"Por nuestro bien" [Makoharu]
Introducción: La familia Tachibana se va de viaje, sin poder llevar a Haru con ellos. Dos semanas de separación harán que el ojiazul se dé cuenta de cuánto necesita a su amigo, pero al volver, Makoto tiene un nuevo número en sus contactos. Por miedo a perder su amistad, el castaño tuvo que tomar una difícil decisión.
Free! ni los personajes me pertenecen.
Capitulo 1: De madrugada
Las esperadas vacaciones de verano finalmente llegaban a la ciudad de Iwatobi, el sol brillaba la mayoría de los días, brindando un clima cálido y agradable, perfecto para pasar el tiempo al aire libre, disfrutar de la naturaleza, de la brisa marina, que invitaba a sumergirse en sus aguas. Lo mejor de todo, era ser libre de la escuela, aquella prisión anual, que te llenaba de deberes; poder tener todo el tiempo del mundo para tus actividades, era espectacular y satisfactorio. Imaginar de unas buenas vacaciones, era una idea perfecta.
Faltaban 10 minutos para que dieran las 5 am, día domingo, el sol ya había salido desde el horizonte, sus rayos aún brillaban de forma tímida, por lo que aún se podía ver el cielo nocturno con unas pocas estrellas. El señor Tachibana cerró finalmente la puerta de la maleta del vehículo familiar, con todo el equipaje de la familia ya guardado. Trajes de baños, toallas, ropa veraniega y ligera para las temperaturas altas que se venían para los próximos días.
Los dos gemelos Ran y Ren se encontraban dormidos juntos dentro del auto, la pequeña apoyando su cabeza en el hombro de su hermano; ayer en la noche no pudieron dormir por la emoción del viaje que la familia iba a emprender para las vacaciones de verano.
La señora Tachibana revisaba por 6ta vez que todo estuviera bien cerrado y asegurado en la casa, y que no se quedara nada esencial, como dinero, el mapa de llegada al hotel donde hospedarían, o los boletos para el barco. Era un viaje a unas islas a unas horas de la ciudad. La única forma de llegar era a barco, pero en este se puede transportar vehículos hasta el otro lado, y así se puede recorrer dentro de las islas con tu propio auto.
Makoto estaba afuera del auto, en las escaleras hacia su casa y el templo. Tenía las manos en los bolsillos y su cabeza gacha, mirando el suelo con tristeza. Levantó la mirada para ver directamente a los ojos azules de un chico con cabello negro.
-De verdad lo siento por no poderte llevar con nosotros este año, Haru- el castaño miraba angustiado a su mejor amigo, que lo miraba de forma neutral desde más altura en las escaleras.
-Ya te dije que no te disculparas por eso Makoto- el otro le responde algo molesto, el castaño llevaba más de dos semanas disculpándose cuando se enteró que en el viaje familiar de este año no podía ser incluido el pelinegro.
-Pe-pero Haru…
-Si te vuelves a disculpar una vez más me enojaré…- le interrumpió de golpe con un tono duro y cortante.
Makoto abrió los ojos impactado ante tan repentina reacción, pero no pudo evitar sentir gracia y echó a reír. Ver a su amigo enojado siempre le ha parecido divertido.
-Lo siento Haru…- la cálida sonrisa del castaño se reflejó en su rostro.
-Te volviste a disculpar…- le señaló con tono molesto, fingido, ya que sabía que no fue a propósito, su amigo era así. Ocultó su sonrisa lo más que pudo.
Makoto rió más fuerte por un buen rato. Se conocían tan bien, hasta les llegaba a dar miedo en algunas ocasiones.
Sintió la mano de su padre sobre su hombro.
-Hijo, en pocos minutos partimos, así que despídete de una buena vez de Haru.- le "regañó" con una sonrisa en la cara, mientras iba donde su esposa, de forma lenta y tranquila.
Makoto se avergonzó ante el comentario de su padre, y miró nervioso a Haru, el cual simplemente lo miraba como siempre, neutral. No le había afectado, pensó que su papá le había dado la idea errónea de que lo estaban excluyendo, pero al parecer no lo tomó de esa forma. El castaño pudo volver a respirar tranquilo.
-Bueno Haru… ya oíste, pronto nos iremos... jaja...- el castaño fingía una sonrisa, debía hacerle creer a su amigo que todo estaba bien, cuando no lo estaba, en lo absoluto. Makoto se sentía culpable, es la primera vez que no hacían un viaje juntos, y este duraría dos semanas completas; la culpa y la angustia se lo comían por dentro. Nunca habían estado tanto tiempo separados, sería muy difícil, para ambos –Yo… bueno… - intentaba ocultar su tristeza bajo aquella sonrisa forzada, tanto que parecía una mueca más que cualquier otra cosa. Pero…
-También te extrañaré Makoto…
…se trataba de Haru, quien lo conocía desde la infancia, mejor que nadie, la persona que sabía todos sus secretos, hasta los más íntimos, con el cual había compartido miles de experiencias, malas, buenas, estupendas y terribles. Su mejor amigo. Era obvio que no le podría ocultar algo a Haru, siempre se enteraría de todo, y Makoto se enteraría todo de Haru. Basta una simple mirada, casi como telepatía.
