TORMENTAS DE VERANO:

Disclaimer: GRRM no acepto mi oferta, según él era insultante que le ofreciera tan poco por sus personajes. ¡Insultante es que se negara a vendérmelos, viendo como los trata ya se puede ver cuanto le importan! Me temo que siguen siendo de su propiedad, pero no pienso rendirme todavía me queda HBO. Este disclaimer es válido para todas mis historias.

Aviso: Este fic participa en el reto Nª 54 "Títulos de drabbles" del foro "Alas negras palabras negras" si todavía no os habéis pasado por el, hacedlo, hay muy buenas historias y la gente es encantadora.

LLUEVE:

La oscuridad se la tragaba poco a poco, mientras que un lacerante frio se extendía a través de su cuerpo sumiéndola en un profundo sueño del que no estaba segura que se podría despertar. El frio consumía sus sentidos y por mucho que luchara contra él, por mucho que se aferrara a la vida, la muerte acechaba cada vez desde más cerca, al menos hasta que sintió esos brazos fuertes que la sostenían en un férreo agarre, trasmitiéndole su calor, salvándola del abismo y esas gotas de lluvia calientes, saladas y de sabor amargo, que caían sobre su rostro "Gotas de lluvia" pensó.

Temblorosa y sin fuerzas abrió los ojos, anhelante de cruzarse con esa mirada gris como el acero que la transmitía tanta seguridad, la única capaz de darle la fuerza necesaria para seguir adelante, para vivir un poquito más. Sonrío, era él. Oyó su voz rota, asustada, y no pudo soportarlo, no podía soportar ver al muchacho que tantas sonrisas sinceras y tantos sentimientos puros había despertado en ella, el mismo chico que había avivado su fuego, el fuego de una mujer de acero, anegado en lágrimas. Su frio y distante príncipe invernal, lloraba al sentir como se congelaba su corazón de hielo, al ver como moría su pequeña salvaje.

No sabes… nada Jon Nieve…- cada palabra era una nueva punzada de dolor atravesando su espalda. Consiguió dibujar una sonrisa al final de la frase, una sonrisa sincera a pesar del dolor.

¿Qué?- El lobo solitario parecía confuso, las lágrimas seguían deslizándose por sus mejillas, pero al menos los gritos habían cesado y el dolor se había borrado de su rostro.

"Como puede ser tan tonto"

Que no sabes nada… Jon Nieve…- y en un impulso moribundo te aferraste con fuerza a su rostro, mientras las comisuras de tus labios se acercaban peligrosamente a las suyas. Pronto os fundisteis en uno y no paso mucho tiempo antes de que el lobo reaccionara acariciándote mientras vuestros labios seguían aferrados el uno al otro en un agarre pasional. Te dejaste llevar, te dejaste a llevar incluso cuando tu vista comenzó a nublarse y el frio se apodero totalmente de tu cuerpo. Sabías que ibas a morir pero aun así agradeciste a los siete que lo último que vieran tus ojos fueran ese rostro frio, austero y distante de mirada gris como el acero y un nuevo amanecer, el amanecer de un nuevo día, un día del que tú ya no ibas a formar parte, pero del que con suerte tu amado si disfrutaría, ese y esperabas que muchos más.

Poco importo que estuviera moribunda y herida, todo eso lo olvidaste y te dedicaste a vivirlo, tal y como ella te dijo, pero tras unos intensos segundos el beso perdió fuerzas, y por mucho que intentaste prolongarlo ella no te contesto, porque estabas besando a un muerto, solo entonces rompiste a llorar bajo la lluvia, aun agarrado a su cuerpo inerte en un intento de convencerte que esto no era más que una pesadilla, pero la lluvia se encargó de despejar tus dudas.