Siempre pensé que a mí me esperaba un gran amor, un amor desgarrador donde esa persona me amara a través del tiempo. Pero en este mundo de mierda, eso jamás pasara. Pasamos los días asustados, pensando que mañana será el fin de nuestras patéticas vidas, luchando por una hogaza de pan.
Además mi amor no es correspondido. Siempre lo veo a la lejanía, preguntándome si alguna vez, podría pasar algo entre nosotros, pero ¡Ha! Por supuesto que no, yo solo soy un maldito mocoso sin ninguna habilidad especial en nada. Claro, me convierto en un estúpido titán y soy la esperanza de la humanidad, pero más allá de eso no tengo nada (aunque él me dice que soy muy bueno limpiando y eso me alegra toda la maldita semana). Por eso es que me rindo con todo este tema del amor, la verdad no es para mí. Hay personas, que lo encuentras y se corresponden, pero no todos somos tan afortunados.
Si tan solo, la vida pudiera darme una oportunidad de amar antes de morir devorado por un titán. Estos son los pensamientos de Eren, mientras todos se encuentran alrededor de la fogata, en el patio del castillo. Mañana partirían a una expedición, nadie sabe el destino que les depara. Nadie sabe si mañana va a ser el último día que están en la tierra, nadie sabe si mañana verán al compañero que está al lado suyo. Por ello comparten la compañía, alrededor del cálido fuego. Aunque nadie pareciera demostrarlo, todos tienen miedo, todos tienen miedo del mañana.
-¿Oigan chicos?-pregunta Eren- ¿Alguna vez se han enamorado?- fue un tema casual que surgió, él tenía mucha curiosidad al respecto. Jean miró a Mikasa y pensó "bueno, por mi parte la primera vez que la vi, me gustó mucho pero ¿enamorarme? Se sonrojo con el pensamiento.
-Pero porque esa pregunta ¿Acaso estás enamorado?- Pregunto Jean para disolver esa bola de pensamiento que le avecinaba.
-¿Qué?..Yo...yo no- Todos comenzaron a reír. Eren mentía, sus orejas se pusieron rojas.
-Oh, vamos Eren dinos quien es la afortunada ¿Sera Mikasa?- se burló Imir.
-No, no es nada de eso- grito Eren- No, no es Mikasa ni nadie.
- Oh, vaya no pensé que fueras de mi bando- empezó a reír Imir- respondiendo a tu pregunta, pues yo si me he enamorado- Abrazo a Krista. Ella simplemente se sonrojó, no es que no supiera pero decirlo al público es otra cosa. Por otra parte Mikasa estaba realmente interesada en la respuesta de Eren ¿de su bando? No entendía mucho el hilo de la conversación, pero Eren podía estar enamorado ¿y si era de ella?
- Oe ¿no es muy temprano para que anden hablando estupideces, mocosos?- dijo el Capitán Levi. Eren se sonrojo aún más (como si eso fuera posible) ahí estaba la razón de su pregunta, mirándolo.
-Déjalos, Levi ¿Qué mal están haciendo? Además, no me digas que tú nunca te has enamorado- Dijo Hanji con una sonrisa- Te apuesto que el enano tuvo varios amores, si él no es mal parecido- rio rodeando a Levi con un brazo.
-Eres una idiota, cuatro ojos- Bebió de su copa de vino, ya le estaba haciendo un poco de efecto. Sentía el calor subiendo por sus mejillas. Lo mejor para una noche fría, un vaso de vino y una fogata.
- Oh, vamos Levi-dijo Erwin, él ya había entrado en confianza con esos niños. Tenía que admitir, eran adorables a sus modos- Yo te responderé Eren, pues yo sí pero estar en esta posición no te permite tener un gran amor, una esposa o lo que sea. Hay responsabilidades que hay que cumplir- Todos se tornaron pensativos, pues el comandante Erwin tenía razón. Vivir siempre entre la vida y la muerte no dejaba tantas opciones de formar una familia, ya que habrían mucho más huérfanos y viudas/os dentro de las murallas – pero eso no significa que no pueda pasar- bebió un trago de ese líquido oscuro. Eren desvió su mirada al capitán, el en algún lado de su corazón, tenía la remota esperanza de que fuera así, de que sus sentimientos fueran correspondidos.
-¿Eren, cuenta enamorarse de la comida?- Dijo Sasha y todos soltaron una carcajada. Hasta el Capitán Levi sonrió de lado por el comentario.
- No Sasha, claramente eso no cuenta- respondió Connie
- Entonces ¿Cómo te das cuenta de que te enamoras de alguien?- volvió a preguntar Sasha. Ahí todos se quedaron pensativos. Es verdad ¿Cómo te das cuenta? ¿Por las mariposas en el estómago?
- Porque no puedes dejar de penar en esa persona, vive en tu mente día y noche. Eres feliz con solo verlo feliz, quieres lo mejor para esa persona y por sobre todo quieres amarlo, besarlo y…-se cayó, había hablado demasiado. Todos lo estaban mirando. Pues claro, se había delatado. Ahora todos sabrían que amaba a alguien y créeme, harían de todo para descubrir quién es.
