Hellow! Les traigo un nuevo fic de South Park, recien sacado del horno (?) Tendrá a lo mucho diez capitulos y voy a tratar de subirlos lo más rapido posible xD Bueno, puede ser que la idea sea... no se, extraña ._. pero denle una oportunidad, esta historia grita CREEK por todos lados. ¿Cryde? ¿Tyde? Menciones de... ¿Cryle? ¿Crenny? (Carajo que Craig se dio todos los gustos xD) Tienen que averiguarlo por ustedes mismos e.e Espero que alguien lo lea u.u, les agradezco con la vida a los que me dejaron reviews en la saga de OneShots de: No Habla, No sonríe, No entiende.
Sin mas que decir, les dejo el primer capi :)
"Siempre… busqué la manera de no involucrarme en situaciones absurdas que llamen la atención."
Era de mañana y había perdido el autobús escolar por una serie de ligeras complicaciones que se le habían presentado en su calido hogar. Por ese motivo, corría a toda velocidad hacia la escuela, sus motivos eran sumamente urgentes. La verdad era que no le intimidaba el hecho de llegar tarde, sino otras cuestiones. Millones de preguntas se le cruzan por la cabeza y la verdad, era una de las pocas veces que estaba confundido y aturdido.
Desorientado como nunca, ansiando que alguien le diera una explicación al respecto. Exigiría una respuestas a los golpes y sobre todas las cosas, mataría a Tweek.
Si, eso era lo que haría, de todas maneras lo odiaba así que luego de molerlo a golpes, le gritaría groserías hasta que confiese que carajo había hecho para que ESO este pasando. ¡Debía ser su culpa! No tenía idea de cómo, pero de seguro tenía algo que ver ¡Y le convenía por su seguridad que encuentre una solución porque sino le desfiguraría el rostro a golpes!
En South Park nada es normal, pero definitivamente lo que le ocurría era ridículo y sin explicación lógica.
No podía aclarar las ideas en su mente, estaba agitado por el recorrido que marcaba a un paso casi desesperado. Sencillamente todas sus explicaciones se mezclaban y se golpeaban las unas con las otras sin otorgarle un sentido verdadero a su padecimiento.
Frena con rapidez su correr y se queda de pie a unos diez metros de las grandes puertas abiertas de la secundaria de South Park. Muchos alumnos ingresaban y otros grupos se reunían cerca de la entrada, hablando y poniéndose al día de las cosas ocurridas el fin de semana.
Mira hacia los lados, ajustando su mirada a todo el panorama delante suyo. Sin embargo, no encuentra a su grupo de amigos. Ellos siempre se bajaban del autobús y se quedaban en frente del edificio hablando de sus vidas o alguna que otra idiotez. ¿Por qué carajo no estaban ahí entonces?
"Siempre. Lo he evitado todo con completa indiferencia, odio estar en medio de esas mierdas de aventuras."
-¿Por qué a mi, Dios…?- Se lleva una mano al rostro y cierra los ojos deseando que lo parta un rayo. De todos los seres humanos en el mundo, ¿por qué tenia que ocurrirle justamente a él? Aborrecería a Dios y lo maldeciría día y noche por esto.
Su idea era encontrar a sus amigos y obligarlos a que falten a clases para que de alguna forma pudieran arreglar su problema. Token era el más inteligente así que estaba seguro de que encontraría una solución fácil y rápida.
Bueno, quizás no rápida y… sería muy complicado que sea fácil, pero en algo tenía que pensar.
Por favor, que se le ocurra algo milagroso y que todo se solucione para el dáa siguiente. Deseaba despertarse de esa pesadilla.
"No recuerdo haber hecho algo lo suficientemente horrible como para merecer este castigo."
-¡HEY! ¡Retrasado! ¡Piensa rápido!-
No tiene el tiempo suficiente como para reaccionar a esa advertencia. Él aparta la mano de su rostro y se da media vuelta sin la más minima sospecha de que un balón de futbol americano se le clavaría en medio del rostro con una fuerza extraordinaria. Digna fuerza de un orangután miembro del club de futbol americano.
En realidad, no se lo esperaba porque jamás en su vida le habían hecho una broma tan estúpida. Generalmente era él el que jodía a los perdedores y se reía sin compasión alguna de los nerds sin vida social. Pero en ese momento no piensa mucho en eso, ni en la posibilidad de que quizás joder a esas pobres personas era algo incorrecto y que tenían sentimientos a pesar de que los demás pensaran lo contrario.
