Capítulo 1. Tejido Productivo
Ha pasado un año largo desde el final de la serie "Némesis". Estamos ya en febrero de 2012. Para todos nuestros personajes, la vida ha transcurrido con normalidad y sin muchos cambios. En definitiva, ha sido un año de lo más tranquilo para la División de vehículos especiales. Aunque en el mundo, la cosa está revuelta. Las "primaveras árabes", la crisis europea... o las crecientes tensiones entre Japón y China, dos rivales históricos en la región de extremo oriente, por la rivalidad económica actual y por el terrible pasado que durante los años 30 y 40 Japón dejó en China, con millones de muertes indiscriminadas. Más intrínsecamente en Japón, la situación del país no es la mejor. La crisis económica es muy seria y por primera vez en décadas, el paro sobrepasaba el 8%, cifra inaudita en Japón.
Pero eso es en lo general. Ahora, en lo particular... en la división de vehículos especiales y en la Industria de los Labors, el destino les tiene reservado algo serio. O tal vez es lo que el destino quiere hacerles creer? Quien sabe. En cuestión de 24 horas...
Estamos en un día gris, frío y con nieve de febrero de 2012. Sede Central de Industrias Pesadas Shinohara. El consejo ejecutivo de la gran multinacional japonesa de los Labors, que está empezando a tener dificultades para mantener el liderato en el sector ante una competencia cada vez más fuerte, va a dar comienzo. Y no es una reunión rutinaria. En ésta se tiene que tomar, conjuntamente, pero sobre todo por parte del presidente, Asuma Shinohara, una decisión trascendental para el futuro de la empresa... pero que también va a romper el mercado de los Labors a nivel mundial. Todos los hombres allí presentes, de traje y corbata... excepto el jefe de I+d+I, Yoshitaku Aida, un tipo vestido de "Nerd", con pantalones tejanos, camisa de cuadros arremangada, gafas de pasta y peinado informal... un tipo que es un genio en la robótica, la informática y las nuevas tecnologías en general... y también un tipo gracioso y bromista. Esta vez pero... se le ve muy serio y sin decir una palabra.
Cuando la reunión da comienzo...
(Asuma) Caballeros. Tomen asiento, por favor. -todos se sientan- Muy bien. Damos comienzo a la reunión mensual extraordinaria del consejo ejecutivo de Industrias Pesadas Shinohara. Cómo estoy seguro que todos ustedes saben desde hace un año, nuestra empresa será la pionera en todo el mundo a sacar al mercado el primer Labor de cuarta generación. Digo "será", porque el verbo correcto debería ser "ha sido". El señor Aida, aquí presente, se comprometió conmigo a que el nuevo Shinohara MFV-11 Cosmonaut, vería la luz la pasada primavera. Pero han pasado nueve meses desde entonces... y aun no lo hemos comercializado. ¿No es así, señor Aida? -mirando seriamente a Aida, quien se queda quieto, sin decir nada, mirando sobre la mesa-
(Jefe finanzas) Señor presidente, de haberlo comercializado entonces los costes hubiesen sido mayores y la fiabilidad del producto se habría visto afectada. Personalmente considero que ha sido una decisión correcta posponer unos pocos meses el lanzamiento del Cosmonaut.
(Jefe Márqueting) ¿Está seguro de lo que dice? Yo opino todo lo contrario. La competencia no es estúpida. Seguro que habrán aprovechado estos meses para poner a punto sus propios Labors de cuarta generación. En cuando nosotros saquemos al mercado el Cosmonaut, seguro que habrá una aluvión de Labors de cuarta generación por parte de la competencia.
(Jefe logística) -de brazos cruzados y con los ojos cerrados, todo serio- Ese ahora no es el mayor problema para nosotros.
(Asuma) ¿Podría explicarse con más claridad, director de Logística Yoshikawa? -pregunta todo intrigante-
(Jefe logística) Presidente Asuma... El lanzamiento del Cosmonaut puede ayudar a mejorar nuestros resultados. Pero hoy por hoy, los factores internacionales nos afectan en todo.
(Asuma) Que factores.
(Jefe logística) La crisis del Euro, la inestabilidad política en el mundo árabe... y sobre todo la disputa entre China y Japón por esas puñeteras rocas. Sí, las islas Senkaku.
(Jefe finanzas) En eso tiene toda la razón. Esta es una crisis política que ha afectado... no, que está afectando a nuestro negocio en China. Es la mayor potencia emergente del mundo. Allí se está construyendo muchísimo. El año pasado la demanda global de Labors en China supero de largo el cuarto de medio millón de unidades. Puede que nuestros Labors sean reconocidos por encima de los demás. Puede incluso que sean los mejores. Pero para vender en China hoy en día tienen un pequeño defecto.
(Asuma) La pegatina de "Made in Japan". ¿Es eso?
(Jefe finanzas) Sí, Asuma. Eso es una parte. La otra es que nuestros costes de producción no están acorde con los de muchas empresas de la competencia. Nuestros Labors son de los más competitivos en el aspecto técnico. Pero en el aspecto del coste...
(Asuma) Los costes... -dice preocupado-
(Jefe Logística) Sí, Asuma. Los costes. Desde mi departamento llevamos meses pensándolo. Pero tal vez ha llegado la hora... de deslocalizar parte de nuestra producción. -se hace el chismorreo en la sala-
(Asuma) -se pone aun más serio- ¿Lo he oído bien, director de Logística Yoshikawa? ¿Está intentando planteándome...
(Jefe Logística) No estoy diciendo de cerrar todas nuestras fábricas en Japón y llevarlas a países con costes laborales mucho más bajos. Deslocalizar la producción de los Labors militares y policiales, o de otros Labors muy especializados, es imposible. Pero... estamos considerando crear una linea de Labors de bajo coste, los cuales se produzcan en varios puntos logísticos del planeta.
(Asuma) Veo que lo tiene todo planificado. Y a donde exactamente.
(Jefe logística) Brasil, Tailandia, Sudáfrica, Polonia... y por supuesto, en China... o tal vez en la India, si las circunstancias políticas son demasiado complicadas.
(Asuma) ¿Está hablando otra vez de política?
(Jefe logística) Señor presidente, la economía tiene también mucho de política. Mire en que situación se encuentran ahora mismo grandes multinacionales de nuestro país en China. Nissan o Toyota en automóviles, Matsushita o Sony en electrónica, Yoshitawa en farmacéutica y otras tantas. Empresas que están sufriendo el no mayoritario, pero in crescendo boicot a los productos japoneses en China. Y al mismo tiempo, en los países occidentales, Estados Unidos, pero sobre todo Europa, la demanda de nuestras exportaciones no para de caer. ¿Entiende a donde quiero llegar, presidente Asuma?
(Asuma) -echa un suspiro de preocupación- Sí... lo entiendo, Yoshikawa. Pero no estamos aquí para lamentarnos. Sea cual sea la circunstancia internacional... debemos seguir adelante. Pensando únicamente en satisfacer y sobrepasar con creces las expectativas de nuestros clientes.
(Jefe logística) Entonces... ¿Aprueba mi plan de deslocalización de producción?
(Asuma) Sólo dígame una cosa al respecto, Yoshikawa. ¿Repercutirá eso en la calidad final del producto?
(Jefe logística) Los procedimientos y esquema de producción serán idénticos a los de nuestras factorías de Japón.
(Asuma) Creo que no ha entendido mi pregunta, señor Yoshikawa. Se lo preguntaré de una forma más sencilla. La deslocalización de nuestra producción... repercutirá en nuestros excelentes trabajadores altamente cualificados de nuestras factorías de Japón, sin los cuales, nuestros Labors no serían de excelente calidad en todos los aspectos?
(Jefe logística) -se queda sin palabras- Pues...
(Asuma) ¿Piensa contratar para esas factorías "low cost" trabajadores muy jóvenes y sin experiencia, muchos de los cuales no tienen ningún tipo de formación específica, o lo que es peor, no tienen el más mínimo interés en los Labors?
(Jefe logística) Pero señor presidente, los números indican...
(Asuma) Enséñeme su teléfono móvil.
(Jefe logística) ¿Que? -se queda a cuadros-
(Asuma) Déjeme su móvil un momento. ¡Venga!
(Jefe lógistica) -se saca un iPhone 4 del bolsillo y se lo da a Asuma- Te tenga.
(Asuma) ¿Ve esto? ¿Lo ve? ¿Eh? Esto es el último grito en telefonía móvil. ¿No es así? Pero tiene un gran defecto. Podría ser mucho mejor de lo que en realidad es. ¿Por qué? Ya conocen el eslogan, caballeros. "Diseñado en California... fabricado en China". Fabricado en China por una empresa de Taiwan subcontradada por Apple para que le fabrique el iPhone. Para que sea fabricado por mano de obra esclava, explotada en turnos de catorce o incluso dieciséis horas, los siete días de la semana, sin vacaciones pagadas, ni seguro médico, ni nada de nada. Para que luego, en Tokio, Nueva York, Paris, Londres, Berlín o donde sea... uno se compre uno de estos dispositivos por... ¿cuanto le costo?
(Jefe logística) Emmm... unos 75.000 yenes.
(Asuma) Ah, muy bien. Un cacharro que ha tenido un coste de producción mucho más bajo de su coste final, no es algo muy ético, no le parece?
(Jefe logística) -se queda serio, sin decir nada-
(Asuma) Mire, Yoshikawa. Si está proponiendo hacer lo mismo con mis Labors... olvídelo. Mis Labors se seguirán fabricando en Japón por mano de obra altamente especializada, bien remunerada y tratada, para que fabriquen nuestros productos con la mejor calidad posible. Mientras yo siga siendo el Presidente de Industrias Pesadas Shinohara, mis Labors tendrán el valor justo que deben tener. Ni más, ni menos. Y si se me ocurre crear una línea de Labors de bajo coste y los fabricamos en el extranjero... no pienso permitir que se haga como con este aparatito que tengo en mi mano. ¿Ha quedado claro, director de logística Yoshikawa? -dice contundente, devolviéndole el iPhone deslizándolo sobre la gran mesa-
(Jefe logística) S s sí, presidente Asuma. Lo que usted mande. -dice todo cohibido-
(Jefe finanzas) -con una mueca en la cara- Es usted igual que su padre, presidente Asuma. El también tenía estos prontos en esa misma silla.
