Pequeño One-Shot que se me ocurrió después del final de temporada de Tangled: The series.
Estaba roto... No sabia que harían con el, pero ahora se encontraba en aquel frio calabozo, solo sin contar al leal Rudiger.
¿Pero que mas da? Siempre ha estado solo.
Todos lo juzgaban, era una vergüenza para su padre y cuando creyó que aquella princesa y sus amigos lo ayudarían en todo, lo abandonaron y defraudaron cuando mas lo necesitaba, ni siquiera se molestaron en ver como estaba después de aquella tormenta, se olvidaron de el.
Le dieron la espalda, como todo el mundo.
Promesas rotas, corazón roto.
Ya no creía poder confiar en alguien mas, ¿valía la pena? ¿que tal si nadie es confiable?
Hizo mal, pero no fue su culpa del todo, solo era un niño que necesitaba ayuda y nunca la obtuvo de nadie.
Tal vez en este mundo cruel solo puedes confiar en ti mismo.
La gente no entiende por lo que pasas hasta que lo haces pasarlo, ¡y por eso debían pagar! ¡debían sufrir justo como el lo había hecho por su culpa! ¡su culpa!
El chico, sentado en el suelo, abrazando sus piernas se puso a llorar de forma silenciosa.
El animal a su lado miraba con tristeza a su amo.
—¿En... En que me he convertido, Rudiger? ¿Estoy perdido? —preguntaba en voz alta, mirando al mapache.
«Por favor, alguien, quien sea, ayúdenme», pensó Varian.
Pero nadie podía oír sus pedidos de ayuda, nadie nunca los había podido oír.
No era la excepción.
Tal vez moriría sin nunca recibir ayuda algún día, pero por mientras, solo agonizaba.
Pues esto no es vivir, esto es agonizar eternamente, al borde de morir, cuando no tienes a nadie y todos te desprecian e incluso tu mismo lo haces, cuando pierdes la cabeza, cuando pierdes la cordura, cuando te vuelves el malo de la historia.
¿Pero saben?
A veces el malo de la historia nace gracias a los tan llamados buenos.
