Todos los años ocurría lo mismo en la casa de los Granger, era como un acto casi sagrado y obligado, cada verano la familia vacacionaba en el mismo lugar, su casa de la playa, pero no cualquier playa, si no en una de descanso y cero multitudes y aglomeraciones en comparación a las demás, todo el tiempo viajaban en las mismas fechas, año tras año desde que aquella casa había sido construida, y ver a la misma gente todos los veraneos resulta algo extremadamente rutinario; así pensaba Hermione, sin saber que ese verano en particular aquella playa le iba a dar un vuelco a toda su vida.
-Mamá estoy harta de ir siempre a la playa- se quejó nuevamente la chica- ¡ese lugar es para viejos!, hicieron la casa en ese lugar en especifico para hacerme la vida imposible- bufó- ¡Allá no hay nada interesante! Tengo 18 años, legalmente soy mayor de edad. ¡Quiero viajar con mis amigas! ¡Pasar mi último verano antes de irme a la Universidad con ellas!, no en una estúpida casa de playa alejada de la civilización, ¡con mi abuela que lo único que piensa es en matrimonio!- finalizó molesta su discurso.
- Hermione Jane- dijo su madre en tono serio y autoritario- está decidido, termina de hacer tu bolso, mañana a primera hora viajan y no quiero ningún tipo problemas, la abuela Minerva no está como para pasar malos ratos con tus arrebatos-agregó- además como tú dijiste, es tu último verano con nosotros, luego irás a la Universidad y nos dejarás, está decidido, mañana te vas a la playa con Mine quieras o no. – sentenció. La joven se incorporó rápidamente del sillón en que se encontraba, caminó hacia la salida,abrió la puerta, camino tras el umbral y la cerró de un fuerte portazo dándole a entender a su madre lo furiosa que se encontraba, corrió rápidamente por el pasillo de su casa hasta a su habitación, en donde ya algo más tranquila, cogió el teléfono y rápidamente marcó a una de sus mejores amigas. Luna, la que enseguida contestó.
- ¡Herms! ¿Pudiste salvarte del viaje?- preguntó animadamente sin dejarla hablar- Con las chicas tenemos todo preparado, nos esperan unos maravillosos días de vacaciones lejos de padres y gente conocida, ¡se nos vienen las vacaciones de la vida! ¡Y cuando seamos completamente viejas podremos recordar esta odisea!
- Amiga, no voy- contestó cabizbaja Mione- ¡Mi madre es tan porfiada como una mula!, está completamente cegada con la idea de ir a la playa ¡y con mi abuela Minerva! – las lágrimas empezaban a brotar y la voz a quebrarse poco a poco- Lo… lo siento, pásenlo muy bien sin mí, -snif- no se imaginan cuanto las extrañaré, envíale mis cariños a todas… las quiero – colgó rápidamente, para finalmente dejar correr las lágrimas de impotencia.
-¿De qué sirve ser mayor de edad si para algunas cosas aun me consideran una niña?... –bufó- No los entiendo…- y con ese pensamiento Hermione terminó de ordenar su bolso y se acostó quedándose profundamente dormida.
Al otro día tras despertarse, tomar una larga ducha , comer un ligero desayuno, y volver a discutir con su madre, Herms iba manejando, lo único positivo para ella en ese viaje era que le tocaba manejar, la emoción por la velocidad, la sensación de su cabellera castaña al viento y por unas horas solo disfrutar del paisaje y oír su música favorita, para ella eso no tenía precio, sin embargo todo panorama fue destruido por los simples comentarios de su abuela.
-Vas muy rápido, ¡nos podemos matar!- se quejó Minerva aferrándose dramáticamente a la puerta del copiloto y poniendo sus ojos en blanco.
-Voy a la velocidad máxima permitida, no te preocupes abuela, se cómo manejar, por algo me dieron la licencia ¿no?- respondió ella calmadamente y tarareando la canción que sonaba.
Tras unos minutos de calma, nuevamente la paz se vio interrumpida- ¿Qué clase de música escuchan los jóvenes de ahora? ¿Qué es esto?- se quejaba la anciana apuntando a la radio- ¡No se entiende lo que dice!... ¡Inglés… todo en inglés!
- Es que es un grupo Inglés, no tiene nada de malo, nadie critica tus gustos abuelita- respondió Matilda molesta, pero aun conservando la serenidad de no levantar la voz a la anciana.
- No entiendo a la juventud de ahora, yo en mis tiempos, a tu edad ya estaba comprometida ¿y tú?- atacó- Yo sabía que esa relación con el nieto de Viktoria no iba a funcionar- movía negativamente la cabeza - Supongo que tuvo buen ojo en dejarte- agregó, provocando que la chica se enojara y perdiera la poca paciencia que le quedaba- Era un chiquillo tan buen mozo con esos ojos negros misteriosos, esos modales de todo un caballero y tan amoroso que era. ¿Cómo se llamaba?