(Asuma) No se me ponga empalagoso y prosigamos con la reunión. Nos hemos desviado demasiado del tema principal. Así que... director de Investigación y Desarrollo Aida. Esta vez sí... ¿Está completamente listo para el lanzamiento al mercado el MFV-11 Cosmonaut? ¿? Aida... se encuentra bien?
Aida ha estado cómo ausente durante toda la reunión. Mirando sobre la mesa, cabizbajo, con la cara embobada, sin escuchar ni siquiera lo que allí se ha estado discutiendo. Todos se le quedan mirando extrañados. No es una actitud en absoluto normal en él. Entonces... Aida abre su carpeta que tiene delante, sobre la mesa y que se ve abultada. Y de la carpeta... saca una pistola Zastava CZ-99 de 9mm parabellum. Se la encañona a la sien, mirando a Asuma fijamente con una cara de sufrimiento, pero al mismo tiempo, con una sonrisa malévola, sujetando la pistola con la mano temblorosa. Todos los allí presentes se quedan boquiabiertos. Entre asustados, pasmados y sin saber que hacer. Pero Asuma el primero de todos. Y es entonces... cuando Aida dice algo.
(Asuma) -totalmente sobrecogido- Pero... pero... Aida. Que... Qué demonios estás haciendo!? ¡Suelta esa pistola ahora mismo!
(Aida) … Tú eres tú. Yo soy tú. Quienes creemos no existimos. Quienes viven... no creen. Quienes rompen el silencio... no hablan. Yo soy tú. Tú... serás quien de voz a los que no la tienen. Tú serás quien... -cerrando los ojos y tragando saliva- Oh, Dios mio. Quien lleve su hijo predilecto a la causa. El hijo que oye, siente y ve... lo que los demás no oyen, sienten ni ven. Él será... el principio del fin.
(Asuma) -alucinado a más no poder- ¿Que? Pero... pero... ¿Que demonios significa todo esto? Aida...
(Aida) -quita el seguro de la pistola- ¡Aaaaaah!
(Asuma) ¡Aida, no!
Aida... se pega un tiro en la cabeza, manchando con su sangre a Asuma y todos los allí presentes. El cuerpo ya muerto, cae al suelo, haciendo un charco de sangre a su alrededor. La consternación entre todos los allí presentes es total y absoluta. Asuma pero, mantiene la cordura y coge el teléfono de su mesa para avisar a su secretaria personal, gritándole muy nervioso que llame inmediatamente a la Policía, al mismo tiempo que dice a los demás hombres que no toquen ni un pelo del cuerpo de Aida ni nada a su alrededor. Aquí da comienzo un aparente y muy misterioso suicidio. Pero cómo Aida había pronunciado en sus últimas palabras... es sólo el principio.
En ese mismo instante, en una gran nave industrial a las afueras de Rio de Janeiro, Brasil, un grupo de técnicos e ingenieros, trabajan. Esa nave es un centro de investigación y desarrollo del fabricante brasileño de Labors policiales y militares "Omodoro". Allí, el jefe de investigación y desarrollo de la empresa, llamado Fernando Da Ponte, un tipo de unos cincuenta años blanco y de cabello oscuro peinado con ralla, junto a su ayudante primero, Leandro Souza, de entorno los 35 años, piel morena y cabello largo ligado con una coleta, trabajan en los últimos detalles del primer Labor de obras públicas de la empresa.
(Da Ponte) Esto ya está casi terminado. Unos pocos pequeños detalles más y ... Omodoro dominará el mercado brasileño de los Labors. -con sonrisa confiada-
(Souza) Si usted lo dice, jefe. Ya me gustaría a mi que pudiésemos vender más allá de Brasil. Conseguimos desarrollar un producto final verdaderamente competitivo. En Sudamérica no hay duda de que podemos ganar una cuota de mercado significativa. Pero en el resto del mundo...
(Da ponte) -le replica animado- Vamos, hombre. Para de hablar cómo un ejecutivo de traje negro. Nosotros somos ingenieros. A nuestros superiores les diremos que el tiempo que se ha utilizado para tener listo y a punto un gran Labor de obras públicas no ha sido en vano. Estoy convencido que hemos desarrollado una máquina excepcional.
(Souza) Para competir cara a cara con Shinohara, Schaft, General Electric o Samsung?
(Da Ponte) Por qué no. El mundo tiene que ver que Brasil no es sólo samba, mujeres exuberantes y bellas playas. Somos y seremos una potencia mundial en alta tecnología. También en este campo. Los Labors.
(Souza) Si usted lo dice, jefe. -a uno de los técnicos que trabaja a los pies del Labor prototipo- ¿Ya han cargado el software del sistema del prototipo?
(Técnico 1) Estamos trabajando en ello. Cinco minutos más y ya estará cargado y ejecutándose.
(Souza) Perfecto. ¿Y el sistema hidráulico y mecánico? ¿Ya está revisado?
(Técnico 2) Todo en orden. Sin ninguna anomalía. Todo listo y preparado.
(Souza) Muy bien. Ya sólo queda…
(Da Ponte) El sistema eléctrico. Sé que es una bobada, habiéndolo revisado hasta el último cable y circuito. Pero es el procedimiento.
(Souza) Entendido, director da Silva. ¡Eh, muchacho! ¿Cómo demonios se llama? Nunca me acuerdo del nombre.
(Da Ponte) Eres un despistado. Se llama Lugo. Es un joven ingeniero encargado del desarrollo del sistema eléctrico de la máquina. Tiene un futuro muy prometedor ese joven. Mejor será tratarle con tacto.
(Souza) Ah, sí. Lo que tú digas. ¡Eh, Lugo! ¿Donde estás?
El tal Lugo está en un rincón del gran taller, toqueteando dentro de una caja de herramientas. Da Ponte y Souza se plantan tras suyo, al ver que el chaval no les hace ni caso.
(Souza) ¡Eh, muchacho! ¿Estás sordo o que? ¡Te estamos llamando! -exclama enfadado-
(Da Ponte) ¿Se puede saber que estás haciendo en esa caja de herramientas? El test de movilidad del prototipo "G101" será realizado en cinco minutos. Por favor, no pierdas más el tiempo con eso.
(Souza) Ya has oído al director. ¡Venga a trabajar! ¿? ¡Levántate de una vez! -se enfada aun más-
Entonces... el tal Lugo, un joven de a penas 21 o 22 años, de piel morena y cabello muy corto y oscuro, coge algo en concreto de la caja de herramientas, se pone derecho... y de espaldas a sus jefes, suelta un discurso que ya nos es familiar.
(Lugo) Tú eres tú. Yo soy tú. Quienes creemos no existimos. Quienes viven, no creen. Quienes rompen el silencio, no hablan. Yo soy tú. Tú serás quien de voz a los que no la tienen. Tú serás quien lleve su hijo predilecto a la causa. El hijo que oye, siente y ve... lo que los demás no oyen, sienten ni ven. Él será... el principio del fin.
(Souza) -se queda sin entender nada- Que qué? ¿De que demonios estás hablando, joven? ¿Has estado bebiendo durante las horas de trabajo?
Entonces... Lugo se gira... y apunta a Da Ponte con un revólver Taurus Tracker del calibre .357. Lugo y Da Ponte se quedan pasmados, sin saber que hacer. Lugo aprieta el gatillo... y dispara en medio del pecho de Da Ponte, justo en el corazón, matando al hombre al instante. Después de asesinar al jefe de i+d+i de Omodoro... el joven técnico se encañona el revólver en la sien. Temblando cómo una hoja de miedo, con cara de profundo sufrimiento... pero no se atreve. Muy nervioso, apunta a Souza y los demás técnicos allí presentes para que se alejen de él... y huye corriendo de allí.
(Técnico 1) Je... Jefe! -muy asustado-
(Souza) -todavía en estado de shock- Lla... llama a la Policía. ¡Rápido!
(Técnico 1) ¡Sí, enseguida!
Al igual que Aida en Japón, un jefe de Investigación y desarrollo de un fabricante de Labors acaba de morir, si bien de una forma distinta. Allí ha sido asesinado por uno de sus empleados... que ha pronunciado el mismo discurso que Aida antes de suicidarse. No va a ser el único.
En ese mismo momento, En Estocolmo, capital de Suecia, es de noche. Un matrimonio sueco está cenando en un lujoso restaurante céntrico de la capital sueca. El cabeza de familia... se llama Rasmus Siggfrid, y es el jefe de Investigación y Desarrollo de la División de Labors de "Scania". El único fabricante sueco de Labors. Un tipo de unos cuarenta años, alto y guapote, arquetipo del hombre nórdico: piel blanca, ojos azules y cabello rubio con peinado un tanto informal. Cena agradablemente vestido de etiqueta con su esposa, llamada Elina, de más o menos su misma edad, cabello también rubio y ojos morados.
(Elina) ¿Ya hemos hecho bien dejando a los niños en casa?
(Rasmus) -le sonríe a su mujer- No pasa nada. Están con mi madre. Y no quiero que pienses más en eso. Esto es una cena romántica entre nosotros dos, cariño.
(Elina) Lo sé. Perdona. … ¿Que tal el trabajo?
(Rasmus) ¿Esto no es una cena romántica? ¿Por qué me lo preguntas?
(Elina) Por nada en especial. Simple curiosidad.
(Rasmus) De momento, todo bien. Si Scania quiere sobrevivir en el mercado europeo e internacional de los Labors... debemos buscar alianzas industriales con otros fabricantes en nuestra misma situación, para, juntos, ser más fuertes.
