En mi soledad.
Kurt caminaba tranquilamente por los pasillos de McKinley; menos que tranquilo, estaba cómodo. Se había hecho a la idea de caminar por ellos y encontrar a Blaine en algún casillero de los chicos del Glee Club. Si, quizá no había logrado superarlo aún, todavía lo seguía amando, pero era aún su mejor y había dejado en claro que Blaine no lo iba a incomodar; estaba en Lima sólo para apoyar a su padre ante las grandes noticias, no para revivir su amor con su exnovio.
En parte era bueno volver a Lima, aunque sea por unos días. Podría encontrarse de nuevo con su gran amiga: Mercedes, y a Mike, aunque nunca fueron muy íntimos, realmente lo aprecia. Blaine no cambió en lo absoluto su relación con Tina, seguían siendo inseparables, seguían manteniéndose al día de los últimos chismes del instituto por teléfono y seguían discutiendo sobre la moda retro. Sam y Brittany, eran una pareja tierna, Britanny, la chica con la que compitió por la presidencia de la clase, ahora es su mejor amiga unicornio, o bueno, bicornio, como ella misma se describe. Se enteró también del crush de Blaine por Sam, pero no estaba aquí para preocuparse por la vida sentimental de Blaine. Lo importante era que al menos podía contar con el apoyo de todos sus viejos amigos, y de los nuevos chicos del glee club, que aunque no lo conocían, estaban felices de que estuviera con ellos para las Regionales.
¡Santo Cielo, las Regionales! Kurt recuerda como no hace poco mas de tres años fueron sus primeras Regionales contra Aural Intensity y Vocal Adrenaline. El momento más importante de la vida de los graduados, incluso más importante que su campeonato Nacional. ¿Por qué? Porque esas Regionales definieron realmente quiénes eran: el grupo de LOSERS del instituto, luchando por un lugar en el mundo para ellos. Pra Kurt, y el resto de New Directions de 2009-2010, el mundo podría haberse terminado en el momento en que Sue Sylvester anunció "Y en primer lugar... ¡Los Campeones Nacionales: Vocal Adrenaline!".
Lo que más amaban se derrumbaba cual un edificio viejo, esperar ese resultado había sido el periodo de tiempo más mortificante de su vida... hasta ahora.
Ni siquiera una Quinn Fabray dándo a luz en pleno debate de los juéces podría compararse con esto: la familia Hudson-Hummel esperaba amargamente los resultados de laboratorio de Burt. El momento más feliz en la vida de esa familia, o el más desconsolante. Ahora Kurt, estaba tratando de lidiar con todo como si fuera lo más normal del mundo, mientras estaba muriendo en amargura dentro de el.
Sería bueno relajarse, ¿no? Sabe que tocar su nariz tres veces en los minutos 14 y 28 no cambiarán los resultados, pero, debía aferrarse a lo que pudiera, con una esperanza tan decaída, todo parece ser factíble.
Decidió ir a Lima Bean, había ido con Blaine, Mercedes y Mike, y aunque trataron de reconfortarlo, necesitaba unos minutos a solas.
No haía ensayo de New Directions los martes a las nueve de la mañana, por lo que no tenía nada específico que ir a hacer a McKinley, y el Lima Bean estaba apenas abriendo sus puertas, perfecto. No habría nadie más que la cajera y el joven que prepara los cafés, suficientemente íntimo para ordenar un poco sus ideas.
Kurt rápidamente ordenó su orden de siempre, un mocha frío. Tras pagar, se dirigió a la mesas de hasta atrás, cerca de los ventanales y muy alejado de la barra. Escogió una mesa para dos personas, trataba de beber su café, no quería que pareciera que esperaba a alguien, porque no lo hacía. Al parecer, sabía actuar muy bien, porque una voz casi familiar lo saludó:
Hola, Kurt- dijo una voz desagradablemente familiar
¿Cara de Suricata?- levantó la mirada para verlo, al ver esa sonrisa sarcástica no pudo evitar ponerse irritable, lo último que necesitaba eran molestias ahora mismo- ¡Cara de suricata! ¿A caso vives aquí?
Si Kurt, también me da gusto verte- dijo con afán de molestarlo
No te engañez a tí mismo Sebastian, tu y yo sabemos que lo que mas odias es ver mi hermosa sonrisa- dijo Kurt desesperado, en un intento de lograr que Sebastian se fuera rápido.
Jaja, chico nuevo ¿lo recuerdas, Kurt?- dijo el Warbler, sentándose en la silla frente a Kurt antes de que eeste pudiera decir algo
Nunca te creí realmente, ¿por qué no me haces un favor y te levantas de esa silla?
Jaja Kurt, podrías ser un poco más cortés ¿Sabes?
Tu nunca haz sido muy amable conmigo Sebastian ¿por qué insistes en sentarte conmigo?
No lo se, pensé que saltarme una clase sería más divertido, pero aquí me tienes.
¿Será que Scandals abre hasta la media noche?
¿Debo recordarte que he cambiado, Kurt?
Chico bueno, ¿eh? No creo que un chico bueno se salte sus clases- dijo kurt, con la cabeza palpitante
Oh vamos, era el ensayo de los Warblers, las cosas no han ido tan bien desde el incidente de Hunter- dijo Sebastian tranquilamente, como si no le importara nada acerca del coro
¿Debo asumir que tu no consumías esteroides?- preguntó Kurt sarcásticamente, forzando una sonrisa. Sebastian lo estaba sacando de quicio
El punto es encontrarme un lado malo, ¿cierto?- dijo Sebastian con su sonrisa burlona.
Ambos se quedaron en un silencio incómodo, más que incómodo, era profundo y penetrante. La señorita cajera no podía dejar de vigilarlos, esperando que se golpearan o algo. Cuando Kurt estaba a unos sorbos de terminar su café, decidió enfrentar a Sebastian.
¿Qué quieres, Sebastian? Si te invito un café ¿te largarías de una buena vez?- dijo Kurt, con su paciencia al borde.
Todo lo contrario Kurt, pero no es mala idea- dijo Sebastian, con su típica cara de conquista.
¿Qué quieres, Sebastian?- insistió el castaño
Decirte que te entiendo- contestó Sebastian, casi tímido, pero sincero
¿Cuál es tu orden?- preguntó Kurt, desconcertado, pero más interesado en lo que tenía que decir.