-Viktor- respondió en tono serio y las mejillas sonrojadas por la indignación- similar a su abuela como para no recordarlo ¿no? dices tantas cosas de él y ¿no recuerdas su nombre?, que curioso- dijo irónicamente- lo que creo que recuerdas lo atento y considerado que era al pasearte en su carroy llevarte a finos lugares.
-¡Hermione Granger!- gritó la anciana - ¿Quién eres? ¿Quién crees que soy para insinuar tal barbaridad?- cuestionó- ¡te desconozco! ¡Tú no eras así, tú eras mi niñita! ¿Quién te cambió tanto?
En ese instante la ira consumió a Hermione y frenó en seco, sus manos apretaban fuertemente el volante y sus nudillos poco a poco se fueron tornando de un tono blanco de tanta fuerza ejercida. Miró a su abuela fríamente y comenzó a hiperventilar. - ¿Qué diablos pasa por tu cabeza?- gritó la anciana- ¡casi nos matas!, le dije a tu madre que eras muy joven para manejar este tanque! Pero ella siempre abogando por ti, que eres una buena niña, que hay que confiar en ti. – dijo desahogándose mientras acomodaba sus lentes en el lugar correcto- Yo lo único que quería era pasar unos lindos días en la playa, relajada y ella me envía ¡con una psicópata!
-¡Cállate! Me tienes harta- gritó Herms colapsando- no quería venir a este estúpido viaje, mi mamá me obligó, pero no por eso aguantaré que me trates de esa manera- suspiró y limpió unas lágrimas que habían salido sin consentimiento- Minerva no quiero discutir, nos vamos a tolerar ¿ok?- respiró hondo y comenzó a hablar con un tono de voz mas calmado- ya que son mis últimas vacaciones antes del gran cambio, quiero que sean tranquilas- volvió a suspirar- ¿podemos no hablar más de Viktor, ni de mis cambios?
La anciana la miró por un instante y comprendió que Viktor era un tema delicado para su nieta -Si, mi niña, lo siento, no debí gritarte ni criticarte, - susurró, puso cara de arrepentimiento- pero nunca entendí por qué esa relación acabó, ¿no quieres contármelo y acabar con el tema? – preguntó la abuela con cara intriga- sabes que cuentas conmigo, a pesar de que estos últimos años nuestra relación se haya distanciado, te quiero, eres mi nieta, y te adoro.
-Déjame que lo dude un poco después de tu arrebato, pero si, quiero acabar con el tema de Krum de una vez y para siempre así que te lo contaré, con tal que me dejes tranquila, lo haré- comenzó a manejar de nuevo, cogió aire - con Viktor nos íbamos a casar, y terminamos por que yo cambié los planes- soltó de corrido.
-¿Qué?- dijo la mujer poniendo un rostro de sorpresa- ¿cuándo se comprometieron?-susurró bajito y aun con cara de incredulidad.
Hermione suspiró- Todo comenzó…
Flash Back
"-Te amo –susurró él antes de besarla- gracias por estos dos años y medio maravillosos- comenzó a besarla tiernamente- No quiero separarme nunca de ti.
Ella sonrió- Ahora que he ingresado a la misma universidad que tú, estudiaremos juntos, viviremos juntos y seremos felices- planeó en voz alta y lo abrazándolo.
-Herms- la miró a los ojos- no sé cómo he resistido todo este tiempo sin ti y a la distancia - sonrió - pero ahora podré verte todos los días, besarte, mirarte y decirte a la cara todo lo que siento y que día a día me haces sentir, te amo, eres la mujer más importante de mi vida Hermione Granger- declaró, tras decir eso, de uno de los bolsillos de su pantalón sacó un pequeño balón de fútbol americano tamaño llavero y ella lo miró extrañada- ¿amor? ¿Te acuerdas como comenzó nuestra historia?- preguntó mirándola fijamente.
-Claro que sí Viktor- dijo ella sonriendo tiernamente- aún recuerdo que ese día fui a ver un partido de fútbol obligada, y llegamos antes con las chicas, tú estabas practicando unos lanzamientos, y de la nada un balón me golpeó- rió- en realidad no fue solo un pequeño golpe, me knockeo por completo- suspiró- cuando desperté estabas a mi lado, te sentías horriblemente culpable, y me dijiste que lo habías hecho para llamar mi atención, lamentablemente no habías medido la fuerza del lanzamiento- cogió una de las manos del chico y la comenzó a acariciar- y lo conseguiste llamaste mi atención, por algo estamos ahora aquí, me enamoré de ti al primer lanzamiento ...desde eso han pasado dos años y medio- se acercó y lo besó.