(Elina) ¿En vuestra misma situación? ¿No sería mucho mejor buscar alianzas con fabricantes más grandes?
(Rasmus) Ni hablar. Para que luego nos absorben y nos conviertan en una simple filial. Somos el único fabricante de Labors sueco independiente. No queremos acabar cómo Volvo. En manos de los chinos para que copien hasta el último tornillo de nuestras máquinas.
(Elina) Entonces... el acuerdo industrial al que llegasteis con los británicos, ha sido provechoso.
(Rasmus) Por supuesto. British Aerospace es una gran empresa tecnológica británica. Una de las más importantes en el sector de toda Europa. Tienen conocimientos, ingenieros extraordinariamente cualificados y lo que más nos interesa.
(Elina) ¿Dinero?
(Rasmus) Puedes decirlo así. Eres una mujer muy lista. Y muy guapa. -le sonríe y le besa la mano-
(Elina) Cariño... -le sonríe cariñosamente-
Entonces... otro hombre... un joven de veinte y pocos años que hay en el restaurante de traje y corbata, de ojos azules, cabellos rubios, cara seria y desafiante, se levanta de su silla del restaurante... y se planta ante el matrimonio. Y resulta ser que Rasmus le reconoce. Se llama Kagl Niesmer.
(Rasmus) ¿Quien eres, joven? -pregunta todo extrañado-
(Elina) ¿Le conoces? -le pregunta a su marido sin saber de que va aquello-
(Rasmus) Espera un momento. Ahora me acuerdo. Tú eres Niesmer. El del departamento de investigación en ingeniería mecánica e hidráulica. ¿Cómo estás? ¿Quieres sentarte con nosotros? -le dice con amabilidad-
(Niesmer) … -con mirada fría y seria, sin decir nada-
(Elina) ¿Te encuentras bien?
(Niesmer) Tú eres tú. Yo soy tú. Quienes creemos, no existimos. Quienes viven, no creen. Quienes rompen el silencio, no hablan. Yo soy tú. Tú serás quien de voz a los que no la tienen. Tú serás quien lleve su hijo predilecto a la causa. El hijo que oye, siente y ve... lo que los demás no oyen, sienten ni ven. Él será... el principio del fin.
(Elina) ¿Que? -se queda descolocada-
(Rasmus) -dice cómo si nada- Ah. No sabía que también te dedicases a la poesía
Entonces... Niesmer se mete la mano bajo su chaqueta y se saca una pequeña pistola Walther PPS, apuntándola directamente a la frente de Rasmus. Éste se queda boquiabierto, con la comida aun en la boca y su mujer echa un grito de terror. Niesmer aprieta el gatillo y dispara un único pero mortal disparo en medio de la frente de Rasmus, matándole al instante. Su mujer se alabanza sobre el cadáver ensangrentado de su marido, en estado de shock, en medio de un ataque de nervios, suplicando por su vida, ante el susto generalizado de los comensales del restaurante. El joven Rasmus, sin dejar de empuñar la pistola, sale de ahí cagando leches. Una nueva víctima mortal más... pero tampoco la última.
Siempre en ese mismo instante, en Nueva York, Estados Unidos, es mediodía. En la habitación de un hotel de lujo de Manhattan, se encuentran el jefe del departamento de Investigación y Desarrollo de la División de Labors de "General Electric", una gran multinacional industrial estadounidense presente en multitud de sectores... y su secretaria. Un hombre de 50 años calvo y con barriga pero grandote, llamado John Lesinger; y una mujer de 25 muy guapa, de cabellos rubios largos y ciertamente voluptuosa, con grandes pechos y muslos exuberantes, llamada Delly Wortswood. Pero no están allí para tratar asuntos de trabajo, si no más bien... para cometer una infidelidad. En otras palabras: están teniendo relaciones sexuales. Pero ella... no dice una palabra. Él tumbado boca abajo en la cama de la habitación y ella encima haciendo todo "el trabajo". Cuando ya llegan al final y él tiene el orgasmo... llega una nueva tragedia.
(Lesinger) -respirando deprisa justo después de tener el orgasmo- Ah... aaahhhh... -se ríe con cara de pervertido- De nuevo has estado fantástica, Delly. Eres la mejor. Esta ya ha sido la tercera vez que lo he hecho dentro de ti. Acuérdate de tomarte la píldora si no quieres que te deje embarazada, eh? -se vuelve a reír cómo un pervertido, mientras ella, sin decir una palabra, pero con una tímida sonrisa en su rostro, le mete un cigarrillo entre los labios de Lesinger y se lo enciende con un encendedor- Oh, muchas gracias. Apetece mucho después de correrme por tercera vez. -se ríe- Oye... hoy estás mucho más callada de lo habitual. No has dicho nada mientras lo hemos hecho. ¿Estás enfadada por algo? -dice un tanto preocupado-
(Delly) …
(Lesinger) Mira... lo hemos hablado más de una vez. De momento no puedo divorciarme de mi actual esposa cómo si nada. Pero te confieso... que me muero de ganas de separarme de esa zorra e irme contigo. -acariciando los muslos de Delly y con mirada babosa y pervertida- Sí... algún día serás mi esposa... y tendremos muchos niños. ¿Verdad que si, cariño? -haciendo risa pervertida otra vez-
Entonces.., Delly deja de sonreír... y pone cara muy seria, hasta terrorífica, mientras busca con la mano bajo la almohada tras ella un objeto... cuando ella suelta...
(Delly) Yo soy tú. Tú eres tú. Quienes creemos, no existimos. Quienes viven, no creen. Quienes rompen el silencio, no hablan. Yo soy tú. Tú serás quien de voz a los que no la tienen. Tú serás quien lleve su hijo predilecto a la causa. El hijo que oye, siente y ve... lo que los demás no oyen, sienten ni ven. Él será... el principio del fin.
(Lesinger) º _ º -se echa a reír con gran gesticulación- ¿Que coño acabas de decir? ¿Tantas corridas te han hecho perder la razón o que, eh? -se ríe- Mira, hablemos de cosas serías. Mañana yo... ¿Eh? Pero que... -se queda aterrorizado-
Delly... se saca de detrás suyo y de debajo la sábana, un pequeño revólver Smith & Wesson 627. Lesinger se queda de piedra, levantando las manos... y entonces Delly, clava el revólver sobre la barriga cervecera de Lesinger... y dispara el arma, manchándolo todo de sangre y tripas. El hombre grita desesperadamente de dolor. Ella se levanta cómo si nada, muy seria, todavía desnuda, pero no huye ni se suicida, al oír...
(Lesinger) -gritando muy desesperado, con todo su barriga y la cama llenas de sangre- ¡Aaaaaaaaahhh! ¡Joder, Dios, que alguien me ayude! ¡Aaaaaaahh! ¡Me voy a desangrar! ¡Aaaaahhhh! ¡Por qué lo has hecho! ¡Aaaahhhh! ¡Eres una mala puta! ¡Putaaaa! ¡Aaaaaahhhhh!
Delly se gira, mirando a Lesinger con una cara muy furiosa que da miedo, apunta el revólver hacia él... y dispara dos tiros, uno en el pecho y otro en la cabeza, matando a Lesinger al instante, quien calla para siempre. Ella, con la cara todavía furiosa, se acerca al cadáver de Lesinger... y le escupe en la cara con total desprecio. Se viste con prisas y sale de allí corriendo antes de que llegue gente del hotel o la Policía. Pero no lo consigue: al salir de la habitación, se topa con uno de los encargados del hotel, quien ha oído el ruido de los tres disparos. Ella sale corriendo, hasta que el encargado entra en la habitación... y se encuentra aquello. Sale corriendo tras ella para detenerla. Cuando ella sale de la recepción del hotel a la calle, hay transeúntes caminando con normalidad... y una pareja de policías de patrulla, andando. Al verlos, ella sale corriendo... hasta que el encargado sale del hotel, ve los policías y lo charla todo.
(Encargado) -les grita a los policías todavía sobrecogido- ¡Eh! ¡Agentes! ¡Esa mujer! ¡Persigan a esa mujer! ¡Acaba de matar a un hombre!
(Policía 1) ¿Cómo? -se queda de piedra-
(Policía 2) ¡Eh, señorita! ¡Policía! ¡Deténgase!
Delly sale corriendo tan rápido cómo puede... y los dos policías neoyorquinos, corriendo tras ella, con una mano sobre la funda de sus armas reglamentarias. Entonces la mujer se topa con unas obras de construcción... en las que hay un Labor que no se está utilizando en ese momento. Un Schaft H5 Navajo de Schaft América. La fugitiva no se lo piensa dos veces y se sube al Labor inmediatamente y lo pone en funcionamiento. Cosa que demuestra que, inexplicablemente, también sabe pilotar Labors. Los dos agentes que la persiguen, se quedan pasmados, pero llaman refuerzos inmediatamente por radio.
A penas un minuto después, en la central de la sección 8 de Patlabors del NYPD, la vieja amiga de Kanuka en Nueva York, la capitana Julie Hudson, entra en la sala de los oficiales.
(Julie) -entra en el despacho con un fajo de papeles bajo el brazo- ¿Otra vez en el twitter, oficial Nash? -pregunta con ironía, cómo una puya-
(Nash) -le dice medio en broma- No, capitana. Eso es para críos.
(Klein) -dice con sarcasmo- Tiene razón. Hace un rato estaba mirando "socorristas calientes punto com".
(Julie) º _ º
(Nash) -replica sonrojado- ¡Ah! ¡Cállate, mujer! ¡Tengo novia! No tengo necesidad de estar mirando guarradas por Internet. Y tú que, eh? -en tono sarcástico- Todo el día apretujado entre los brazos musculosos del mejicano. Con esos pectorales duros y esa...
(Klein) ¬ ¬ Cállate ya, quieres. Hablas cómo un gay.
(Julie) ¡Oficiales! -exclama frunciendo el ceño-
(Nash y Klein) ¡Sí, capitana!
