—Oh hija te ves preciosa! —exclamo Effie mientras admiraba a su hija vestida con su vestido de novia solo faltaba un día para la boda de Katniss Everdeen y estaba ansiosa por dar este gran paso con su prometido Gale Hawthorne, llevaban de novios seis años y hace uno le había pedido matrimonio a Katniss de la manera más romántica que se podría haber imaginado.
Gale y Katniss se fueron de vacaciones a Paris y Gale pensó que era el momento y lugar indicado para dar este gran paso en su relación con Katniss y le pareció correcto ya que la amaba con locura. Entonces luego de una cena en Le Meurice y una caminata a la luz de la luna por las calles de Paris, al llegar a la Catedral de Notre Dame los esperaba una serenata y un gran cartel luminoso en el que decía "¿Katniss me harías el hombre más feliz del mundo al casarte conmigo?".
Katniss al mirar a Gale no podía articular ninguna palabra, entonces lo abrazo y beso con pasión y Gale tomo esto como una respuesta positiva.
Katniss con esos recuerdos en mente se giró para enfrentar a su madre y darle un gran abrazo emocionada porque solo faltaban unas pocas horas para el gran día. —Gracias mamá, estoy tan emocionada y ansiosa— dijo Katniss.
—Estoy tan orgullosa de ti mi amor, no puedo creer lo mucho que has crecido y ahora estés por casarte— dijo Effie con una voz temblorosa a causa de lo emocionada que estaba. Al separarse de su madre Katniss volvió a mirarse en el espejo admirando su vestido que lo había recibido hace unas horas y hecho por su diseñador y amigo Cinna. Era un vestido precioso contaba con una encantadora banda de organza asimétrica que caía por debajo de su cintura adornado con pedrería y un encaje adornado también con pedrería cayendo sobre la valencia de la falda para dar un aspecto ligero y airoso.
A Katniss le quedaba precioso cualquier cosa. Era una de las modelos más reconocidas en Estados Unidos y el mundo, ahora futura esposa de una de los empresarios más exitosos y multimillonarios. Gale trabajaba en Vogue una de las revistas más conocidas en América y que gracias a ello conoció a Katniss, un día en el que ella poso para algunas fotos para la revista. Al verla quedo completamente atrapado por ella y no tenía dudas de que debía ser suya.
Katniss debía viajar mucho por sus trabajos. Muchos desfiles a los que asistir y muchas sesiones de fotos para las que posar, lo cual llevaba muchas horas de su tiempo y viajes que realizar, esta fue una de las razones por las que tuvieron que esperar todo una año luego del compromiso para poder casarse. Pero al fin pudieron poner una fecha a su boda que iba a ser el 20 de marzo. Se casarían en the plaza uno de los hoteles más reconocidos en Nueva York y donde se encontraba en estos momentos.
—Estas lista para esto Katniss —pregunto Effie. —Si mamá siento que es lo correcto y él es hombre indicado para mí— respondió Katniss. Y era verdad después de una larga relación en el pasado con el único hombre en ese momento que había amado y le había roto el corazón. Gale ha sido el que durante estos seis años lo fue reconstruyendo, es por eso que para Katniss él es el indicado y con el que quiere compartir el resto de su vida.
—Entonces no hay nada más que discutir—dijo Effie con un tono chillón y feliz por su única y amada hija. —Lo siento cielo pero tengo que ir a revisar a tu padre no quiero que este más tiempo en el bar ya sabes cómo se pone con algunas copas encima—.
Effie dando un último abrazo a Katniss y diciéndole cuanto la ama se retiró para dejarla cambiarse tranquila.
Una vez que su madre se retiró Katniss prosiguió a cambiarse su fantástico vestido por su pijama de conejos, ya estaba un poco grande para usar un pijama de conejos pero le encanta y le parecía lo más cómodo del mundo pero en fin en tan solo unas horas se casaría y no podría usarlo con frecuencia así que aprovecho sus últimas horas de soltera y usar su amado pijama. Luego de haberse cambiado pidió la cena al servicio de habitación.
Mientras la esperaba decidió leer por enésima vez su libro favorito Cumbres Borrascosas, poniéndose cómoda en la cama lo comenzó a leer. Al cabo de unos minutos su puerta sonó sacándola de su concentración en el libro. Se levantó a abrir la puerta pensando que era la cena que había pedido, pero no lo era. Era una persona. Una persona que pensó que nunca más en su vida volvería a ver aunque ahora se dio cuenta que estaba equivocada. Porque él estaba ahí en frente suyo, tal cual lo recordaba como hace diez años atrás. El mismo cabello rubio y desordenado el cual le encantaba, los mismos ojos azules que la volvían loca y la misma voz que le quitaba el aliento cada vez que lo escuchaba hablar. No podía creerlo, quería que alguien la pellizcara para saber si lo que estaba viendo era real o si solo estaba soñando pero cuando él hablo y salieron de esos labios que tan bien conocía y había besado sabía que era real y él estaba ahí, frente a sus ojos.
