Un Regalo para Chris
I
Salem, 1692. Melinda Warren había entrando en la habitación de Matthew Tate para amarlo una vez más. Nunca antes había conocido a un hombre que la volviera tan loca, y estaba segura que él sería su esposo algún día, que con el cumpliría su destino de tener la descendencia más importante del mundo mágico.
Ella lo observó en las sombras, y dio un paso para encontrarse con sus labios. Justo en ese momento su poder se activo y tuvo una visión que le dolió como nunca. En cuestión de sólo unos segundos vio a su amado Matthew Tate besando a su hermano menor, Edward Warren, y llevándolo a la cama; fin de la premonición. Melinda estaba devastada ¿Cómo había podido Matthew engañarla con su propio hermano?
"¡Eres un bastardo! ¿Cómo pudiste meterte con mi hermano si apenas tiene dieciséis años?"
"No te hagas la estúpida Melinda, seguramente has oído los rumores en el pueblo de cuánto me gustan los adolescentes. De todas maneras agradezco que hayas usado tu poder de premonición al tocarme, ahora lo tengo."
"¿Sabes de magia? ¿Eres un brujo?"
"El mejor de todos, Melinda. Y ahora voy a destruirte a ti y a tu hija, de la misma forma que destruí a tu esposo."
Con un movimiento de sus manos, Melinda congeló a Matthew Tate por un par de segundos, pensando que eso le permitiría escapar, pero el brujo era mucho más poderoso de lo que ella había pensado y se descongeló rápido para aparecer frente a ella. Melinda ni siquiera pudo llegar a la puerta.
"Otro poder, que tengo, vamos Melinda ¿De verdad eres tan estúpida? Espero que tu hija sea más inteligente que tú, por que si no voy a acabar con la línea de tu familia y todo el destino de bien que están por cumplir."
Melinda estaba furiosa.
"Con ella no te metas por que si no te juro que…"
Sin querer, dejó escapar una muestra de su poder de telekinesis y lanzó a Matthew a través de la puerta. Cuando cayó a la mitad de la calle él simplemente gritó que había una bruja y Melinda fue arrestada de inmediato.
Salem, 1692. Melinda dejó caer la poción y el humo envolvió a Matthew.
"¿Qué magia extraña es esta?", preguntó el brujo.
"Estoy recuperando los poderes que me robaste.
Fuera de todo Tiempo
De todo Beneficio
Conocer la Pena
Conoce el Dolor"
El hechizo estaba funcionando, Matthew gritó lo más fuerte que pudo al sentir que su cuerpo se achicaba y entraba en el medallón. ¡Tanto dolor! ¡Tanta agonía! Tendría que vengarse de la línea Warren costara lo que costara.
San Francisco, 1998. Prue Halliwell echó la pluma en el caldero al tiempo que Piper congelaba a Matthew Tate. Justo el momento perfecto para que Melinda Warren pudiera recitar otra vez su hechizo. Fuera de todo tiempo…, ese brujo tendría que pagar por haberse metido con Edgard Warren, con su hija Prudence y con su descendencia. De todo beneficio… si podía llevarse el medallón a la muerte, entonces el brujo nunca más podría escapar para acabar con los Warren. Conoce la pena… Melinda estaba contenta de que su sueño de que su línea pasara de generación en generación por medio de mujeres se estaba cumpliendo. Conoce el dolor… y de que su profecía de las hermanas encantadas se había cumplido.
El brujo quedó atrapado una vez más dentro del medallón.
La muerte, 2002. El ángel de la muerte invocó a Melinda Warren frente a él.
"Tú tienes un medallón muy importante que tiene vida dentro."
"Sí, del brujo que me traicionó", asintió el espíritu de la bruja.
"Él no puede estar en la eternidad por que no ha muerto, y el medallón no está destinado a desaparecer de la tierra. Entrégamelo."
Melinda negó con la cabeza.
