Disclaimer: Vocaloid no me pertenece
Conocidos por Coincidencia, Amigos por elección
Capítulo 1
Una mañana simple, donde la naturaleza hace su mejor espectáculo, donde las aves hacen un sinfín de melodías que son acompañadas con el sonido del ir y venir de los arboles con el viento y donde se hace presente el brillo del roció en el pasto verde recién escarchado, una balada espectacular digna de apreciar, pero claro esto no está en los planes de cierta jovencita que con pesadez apenas y nota la luz del sol posándose sobre sus orbes color zafiro
Esta peculiar chica, que responde por el nombre de Rin Shimoda, es una chica que no sabe apreciar y mucho menos notar la belleza de la vida, ya que como una hoja caída de un árbol solo se deja llevar a donde el viento quiera. Ella aun seguía sin tener planes para el futuro, ella prefería que lo que tuviera que pasar pasara y que no afectase mucho con su cotidiana vida, si, tan simple como para dejar que el destino se encargara de lo que vendría para su futuro
Solo esperaba terminar su educación y así comenzar la universidad para luego acabar con esta e iniciar con una vida condenadamente cotidiana hasta que algún día desaparecería en lo inevitable, eso más que un plan era su destino y esta no se negaría ni en lo mas mínimo ya que esa era la realidad y sería más fácil si empezara a aceptarla
Su poca atención fue captada por un insistente golpe en la puerta.
- Bella durmiente, no tenemos todo el día, apresúrate - hablo con voz autoritaria la hermana de la rubia, quien poseía un cabello castaño corto, ojos del mismo color que su pelo pero un poco más fuerte y que al contrario de la rubia gozaba de grandes atributos
La rubia tan solo se limitó a responder con un bufido afirmativo, mientras se quitaba las sabanas de encima y oía los pasos alejándose de su hermana, esta supuso que se dirigía a la planta baja de su hogar. Sin más se dirigió al baño, se ducho y salió en dirección a su habitación para poder colocarse su uniforme, peino su cabello y opto por dejarlo suelto, se coloco sus lentes de marco negro y emprendió su carrera a la cocina con la mochila ya hecha.
Se dispuso a comer al lado de su hermana, quien había preparado el desayuno. Ellas dos eran las únicas que ocupaban esa enorme casa, ya que sus padres y su hermano se mudaron lejos debido a cuestiones de trabajo. La pequeña hiso hasta lo imposible para que sus padres accedieran a dejarla en Japón y estos al final decidieron dejarla bajo la tutela de su hermana mayor Meiko quien tampoco quería dejar su lugar de natalicio, y así terminaron las dos solas en Japón con Meiko trabajando en dos empleos de medio tiempo y Rin estudiando
Meiko decidió romper el silencio que había entre ambas
— Escucha, mañana me ausentare unos días, así que espero que te comportes bien, no quiero nada de fiestas— La rubia rio por las restricciones de su hermana. No era de las típicas chicas rumberas, ya que para ella su plan de diversión seria dormir o por lo menos leer algún libro, así que asintió
— Pero Meiko, que falta de confianza – dijo simulando estar ofendida con una mano sobre su pecho
— Si no tuviese confianza en ti, no te dejaría sola— respondió en contraataque
— Buen punto
— Hablando de puntaje, espero que vayas bien en la escuela – le dijo con expresión seria tomando un sorbo de su jugo. Rin se tenso al escucharla puesto a que Rin y escuela no se llevaban muy bien que se diga
— E-etto, s-si de maravilla –Meiko la miro de forma acosadora- tú no te preocupes, llevo un buen promedio— rio nerviosa
— Más te vale jovencita, no quiero tener que verte viviendo de bajo de un puente
— Que exagerada, en todo caso te tengo a ti para mantenerme –Meiko bufo con gracia, como si le hubiesen contado un buen chiste mientras Rin solo se preguntaba qué era lo gracioso. Desvió su mirada a su muñeca notando la hora en su reloj- ¡Mira la hora! Voy tarde ¡adiós! -
— Que te vaya bien— se acerco a darle un pequeño beso en la frente y con eso retomo sus quehaceres para luego marcharse a trabajar
Salió con paso apresurado a la parada en el bus, esperando el acto de presencia de cierta persona, y como si hubiese sido invocada apareció de repente arrancándole un buen susto a la rubia
— ¡¿Qué diablos te pasa!? ¡¿Casi me matas del susto?! – grito alterada tratando de controlar su respiración
— Eh… Buenos días a ti también, yo estoy bien gracias por preguntar –dijo con sarcasmo. Vaya manera de ser recibida
— Nunca te pregunte como estabas –
— ¡Ay por dios! si serás Rin – dijo mientras chocaba con palma su frente. A veces se pasaba de distraida
— ejemm… Bueno en fin, ¿Por qué tardaste tanto Lenka, no es muy común verte llegando a esta hora? –
— Ah eso, en mi casa hay visitas –dijo sin ánimo alguno— vino mi familia y como tengo un primo de nuestra edad, tenía que dejarlo entretenido con algo –
— ¿Y tu familia te visita en pleno ciclo escolar? ¿No te parece extraño? — indago la rubia con cierto interés en el tema
— En realidad sí, pero no le doy muchas vueltas al asunto así que simplemente lo ignoro -
— Ok... ¡Ah! el bus –dijo señalando el transporte escolar que siempre las recogía en la mañana
—Apresurémonos para tomar un buen asiento
Con eso ambas se montaron en el bus para posteriormente llegar a la academia Yokohama. La institución donde ambas residían durante el tiempo escolar. Era muy sencilla y digna para la gente sencilla. Tenía cuatro pisos y un inmenso comedor en la parte central del primer piso con las canchas deportivas en las afueras en todo el alrededor.