—Hola Katniss—. Dijo Peeta.
Katniss no reaccionaba, no podía hacerlo. Después de tantos años el aparecía de nuevo y saludándola como si nunca le hubiera roto el corazón, como si nunca la hubiese lastimado como lo hizo.
—Que haces aquí— pregunto Katniss con una voz temblorosa.
—Solo venía a felicitarte por tu boda y pedirte disculpas por los errores que cometí en el pasado— dijo Peeta.
Katniss no podía creerlo se aparece ahora después de diez años para pedir disculpas estaba tan enojada con él, pero más enojada estaba consigo misma por sentir todas las emociones que estaba sintiendo en ese momento y la mayoría de ellas eran incorrectas.
—Que— pregunto Katniss hecha una furia. —Como te enteraste de mi boda y como te atreves a aparecer aquí como si nada a felicitarme y PEDIR DISCULPAS—dijo Katniss elevando la voz.
—Lo siento, no pensé que te pondrías así si lo hubiese sabido no estaría aquí, y supe de la boda hace poco, está en todas las revistas eres famosa al igual que tu prometido, no fue muy difícil encontrarte— contesto Peeta.
—Oh claro, lo olvidaba— dijo Katniss.—Necesito que te vayas. —No, por favor Katniss quiero que me escuches, necesito hablar contigo y explicarte por qué nuestra relación termino como termino. Solo dame unos minutos.
—No Peeta, no quiero escucharte no lo necesito ya han pasado diez años ya te supere y tú has tenido tu tiempo de explicarte pero lo desperdiciaste—. Oh que equivocada estoy— pensó Katniss ahora viéndolo de nuevo luego de diez años se dio cuenta que no lo había superado, que se estuvo engañando todo este tiempo.
—Por favor Katniss, solo es un minuto necesito hacerlo, necesito disculparme. —
Y admirarte solo un tiempo más pensó Peeta para sus adentros. Ella no había cambiado, seguía siendo la misma chica que recordaba. Cabello castaño hasta la altura de los hombros, ojos grises como un día nublado los cuales siempre había amado, un cuerpo esbelto con las curvas justas y en los lugares adecuados, Dios era hermosa, siempre lo fue y siempre la amo por eso estaba ahí frente a ella para explicarle porque su relación había terminado de aquella manera.
—Peeta, por favor, solo vete no necesito escucharte lo que sucedió entre nosotros ya paso, no quiero tus disculpas o explicaciones.
—Entonces solo déjame hablar contigo un momento. —dijo Peeta.
Al principio Katniss dudo si dejarlo pasar o no, no sabia si podría soportar a solas con él, sin embargo termino seciendo
—Está bien, pasa.
—Gracias.
—Te vez preciosa, no has cambiado mucho durante estos años—. Dijo Peeta.
—Gracias, tu tampoco te vez nada mal—.
Quedaron mirándose fijamente perdiéndose en la mirada del otro, Katniss no sabía que decir o hacer para romper aquel momento tan incómodo, y se preguntaba porque había accedido a dejarlo pasar. Seguía siendo el mismo chico del que se había enamorado hace ya varios años y su mirada tan azul como el cielo la seguía poniendo de los nervios.
—Por qué—. Pregunto Katniss.
—Por qué, qué—. Pregunto Peeta.
—Por qué estás aquí después de diez años un día antes de mi boda pidiendo disculpas. Has llegado muy tarde, no creo poder hacerlo—.
—No pude hacerlo antes porque no tenía la fuerza para hacerlo, pero ahora me arrepiento de no haberte buscado antes. Si lo hubiera hecho no estaríamos en esta situación en estos momentos, no tendrías que estar casándote con otro —. Respondió él.
—Pero ya es muy tarde Peeta, ya tuviste la oportunidad y no la has aprovechado. Te he esperado cuatro años y nunca volviste, no podía seguir esperándote eternamente hasta que decidieras regresar.
—Sabes que no tenía opción, mi vida siempre estuvo bajo las normas de mis padres. No pude resistirme, me obligaron a irme y estar con ella, pero nunca la ame no podía hacerlo. Mi corazón siempre te perteneció a ti. Solo lo hice para que tu pudieras seguir tus sueños, y sabía que si no te dejaba no lo ibas a lograr mis padres no te lo permitirían —.
—Porque era una chica pobre y de pueblo, porque no encajaba en sus círculos sociales—. Pregunto Katniss con amargura.
La familia de Peeta nunca había aprobado su relación con Katniss, solo porque ella no era de su misma clase, siempre durante las cenas familiares que había asistido con Peeta buscaban las palabras más crueles para dejarla en ridículo frente a todos, ya sea por su ropa, de dónde provenía y muchas cosas más.