Cae de rodillas al suelo, sosteniéndose el rostro con ambas manos y larga un alarido de dolor, que trata de ahogar en una especie de exclamación.
-¡JAJAJAJA! ¡No puedo creer que el imbécil volvió a caer en la broma!-
-¡Es un total idiota!-
Dos chicos altos y corpulentos chocan sus palmas en señal de plena satisfacción. Si, recordaba haberlos visto en el club, practicando y haciendo toda esa mierda marica. Ellos abusaban a diario de los idiotas que no se defendían por miedo y vergüenza a una humillación publica aún peor de que sufrían diario.
Él se levanta con la mirada baja y baja los brazos, quedando a sus lados de manera rígida. La sombra cubría sus ojos claros, dándole un aspecto tétrico y digno de una película de asesinos . Sin darse cuenta, esboza una sonrisa maliciosa que de verdad asustaba y que es apreciada por ambos chicos, que se miran entre si, extrañados. Forma puños con ambas manos y los presiona con muchísima fuerza. No tenían idea con quien se habían metido.
No, en serio. No sabían con quién estaban jodiendo.
Él camina hacia ellos sin miedo alguno; este gesto de completa despreocupación hace que esos robustos chicos se alarmen y comiencen a enojarse por su atrevimiento. ¿Desde cuándo ese retrasado mental se atrevía a tanto?
-¡No te acerques, adicto a la cocaína!
-¡Te podemos reventar el cráneo de un golpe! ¡Así que aléjate!-
Pero no hace caso a las advertencias. Sigue caminando e ignora el hecho de que esa escena se estaba ganando la atención de la mayoría de los alumnos que aún no ingresaban al establecimiento. Todos giran y comienzan murmurar que se estaba por iniciar una pelea a tan temprano horario. No era algo muy común a principio de clases.
De pronto, se detiene y todos los murmullos y demás voces hacen silencio. Mira a los ojos, con toda la rabia que podía brindar, al chico que le arrojó el balón al rostro.
-Repite eso.- Pronuncia con voz firme y extrañamente masculina, sin rastro de inseguridad, con amenaza y una clara rabia difícil de reconocer, ansias de moler a golpes a alguien. Los espectadores quedan con la boca abierta, porque se suponía que la persona que estaban observando… JAMÁS en su existencia haría tal cosa.
El chico no retrocede, lo fulmina con la mirada y le sonríe de manera burlona en respuesta de su gesto. Ya eran conscientes de que todo el jodido pueblo los estaba mirando.
-¿Quién carajo te crees? ¿Pretendes asustarme o qué mierda? Eres un estúpido marica, me meto tus palabras por el…- Cierra la boca al momento que un puño se le encaja en la mejilla. Lo hace mierda en todos los sentidos, la fuerza fue tan brutal que le desprende un par de dientes. El pobre desgraciado cae sentado hacia atrás, y se retuerce en el suelo sangrando a mas no poder. Su camarada mira horrorizado la escena y abre los ojos atónito.
-¿Tu también quieres, hijo de puta?- Intenta limpiarse la sangre que manchaba sus nudillos en su camisa verde y arrugada. Alza la mirada y le presta total atención al chico que lo miraba aterrorizado por lo que acababa de hacer. Solo había sido un golpe y lo mas posible es que ese chico tendría que ir a un maldito hospital.
El que aún quedaba de pie retrocede y traga saliva con precaución.
Pero él esfuerza su vista hacia ese condenado cobarde y avanza un par de pasos hacia ese idiota. Merecía morir por ser cómplice de ese balonazo, no lo perdonaría ni aunque le rogara piedad arrodillado en el suelo.
-Voy a matarte.- Sentencia con voz fría y completamente monótona, y por fin cuando vuelve a formar un puño con su mano y se acerca de forma ofensiva al chico, que retrocede con cara de espanto…
-¡CRAIG! ¡NO!-
Alguien había corrido a través de la gente en el medio de toda esa contienda y empujado a cualquiera que se le había atravesado. Pero tenía un buen propósito, detener la locura que estaba por cometer ese maniático adicto a los conflictos y a las resoluciones con violencia.
Cuando llega a la escena, corre hacia él y le toma un brazo con ambas manos. Lo jala hacia atrás para que se detenga y tiembla horrorizado, cerrando los ojos con fuerza y con miedo. Le dio una mirada rápida al chico que estaba en el piso, sujetándose el rostro y sangrando demasiado por la boca.
El otro entra en razón gracias al grito histérico de Tweek. Los murmullos vuelven a empezar, todos se preguntaban… "¿Acaso gritó 'Craig'? ¿WTF?"
