, para una continuación alternativa de Sailor Moon, espero que les guste y me dejen sus comentarios, cualquiera se agradece.

He hecho algunos pequeños cambios a la historia, espero los disfruten y les guste más que como había quedado originalmente, gracias.