(Julie) No vengo a hacer de Dr. Katz. Vengo a solicitar los informes escritos de la salida de ayer. ¿Están todos?
(Klein) Sí, capitana. Encima la mesa de Camacho.
(Alarma) ¡Atención! ¡Atención! ¡Aviso de emergencia! ¡Un siete nueve cero en curso en el distrito de Manhattan! ¡En la avenida once cerca del cruce con la octava avenida! ¡Sección Patlabor número ocho, movilización inmediata!
(Nash) - _ - Mierda. Ahora que estaba esperando la respuesta de la tetona en bikini de Florida.
(Klein) ¬ ¬ Serás cerdo.
(Julie) ¡Moveos, rápido! ¡Tenemos una emergencia! ¡A los vehículos!
En sólo un minuto, toda la sección al completo, con sus vehículos y sus Labors, los Paterson CV-21 Liberator, son movilizados al lugar indicado. Al estar cerca, llegan en cuestión de pocos minutos. Dos Liberator son elevados y el tercero permanece a la espera. Julie, junto al teniente Frank Pretorius, permanecen a distancia, retumbados sobre las puertas de su coche patrulla Ford Crown Victoria. El capitán de la unidad de tráfico que ha perseguido al Labor se acerca a la capitana mientras los dos Paterson CV-21 Liberator, pilotados por Nash y Klein, rodean al Schaft H5 Navajo de la asesina.
(Petrorius) Capitana. He ordenado a los dos oficiales que rodeen al Labor infractor por ambos flancos. Así le cortamos el paso y nos aseguramos que deje de avanzar. ¿Mantenemos la tercera unidad en la reserva?
(Julie) De momento, sí. No considero necesaria su movilización. No hasta que no me informen de los detalles.
(Petrorius) ¿No es extraño que aun no nos hayan dicho nada al respecto? ¿Que no nos hayan dado información del piloto del Labor infractor?
(Julie) Cierto. -el capitán de la policía de tráfico se planta ante ellos-
(Policía tráfico) -saluda a Julie- Capitana. Gracias por haber llegado a tiempo. ¿Necesita que le informe de la situación?
(Julie) No será necesario, gracias. Lo que necesitaría saber, es quien demonios pilota ese H5 Navajo robado.
(Policía tráfico) Entiendo. Aun no le han informado. Los de homicidios están en camino para detener a esa mujer.
(Julie) -se queda extrañada- ¿? ¿De que me está hablando? ¿Que pinta aquí el departamento de homicidios?
(Policía tráfico) Aun no tenemos datos de quien es quien pilota el Labor. Pero según testimonio de una de nuestras patrullas de a pie, que es quien inició su persecución, el piloto es una mujer... que ha asesinado a un hombre.
(Julie) -ella y Petrorius se quedan pasmados- ¿Que? Santo Dios del cielo.
(Policía tráfico) Por eso estamos a la espera de los de homicidios.
(Julie) Ahora lo entiendo todo. Por eso lo único que nos han ordenado desde la central de mando, ha sido la reducción del Labor. No nos han dicho nada de detener al piloto. … Frank.
(Petrorius) ¿Capitana?
(Julie) No perdamos el tiempo. Acabemos rápido con esto. Que los oficiales Nash y Klein reduzcan al Labor con la Barret enseguida.
(Petrorius) -se sorprende- Eh? Con... con la Barret, capitana? ¿Está segura?
(Julie) Sí, teniente. Estoy segura. No nos enfrentamos a un infractor. Sino a un asesino. Sacad a esa mujer de la cabina de ese Labor, ahora! -con cara y voz enfadadas-
(Petrorius) A la orden, capitana. -coge la radio- Oficiales. Desenfundad vuestras armas y disparad a las extremidades del H5. Es una orden directa de la capitana.
(Nash) ¿Que? -se queda parado-
(Klein) -sin entenderlo- ¿Por qué tan deprisa? ¿No debemos persuadir al delincuente a entregarse o negociar con él una salida al conflicto cómo manda el reglamento?
(Petrorius) No, oficial. Quien pilota ese Labor... es una mujer que acaba de cometer un homicidio. Sacadla de ese Labor ahora mismo.
(Klein) -impresionada- S sí, teniente. A la orden.
(Nash) Lo que hay que oír. Bueno pues. Manos a la obra.
Entonces... llega rápido y echando un sonoro frenazo un coche negro, un Chevrolet Impala nuevo, con una luz policial sobre el techo del coche. Se bajan del coche dos hombres, un blanco con gafas de sol y un negro con la cabeza rapada, ambos con traje y corbata. Se plantan ante Julie y Petrorius.
(Julie) Por fin han llegado. ¿Homicidios?
(Agente FBI 1) No, capitana. -se ponen la mano dentro la chaqueta y se sacan sus correspondientes placas... de agentes federales- FBI.
(Julie) -se queda pasmada- ¿Cómo? Pero... a que vienen aquí? ¿Puede saberse de que va esto? -pregunta enfadada-
(Agente FBI 2) No tenemos por qué darle explicaciones, capitana. Tenemos órdenes directas del Secretario de Estado de detener a esa mujer y mantenerla bajo custodia en la central de la Policía. En su debido momento nos la llevaremos detenida a Washington.
(Julie) -sin entender nada- ¿Detenida? Oiga... espere un momento, por favor. Lo único que sé al respecto es que esa mujer ha cometido un homicidio hace poco tiempo. Y también estamos esperando al departamento de homicidios que es quien...
(Agente FBI 1) Sus superiores ya han sido debidamente informados y la orden de detención enviada a la autoridad local correspondiente.
(Petrorius) ¡Capitana! Misión cumplida. Los oficiales Nash y Klein acaban de informarme que el Labor ha sido reducido por completo. Ahora mismo la mujer en cuestión está siendo detenida por agentes del FBI.
(Julie) De acuerdo, teniente. Vaya a los trailers y reporte lo sucedido a los oficiales.
(Petrorius) Enseguida, capitana. -se marcha hacia su vehículo de mando-
(Julie) ¿Puedo al menos saber... quien es la mujer en cuestión y que ha hecho?
(Agente FBI 2) De acuerdo. Se llama Delly Worswooth. Secretaria personal del director jefe de investigación y desarrollo del departamento de Labors y vehículos especiales de General Electric, John Lesinger. Es este hombre quien ha asesinado.
(Julie) -se queda boquiabierta- ¿Que? Dios Mio. -se pone seria de golpe- Eh... esperad un momento.
(Agente FBI 1) ¿?
(Julie) Entonces este asunto... tiene relación con los Labors?
(Agente FBI 1) Lo siento, capitana. No estamos autorizados a hablar sobre eso. Sus superiores le informaran en el debido momento.
(Julie) -replica seria y contundente- Creo que no me han entendido, señores. Les estoy pidiendo de colaborar en la investigación. Si se trata de un asunto relacionado con Labors...
(Agente FBI 2) -le corta con cierta prepotencia- Usted no pinta nada aquí, "señorita".
(Julie) -con mirada amenazante- No me digas "señorita", maldito funcionario prepotente de Washington. Espera. Creo que ya sé a quien recurrir en esto. Sí... ¡es ella a quien debo llamar! -exclama alegre-
(Agente FBI 2) Nos llevamos a la detenida, capitana. De momento la custodiaremos en la central del Departamento de Policía de Nueva York durante unas 48 horas para saber sobre las investigaciones sobre el lugar del crimen y sobre el terreno. Después nos la llevaremos a... ¿? ¿Puede saberse a quien llama ahora? -dice muy extrañado-
(Julie) -llamando con su Smartphone y con sonrisa confiada en la cara- A alguien que puede echarnos una mano tanto a mi cómo a vosotros en la investigación del crimen.
(Agentes FBI) ¿?
En el mismo instante... en casa de los Ota, en Tokio, es medianoche. Kanuka y Ota acaban de acostarse... y se puede decir que Ota tiene ganas de "jugar". Pero la diversión se verá cortada de golpe por dos llamadas que anuncian algo terrible.
(Ota) -besando a Kanuka en el cuello- Oye, cariño. Esta noche no te duele la cabeza. ¿Verdad que no? -en tono burlón-
(Kanuka) -se gira de cara a Ota y le responde con besos en la boca- Mmmm Sabes, Isao... Hoy he tenido un día absolutamente horrible. -sin parar de besuquearse- … He llegado tarde por culpa de un atasco. Hemos tenido una reunión de tres horas con el jefe Goto en la cual casi me duermo... La comida me la he tenido que comer deprisa y mal... y al regresar a casa, Rei me ha pedido que le de clases de inglés e historia, al mismo tiempo que Jiro no paraba de jugar conmigo. Ser mamá y agente especial de la Agencia de Seguridad Nacional a la vez es muy duro, cariño. Mmmm -sigue con los besuqueos-
(Ota) -dice ya totalmente excitado- Eso... eso demuestra que eres una mujer magnífica. Una belleza hawaiana casada con un tonto de Iwate cómo yo. Pero magnífica.
(Kanuka) -se ríe toda contenta- Tonto. Que. -con voz seductora- ¿Jugamos al poli bueno y al malo o... mejor a los mineros? ¿Mh?
(Ota) No me tienes, no me tientes... que no respondo de mi, bombón. -se ríe todo divertido, cuando entonces suena el móvil de Kanuka, mientras la pareja no para de besuquearse y acariciarse- Déjalo, cariño. Deja que suene.
(Kanuka) No. Puede ser importante. Tengo que ponerme.
(Ota) -se lo toma mal- Oh, venga ya. Esta noche yo tenia ganas de...
(Kanuka) -coge su móvil y se queda parada al leer la pantalla- ¿Que?
(Ota) ¿? ¿Qué te pasa? ¿Quien es?
(Kanuka) Es... es Julie. Mi vieja amiga de Nueva York. ¿Por qué demonios me llama justamente ahora?
