La sombra de la noche.

Quién diría que las personas que mas amaba, iban a morir… especialmente frente a mis ojos. La sangre… el dulce sabor de la sangre se deslizaba en mis mejillas. Cae una gota de sangre en mi labio y lo limpio con mi lengua suavemente, realmente ese momento la sangre sabia exquisita… y mis instintos solo deseaban más y más…

5 meses antes.

Era un día maravilloso, la cuidad siempre estaba en paz y tranquilidad, gracias que sonic combatía con el mal y siempre salía victorioso. La gente muy agradecida con él, solo lo aplaudían y miraban como su héroe luchaba día a día con tal que todos estuvieran a salvo.

Sonic, muy feliz decidió tomar un ligero descanso, se recostó en la sombra de un grandísimo árbol junto con un pequeño lago de aguas azules cristalinas, en un parque que estaba en el centro de la cuidad. Los dulces soplidos del viento chocaba con su espinas jugando dulcemente con ellas, y el agua de jugaba entre sí produciendo una linda melodía que parecía estar en todo en tranquilidad. Poco a poco cerraba sus ojos esmeraldas hasta que finalmente se quedo dormido.

Para su pequeña sorpresa algo o alguien estaba detrás de unos arbustos espiándolo, sus ojos azules se asoman por los orificios de las ramas, sin hacer ningún ruido se acerca sigilosamente pero pisa una rama y esta cruje.

Hmm?-abre los ojos y miran aquella figura - sally?

Aaa. Sonic perdón, no quise…-se aleja un poco, pero se tropieza con una piedra-

No te preocupes sally. –Se levanta y toma su mano para levantarla- me hueras dicho que estabas aquí, tengo mucho tiempo que no te veía, ¿Cómo has estado?

Muy bien sonic, pero ¿por qué tanta amabilidad?-lo observa-

¿Qué? Acaso tengo prohibido hacerlo cuando todo esta… -suspira profundo cuando el viento soplaba fuerte- cuando… está tranquilo?

No sonic. –Decía sally un poco apenada- bueno creo que ya me voy, mañana iré al taller tails para saludarlo y decirle a mi zorrito preferido cuanto lo extrañe.

Está bien, nos vemos mañana sally y por cierto hazme un favor-

Claro dime-mientras le brillaban los ojos-

No pelees con Amy, si te la encuentras –sonríe-

No te prometo nada, adiós querido –mientras se retiraba del lugar-

Adiós sally –también retirándose del lugar y de dispuso a correr toda velocidad-