"Es preciso que me lo entregues", insistió el ángel de la muerte, "para que regrese a la tierra para cumplir su destino, ¿o prefieres que te castigue con mis poderes?"
A pesar de saber que Matthew causaría muchos problemas, Melinda no tuvo otra opción que entregárselo al ángel de la muerte. En su mano brilló y desapareció.
"¿Qué le hiciste?"
"No es de tu incumbencia cuestionar a la muerte, pero si quieres saberlo te lo diré: lo regresé a la mansión Halliwell que es lugar que le corresponde."
.
.
II
San Francisco, 2020. Wyatt Halliwell estaba en el ático con su tío Coop, ambos estaban revolviendo algunas cosas buscando algo que regalarle a su hermano.
"¿Sabes algo, mi querido sobrino? Ya pasaron dos meses desde que intentaste prostituir a tu hermano y los dos acabaron siendo novios, pero de verdad no me acostumbro a verlos besarse en público. No sé cómo explicarlo."
"No lo hagas, sólo acepta que nos amamos y ya. Amo a Christopher Perry Halliwell con toda mi vida, y él también. Además es muy bueno en la cama."
Coop hizo un gesto raro.
"Eso es algo que no quería saber."
"No importa, estamos destinados a estar juntos y a seguir con la descendencia. Lo amo y daría la vida por él, y sé que el se siente de la misma forma que yo."
El cupido sonrió antes las palabras de sus sobrino y sintió dentro de él, por sus poderes, que el brujo doblemente bendecido decía la verdad.
"Entonces ¿Qué quieres que te ayude a buscar?", preguntó Coop.
"La semana pasada vi un medallón con una joya muy bonita, como mañana cumplimos tres meses de novios, quería regalárselo con una foto de los dos. ¿No es un buen detalle?"
"Un poco cursi, pero está bien. Creo que le gustará a Chris."
"Yo también lo creo… espera ¡Aquí esta""
Wyatt levantó el viejo medallón oxidado y se lo dio a su tío para que lo observara bien. Coop lo intentó abrir, pero no pudo.
"Mala suerte, seguramente el óxido lo selló. Si quieres le pregunto a Phoebe que si sabe como podemos abrirlo."
Desilusionado, Wyatt volvió a tomar el medallón en sus manos y de repente... al abrirse los dos hombres se vieron rodeados por un humo extraño y sobrenatural. De él salió un hombre extraño que parecía venir de otra época.
"Así que una vez más lo herederos de Melinda Warren me liberan", exclamó Matthew Tate con un perfecto acento inglés.
Coop intentó proteger a su sobrino y lo colocó detrás de él, pero Wyatt era poderoso y quería probarse como tal. Con movimiento de su mano, Wyatt lanzó al brujo al otro lado del ático. El brujo se levantó sacudiéndose el polvo.
"Muchas gracias por tu poder, imbécil."
Sin entender mucho, Wyatt se percató que su hermano Chris estaba entrando al ático en ese momento.
"Cariño, dice habló mamá para si mañana tenemos algo planeado o puede hacer una cena familiar… ¿Quién es ese?"
"Un brujo muy peligroso ¡No te acerques!", gritó Coop.
Más ya era muy tarde, pues Matthew Tate había visto al joven y se había excitado. Con una sonrisa pícara, se echó la mano a la cabeza para peinarse rápido y dio un paso hacia Chris.
"Hola, guapo, te parece si esta noche yo te llevo a la cama."
Chris estaba asqueado.
"Oye, ¡Ese brujo es mío!", bramó Wyatt haciendo que su voz resonara como eco sobrenatural por toda la mansión.
"Eso ya lo veremos. De alguna manera o de otra usaré el cuerpo de ese joven para mi placer personal"
Con esa sonrisa aún en los labios, Matthew Tate desapareció de aquel lugar. Chris corrió a su hermano para refugiarse en sus brazos y besarlo con pasión.