"¿Tweek? Lo encontré. Ahora él me dará explicaciones."
-Si no quieres que te deje mucho peor que ese pedazo de mierda, me dirás qué carajo esta pasando.- Se aparta de un empujón y se da cuenta con completo terror que Tweek estaba sufriendo lo mismo que él. Es decir, su cuerpo. Lo observa de arriba abajo y siente un vuelco en el corazón debido a la adrenalina que le estaba recorriendo las venas.
Tweek estaba a punto de llorar, ahí en frente suyo, temblando y acumulando lagrimas en sus ojos azules y masculinos. Pero esa expresión de cobarde o más bien, de perro a medio morir, no era aceptable. No era compatible en su cuerpo, no podía arruinar su reputación en frente de la escuela. ¿Y por qué rayos no llevaba puesto su gorro azul? ¿En que mierda pensaba Tweek, saliendo de SU casa con SU cuerpo y no vistiéndose como se supone que se vestía siempre? Por lo menos Craig se tomó la molestia de vestirse como Tweek lo haría generalmente.
"Aunque… con esta pelea… quizás él no reaccionaría como yo lo hice."
Se alarma cuando nota que Tweek estaba al borde de un ataque de llanto.
-No, por todo lo que más quieras, no vayas a…-
-¡Yo no se que es lo que está pasando! ¡Amanecí de esta manera horrible y había un maldita rata en mi habitación! ¡No quiero quedarme así para siempre! ¡Es demasiada presión! ¡Quiero morirme!-
-… Vociferar como lo harías normalmente… en MI cuerpo.- Craig suspira, rogando paciencia a su temperamento, y mira a su alrededor con gesto neutro, posando sus ahora ojos verdes en la multitud que los observaba con total descaro. Se da cuenta de que todos los observaban como si estuvieran locos de remate. Mas a Tweek, ya que tenía una apariencia histérica y fácilmente perturbable que no era nada normal en su cuerpo.
-¿Cómo volveremos a la normalidad?- Solloza el ahora pelinegro mientras que su voz se quiebra y entierra su rostro entre sus manos.
Los murmullos se hacen mas fuertes y no los culpaba. Craig jamás lloraría de esa manera tan marica frente a tantas personas. ¡Estaba logrando que su reputación se vaya al caño!
-Al carajo. Ven conmigo.- Craig le toma un brazo a Tweek y lo jala con fuerza, lo arrastra con él antes de que siga gritando y llamando la atención. No era necesario que la gente se enterara de lo que le sucedía, además quizás pensarían que perdieron la razón y eso sería mucho mas problemático.
No necesitaban mas problemas.
-Craig… ¿Qué vamos a hacer? ¡¿Qué vamos a hacer?-
-Cállate, solo… cállate y sígueme.- No tenía idea. No tenía ni la mas pálida idea de que harían. Solo esperaba que caiga una solución del cielo.
Esquivando a la gente, que se apartaba asustada al ver a un lloroso y tembloroso Craig y a un Tweek con mirada de asesino y con seño fruncido e irritado, ambos salen de los terrenos de la entrada de la escuela. Buscan un par de árboles que estaban a la vista y se acercan, se colocan detrás para pasar un poco más desapercibidos.
Entonces, Craig suelta a Tweek y se queda frente a él. A Tucker no le podía irritar más la lastimera imagen de su cuerpo, Tweek volvía a sostenerse el rostro, temblando y balbuceando cosas inexplicables. Sobre todo, aun no podía tragarse eso de que no llevara puesto su gorro azul.
-Primero… hay que mantener la calma. Si entramos en pánico, será peor.-
-P-pero… es horrible… ¡ES HORRIBLE! ¡OH DIOS!-
-¿Y me lo dices a mi? Llegué a la entrada y dos idiotas quisieron pasarse de listos conmigo solo por ser TÚ. Debiste dejar que los mate.-
-¡NO! ¡Yo no haría eso! ¡Yo lo dejaría pasar! Odio involucrarme en peleas sin sentido, además son mucha presión.- Y luego de decir esto, Tweek abre bien los ojos con el miedo encernado en su expresión. Craig tuerce una mueca de inseguridad y se cruza de brazos. Odiaba ver todas esas emociones en su rostro y manifestándose en SU cuerpo, ¡Él definitivamente no era de hacer esas cosas innecesarias! Tenia que volver ahí como sea antes de que Tweek lo arruine todo.