Peeta siempre hacia lo posible para hacerla sonreír y que no le importara lo que sus padres decían sobre ella, a él nunca le importaron esas cosas, porque la amaba. Amaba su forma de ser y amaba su belleza. Pero al cumplir los 18 años sus padres lo obligaron a dejarla descubrieron que el padre de Katniss, Haymitch Everdeen era un jugador compulsivo y tenía muchas deudas que pagar y muchos trabajos sucios realizados para conseguir dinero. En ese entonces Katniss deseaba convertirse en modelo siempre le había llamado la atención y era Peeta quien la incentivaba a cumplir sus sueños.
Aunque para que estos se cumplieran, él debió dejarla ya que su padre Plutarch Mellark lo amenazo con sacar a la luz los problemas del padre de katniss. Lo que haría que ella se viera afectada por los problemas de Haymitch Everdeen. Peeta Sabía que su padre haría todo lo posible para terminar con esa relación.
No quería que su hijo estuviera con una chica pobre y arruinara su imagen. Plutarch era uno de los abogados más reconocidos en Estados Unidos tenía su propio bufete de abogados y ganaba mucho dinero.
Siempre intento que Peeta por el ser el más pequeño de tres hermanos saliera con la hija de uno de los empresarios multimillonarios más reconocido y unos de sus clientes habituales.
Peeta tuvo que aceptar dejar a Katniss para que pueda cumplir sus sueños y salir con Delly Cartwright, hija de Tom Cartwright. Y así lo hizo salieron solo por un año hasta que Delly se aburrió de él y decidió engañarlo con un futbolista Británico que había conocido durante unas vacaciones en Londres.
Después de eso se arrepintió profundamente haberse dejado engañar por su padre y terminar con Katniss, pero nunca tuvo el valor de buscarla y pedirle disculpas.
Luego de todo lo sucedido Peeta se había marchado a Italia a estudiar arte y fotografía, ahora después de diez años era uno de los fotógrafos más solicitados.
—Sabes que nunca me intereso de donde venias o de cuánto dinero tenías, siempre me gustaste tú, pero no podía arruinar tu carrera solo porque no quería dejarte ir, no me lo perdonaría jamás, no serias quien eres ahora. Katniss Everdeen una de las modelas más bellas que pueda haber—.
Katniss se había sonrojado por este último comentario, luego de muchos años en el modelaje no podía acostumbrarse a que le dijeran lo bella que era.
—Podrías haberlo evitado, no puedes dejar que tus padres manejen tu vida ya eras una persona adulta y podías tomar sus propias decisiones—.
—No lo entiendes, no podría haber hecho nada. Mi padre se había enterado de los problemas del tuyo—.
Al escuchar esto Katniss abrió sus ojos como platos y no sabía que decir.
—Si me quedaba contigo y Plutarch hacia público esto tú te hubieses visto bajo la sombra de tu padre y te juzgarían por sus problemas con el juego. No quería eso para ti, no quería que tuvieras obstáculos en tu camino—.
Katniss al fin enterándose de la verdad y sabiendo que Peeta solo había hecho todo esto por ella no tenía palabras para agradecerle así que solo musito un simple gracias.
—No tienes que agradecérmelo solo lo hice porque te amo, nunca deje de hacerlo…—
—Peeta…—.
—No… déjame terminar. Katniss te amo, siempre lo hare por eso necesito que me des una oportunidad que me dejes demostrarte lo mucho que te amo y te prometo esta vez que hare hasta lo imposible para estar a tu lado —.
—No puedo Peeta. No puedes venir aquí y decirme esas cosas un día antes de mi boda. Ya es tarde, lo siento—.
—Mírame a los ojos y dime que lo amas, dime que no sientes nada por mí y me iré y no te volveré a molestar nunca más—.
Katniss comenzaba a tensarse, no podía engañarse a sí misma y tampoco a Peeta. Amaba a Gale pero no con la misma intensidad con la que amaba a Peeta. Pensó que lo había dejado de hacer hace diez años, pero se equivocaba. En el momento que lo vio en la puerta se dio cuenta que nunca lo había dejado de hacer, nunca podría dejar de hacerlo siempre será su primer amor.
—Amo a Gale—.
—Tanto como me amas a mí—. Pregunto Peeta.
—Te amé pero eso fue hace diez años.
—No nos engañemos Katniss, puedo verlo en tus ojos.
—NO, NO LO HAGO. Amo a Gale y solo a él. Entiéndelo por favor.
Estaba derrotado, se sentía un idiota al pensar que Katniss lo recibiría con los brazos abiertos y le diría que lo sigue amando, que dejaría a su prometido para volver con él. Pero la necesitaba, Dios la necesitaba con locura. Quería que sea suya solo por unas horas. Entonces sabiendo que ella no aceptaría su propuesta igual se lo pregunto.