(Ota) -frunce el ceño- Vaya, hombre. Que inoportuna. Ahora que teníamos un momento de intimidad. -dice muy molesto-
(Kanuka) -se pone- Hello, Julie. Me alegra que me llames. Pero que sepas que en Tokio es medianoche y yo y mi marido... Oye oye, que. … ¿Que? -se pone seria de golpe y Ota se extraña- … Cuando hace de eso. … ¿Que quien han asesinado? … Entiendo. … Sí. … ¿Y el culpable? … ¿Lo custodia el FBI? ¿Por qué? … Me has dicho que ha asesinado al jefe de Investigación y Desarrollo en Labors de General Electric. Pero eso no justifica que el FBI tenga que meterse en esta investigación de un caso de asesinato. … ¿Cómo? … ¿Que quieres que yo también participe? Pero Julie, soy agente especial de Japón. En Estados Unidos sólo soy una ciudadana normal y corriente. … Ah, ya. … Sí, ya veo que quieres decir. … Pues lo cierto es que no sé si podré. Tendré que pedirle autorización al Jefe Goto y todo eso, ya sabes. … Sí. … Sí. … De acuerdo. … ¿Que insinúas? … -hace risa entre dientes- No, Julie. Quítatelo de la cabeza. Las tres eses dejaron de existir hace años. Y nosotros acabamos con ellas. … ¿Eh? … Mira, está bien. Haré lo que me pidas. … Entendido. Volveré a llamarte. Adiós. -cuelga-
(Ota) ¿Qué ha pasado? -pregunta preocupado-
(Kanuka) -igualmente preocupada- No lo sé, Isao. Ha habido un asesinato muy extraño en Nueva York. El jefe de Investigación y Desarrollo en Labors de General Electric ha sido asesinado por su secretaria. A primera vista parece el típico caso de amante celosa que se carga a su pareja.
(Ota) -dice malhumorado- ¿Y sólo por eso te llama? Que perdida de tiempo.
(Kanuka) ¬ ¬ A ti lo que te pasa, es que esta noche tenías ganas de jugar conmigo y te has quedado con las ganas.
(Ota) -replica rabioso... pero enseguida se pone tierno- ¡Pues claro que estoy enfadado! Son pocas las noches que podemos acostarnos los dos con ánimos y ganas de amarnos cómo es debido. De querernos.
(Kanuka) -sonríe cariñosamente- Ya lo sé, Darling. Pero... -se vuelve a poner seria- hay dos detalles que le han llamado mucho la atención a Julie. Que el FBI ha detenido inmediatamente a la asesina... y que estos le han dicho, que han recibido órdenes directas del Secretario de Estado.
(Ota) ¿Que? ¿El secretario de Estado? -dice sin entender nada-
(Kanuka) Es el equivalente aquí del Ministro del Interior. Es decir, que las altas esferas políticas de Estados Unidos saben algo relacionado con los Labors... y es importante. Lo bueno es que...
(Ota) -mirando sonriente a su mujer- Siendo quien eres y estando donde estás... lo sabrás enseguida. Estoy seguro de ello, cariño.
(Kanuka) -le vuelve a sonar el móvil- ¿? Vaya. Esta noche las noticias vuelan.
(Ota) ¿Quien es ahora?
(Kanuka) El jefe Goto. -se pone- Buenas noches, jefe. … No se preocupe. Mi Isao esta noche tenía muchas ganas de estar conmigo, usted ya me entiende. Pero al final se quedará con las ganas. … Sí, disculpe, jefe. Ya sé que se trata de un asunto muy serio. … Verá, señor. Acabo de recibir una llamada desde Nueva York. … Sí, exacto. De Julie. ¿Cómo lo sabe? -preguntando sorprendida- ¿Que? -se queda estupefacta- ¿Hace sólo dos horas? … ¿En Industrias Pesadas Shinohara? … Santo Dios. ¿Asuma está bien? ¿Le ha pasado algo a él? -pregunta muy preocupada- … Sí. … Sí. … En Rio De Janeiro. … ¿Y en Estocolmo? … Y... ¿Eh? … Oh... Ahora lo entiendo. Pero... No es posible. … Parece cómo si. … Bien, jefe. Me visto inmediatamente y vengo enseguida. … ¿Que? -se queda de piedra- … ¿Lo está diciendo seriamente? … Sí. … Sí, entendido. Cumpliré sus instrucciones, señor. … De acuerdo. Le llamaré en veinticuatro horas, señor. Adiós. -cuelga muy seria e intrigada. Se gira y ve a Ota mirándola también muy serio- Isao...
(Ota) -mirándola seriamente- Ahora si que no tendremos un momento de intimidad en días. ¿No?
(Kanuka) -besa a Ota- Lo siento. Perdona, cariño. Ha surgido algo muy serio y debo irme enseguida.
(Ota) ¿A la sección 5?
(Kanuka) No. A Nueva York. -se levanta y se viste deprisa-
(Ota) -se queda estupefacto- ¿Que? ¿Pero por qué? ¿Que se te ha perdido a ti en Nueva York?
(Kanuka) -mientras se viste con prisas- El jefe Goto me ha autorizado a hacer de observadora y colaborar, si es necesario, en la investigación del FBI sobre el asesinato del jefe de desarrollo e investigación en Labors de General Electric. Mi vuelo sale dentro de una hora. -saca su pistola Colt M1911 de un cajón y la carga-
(Ota) ¿Es necesario que también te lleves eso? -le pregunta muy serio-
(Kanuka) -se mete la pistola bajo la chaqueta- Cuando soy tu esposa, no. Cuando soy Policía, sí. Isao...
(Ota) Dime.
(Kanuka) No sé cuanto tiempo durará esto. Encárgate de Rei y Jiro estos días. ¿Entendido?
(Ota) Claro, descuida.
(Kanuka) Adiós.
(Ota) ¡Kanuka!
(Kanuka) Yes?
(Ota) -mirando a Kanuka con amor- … Ten mucho cuidado, por favor. No permitas que te pase nada.
(Kanuka) -le sonríe cariñosamente- Lo mismo te digo, cariño. Me voy. Izubuchi me espera para recogerme. -besa a Ota y le acaricia el cabello- Te quiero.
(Ota) Yo más a ti, mi amor. Adiós.
(Kanuka) Good bye. -se marcha-
Unas pocas horas después... en Londres, Reino Unido, dos hombres llaman al timbre de la puerta de una casa del opulento barrio londinense de Chelsea. Quien vive en esa casa junto a su familia es Roberth Erermich, jefe de investigación y desarrollo de la División de Labors de British Aeroespace (BAE). Y quien llaman a la puerta, resultan ser dos agentes del MI5.
(Eremich) -abre la puerta- ¿? Buenas noches. ¿Están buscando a alguien?
(Agente MI5 1) ¿Es usted Roberth Eremich? ¿Jefe de Investigación y desarrollo en Labors de British Aerospace?
(Eremich) Sí señor. Yo mismo. ¿En que puedo ayudarles?
(Agente MI5 2) -el y el otro agente muestras sus identificaciones- Somos del MI5. Tenemos órdenes de recogerle y custodiarle hasta un lugar seguro.
(Eremich) ¿? ¿De que están hablando?
(Agente MI5 1) Varios jefes de Investigación y desarrollo en Labors de fabricantes de todo el mundo se están suicidando o están siendo asesinados. Hemos venido aquí para prevenir más víctimas entre los fabricantes de Labors de nuestro país.
(Eremich) -se queda un tanto consternado- Vaya. Entonces lo que me ha contado el director general esta misma tarde es cierto. Me ha explicado que ha pasado algo muy extraño en Industrias Pesadas Shinohara. En Japón.
(Agente MI5 2) ¿Nos está diciendo que ya está enterado de lo que sucede?
(Eremich) Un poco por encima. Todos los fabricantes de Labors están enterados de lo que pasa. Es cómo un virus que se ha extendido por todo el mundo y nadie sabe la cura.
(Agente MI5 1) Por favor, acompáñenos. Es por su propia seguridad.
(Eremich) ¿Pueden decirme cuando tiempo estaré escondido?
(Agente MI5 2) No lo sabemos. Mientras duré la situación. Vamos, dese prisa.
(Eremich) De acuerdo. Dejen al menos que recoja cuatro cosas y me despida de mi familia.
(Agente MI5 1) No. Debemos irnos ya. Cualquier persona, incluso de confianza, puede ser sospechosa de querer matarle.
(Eremich) -exclama indignado- ¿Incluso mis hijos? Sólo tienen cinco y ocho años. ¿Que me van a hacer? ¿Eh?
(Agente MI5 2) Lo lamentamos de veras, señor Eremich. Son órdenes.
(Eremich) Está bien. Vayámonos.
(Esposa de Eremich) -llega y se preocupa mucho- Cariño. ¿Quienes son estos hombres? ¿Vas a alguna parte?
(Eremich) Debo irme con ellos. Son agentes del gobierno.
(Esposa de Eremich) -se queda pasmada- ¿Que? ¿Pero por qué se lo llevan? ¿Que ha hecho mi marido? -exclama muy preocupada-
(Eremich) No he hecho nada. Al contrario. Se me llevan para protegerme.
(Esposa de Eremich) Pero...
(Eremich) Adiós. Volveré pronto, no te preocupes.
Los agentes del MI5 suben a Eremich a las plazas traseras de un coche Jaguar XF gris oscuro, se sientan delante y emprenden la marcha. El que va sentado en el asiento izquierdo (el del copiloto) llama a su superior. El jefe del MI5, Kevin Broomwich, quien está en su despacho.
(Broomwich) -se pone al teléfono- Sí.
(Agente MI5) Tenemos a la gallina de los huevos de oro en nuestras manos.
(Broomwich) Buen trabajo. Traédmelo aquí. Aun tenemos que encontrar al de Winston. En este mismo momento está en grave riesgo. Regresa en un vuelo proveniente de Canadá para una reunión de colaboración en un proyecto conjunto con Standard & Hill. En cuando aterrice en Heathrow informadle de la situación y me lo traéis aquí. Mientras no descubramos quien está detrás de los crímenes en masa entre los científicos en Labors, les mantendremos escondidos y en secreto.