Una muy agradable y cálida sensación de felicidad se apoderó de su pecho, expandiéndose por todo su cuerpo, y lo hizo sonreír de oreja a oreja, esta vez, completamente sincera. Haru era el único que podía animarlo en momentos así. Se alegraba de tenerlo como amigo.
La bocina del auto sonó tras su espalda. Ambos dieron un brinco, y miraron. El padre de Makoto hacía señas con su mano para que el castaño se subiera.
-Ok…- volvió la mirada a Haru- Aah…- la idea de abrazar a su amigo se cruzó por su mente, pero la rechazó, sería muy vergonzoso para el pelinegro, en especial frente a su familia- ¡...nos vemos Haru!..- le dolía hacerlo de esa forma, pero su vergüenza y miedo lo superaban. Iba a darse la vuelta para dirigirse al vehículo, cuando sintió que algo le sujetaba de la muñeca.
-¿Así te despides?... Serán dos semanas sin vernos ¿sabes?…- Haru lo miraba neutro, pero la rabia y pena en sus ojos eran notables ante los verdes y agudos del castaño.
Makoto se quedó sorprendido, mirándolo directamente a los ojos por unos pocos segundos, pero entonces sonrió, enternecido. Se acercó a su amigo, lentamente, para envolverlo en un abrazo, el que fue correspondido con mucha fuerza por parte del pelinegro.
-Te extrañaré muchísimo Haru…- le susurró al oído, y su abrazo se volvió más profundo.- ¡Te mandaré un mensaje todas las noches, y muchas fotos!.- se separaron, y el castaño le sonrió por última vez, antes de correr al auto y subir. Haru se quedó en el mismo lugar, sin apartar la mirada hacia a la familia.
-¡ADIOS HARU-CHAAAN!- los gemelos ya habían despertado, y gritaron ambos sacudiendo sus manos en el aire.
-Hasta pronto Haru.
-Nos vemos Haru-chan…- los señores Tachibana le sonrieron al pelinegro.
Makoto simplemente levantó la mano en señal de despedida, y su amigo le respondió de la misma forma.
...
[Dentro del auto de los Tachibana]
Cada vez se iban alejando más y más de la ciudad, la cual comenzó a desaparecer tras suyo. Makoto tenía perdida la mirada por la ventana, mirando a lo lejos. Apoyaba su mentón en su mano, la cual reposaba en la puerta del auto.
-Lamentamos tener que interrumpir tu despedida con Haru-chan hijo, pero ya sabes, los boletos para el barco tienen horario.- su padre miró por el espejo retrovisor hacia la parte trasera del auto donde estaban sus hijos.
-Lo entiendo papá, no te preocupes…- sonrió algo triste, pero lo que menos quería era arruinar las vacaciones familiares
-Es una pena que Haru-chan no pudiera venir…- Ran se abrazó de sus piernas, y apoyó su mentón sobre estas. Estaba triste y desanimada.
-Sí, las vacaciones no serán lo mismo sin él…- agregó su hermano Ren de igual forma.
Ambos gemelos querían mucho al pelinegro, era como un segundo hermano mayor para ellos, y un cuarto hijo para los señores Tachibana
-Lo sé… lo extrañaré mucho…- Makoto retomó su mirada hacia la ventana. Miraba el océano. Los rayos del sol brillaban y resplandecían sobre las olas y corrientes. Un brillo nostálgico apareció ante el recuerdo de Haru. El agua siempre le recordaba a su amigo.
-Además, me daba una pena enorme separarlos, se veían tan lindos abrazados.- dijo de repente la señora Tachibana. Esas palabras tomaron muy por sorpresa al chico, quien dio un brinco en su asiento.
-¡MAMÁ!- las mejillas del castaño se ruborizaron ante el comentario de su madre. No podía comprender de dónde vino eso tan de repente.
-¡Pero es verdad!, realmente creemos que hacen una linda pareja juntos- la mujer giró su cuerpo para mirar hacia atrás, y ver directamente a su hijo. Tenía una gran sonrisa en los labios.
-¡¿P-PAREJA?!- el rubor del confundido y nervioso chico aumentó.
-A nosotros no nos molesta en lo absoluto hijo- el señor Tachibana agregó mirando a su hijo por el espejo.- Haru-chan es un gran chico, y son amigos de la infancia, se nota que lo quieres mucho.
-¡P-PERO COMO AMIGO, NADA MÁS!- el rubor del pobre Makoto iba en aumento mientras oía las palabras de sus padres, y su corazón desenfrenado golpeaba sin piedad su pecho…
-¿Te gusta Haru-chan onii-chan?- Ran abrió los ojos de forma poco normal. Se veía feliz.
-¿Son novios? ¿Se van a casar?- Ren agregó entusiasmado.
