Hola a todos, esta vez traigo un fic de infinito stratos, un amigo me recomendó ver este anime y me gusto.

Sus personajes no me pertenecen.


Era un lugar muy sombrío pero a la vez tranquilo, era un quirófano en donde se escuchaban varios instrumentos utilizándose, después de horas saldria un médico y varios otros doctores.

-muy bien señores,retírensen-los médicos saldrían y el mayor se sentaria aún con su cubre bocas y sus guantes ensangrentados.

El estaría sentado y esperando unas horas y este miraria aúna enfermera acercarse a él.

-¿como esta?-preguntaría el sujeto quien se estaría quitando los guantes y este se secaría un poco de sudor de su frente, parecía agotado y también muy estresado.

-el paciente parece estar estable, es un milagro que halla sobrevivido-diría una enfermera mirando unas hojas.

-¿me preguntó qué le habrá pasado?, es la primera vez que veo a alguien en ese estado y a parte que sobreviviera es un milagro-

-cuando despierte tal vez nos lo diga-diría la enfermera y está junto con el médico caminarían hacia una ventanilla negra, tenía varios teclados y botones en ella y la enfermera levantaría un switch que encendería la ventanilla mostrando a un chico de 12 años.

Tenía el pelo negro de punta, piel blanca pálida, estaba tapado con una cobija solo la parte de abajo mostrando un físico entrenado para un niño de su edad y con varias cicatrices y la nueva que se hizo una que estaba en el corazón ,donde tenía varias vendas y unos cuantos sueros. el chico a pesar de estar dormido mostraba un rostro de dolor.

-impresionante-diría el médico-¿dime algo, como fue que llegó?-

-estaba algo mojado y lo encontramos en la carretera llegando á tras blancas-diría la enfermera- pensandolo bien, creo se lo debería de preguntar, creo que va a despertar-

El médico suspiraría y este se quitaría la bata de y su cubre bocas.

El entraría y este se sentaría a lado de el chico. El veria que el joven de pelo negro estaba despertando y este con sus ojos negros miraria arriba sin despegar la vista del techo negro.

-¿acaso ya he muerto?-diría el chico con una voz grave y algo varonil.

-no, en realidad estás prácticamente a salvo-diría el médico y el chico vería de reojo al médico.

-¿quien eres?-preguntaría el chico.

-eso te iba a preguntar-diría el médico y el chico frunciría el ceño pero luego calmaría su mirada al sentir un dolor punzante-tranquilo, te estamos aliviando, es un milagro que hallas sobrevivido-

-enserio, no me extraña la verdad-diría el-por cierto ¿como es que sabes español?-

-bueno, soy mexicano-diría el médico.

-valla coincidencia-diría el chico acomodándose y luego sus ojos se abrirían de sorpresa y este se sentaría para sorpresa de el médico-espera quieres decir que ¿estoy en México?-

-bueno...si pero, acuéstate quieres-diría el médico y el chico cambiaría su expresión a una sin expresiones y este se acostaría con cuidado.

-hogar, dulce hogar-diría el-entonces al fin pude escapar de ese infierno-

-bueno, ahora que ya te dije lo que querías, ahora debes contestar mis preguntas-

El chico miraria al hombre por unos momentos y este lograría asistir.

-no lo sé, la verdad recuerdo algo siguiéndome-

-te seguían, ¿como eran esas personas?-

-no...no lo sé, estaba muy oscuro-diría el colocando su mano en su frente.

-trata de recordar algo-diría el médico-dime algo,¿cuál es tu nombre?-

-yo...no lo sé-diría el chico quitando su mano mientras fruncía el ceño.

-está bien...luego lo resolveremos-diría el-sin embargo, hace unos momentos dijiste que habías salido del infierno ¿por qué habías dicho eso?-

-pensé que había muerto...simple mente-el chico miraria arriba y este cerraría los ojos.

El médico se levantaría rápidamente y este llegaría con la enfermera.

-¿pasa algo grave?-diría el médico.

-al parecer la pérdida de sangre lo dejo inconsiente de nuevo-diría la enfermera.

-no jodas a poco-diría el médico sarcásticamente-te pregunte el porque hace unos momentos había dicho ser mexicano, pero no recuerda nada en absoluto-

-al parecer el paciente, se golpeó la cabeza lo bastante duro como para perder sus recuerdos, sin embargo tienen unos cuantos aún que siguen en su cerebro, solo que no puede recordar mucho-

-¿traia algo con el?-preguntaría el médico.