(Agente MI5) Entendido, señor. -cuelga-
(Eremich) ¿También van a detener al de Winston?
(Agente MI5) No es una detención, señor Eremich. Es una custodia para mantenerlo seguro y a salvo. No debe preocuparse por nada. Nosotros garantizaremos su seguridad.
(Eremich) -sin entenderlo- ¿No está la Policía para eso? ¿Por qué debe custodiarme el servicio secreto?
(Agente MI5) Lo sabrá en su debido momento. Ahora cierre el pico y cálmese. No le pasará nada.
Una hora después, en el aeropuerto de Heathrow, un Boeing 747 de British Airways proveniente de Toronto, aterriza. Dos agentes del MI5, esperan en la terminal de desembarque. Cuando ven al hombre en cuestión que esperan, Jeremy Nollham, van derechos hacia él.
(Agente MI5 1) ¿Señor Jeremy Nollham?
(Jeremy) Sí. Soy yo. ¿Son policías?
(Agente MI5 2) -les muestran las identificaciones- No. MI5. Tenemos órdenes de custodiarle hasta un lugar seguro. Le protegeremos.
(Jeremy) Entiendo. Soy una víctima potencial que puede ser asesinada por... no se sabe quien.
(Agente MI5 1) Por favor, acompáñenos. Tenemos un coche esperando afuera.
(Jeremy) Me he enterado que en Nueva York la secretaria personal de John Lesinger le ha matado. Es una pena. Era un gran ingeniero robótico. Un viejo verde, pero un genio. Y en Japón... Aida, la mayor joven promesa del mundo de los Labors, se ha volado la tapa de los sesos ante las narices de Asuma Shinohara. Y aquí no termina la cosa.
(Agente MI5 2) Lo sabemos. Por eso estamos aquí. Salgamos de aquí enseguida. Cualquiera podría ser su verdugo.
(Jeremy) Sí, claro.
Los tres hombres salen de la terminal. Van a coger el coche que han aparcado a fuera, un Jaguar XF gris oscuro. Se suben al coche y en cuando le dan al contacto... el vehículo explota, volando en mil pedazos y matando al instante a sus tres ocupantes e hiriendo a muchas personas que hay cerca. Pocos minutos después, Broomwich es informado de lo sucedido, quedándose muy rabioso e impotente. Pero es también entonces... cuando piensa que hay dos viejos colegas a los que puede recurrir: Kosinsky y Goto.
Pero la lista de víctimas no termina aquí aun. Rusia. En una base de Labors militares del ejército de tierra ruso, donde están desplegados Labors de combate anticuados Kasarov TM-280 Zhaisev y otros mucho más modernos y de último grito Kasarov TM-770 Gagarin, es también un centro de pruebas del fabricante ruso de Labors militares y policiales Kasarov. Allí trabajan en un proyecto altamente secreto: el futuro Labor militar ruso de cuarta generación. Ante el puesto de control para acceder a la base, perdida en medio de un valle nevado inmenso del sur de Rusia, llega un vehículo civil. Un todo-terreno UAZ Patriot. En él van el sub-director de Investigación y desarrollo del proyecto "NG14", llamado Ilyuchin Gregorin; y dos mujeres periodistas, una rusa y una extranjera. Antonova Chirena, quien ha sobornado a Gregorin para que les muestre el prototipo... y la veterana y aventurera reportera japonesa Momoko Higurashi (de soltera Momoko Sakurayama).
(Momoko) -temblando de frío- Iiiggghhhh quien me mandaba a mi venir aquí. Me acabo de casar y en vez de irme de luna de miel a una playa paradisíaca con mi amor para mostrarle mis encantos, me tengo que ir a una base militar perdida en medio de Rusia. -dice malhumorada-
(Antonova) -mirando a Momoko con sonrisa burlona- No te quejes tanto, Momoko. Tú misma tomaste la decisión en cuando te llame para proponerte este reportaje. ¿No es así?
(Momoko) Sí, sí, claro que lo sé, mujer. Pero déjame preguntarte una cosa. ¿No había nadie más que yo en Japón o donde fuese para este reportaje?
(Antonova) ¿Lo dices seriamente? Tú, la mítica reportera que cubrió en vivo y en directo los dos combates del legendario Labor negro en Tokio hace doce años. Es un tema que te interesa mucho. ¿Me equivoco?
(Momoko) Sí, me interesa mucho. Pero entonces era muy joven y con energías de sobra. De todas formas... espero que valga la pena lo que sea que vayamos a ver.
(Antonova) Por supuesto, Momoko.
(Momoko) ¿No tendrás problemas haciendo este reportaje? Teniendo en cuenta cómo está el periodismo en Rusia...
(Antonova) No se trata de cómo reveles el secreto, si no de cómo lo expliques. Si lo explicas de manera que lames el culo al poder, para ellos suena simpático y entonces, no te harán nada, porque en realidad les habrás hecho un favor. ¿Entiendes?
(Momoko) -en tono sarcástico- Ah, ya. Que viva la libertad de prensa y expresión en Rusia.
(Ilyuchin) Señoritas. Escondan sus mochilas bajo los asientos. Y quédense serias, cómo si fuesen dos maniquís. Ya hemos llegado al segundo puesto de control. -para el todo-terreno frente la barrera del puesto de control y baja la ventanilla-
(Policía militar) Buenos días, doctor. Llega un poco tarde. El director general de desarrollo ha llegado hace más de una hora.
(Ilyuchin) -exclama quejoso- Oh, no me hables de ello, por favor. He tenido que ir a recoger a mis dos amigas que han venido a verme desde Moscú. Y ahora no sé donde meterlas. ¿No te importa que me las lleve conmigo a que echen un vistazo a las instalaciones, verdad que no?
(Policía militar) Doctor, sabe perfectamente cuales son las normas al respecto... oiga... ellas no serán en realidad...
(Ilyuchin) -con sonrisa malevola- Pues claro, joven. ¿Quieres que te consiga una "amiga" para ti también? ¿Mh?
(Policía militar) Eh... pues... si no le importa, doctor. Llevo meses sin estar con una mujer.
(Ilyuchin) Te conseguiré una amiga dentro de una semana. ¿Puedo pasar ya? El jefe me está esperando.
(Policía militar) Oh, sí, por supuesto, Doctor. Adelante. -sube la barrera y entran en la base-
(Momoko) - _ - Ogghhh que susto. Pensaba que nos iba a pillar. ¿Cómo se ha podido tragar lo de hacernos pasar por unas simples amigas que vienen de Moscú?
(Ilyuchin) Usted tampoco lo ha pillado, japonesa.
(Momoko) ¿Que? -se queda sin entender nada-
(Antonova) En realidad nos ha hecho pasar por dos prostitutas de lujo. ¿Es que no has pillado el lenguaje subliminal?
(Momoko) -se pone roja cómo un tomate- Q q queeeeee? ¡Es que no tenías otra forma de hacernos pasar a dentro!?
(Ilyuchin) Es un recurso que uso a menudo cuando vengo de compañía femenina no autorizada.
(Momoko) ¿Y si es compañía masculina?
(Ilyuchin) Les digo que son viejos colegas de la universidad. Porque el 90% de las veces es así.
(Momoko) Menuda seguridad. Y una cosa. ¿Que clase de sitio es éste?
(Ilyuchin) Esto era una antigua base de ICBM's.
(Momoko) ¿Eing? No entiendo.
(Antonova) Antes, desde los tiempos soviéticos, esto era una base de misiles balísticos intercontinentales. Se cambió a una base de Labors de combate hará unos diez años. Desde hace unos cinco años, la empresa Kasarov, quien crea los Labors militares y policiales rusos, y en consecuencia, tiene fuertes lazos económicos y políticos con el gobierno, instaló su centro de pruebas finales para sus prototipos aquí mismo. Es el sitio ideal. En una zona aislada, en unas instalaciones a decenas de metros bajo el suelo, a salvo de aviones y satélites espía americanos o de otras potencias. Y además, pueden probar los prototipos con modelos ya en servicio.
(Ilyuchin) No cuente más detalles, por favor. Que al final me quedaré sin nada que explicarles. -se ríe- Oh, ya hemos llegado.
Los tres se bajan del vehículo, entran en un pequeño edificio de hormigón donde hay un ascensor, y se meten dentro. Ilyuchin le da a un botón y el ascensor empieza a bajar hacia abajo.
(Ilyuchin) Ya pueden sacar las cámaras si quieren. Ahora ya están seguras. Nadie las vigila.
(Momoko) ¡Ah, que bien! -alegrándose- Ya empezaba a estar harta de tanto secretismo y tanta medida de seguridad. ¡Pienso hacer un buen reportaje del gran Labor secreto de la Madre Rusia! ¡Ja! -dice muy segura mientras saca su cámara digital profesional y se pone a grabar-
(Antonova) No te descontroles, Momoko. Mientras sigas en Rusia tu trabajo deberá hacerse siempre bajo unos parámetros muy estrechos. Si ahora estamos seguras es únicamente porque contamos con la autorización del Doctor Gregorin y el Director General, el Doctor e Ingeniero jefe Basili Guzchin.
(Momoko) Basili Guzchin... es decir, que este hombre es en realidad quien dirige el desarrollo del proyecto secreto "NG-14." ¿Cuanto rato baja este ascensor?
(Ilyuchin) El Laboratorio central del proyecto NG-14 está en una zona de máximo aislamiento. A veinte niveles bajo el suelo. Es decir, a unos trescientos metros bajo el suelo.
(Momoko) -se asusta- ¿Queeeee? Madre mía, creo que empiezo a tener claustrofobia. -llegan al nivel menos veinte y se bajan del ascensor, andando por un pasadizo gris y oscuro de hormigón, iluminado por unos pocos fluorescentes en el techo- Otra pregunta, Doctor.
(Ilyuchin) Creía que hasta que no les mostrase el prototipo no me harían preguntas.
