Obviamente "Teen Titans" no me pertenece.

Conexión.

-Psyduck054 –

(Misato Psy)

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-Solo me faltan 10 000 puntos más y venceré a Robin y Cyborg. – Pensó el muchacho verde mientras presionaba con fuerza y a gran velocidad los botones de su joystick. Su personaje disparaba a cuanto enemigo se aparecía y los puntos de su barra subían a cada instante, por la concentración en el juego no notó la hora que era, todos en la Torre dormían... o eso parecía –100 más y... – Y la consola fue rodeada por un aura negra que la comprimió hasta destruirla.

No-puedo-creerlo – Murmuró mirando lo poco que quedaba del plástico de la consola, rodeado por los rayos negros de energía –RAVEN!! – Al reaccionar de lo sucedido volteó esperando ver a su compañera de equipo, pero no había nadie más que él. Desde el otro lado de la puerta que conectaba el living con las habitaciones, se escuchó las distintas puertas abrirse y poco después Cyborg, Robin y Starfire aparecieron refregando sus cansados ojos esperando una explicación por haber sido despertados a esas horas de la noche.

-¿Se puede saber que pasó? – Chico Bestia miró al líder del grupo con furia, señalando su destruida máquina.

-¿Dónde está Raven? –

-Creo que sigue dormida en su habitación... – Respondió Star, observándolo confundida

-Aaaaah! ¿Qué pasó con mi consola? –

Sin intenciones de responder, Chico Bestia caminó hacia las habitaciones, dejando a un lado la regla principal de Raven para una convivencia tranquila "No entren a mi habitación". Para él sus reglas se centran en su consola y su Tofu. Golpeó la puerta metálica con fuerza, esperando impaciente que esta se abriera. Pero nada ocurrió. Gruñendo por lo bajo volvió a intentarlo, obteniendo el mismo resultado.

-Tal vez no fue ella quien rompió la consola... – Comenzó a apartarse conciente del problema que podría tener si permanecía en ese lugar más tiempo y Raven decidía salir. –Pudo haberse sobrecargado...... pero eso no explica la energía negra... -

Antes que se alejara por completo, la puerta abrió, pero nadie se asomó tras ella. El chico dudó unos instantes antes que la curiosidad le ganara, hacía tiempo había aprendido a no entrar en ese lugar, pero algo le decía que con asomarse no perdería nada, además tenía su consola como justificación.

De todas las cosas que imaginó durante los largos instantes que precedieron a su entrada, ninguna se asemejaba a lo que vio dentro. Cosas de toda naturaleza giraban en la oscuridad de la habitación alrededor de una flotante Raven, cuyos ojos cerrados demostraban que no tenía un sueño placentero. Los rayos negros de energía que cubrieron su consola, eran los mismos que rodeaban a la chica y que impedían que Chico Bestia se acercara más de lo que había avanzado.

-Raven... – Murmuró preocupado, antes de avanzar hacia ella. El aura negra, empeñada en mantenerlo lejos, formó una barrera más potente haciendo que algunos de los rayos lo tocaran. Soportando el dolor, avanzó un paso más con su mirada fija en ella –Despierta, Raven... – Transformándose en un pequeño ratón, pudo evadir con mayor facilidad los distintos ataques de la barrera, pero una vez que llegó al centro, muy cenca de Raven, todo el poder que los rodeaba se concentró en él...

-Aaaaaah!!! – Cayó al suelo rendido e inconsciente.

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-Chico Bestia....... Despierta... – Lentamente abrió los ojos hasta que su borrosa visión pudo focalizar a quien lo llamaba. Subió su mano lentamente hasta su cabeza adolorida, sintiéndose cansado cerró los ojos emitiendo un gemido...

-¿Qué pasó conmigo? –

-Te dije... que no entraras aquí... – No parecía estar moleta, de hecho parecía estar aliviada. Con esfuerzo abrió sus ojos otra vez, encontrando los azules de ella observándolo de un modo extraño, uno que jamás había visto...

-¿Qué fue todo eso? ¿Qué pasaba aquí? – Murmuró recordando lo que vio al entrar. Ella suspiró, volviendo a su expresión habitual carente de emociones. Subió su capucha, tapando la mitad de su rostro con las sombras.

-Tenía una pesadilla. –

-¿Eso hacen tus pesadillas? –

-Si no me hubieras despertado... yo no... –

-No fue nada. – Le sonrió, evitándole tener que decir algo que sabía ella no deseaba decir. Raven le devolvió el gesto y extendió su mano para ayudarlo a levantarse.

-¿Por qué entraste? –

-Creo... que tu pesadilla rompió mi consola... –

-Ah... –

-Parece... decepcionada por eso... será que... – Negó con la cabeza, admitiendo que su idea no podía ser –Supongo que querrás dormir... ya es muy tarde... o temprano... – Rascándose detrás de la cabeza, comenzó a caminar hacia atrás. La situación estaba poniéndolo nervioso y la habitación de Raven no parecía ser un lugar "Seguro"

-Sí. Buenas Noches. –

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-Azarath.. Metrion.. Zinthos.. Azarath.. Metrion.. Zinthos.. – Después que el chico se marchó de su habitación, decidió que lo mejor sería tratar de meditar antes de arriesgarse a otra pesadilla. Lentamente todo a su alrededor se desvaneció reemplazando su entorno por una masa oscura, mientras se enfocaba en su centro. El silencio de la torre le facilitaba su concentración, hasta que lo negro se teñía de una imagen muy conocida para ella interfiriendo con su intento de meditación...

-Sí! Vencí a Robin y a Cyborg!!! 100 000 000 puntos!!! – Abrió los ojos enfurecida, reconociendo la voz que la interrumpió. Chico Bestia presionaba los botones de su juego, mientras con la lengua hacia un lado se movía al ritmo de su personaje sentado en el suelo...

-Creí que ese juego estaba destruido... – La puerta que derivaba a las habitaciones se abrió, dejando pasar a una muy molesta Raven al living –Pero... ¿Cómo? ¿Qué pasa aquí?

-Raven. Mira, 100 000 000. Jejeje, Impresionante, no? –

-Mucho. – Respondió secamente continuando su camino hacia la cocina. Él frunció el ceño enfadado, dejando caer su joystick al suelo.

-Ni en mi sueños puedes ser amable... –

-¿Sueño? ¿Estoy en el sueño de Chico Bestia? – Cerró los ojos suspirando molesta –Solo esto me faltaba... –

Siguió a los dos personajes hasta la cocina, mirándolos con curiosidad. Chico Bestia se sentó en la mesa de la cocina, mientras Raven preparaba su t

-¿Quieres desayunar? – El chico levantó la cabeza sorprendido por la pregunta y le sonrió cálidamente, asintiendo.

-Sí… Gracias, Raven. –

Una vez que él tenía su comida en frente y ella bebía el primer sorbo de té, los otros miembros del equipo entraron a la cocina sonriendo y hablando fuertemente reemplazando el calmo silencio que se había formado antes. El Chico Bestia los observó a todos desde su posición, sonriéndoles afectuosamente a todos…

-Mis amigos… ¿Qué haría yo si no estuviera con ellos?... – El pensamiento del chico retumbó por la cocina. Raven levantó la mirada, siendo capaz de escuchar las palabras de su compañero. Las facciones alegres del muchacho comenzaron a ensombrecerse, mientras los ojos verdes se fijaban en su comida. La torre se desvaneció poco a poco, quedando en un espacio negro el chico parado, con su cabeza mirando el suelo y la única testigo silenciosa e invisible, quien no entendía nada de lo que sucedía…

CONTINUARÁ...

PSYDUCK054