-Técnicamente… ngh, fui yo el que les dio su merecido a esos tipos.- Se sujeta un mechón de cabello negro y lo jala hacia abajo. Tweek piensa que su cuerpo necesitaba algo, que se sentía más relajado pero al mismo tiempo necesitaba sobre cargar el vacío que invadía su organismo ante la ausencia de la cafeína. Por supuesto, Craig no era fanático del café, esa era la ausencia que sentía.
-Eso significa que…- Se horroriza el pelinegro dejando escapar gruesas lagrimas por sus azuladas orbes. Craig entrecierra los ojos seriamente.
"Que marica que me veo haciendo eso."
-¡Que yo seré el que tenga todos los problemas! ¡Que cuando vuelva a mi cuerpo me expulsarán de la escuela por haber matado a un estudiante! ¡Que tal vez hasta me manden a prisión y me condenen a cadena perpetua! ¡Que mis padres me odiarán y la sociedad me rechazará de por vida! ¡Y TODO ESTO ES POR TU CULPA, CRAIG!-
-Oh no, claro que no.- Craig da un paso hacia atrás y se encoge de hombros con completa soberbia y desinterés ante las excusas y acusaciones que le estaba arrojando Tweek como si fueran estacas. Pasa a mirarlo a los ojos con frialdad, a lo que Tweek se estremece, no pudiendo creer que sus ojos verdes pudieran reflejar semejante odio y asco.
-Tu no deberías dejar que la gente te joda, lo que hice fue lo que tu tendrías que haber hecho hace AÑOS. Pero esa no es la cuestión ahora. Tenemos que volver a la normalidad, y me ayudaras porque tu no soportas mi cuerpo y yo obviamente aborrezco el tuyo.-
-¡¿Y qué mierda se supone que debemos hacer? GAH, no se cómo sucedió esto, me desperté y estaba en tu cuerpo, ¡No recuerdo que haya pasado algo extraño antes!-
Tenia razón. Craig tampoco recordaba algo raro, nada parecido al evento ocurrido en esa estúpida película que había visto junto a su hermana Ruby. ¿Cómo se llamaba? ¿Un viernes de locos? La pasaban en Disney Channel y la drogadicta lesbiana de Lindsay Lohan intercambiaba su cuerpo con el de su madre porque se odiaban, eso había sucedido gracias a un conjuro chino. ¿o por una galleta de la suerte?
-Mierda.- Se coloca la palma de su mano en su frente y se muerde los labios con impotencia. Era como si su cuerpo se sintiera extremadamente nervioso desde que se había levantado de la cama Es decir, generalmente, quizás habría tomado la pacifica decisión de no darle el golpe de su vida a aquel gorila que lo golpeó con ese balón. Pero es que sentía tanta ansiedad, tanta energía de sobra en su cuerpo. Tenia que descargar todo eso en alguien.
Y entonces lo entiende. No estaba acostumbrado a tantos niveles de cafeína en su sangre. Tal vez si de tabaco, y de alcohol. ¿Pero de cafeína en todo momento? No, no era un adicto como Tweek.
-Alguien tiene que saber que hacer.-
-¡Allí está, Clyde! ¡AGH! ¡Quizás pueda ayudarnos!- Tweek señala a lo lejos el camino. Craig gira hacia atrás y nota que un apresurado Donovan corría desde lo lejos para poder llegar temprano a la primera clase.
Aparentemente también perdió el autobús.
Pero, ¿En que mierda pensaban? Clyde era un gran amigo y todo eso, pero era un idiota, era imposible que pudiera ayudarlos. Necesitaban a Token, ir por él sería lo más razonable.
Craig no se da cuenta de que Tweek había salido corriendo para recibir con un gran abrazo aterrador al castaño. Se abofetea mentalmente por no haberlo detenido, tal vez enterarse de todo de esa forma sería una experiencia traumática para el pobre Clyde. Sin mencionar que podría pensar que le estaban jugando una broma.
-Carajo, estoy llegando tar… ¿Craig?- No logra articular ninguna otra palabra porque sin esperar mas, "Craig" se le tira encima en un abrazo y se aferra de su cintura, apegándolo a su cuerpo mientras que cerraba los ojos en una expresión desesperada en busca de su ayuda.
-O… key… ¿Q-que estás…?- Clyde se sonroja por ese contacto cariñoso y repentino. Por la cercanía de Craig, por su expresión tierna y llena de miedo. Esperen un segundo, ¿qué Craig estaba haciendo QUÉ?