… y las palabras de sus hermanos tampoco ayudaban en mucho.
Sus padres rieron ante las ideas inocentes de los menores, los cuales compartían miradas cómplices entre ellos.
-¡¿CÓMO PUEDEN PENSAR DE ESA FORMA?! ¡Somos chicos, y dos chicos no se pueden casar!
Sin embargo, Makoto no estaba nada feliz con las cosas que decía su familia. En lo absoluto.
-Pero yo quiero mucho a Haru-chan - Ran miró a su hermano gemelo, que también la miraba.
-Sí, yo también lo quiero, y que sea parte de la familia sería genial - Ren concluyó y al mismo tiempo los pequeños volvieron la mirada al mayor.
-Lo ves hijo, no tienes de qué preocuparte- el señor Tachibana no apartó la mirada del camino.
-Que ambos sean chicos no es ningún problema, siempre te amaremos- su madre le sonreía sonrojada y muy feliz.
-¡NO DECIDAN POR USTEDES MISMOS!- levantó en tono de voz dejando muda a su familia- ¡No siento nada por Haruka, somos amigos y solo eso, a mi me gustan las chicas! ¡¿Qué fue lo que les dio esa idea?!- se detuvo para tomar aire en forma de jadeos- ¡Por favor les pido que no vuelvan a hablar del tema!
Rápidamente sacó su teléfono celular, conectó los audífonos y puso el volumen al máximo para no volver a escucharlos. Miraba fijamente por la ventana, sonrojado y con el ceño fruncido.
-Vaya… pensé que de verdad le gustaba Haru-chan… Parece que nos equivocamos…- la voz de la señora Tachibana sonaba decepcionada, mirando a su esposo.
-Sí, desde pequeños sentí que lo miraba de forma diferente a un amigo…- agregó el señor Tachibana de la misma forma.
-Entonces, ¿a onii-chan no le gusta Haru-chan?...- Ran preguntó confundida.
Su madre suspiró-…Al parecer no…
-Qué pena…- los gemelos se miraron con tristeza.
No volvieron a insistir del tema, se notaba que Makoto estaba realmente enojado, y es muy raro verlo en ese estado, así que decidieron no decirle nada por un tiempo para que se tranquilizara.
Makoto estaba furioso
Si, y mucho…
Pero no por el hecho de que su familia lo haya emparejado con Haru, un hombre, su mejor amigo, si no, de qué forma ellos pudieron enterarse de sus verdaderos sentimientos hacia él
El castaño había mentido, estaba enamorado, loca y enfermizamente de su mejor amigo desde que tiene memoria
Siempre supo ocultarlo, aparentar que lo miraba como a un amigo, como a un hermano, intentando autoconvencerse de lo mismo, pero sus sentimientos nunca cambiaron, no importara cuanto los ignorara.
El hecho de que su familia lo notara lo preocupó mucho. Era un gran problema.
"¿Acaso Haru también lo sabe?"
"¿Cuántos más se han dado cuenta?"
"¿Nagisa, Rei, Kou-chan…?"
"¿Era tan obvio?
"¡¿Fuí así de descuidado?!"
"¡¿Eres un idiota acaso?!"
Esas preguntas daban vuelta una y otra vez en su cabeza, haciendo trizas su cráneo, su pecho ardía sin piedad por la angustia, el miedo.
"No puedo, no debo enamorarme de Haru, no es lo correcto, es lo peor. Yo sé que él jamás me corresponderá, yo sé que nunca se dará cuenta, y que sólo me ve como su mejor amigo, nada más. Él no me amará jamás..."- el chico apretaba los puños y dientes, aguantando el llanto a punto de escaparse por la cruda verdad que ya tenía asumida hace ya vario tiempo.
"...Nuestra amistad, nuestra relación se iría por el caño si Haru se entera. "
Lo que menos podría soportar en el mundo es perderlo, imaginar ya no tenerlo a su lado, era como una pesadilla, la peor que podría pasarle, a la cual más a temido desde hace mucho. No, todo menos eso. Tenía miedo, se sentía idiota, debió ser más cuidadoso.
"...Debo cambiarlo, por el bien de nuestra amistad. Todo seguirá como siempre, seremos para siempre mejores amigos, nada más, eso es lo correcto. Haru jamás sabrá lo que siento, esto debe terminar, aquí y ahora... Y sólo hay una manera..."
Entonces, en ese momento, Tachibana Makoto, con un dolor agudo en su pecho, como si su alma se partiera en mil pedazos, pero seriamente decidido, tomó una dura decisión…
-Continuará…-
¡Hola a todos! Debería estar trabajando, pero lo siento, no me pude aguantar XDD
Esta historia la tengo hace miles, y ya llevo tres capitulos adelantada, para no tener que hacerlos apenas termine :3 Pasa, que siempre la quise subir, pero nunca avanzaba en el 3ro, pero hoy me decidí y se los traigo para que lo lean.
Espero de corazón les guste y que sea de su agrado, todos los comentarios los recibo con alegría.
¡Besos!
Emilia