-solo este viejo reloj-diría la enfermera y el médico al agarrarlo y míralo veria un emblema en este, el médico abriría los ojos de sorpresa.

-¿que se supone que haga yo?-preguntaría el médico y la enfermera lo miraria.


Tres años más tardes.

El chico de pelo negro ahora con 15 años de edad se estaría poniendo unas ropas y este agarraría sus maletas. Este las bajaría de inmediato enfrente de la puerta de la salida y volvería a subir a su habitación.

El tomaria un lápiz y este trazaría una ralla en una pared donde habían otras rallas con medida.

-1.72 metros, sí que crezco mucho, y Gera me dice que ya llegue a mi límite-el chico diría mirando las otras medidas, el sonreiria y este se miraría en un espejo de cuerpo completo.

Vestía de una camisa negra de vestir con pantalones negros. El miraria su cabello y suspiraría.

-no otra vez, me acabo de peinar-diría el y este sacaría gel y un peine.

-oye Julián podrías apresurarte, ya es tarde para el vuelo-

-ya voy-diría el chico quien estaría bajando y miraria al hombre quien la había salvado la vida antes quien tenía una expresión algo melancólica.

Julián no recordaba su nombre pero si algo de lo que había sucedido en su pasado.

El recuerda que estaba escapando de algo durante la media noche, el chico cuando volteaba no veia nada y este al seguir corriendo caeria en un precipicio pero podía escuchar agua, el chico trato de no golpearse pero fue muy tarde para el.

Después de eso el despertó en el hospital, conociendo a Gerardo o como él le llamaba Gera.

-veo que te despeinaste-diría el sonríendo un poco y Julián frunciría el ceño.

-no tengo la culpa de tener un peinado natural ya-diría el y este agarraría sus maletas y las pondria en la cajuela del taxi, el miraria al médico con una mirada algo triste y este sonreiria-te veré en vacaciones sabes-

-si, estoy muy seguro de ello-diría el médico y el doctor se quitaría un reloj algo antiguo y Julián abriría los ojos.

-?donde lo tenía oculto?-diría el sorprendido.

-le estábamos haciendo unas modificaciones y también lo reparamos-diría el doctor estirando su mano para entregársela-ten esto, espero que cuando lo veas recuerdes tu hogar-el chico sin negarlo lo aceptaría y este s ello colgaría metiendo se entre la ropa.

-lo haré, y te juro que regresare-diría el entrando al taxi y mirando al médico quien se despedía con la mano.

El médico se acercaría y Julián bajaría la ventana.

-apreta el botón de el reloj si estás en peligro-el chico arquearía una ceja y el taxista comenzaría a manejar.

Julián miraria el reloj y este estaría muy confundido por las palabras de su tutor.

-apretar el botón si estoy en peligro-el repetiría y este tendría su pulgar colocado en el botón pero este decidió metérselo en su ropa-solo es un viejo reloj-

Pov Julián.

Hace unos meses, mi tutor me había llevado a Japón a inscribirme a una escuela, sin embargo las maestras, que eran súper hermosas, me habían dicho que me adelantarían de año.

Súper, nunca había estudiado en mi vida, aparte de la medicina que es lo que quiero tomar de grande y ahora resulta que me adelantan de año.

Los milagros, debo de admitir que soy muy suertudo en varios aspectos, aún que está jaqueca de descubrir quién soy, o como me hize esta cicatriz o las demás.

Llegue al aeropuerto puerto y el taxista me dijo que Gera le había pagado y yo solo asistí y baje mis cosas de la maletera.

Me metería al aeropuerto y primero revisaria mi boleto y Gera había mentido sobre mi edad para que nadie me acompañara en mi asiento.

Después de unos momentos la aero moza en un alta voz diría que el avión de Japón había llegado, tranquilamente me levantaría y yo solo daría mi boleto para así poner la maleta. Al pasar al decretos de metal se escucharía el pitido y llamaría la antencion de algunas personas.

-disculpe joven-diría un guardia-podría venir aquí-yo me acercaría sin mostrar otra expresión.

-pasa algo-diría yo tranquilo y el guardia sacaría un detector de metal.

-Levante los brazos-asistiría y el guardia pasaría el detector y este vibraría y yo solo sonreí, metería mi mano y sacaría el reloj viejo que Gera me dio y el guardia sonriendo me dejaría pasar.

Me sentaría en mi lugar esperando al despeje, luego de unos minutos el piloto empezaría hablar en diferentes idiomas que me hicieron sonreír por lo mal pronunciado.

El avión despejaría y lo mejor que pude hacer.