(Momoko) -se pone seria- No es por el proyecto NG-14. Antes de venir hasta aquí, en el hotel, me ha llamado mi jefe desde Tokio. Me ha dicho algo muy preocupante. Ingenieros jefes de Industrias de los Labors alrededor del mundo están siendo asesinados. E incluso el de Industrias Pesadas Shinohara, se ha suicidado en medio de una reunión. ¿Tiene algo que decir al respecto de eso?
(Ilyushin) -se queda quieto, sin contestar a Momoko, de espaldas a las dos periodistas- … Señora... no puedo decirle nada al respecto. Pero confío en el Doctor Jefe Vasili. Él sirve a la ciencia y a su país. Nunca se metería en historias extrañas. Estoy convencido de ello.
(Antonova) -se gira al haber creído ver algo- ¿?
(Momoko) ¿Que ocurre, Antonova?
(Antonova) Me ha parecido ver una sombra detrás nuestro, cerca del ascensor.
(Ilyushin) A veces a mi también me pasa. Pero éste es uno de los niveles inferiores y a estas horas no hay nadie más que el Doctor Jefe. Sigamos.
Momoko, Antonova e Ilysuhin, llegan a una puerta blindada con un control de seguridad electrónico. Ilyushin mete una tarjeta en una ranura, introduce un código numérico y la puerta se abre automáticamente. Pasan por una cámara intermedia iluminada con luz ultravioleta y allí, Ilyushin abre la segunda puerta con un control electrónico de huellas dactilares. La puerta se abre... y se dan cuenta que la sala está a oscuras.
(Antonova) ¿? ¿Que es esto? ¿Al Doctor Jefe le gusta trabajar a oscuras? -dice muy extrañada-
(Ilyushin) No. ¡Doctor Basili! ¿Está usted aquí!? ¡Respóndame!
(Momoko) Pondré la visión nocturna de la cámara, a ver si encuentro el interruptor de la luz.
(Ilyushin) Está en la pared de detrás, unos tres metros al lado de la puerta.
(Momoko) ¡Ya lo tengo! ¡Enciendo la luz!
Se hace la luz en la sala, e inmediatamente... los tres se quedan horrorizados. Momoko echa un grito de terror y los dos rusos se quedan de piedra. El Doctor Vasili está muerto. Se ha suicidado, ahorcándose en uno de los brazos del prototipo de Labor militar de cuarta generación, los cuales están abiertos, teniendo el Labor el cuerpo cómo si estuviera crucificado. Una vez más, un jefe de investigación y desarrollo de un fabricante de Labors ha muerto. Esta vez, suicidándose. O tal vez... es lo que se quiere por parte de alguien que se crea?
Sólo una hora después. Tel Aviv, Israel. En la sede del Gabinete, se va a producir una reunión de máxima importancia. Están presente en ella el Primer Ministro, los ministros de Asuntos Exteriores, Defensa e Interior. También, dos hombres del Mosad, el servicio secreto israelí. Su mando supremo, el General Haleb Gorski... y un viejo conocido de Goto: el comandante Hotieb Kosinski, encargado de la séptima división exterior del Mosad.
Sentados en sendas sillas de piel alrededor de una gran mesa rectangular, la reunión de alto secreto, da comienzo.
(Primer Ministro) Señores. Gracias por haber venido hasta aquí. Antes que nada que quede muy claro que esta es una reunión de máximo secreto y que nada de lo que se comente ni se hable entre estas cuatro paredes debe hacerse público bajo ninguna circunstancia. El sumario de esta reunión se mantendrá en secreto oficial durante los próximos veinte años. Bien... es su turno. General Gorksi?
(Gorksi) Señor Primer Ministro. En las últimas 24 horas, han tenido lugar asuntos relacionados entre sí y digamos... muy delicados. Para ser más exactos, es algo... cómo lo de hace tres años.
(Ministro Interior) ¿Puede ser más preciso y no ir con tantos titubeos? Aun no sabemos por qué hemos sido convocados aquí con la máxima urgencia.
(Ministro Exteriores) ¿Es algo relacionado con la crisis permanente con Iran?
(Ministro Defensa) No. No puede tratarse de eso. Ese asunto lo llevamos nosotros. Y por ahora no...
(Gorksi) Labors. Ese es el asunto.
(Kosinski) -sonríe confiado, cerrando los ojos- Me lo temía. Ahora lo entiendo todo.
(Gorksi) Usted está aquí para obedecer mis órdenes, comandante. Así que de momento, limítese a escuchar.
(Kosinski) Sí, señor.
(Gorksi) En las últimas horas, varios responsables de los departamentos, secciones o oficinas, cómo quieran llamarlo, de investigación, desarrollo e innovación, lo que es vox populi "i+d+i", han sido muertos en varios países del mundo. -los ministros se ponen a hablar entre ellos en voz baja; Kosinski se queda escuchando muy seriamente-
(Primer Ministro) ¿Las tres eses han regresado?
(Gorksi) No, señor. No tiene absolutamente nada que ver. Las tres eses fueron totalmente eliminadas. Lo cierto es que... tal vez estemos persiguiendo sombras inexistentes e inconexas entre ellas.
(Primer Ministro) Qué quiere decir.
(Gorksi) Señor Primer Ministro... ayer por la tarde, hora japonesa, el Ingeniero informático, robótico y aeroespacial Yoshitaku Aida, tal vez uno de los mejores cerebros pensantes que "había" en Japón... durante una reunión del consejo ejecutivo de la empresa para la que trabajaba y para la cual estaba dirigiendo el desarrollo del que será próximamente el primer Labor de cuarta generación del mundo...
(Primer Ministro) Que hizo.
(Gorski) Se suicidó. -todos se quedan pasmados- Se levantó; se sacó una Zastava de 9 milímetros... y se voló la cabeza. No antes sin soltar un discurso que... por ahora es la clave del misterio. Según la transcripción de la cámara de seguridad del despacho donde sucedió todo y del testimonio de todos los allí presentes, que nos ha proporcionado la NNSA... el sujeto dijo lo siguiente. -se pone gafas para leer y se pone a leer una hoja de papel- "Tú eres tú. Yo soy tú. Quienes creemos no existimos. Quienes viven no creen. Quienes rompen el silencio no hablan. Yo soy tú. Tú serás quien de voz a los que no la tienen. Tú serás quien... Dios mio... quien lleve su hijo predilecto a la causa. El hijo que oye, siente y ve... lo que los demás no oyen, sienten ni ven. Él será... el principio del fin." … -se quita las gafas y se queda mirando seriamente al Primer ministro- Luego... echó un fuerte grito... y se disparó el arma a la cabeza. Según la autopsia de los médicos forenses no han encontrado restos de drogas, alcohol o otras sustancias estupefacientes en su sangre... ni tampoco sufría de ninguna patología psiquiátrica o mental. Era una persona completamente normal, con una vida normal... si bien cabe decir, con un trabajo muy importante, ya que no estamos hablando en absoluto de una persona cualquiera.
(Ministro Defensa) El hecho de que trabajase en tan importante proyecto para Industrias Pesadas Shinohara, el mayor fabricante de Labors del mundo... no deja de ser demasiada casualidad. ¿No creen, señores?
(Gorski) Eso si sólo hubiese pasado en Industrias Pesadas Shinohara. Pero el caso... es que tenemos más víctimas de la misma clase.
(Primer Ministro) ¿Lo que ha pasado en Brasil o en Suecia, por ejemplo?
(Gorski) Esos dos ejemplos... son lo que ha conocido la opinión pública. En primer lugar, el jefe de investigación y desarrollo de Omodoro, el fabricante de Labors de Brasil, ha sido asesinado por uno de sus empleados. El mundo conoce dicho asesinato, porque las cámaras de la televisión estaban cerca cuando el joven asesino estaba rodeado por agentes de policía que intentaban convencerlo para que soltase el arma. Pero al final dicho muchacho se encañonó el arma en la sien y se suicidó, sin poder saber quien le empujó a hacer eso. Hemos hecho contactos no oficiales con el gobierno de Brasil para que movilicen a sus servicios secretos en la investigación... pero de momento se niegan a hacerlo.
(Ministro Exteriores) ¿Y en Suecia?
(Gorski) Es un caso muy semejante, por no decir idéntico. Un joven empleado, ha asesinado al jefe de I+d+I del único fabricante de Labors de Suecia: Scania. La diferencia es que esta vez el asesinato se produjo en un local público, fuera de sus horas de trabajo. Aquí, una vez mas, cómo en el caso anterior... el joven pronunció el mismo discurso que Aida antes de suicidarse.
(Primer Ministro) Pero... oiga una cosa, General. Intenta insinuar... que algo o alguien... está matando... o obligando a matar a los científicos de mayor rango de las diferentes industrias de los Labors?
(Gorksi) Corto y sencillo... sí, señor. Es la mayor sospecha que tenemos por el momento. En los casos de Brasil y Suecia, poco podemos hacer para esclarecer la verdad. Las pruebas son muy pocas. Pero para suerte o para mal... ha habido más. Son los que de momento, la opinión pública aun no conoce... porque esta vez sí, los respectivos estados donde han tenido lugar los crímenes, han actuado.
(Ministro Interior) ¿Hay posibilidades que actúen en Israel?
(Gorksi) Luego hablaremos de este asunto. Antes quiero que conozcan los otros casos. Cada uno de ustedes, dentro de las carpetas cerradas, tienen unos expedientes clasificados. Ábranlos, por favor. -todos abren los expedientes y los hojean- En Nueva York, Estados Unidos, el jefe de Investigación y desarrollo en Labors de General Electric, el segundo fabricante de Labors de Estados Unidos, ha sido muerto por su secretaria. Después de cometer el asesinato con tres disparos de un revólver del calibre 357, la mujer huyó, siendo vista por uno de los encargados del hotel...
