Te sentías rara y confundida. Ladeabas tú cabeza y todo lo que encontrabas a tú alrededor y todo lo que veías eran vampiros de ojos amarillos, cada uno de ellos tenia dos ojos puramente amarillos.Dé los dos bandos, uno de ellos de ellos llevaban capuchas negras que les llegaban por abajo de los pies. En absoluto no eras una experta en moda, pero eso definitivamente no lucia moderno. Te ocupaste en girar la cabeza de izquierda a derecha, rápidamente esperando un movimiento de parte de algún vampiro amarillento, pero nada, Solo mencionaban un par de ultratumbas palabras las cuales no eran tu principal prioridad.Tú ocupada ladeando tu cabeza por atrás de tus hombros cuando uno de los tantos vampiros amarillentos comenzó a caminar en tu dirección. La saliva atravesó tu cuello y partió tus cuerdas vocales. Ni siquiera tenias idea de lo que te podían hacer o planeaban contigo.

El otro bando de vampiros amarillos, Los Cullen, de los cuales estabas confiada, te miraban con preocupación. Falta mencionar que tenias que aguantarte las ganas de desgarrar a la única no-vampira del bando, y dejarla seca de sangre irritable mente.

El extraño vampiro de piel pálida y cabello perfectamente arreglado hacia atrás te miro fijamente sosteniendo la vista. Por primera vez, prestaste atención a un par de simple palabras.

-Encárgate de eso, Félix -ordenó Jane con indiferencia y con un gesto del mentón hacia ti-. Quiero volver a casa.

Frunciste el ceño.¿Encargarse? ¿De que diablos estaba hablando?.

-No mires -susurró el pelirrojo.¿No mirar? ¿Acaso era tú padre ahora? El vampiro elevo su brazo y de un manotazo se acerco a tú perfectamente colocado cuerpo.Tús ojos se abrieron como platos y antes de que pudiera hacer cualquier movimiento, le paraste el brazo con los labios apretados y la frente arrugada. El pelirrojo se resistía, y empujaba su brazo cada vez con más insistencia.¿Quién sabe? Tal vez si hubieras sido una humana, te habría ganado, Pero justamente por que eres Bree Tanner, Neófita.Y nadie te quita tú cabeza.

-!¿Qué diablos crees que estas haciendo?.-Dijiste, radiante de ira y, con todas tus fuerzas, tiraste del brazo del pelirrojo para quitárselo.¿Quien se creía para ir hasta ti y quitarte lo que te pertenece?.

El pelirrojo se lanzo al suelo para gritar de dolor, desintegrándose junto a su brazo.

-Mira, !Puedo parecer una pobre niñita asustada que lo único que quiere es detener la guerra y todo eso! !¿Pero sabes que? ! También tengo ovarios para enfrentar a un pobre idiota como tú que sigue las ordenes de su reina Jane como un perrito faldero!.-Hiciste rechinar tus dientes y comenzaste a patearlo con furia.

-!MUERE! !MUERE! !MUERE! !¿Qué no ves que nadie te quiere aquí? !Y la próxima vez planteate tenerme más respeto, porque ni idea sabes de lo que soy capaz! !Puedo matar, y mucho más que eso! !Así que más te vale usar huevos la próxima vez! Oh, es verdad !No hay próxima vez! !ESTAS MURIENDO!.-Perdiste la noción del tiempo y continuaste pateándolo hasta que quedaron restos de su cuerpo desintegrados que se esparcían por el tiempo y espacio.Tú misma diste media vuelta, aun rechinando tus dientes y notaste lo atónitos que estaban cada uno de los estúpidos vampiros amarillentos.

-!¿Y ustedes que miran? !¿Acaso no les quedaron claras mis palabras?.- Todo tú odio estaba colocado en tus fuertes gritos que se hacían escuchar entre los arboles del inmenso bosque. -!Son todos unos gays maricas y lesbianas!.-Gritaste a los cuatro vientos antes de darte media vuelta para correr vampiricamente fuera de ese lugar con los dientes aun rechinando. Habían asuntos pendientes que merecían ser completados, y no te ibas a quedar cruzada de brazos.