-Es imposible. ¡¿Qué te han hecho? ¿Estas enfermo? ¿Te duele algo? Tu ni siquiera abrazas a tu madre, es decir…- Clyde lo aparta un poco y abre los ojos mucho más sorprendido que antes al ver como unas lagrimas caían de los ojos llorosos e irritados de "Craig". Fruncía el seño, muy preocupado por algo que aun no sabía y se seguía aferrando con una mano de la camiseta del castaño. Que por cierto, con esa imagen tan violable de Craig, se sonroja y se acalora diez veces más. Y lo que era más raro, no llevaba puesto su típico gorro azul. Algo muy extraño sucedía definitivamente.
-Es que… ¡Yo no soy Craig! ¡Ese es el problema! ¡GAH!- Se cubre el rostro con ambas manos y tiembla repleto de nervios.
De acuerdo, la expresión de WTF de Clyde era digna de una fotografía.
-Lo que dice es cierto. Yo soy Craig.- Un masculino y estoico Tweek, con expresión seria y monótona aparece ahora en escena. Clava su mirada en los ojos del castaño y entrecierra los ojos con paciencia. Conociendo a Clyde, necesitaría unos minutos para procesar esa información.
-¿Q-qué?- Pregunta balbuceando más confundido que antes. Definitivamente tenían que convidarle de la droga que se fumaron, así podría encajar en el ambiente o en la situación que estaban inventando.
-¡Tienes que creernos! ¡N-no ngh estamos locos! Soy Tweek… oh Dios, ¿cómo no pensamos en las consecuencias antes, Craig?- El pelinegro gira hacia el rubio Tucker y se jala la camiseta azul que llevaba puesta, a punto de estallar en una crisis nerviosa por tanta presión. Craig arquea una ceja debido a su reacción melodramática.
-¡Pensará que somos unos desquiciados! ¡Hasta podría encerrarnos en un manicomio y cuando demos nuestros testimonios nadie nos creerá, moriremos dentro de cuatro paredes sujetados por unas camisas de fuerza! ¡El mundo será cruel y frío para ambos y nos quedaremos así para siempre! ¡GAH! ¡SERÍA DEMASIADA PRESIÓN!-
Clyde, anonadado como nunca en su existencia, toma el hombro de "La versión mas histérica de Craig que jamás hubiera tenido el gusto de presenciar" y la gira hacia él para mirarlo a los ojos.
Era la cosa mas loca que presenció en su vida. Aunque…
Vivian en South Park. La mayoría de las cosas que ocurrían ahí eran locas en el mal sentido.
-¿T-tweek? Jódanme. Díganme que no es cierto.- Clyde nota como Tweek comenzaba a sonreírle como si estuviera aprobando su deducción, lleno de desesperación y tratando de secarse las lagrimas que cayeron por sus mejillas.
-Es verdad. Yo jamás armaría tal escena. Además no te parece raro que "yo" no este… tu sabes, ¿Temblando?- Craig se señala a si mismo, sintiendo la frustración recorrer sus pensamientos y enfocando su mirada en las confundidas orbes marrones de Clyde. Quien por primera vez, comprendía las cosas con total claridad y tenía un plan en mente, uno muy maduro y coherente.
-Muy bien. Pude ver una vez la película "Un viernes de locos" y todo concuerda perfectamente con esta situación.- Los señala con seriedad en su semblante y asiente un par de veces con determinación.
Craig y Tweek sienten que unas grandes gotas se asoman por sus nucas.
-No, en realidad creo que no entiendes nada.- Craig sonríe de lado, completamente irritado y maldiciendo en su interior al idiota que consideraba su amigo desde hace años, más por la sarta de idioteces que comenzaría a decir Clyde y que no quería escuchar. Tweek se tapa la boca con ambas manos y cierra los ojos mucho mas preocupado que antes.
-¡Quiero mi cuerpo! ¡GAH! ¡Necesito el café más negro y espeso que puedan servirme para aliviar todo este estrés!-
Donovan abre los ojos atónito y siente que se le cruza la misma idea que a Craig se le estaba atravesando por la cabeza.
Café negro ~
-¡Token!- Exclama Craig muy decidido, haciendo saltar a Tweek de la sorpresa.
-¡Está en el salón de música! ¡Hoy entraba a un horario mas temprano porque tenia clases extras! ¡Vamos a buscarlo!- Clyde señala el horizonte con expectativas de líder y se adelanta a sus compañeros, Tweek esta a punto de seguirlo pero en ese instante, Craig los toma a ambos por los brazos y los frena de repente.
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