Dormirme un buen rato.

Unas horas más tarde despertaria por una de las aero mozas que me estaba agitándo y yo algo cansado hice mi mejor esfuerzo para levantarme y luego de unos minutos caminaría hacia él área de las maletas donde recojeria la mía y al salir del aero puerto pude notar que ya no estaba en mi hogar.

Hacia menos calor y también los letreros estaban en japonés, yo pude traducirlos ya que Gera me puso a estudiar.

Yo pediría otro taxi y luego le diría el nombre del departamento y luego de unos minutos llegaría.

-ehh...no me habré equivocado de dirección-era lo que me había preguntado a mí mismo ya que era un enorme edificio.

Al entrar me quedaría impresionado pero no lo mostré, había varías tipos de computadoras y el lugar era muy moderno a comparación de mi hogar. Yo iría al área de recepción donde una joven me atendería.

-sé que sonara algo sonso pero, este es el lugar-diría yo sacando un papel con el kaji escrito.

-así es, dígame en qué puedo ayudarle-

-eh...-yo leería la hoja otra vez-tengo una recepción al nombre de el "Papu Julio"-no podía creer que dije eso, le había dicho a ese doctor que no pusiera eso, por suerte eso estaba escrito en español, la mujer me veria algo extrañada pero luego vía que chasquearía sus dedos.

-eres el mexicano verdad-yo solo pude asistir-si de echo vino un hombre a comprar uno de los departamentos disponibles-

'Comprar, de donde saco tanto dinero ese hombre'fue en lo primero que pude pensar.

-muy bien señor Julián aquí tiene sus llaves es el piso número 9 la habitación es la 901-

Yo haría una reverencia y me iría al elevador y apretaría el botón del piso nueve.

El elevador me llevaría a mi piso y al salir veria el número de mi habitación y pasaría la tarjeta tarjeta en el sensor que brillaría de un color verde y yo pude abrirla puerta.

Había un mini pasadizo y al entrar se me caerían la maleta. Parecía un hotel 5 estrellas. Tenía una sala con televisión y una gran vista, veria la cocina que estaba completa y mi habitación individual con una cama matrimonial.

-es perfecto-diría yo, desempacaría mis cosas primero acomodando todo.

-lo más importante-yo sacaría una bolsa y al abrirla podía sentir el bello aroma de la machaca. Por suerte nadie se dio cuenta de que llevaba alimentos de otro país si no me lo quitaban. Lo metería al congelador para que durará al igual que las demás cosas que llevaba de México.

-bueno y ahora que-la verdad no había mucho que hacer. Prácticamente ya había leído prácticamente la biblioteca que Gera tenía en su casa y aparte no tenía ganas de videojuegos.

-creo que iré a darle un recorrido a la ciudad-yo agarraría mi tarjeta llave pero miraría en la maleta algo extraño y al meter mi mano vería una bolsa negra y al abrirla mi cara cambiaría a mi típica póquer.

-es una broma verdad-diría al ver mi uniforme, era muy formal para mi estilo, aparte de que pensaba que podía venir como quisiera.


Fin del día siguiente.

-ahora entiendo porque ese taxista se me quedaba viendo raro-Julián con una expresión asombrada estaba parado en la escuela donde lo habían escrito y este por una extraña razón solo veía a chicas entrar en ella.

-hay puta madre-diría el mexicano en su idioma natal una voz baja-muy bien tranquilízate-

El chico caminaría hacia la Academia IS. El este al entrar varias chicas empezaría a murmurar cosas y el sabían que eran sobre el.

-no sé si sentirme en el infierno-diría el en voz baja-no entiendo cómo es que algunos consideran este lugar como el paraíso-

Julián sacaría un papel de su bolsillo y este vería que tendría que ir a ala dirección para sí poder seguir instrucciones.

-oye nesecitas algo-Julián escucharía a alguien y al voltear sus ojos se abrirían de la sorpresa.


Fin del capítulo.

Esto fue una introducción.

Julián/Zeldris.

Es un joven mexicano de 15 años quien tiene amnesia. Se crió con Gerardo un médico quien le salvó la vida y desde entonces se fue a vivir con el.

Personalidad.

Es muy tranquilo, no suele enojarse mucho ni tampoco muestra muchos sus sentimientos, es muy inteligente y aparte siempre está alerta en todo momento.

Habilidades.

Julián tiene mucho conocimiento médico ya que este se la pasó leyendo varios de estos, también es buen culinario de la cultura Mexicana pero no conoce de otras.