Personalmente amé el final de Inuyasha, pero me imagino que muchos igual que yo se preguntaron que pasó después, es por ello que les traigo esta historia… espero sea de su agrado y que dejen comentarios siempre es buena la retroalimentación :)
Tres años después de que Kagome fuera atrapada por la perla de Shikon, tres años en los que ella e Inuyasha vivieron separados, muriendo en silencio debido a la incertidumbre de que posiblemente jamás volvieran verse de nuevo; lo imposible sucedió y el hilo rojo que los unía en ningún momento se cortó.
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Kagome finalmente había terminado de estudiar su bachillerato, su madre y su abuelo irradiaban felicidad y orgullo, pero a pesar de su gran logro la joven miko se sentía incompleta sin Inuyasha, lo que su mamá podía notar en ella como si ésta fuera un libro abierto.
-Lo necesitas, ¿no es cierto? Puede ser que no hablemos mucho hija, pero te conozco, y puedo ver en tu rostro, en tu comportamiento a lo largo de estos tres años, que necesitas de él tanto como yo necesito a tu difunto padre.
-Mamá, yo…- dijo dubitativa mirando hacia el suelo.
-Si la razón por la cual dudas en regresar somos nosotros querida, no lo hagas, te amamos y nos encanta que vivas con nosotros, pero si eso te va a traer desdicha, prefiero que seas feliz no importa donde sea. Si me dieran la oportunidad para regresar con tu padre, no lo dudaría ni un segundo Kagome.
-No estoy dudando, bueno yo… Es que el pozo ya no me deja ir. Pero creo que tienes razón, el siente mis dudas y probablemente es por ello que no me deja cruzar, pero ya no más, no puedo dejar que pase un día más sin ver a Inuyasha…
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Miroku y Sango se encontraban haciendo los deberes cotidianos, mientras Inuyasha "cuidaba" de las gemelas y Shippo jugaba con Kirara.
-¡Inu, Inu! – las gemelas emitían con sus vocecillas agudas, jalándole las orejas al pobre hanyö.
-Niñas ya dejen de molestar a Inuyasha- exclamó la exterminadora muy divertida.
Cuando de la nada Inuyasha sintió el aroma que podría reconocer hasta en el fin del mundo, tomó con cuidado a las gemelas y las dejó con Shippo.
-Toma, es tu turno de cuidarlas- dijo con prisa y abandonando el lugar cual alma que lleva el diablo- Es ella, estoy seguro que sí-
Logró llegar al pozo devora huesos en menos de lo que había esperado, viendo como éste seguía vacío, se aproximó y metió su mano esperando palpar la de ella; Kagome aferró su mano con fuerza y él la levantó hasta que pudo verla por completo.
-Finalmente, Kagome ¿porqué…- su pregunta se vio interrumpida por súbito pero muy esperado beso por parte de la misma.
-Te extrañé tanto Inuyasha- dijo viéndolo con ojos cristalinos.
-Kagome, yo… yo también te eche de menos, demasiado, pensé que habías decidido quedarte en tu época, con tu familia- inquirió el joven, temiendo que la mujer que se encontraba frente a él, fuera otro de los vívidos pero dolorosos engaños, que su mente a menudo le jugaba.
-Bueno yo…- pero esta vez fue él quien la interrumpió con un abrazo que sintió casi le partía los huesos.
-No importa, lo que importa es que ya estás aquí, conmigo, que finalmente puedo verte de verdad. – Dijo soltándola con la sonrisa más sincera que ella jamás le había visto -Kagome me prometí a mi mismo que si volvía a verte no te perdería de nuevo, nunca más, así que… yo… - con suavidad tomó sus manos entre las suyas y continuó tranquilo – yo te amo Kagome, en verdad creo que yo nací para conocerte, al igual que tu naciste para mí; Kagome Higurashi ¿te casarías conmigo?
La muchacha sintió como su corazón se detuvo por un instante, era demasiado para asimilar de momento, finalmente regresar al sengoku jidai después de miles de intentos, besar y abrazar de nuevo a Inuyasha y por último éste le pedía matrimonio, ¿se podría explotar de felicidad? Si era así, ella lo haría en este preciso instante.
-¡Por supuesto que quiero casarme contigo Inuyasha! Yo también te amo, te amé todo este tiempo y lo seguiré haciendo el resto de mi vida.
El medio demonio la sostuvo por la cintura y dio vueltas con ella. Mientras tanto al parecer ya no estaban tan solos como creían.
-¡KAGOME!- Gritó Shippo corriendo hacia ellos.
-Kagome has vuelto, que felicidad verte amiga.
-Señorita Kagome, no ha cambiado nada en estos años- dijo el monje con su típica picardía
-Que estupendo volver a verlos amigos- dijo con Shippo ya en sus brazos - y ¡vaya que no han perdido el tiempo! Esas hermosas nenas que tienen detrás de ustedes ¿Quiénes son? – preguntó inclinándose para estar a la altura de ellas.