Al llegar se encontraron con sus compañeros más allegados. Eran Gumi una chica de cabello corto y de color verde pasto y Mikuo un chico torpe con cabello turquesa, estatura media y ojos del mismo color. Con ellos formaban una pequeña gran familia la cual complementaba los unos con los otros. Con ellos se podía contar y confiar a ciegas, sin dudarlo un segundo. Te ofrecerían su mano para que no cayeras al fondo del infierno, y si lo hacías probablemente ellos caerían contigo, haciéndole la vida imposible al diablo con sus ocurrencias e ideas alocadas y sin sentido. ''Probablemente nuestra estadía ahí seria corta, tal vez… demasiado'' se pensaba de vez en cuando. El punto era, son tan locos que son de tu bando
Al llegar se saludaron entre si y se dirigieron a su aula sin mas
Todo era normal, chicos esperando la llegada del profesor, otros hablando entre si y los demás escribiendo o garabateando en sus cuadernos. El grupo entrante se ubicó al final del salón optando por hacer lo segundo. Así que empezaron a charlar para hacer más corta la espera
En menos de cinco minutos se hizo presente el profesor, dando los buenos días y los alumnos correspondiendo al saludo, la clase tuvo su rumbo normal y sin darse cuenta ya había tocado la campana hasta el receso
Durante el receso nada podía ser más común de lo normal. Había chicos corriendo, hablando, comiendo y jugando mientras que el reducido grupo se sentaba a hacer lo que mas sabían hacer.
Hablar de cosas carentes de sentido
Así como de cosas que no tienen relevancia alguna, ya sea de música o anime e incluso también llegaban a comentar una que otra noticia de farándula y así hasta que se llegaba la hora de volver a las aulas
Pero esta vez la conversación se desvió de manera imprevista y aun un tema casi prohibido para el conjunto de amigos
— Y bien- dijo Gumi captando la atención de los tres jóvenes — ¿Alguien tiene alguna hazaña que contar a la tía Gumi?
Todos se miraron entre sí buscando una respuesta inexistente
— ¿Qué clase de hazaña?— Rin sabia que se arrepentiría de haber preguntado
— Pues… tu sabes de esas que a la tía Gumi le encanta oír — alzo ambas cejas compremetedoramente, dándole a entender a lo que se referia
Mikuo con cara de palo — ¿Podrías dejar de referirte a ti misma por ''Tía Gumi''— dijo para que con esto se desviara el tema para evitar una posible catástrofe.
La joven se paró de su asiento colocando una de sus piernas encima de la mesa, adoptando pose heroica y señalando un punto cualquiera en el techo – ¡Nunca! –
Lenka solo puso su mano en el hombro de su amiga – ¡Deja de hacer eso! -suspiro- ¡Dios mío! no puedes ser tan patética -
Gumi se sentó de mala gana, mirando a Lenka con aura de depresión y con cara de perrito atropellado
— A-acaso está mal que tu amiga quiera escuchar relatos eróticos de sus amigos — preguntaba Gumi con ojos llorosos y moqueando la nariz haciéndola ver inocente algo que era relativamente inverso a los anteriormente había dicho.
— ¡Claro que está mal! – rápidamente contesto Rin con una gotita de sudor en la cara tipo anime
— Ahh… me vas a decir Rin que nunca has tenido ese tipo de experiencias – su cara hizo notar la mirada socarrona que tenia.
Se sonrojo de tal manera que apenas y pudo contestar – ¿¡P-pero que c-cosas dices!? – y como es común en Rin, esta empezaba a reírse como loca como hace siempre cuando tocan el tema, tratando así de disminuir la sangre que se acumulaba en su cara. Pues claro este no era un tema que para ella se hablara de manera natural y espontáneamente, era más o menos un tipo de tabú
Mikuo se quedo mirando a su compañera que tratando de disminuir el sonrojo con su risa nerviosa, cuando se trataba de relaciones intimas Rin era una desastre, pero su inocencia era lo que atraía mas a los chicos
La peli verde suspiro – Ay Rin… tonta e inocente Rin –
— ¿Era necesario lo de tonta?— indagó algo ofendida.
— En realidad si mi pequeña saltamontes porque tengo un plan para ti
— E-eh?...¿De qué se trata?— Lenka y Mikuo también estaban expectantes a lo que diría Gumi. Nunca se sabía hasta donde era capaz de llegar
— Ay Rin, -dijo moviendo su dedo índice de manera negativa— Haré que tengas una hazaña que contar a la tía Gumi – se escuchó una estruendosa risa malévola de parte de Gumi que hizo que Rin se estremeciera y tuviera un muy mal presentimiento
Esto no iba acabar bien
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