-Amor- dijo el nervioso, mientras abría el balón en miniatura lentamente – Yo quiero…- le mostró el interior a la chica, la cual quedo helada frente al anillo sencillo de oro blanco que había dentro.
- ¿Qué es esto?- logro decir aun sorprendida.
- Hermione, quiero estar siempre contigo, ser solo tuyo y tu mía, ¿te quieres casar conmigo?
*Fin flash back.
-Nadie lo sabía- continuó contándole a su abuela- éramos felices, un amor adolescente que pensamos que perduraría con el tiempo, que nos haríamos viejitos juntos, veríamos a nuestros nietos crecer, tener maravillosos hijos, con sus ojos negros y mi cabello castaño e inteligencia, siempre había pensado eso con Vic- unas lágrimas contenidas corrían ahora libremente por sus mejillas- viviríamos en el campo, yo sería una maravillosa Doctora y el estaría en la cabeza de la empresa familiar, tendríamos tres perros y un patio trasero precioso y enorme con un quincho y una gran piscina para recibir a los amigos.- suspiro- tantos planes abuela.
-Mione…- susurró la abuela algo avergonzada- lo… siento- intentó disculparse- no pensé que fuera un tema tan delicado, pero aún no logro entender ¿porque se terminó si todo marchaba tan bien?
*Flash back
Hermione y Viktor se encontraban en la casa del chico, nadando y jugando en la piscina, mientras imaginaban como les darían la noticia a sus amigos y familias –Herms, amor- llamó el chico- estás muy callada, ¿qué ocurre?- preguntó mientras nadaba hacia donde se encontraba su novia.
-Perdóname- rompió en llanto- de verdad debería haberlo pensado mucho más pero ya está hecho- empezó a nadar hacia la salida de la piscina, salió y luego se sentó en una tumbona que había- Viktor- se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro- yo esto, yo esto lo quería hace muchísimo tiempo, creo que es una excelente oportunidad y pensé que era lo mejor en ese momento y sin dudarlo dije sí, y quizás sea un error, pero lo siento y yo te quiero, te amo, pero ya está hecho.
El chico cada vez más nervioso por la reacción de su novia también salió de la piscina y la detuvo para que se explicara- Hermi ¿me engañaste?- preguntó tímidamente, ella tan sólo negó con la cabeza y él botó el aire contenido- entonces explícame que sucede porque no entiendo nada- la abrazó y continuó diciendo- no creo que haya sido algo tan malo, amor cuéntame.
-Yo, este… -balbuceo ella- este… yo… Viktor a última hora me ofrecieron una beca completa en otra universidad, para ser más específica en Hogwarts, en la facultad de Ciencias Médicas- mientras ella hablaba a él se le desfiguraba el rostro, pasando de un estado atónito, a uno incomprensivo- Amor, acepte una beca completa acá en Inglaterra- aclaró- no estaremos en la misma ciudad, no viviremos juntos en Bulgaria – el tan solo la miró con esos ojos negros profundos, que se encontraban dentro de un mar de lágrimas, se dio vuelta y se fue- Vicktor llevamos un año de noviazgo a la distancia, ¡podemos superarlo!- gritó y luego susurró- amor…lo siento…
*Fin Flash Back
-Pasaron los días y me llego una carta.- continuó contándole a su abuela-Eran pocas líneas pero expresaban todo lo que su creador sentía y lo que iba a dejar de sentir por mí.- sollozó- me la sé de memoria y comenzó a recitar:
"Mione:
Es difícil escribir esto, siempre he sido una persona que dice las cosas de frente, pero es que… contigo me siento tan pequeñito y no seré capaz de decirte lo que quiero sin arrepentirme después…Dos años y medio y siento por primera vez que te desconozco, en lo único que creía era en nosotros, y tú cambiaste todo lo que habíamos soñado, hiciste trizas todo, los planes, las ganas, las ideas y lo peor de todo, me hiciste trizas a mí. Cambiaste todo y yo cambié todo por ti sin pensar en que de un momento a otro las cosas iban a pasar de un extremo a otro.
Me regreso a Bulgaria, a donde se suponía que teníamos un futuro. No quiero saber nunca más de ti, y sí, tal vez soy extremista, pero no me quedaré a ver como el mundo que pensamos que sería se amo, quizás algún día deje de hacerlo, por ahora duele y es mejor estar lejos de ti. Adiós ilusión, adiós mi vida, adiós mi amor. Siempre tuyo.
Vicktor Krum