-Son nuestras princesas, ella- dijo Miroku despeinando ligeramente a la que tenía a sus pies- se llama Asami.
-Y ésta se llama Asuka , y este pequeñin es el nuevo integrante de la familia y se llama Kenshin; niñas digan hola- expresó Sango, a lo que éstas simplemente se asomaron apenadas detrás de sus padres.- Son un poco tímidas, tardan un poco en tomar confianza.
-Princesas, si como no, son un par de enanas escandalosas, que se la pasan halando mis orejas, es mejor que no te tengan confianza- exclamó Inuyasha .
-Te adoran Inuyasha y lo sabes- comentó Sango como regañándolo.
-Son idénticas a ti Sango, y este chaparro esta divino- dijo Kagome viendo al bebé y luego se dirigió a las gemelas sonriendo – Hola niñas, soy su tía Kagome, no me conocían porque estaba de viaje, pero ahora me verán más seguido y jugaremos juntas ¿sí?
- ¿Es eso cierto Kagome? – cuestionó Sango con emoción.
- Así es, me temo que de manera permanente, ¡Inuyasha me ha pedido que nos casemos!- indicó dando de brinquitos, mientras que el rostro del aludido se ponía de mil y un colores.
-Vaya esas sí que son buenas noticias, aaah pillín sabía que no ibas a poder contenerte- dijo Miroku dándole un codazo a Inuyasha- en ese caso tengo que darte uno que otro consejo acerca de la vida marital- repuso con cara de malvado
-¡Hey! Monje perverso, no les arruines la ilusión con tus cochinadas- exclamó la exterminadora dándole un golpe al monje
-Jajajajaja no han cambiado pero si ni un poquito chicos, los extrañé tanto- indicó Kagome
-¿Y cuando será la boda?- preguntó Sango- primero tienes que decirle a tu madre ¿no es cierto?
Inuyasha no había considerado en lo absoluto acerca de cómo le diría a la familia de Kagome que quería desposarla, fue por eso que al momento en que Sango lo propuso se le fueron los colores del rostro y sintió de pronto que sus piernas no podían sostenerlo
-¿Qué sucede Inuyasha, ya tan rápido te arrepentiste? – cuestionó Miroku viendo la cara de preocupación del hanyö
Kagome percibió la repentina preocupación de Inuyasha a lo cual ella externó: -Por mi familia no te preocupes Inuyasha, le caes muy bien a Sota y a mi madre, en cuanto a mi abuelo, bueno no creo que se oponga-
...
-¡CASARTE! ¡¿Tan pronto?!- dijo el abuelo Higurashi escupiendo el té de ginseng que acaba de beber- Eso es absurdo hija, aún eres muy joven para casarte.
-Ay por favor papá, yo tenía su edad cuando me casé- añadió la mamá de Kagome
- Y también en ese entonces pensaba que eras muy joven para casarte- apuntó con gesto duro cruzando los brazos –Dime una cosa muchacho-dijo viendo a Inuyasha con mirada penetrante- ¿En verdad amas a mi nieta?
Inuyasha no esperaba que lo cuestionaran pero respondió con seguridad: -Tanto que daría mi vida por ella, señor.
- ¿Y prometes darle todo lo que necesite?- agregó el abuelo conservando el gesto
- Por supuesto, todo lo que necesite y más- contestó firmemente
- Bueno pues dicho esto y sólo porque confío plenamente en mi capacidad para leer a las personas o en tu caso hijo, a demonios, les doy mi bendición- expresó extendiendo una mano a ambos jóvenes, y volviéndose hacia Inuyasha dijo- Pero si me entero muchacho, que haces infeliz a mi nieta, la maldición de los bigotes del dragón; que ha pasado de generación en generación en la familia Higurashi, caerá sobre tu cabeza.
- Ay papá, no asustes al chico con semejante mentira, no tenemos ninguna maldición de generación en generación- dijo la mamá de Kagome riéndose.
Kagome e Inuyasha sentados uno al lado del otro, se quedaron sin expresión alguna frente a la familia de ésta.
- ¿Y cuándo empezamos con los preparativos? ¿La lista de invitados? Hay que planear la recepción y ¿dónde será la luna de miel?-añadió la madre
- No no, mamá espera, la boda será sencilla, mientras menos invitados mejor, será en la era sengoku con nuestros amigos más cercanos- indicó la joven miko
-Pero ¿eso significa que no podremos ir?- respondió su mamá con tristeza
- No mamá, por supuesto que vendrán, tu, Sota y el abuelo, todos vendrán, yo me las arreglaré para llevarlos y regresar.
Bueno ese ha sido el primer capítulo
ojalá les haya gustado, conforme a sus reviews decidiré si publicar lo demás o no
saludooss
Pili-dattebayo fuera