(Ministro Exteriores) ¿Qué estaban haciendo en ese hotel? ¿Una reunión de trabajo, o es lo que me imagino que es? -dice un tanto sarcástico-
(Gorksi) Según la autopsia... el hombre mantuvo relaciones sexuales con su asesina justo antes de morir. El hecho de que en la escena del crimen haya numerosos restos de semen de la víctima, lo confirma. -los tres ministros se ruborizan y ponen cara de asco-
(Ministro Interior) Esos detalles no son de nuestro interés, General. Vaya al grano si le es posible.
(Gorksi) Sí, Primer Ministro. En cuando salió del hotel, la mujer fue perseguida por una pareja de agentes de la Policía que pasaban casualmente por allí. La mujer echó a correr. Se topó con unas obras cercanas... y ella sola robó y activó un Labor de obras públicas, un Schaft H5 Navajo de fabricación estadounidense, que en ese mismo momento no estaba bajo uso por parte de los obreros, y huyó con él, causando graves alteraciones en el tráfico. Inmediatamente, la octava sección de Patlabors del Departamento de Policía de Nueva York, fue movilizada. Pero... al mismo tiempo, desde el Departamento de Estado, en Washington, el secretario de Estado recibió la información de los mismos hechos que aquí estamos discutiendo por parte la NSA y la CIA.
(Ministro Interior) ¿Por qué de dos agencias y no sólo de una?
(Ministro Defensa) Tal vez por dos hechos completamente diferentes.
(Gorski) Exacto, señor ministro. Pero déjeme que siga. El señor secretario, al mismo tiempo que se entera que el hombre al que debían proteger, ya estaba muerto, ordena al FBI que detengan a la mujer que lo ha asesinado. Ahora está custodiada por el FBI en la central del Departamento de Policía de Nueva York, con quien están colaborando para saber los detalles del crimen.
(Ministro exteriores) Eso significa... que en este caso, tenemos a la que ha cometido el crimen viva y que podremos interrogarla.
(Gorski) De momento... aun no es posible. Digamos que hay un pequeño contencioso. Una reclamación de competencias entre el Departamento de Policía de Nueva York y el FBI. Los primeros, en especial desde la sección de Patlabors, que es quien ha capturado la mujer, exigen colaborar con el FBI en la investigación. Los segundos, no quieren interferencias locales y consideran que la investigación debe ser únicamente federal.
(Ministro Defensa) -se ríe entre dientes- Ja. La maldita burocracia.
(Gorski) Ahora, señores, pasen de hoja. Atravesamos el océano atlántico y nos vamos a Inglaterra. Allí, ha habido una muerte más. Si bien, en apariencia, de una forma completamente diferente a las demás muertes. Esta vez, no ha habido un asesino con cara y ojos, ni ningún discurso enigmático. Esta vez... ha habido una bomba lapa bajo un coche oficial. -se hace el chismorreo entre los ministros-
(Primer Ministro) ¿Que es lo que ha pasado en Gran Bretaña? ¿Y quien lleva el grueso de la investigación allí?
(Ministro Defensa) Éste es un tema que nos gustaría esclarecer, General. Nosotros, el ministerio de defensa, llevamos dos meses estudiando la adquisición de Labors de combate británicos Winston MM-45 Waterloo, para la unidad de operaciones con vehículos especiales.
(Gorski) Lo entiendo, señor ministro. Aquí, el servicio secreto interior británico, el MI5, quiso anticiparse a la jugada... y mandó retener bajo su custodia explícita, en un lugar secreto, a los jefes de investigación y desarrollo de los fabricantes de Labors británicos Winston y British Aerospace.
(Ministro Interior) ¿Y que pasa con Maquinarias Agrícolas Richardson? Oh... espere. Tal vez...
(Gorski) Hasta ahora, todos los fabricantes atacados, desarrollan y producen Labors policiales o militares. Y no es el caso de Richardson. Por lo tanto, el gobierno británico ha desestimado su protección al considerar que el fabricante de Labors agrícolas con sede en Glasgow, no se encuentra bajo amenaza.
(Ministro Exteriores) Entonces... ¿A quien se han cargado en Inglaterra?
(Gorski) Al jefe de i+d+i de Winston. En una de las terminales del aeropuerto de Heathrow, justo cuando el hombre regresaba de una reunión con el comité técnico del fabricante de Labors canadiense Standard & Hill, para el futuro desarrollo de un Labor conjunto... él, acompañado de los dos agentes del MI5 que debían velar por su seguridad y observado desde lejos por otro coche de escolta... vieron cómo el Jaguar XF al que se subieron, voló por los aires. En la prensa británica e internacional, de momento, se ha dicho que ha sido un atentado frustrado, cuyo origen es desconocido. El gobierno británico todavía está estudiando cuando y cómo revelar la verdad a la opinión pública. Paralelamente a esto, el jefe de I+d+I en Labors de British Aerospace, fue recogido por otros agentes del MI5... y en este caso, sí; lo tienen escondido sano y salvo en un lugar secreto.
(Ministro Defensa) No es para menos. Es British Aerospace quien desarrolla conjuntamente con Scania el primer Labor europeo de cuarta generación... y quien desarrolla solitariamente en un proyecto altamente secreto, Labors de combate específicamente submarinos.
(Gorski) Y finalmente... el último asunto. Y tal vez... el más complicado. Hace menos de una hora que lo hemos conocido. Y ha sido gracias a una serie de irregularidades que han permitido que el asunto sea conocido por nosotros... pero también que han propiciado que el suceso tuviese lugar.
(Primer Ministro) Que suceso, General. Y a donde.
(Gorski) En Rusia. En la base militar de Izjukistev.
(Ministro Defensa) Ese sitio lo he oído antes. Una antigua base soviética de ICBM's, que fue remodelada profundamente hace cosa de diez años y transformada en una base de Labors de combate para el ejército de tierra ruso. Pero es también... el centro de prueba y experimentación para los prototipos de Kasarov.
(Gorski) En esta ocasión... tenemos un caso semejante al de Aida en Japón... pero sin testigos que nos digan lo que pasó. El ayudante del jefe de investigación y desarrollo del programa secreto conjunto entre Kasarov y las Fuerzas Armadas rusas "NG-14"...
(Ministro Defensa) El futuro Labor militar ruso de cuarta generación, señores.
(Gorski) Exacto. No se trata por tanto, de un proyecto cualquiera, si no de uno de los proyectos militares rusos más importantes en la actualidad, al cual el ministerio de defensa ruso no ha escatimado esfuerzos económicos, invirtiendo miles de millones de rublos en dicho proyecto. Pero ese no es el tema que quiere mostrarles aquí. Lo verdaderamente importante... es que el máximo responsable del desarrollo del programa NG-14, al igual que el señor Aida... se ha suicidado. O al menos, eso parece.
(Primer Ministro) ¿Quiere decir que en realidad puede haber sido un asesinato?
(Gorski) Lo cierto es que no tenemos muchos detalles al respecto. En esta investigación el ministerio de defensa ruso es absolutamente hermético y filtra muy poca información al exterior. Si que sabemos que hay tres testigos del suceso. El ayudante del jefe de desarrollo y dos periodistas, una rusa y otra japonesa. -Kosinski se queda extrañado-
(Primer Ministro) Me gustaría en este momento de la reunión, tener con nosotros la presencia del Director Ejecutivo de IRIS con nosotros.
(Gorski) Lo siento, primer ministro. Pero he sido yo en persona... quien ya le ha dado las recomendaciones de seguridad pertinentes. Y al igual que ha ordenado Broomwich en el MI5, tenemos a los responsables de I+d+i de IRIS, a todos sin excepción, bajo nuestra custodia. Sea quien sea quien esté detrás de estos asesinatos en cadena... en Israel no le será posible cometer sus crímenes.
(Primer Ministro) Reconozco que ha conseguido sorprenderme, General. Ha hecho antes de que yo diga una palabra exactamente lo que iba a ordenarle. Que sería de este país sin su trabajo, General.
(Gorski) Podría limitarme a agradecerle sus alabanzas, Primer Ministro. Pero en realidad... prefiero actuar, y rápido, para encontrar a los responsables de estos asesinatos. Es un asunto que puede afectar a nuestro país y nuestros programas de defensa. Por eso... estoy pensando rápidamente que hacer... donde hacer... y con quien hacer. Por eso... comandante Kosinski.
(Kosinski) Sí, General.
(Gorski) No sé si ya está o no al corriente. Pero su viejo amigo de Japón, el señor Kiichi Goto, jefe de la sección 5 de la NNSA, quien mi antecesor en el cargo siempre dijo en boca suya que toda alabanza hacia él es poca, ya se está movilizando ámpliamente, antes incluso que el gobierno japonés le haya ordenado nada. Recordando lo bien que funcionó cuando usted, él y el señor Broomwich, jefe del MI5, juntaron sus fuerzas contra las Tres Eses en 2008, he llegado a una conclusión.
(Kosinski) -hace sonrisa confiada, cerrando los ojos- No hace falta que siga, General. Ya sé que quiere que haga.
(Gorski) Exacto, comandante. Todo empezó en Japón... y a Japón se movilizará usted inmediatamente. Se reunirá con el señor Goto, quien ya ha movilizado a todos sus agentes a los diferentes lugares donde han tenido lugar todos y cada uno de los asesinatos. Cogerá un jet de nuestra fuerza aérea que le llevará hasta el aeropuerto internacional de Tokio. Una vez allí... solucionen el problema, a su manera.
(Kosinski) Esta vez puede ser mucho más difícil, señor. ¿Cree que...
(Gorski) No me importa cómo lo hagan, comandante. Únicamente quiero un trabajo bien hecho. Corten la situación, encuentren a los responsables... y terminen con esto de una vez.
(Kosinski) Si es así, General. -se levanta de la silla y hace el saludo militar al primer ministro, con sonrisa confiada- Señor Primer Ministro. El comandante Hotieb Kosinski de la séptima sección exterior del Mossad se moviliza hacia Japón.
(Primer Ministro) Bien, comandante. Haga un buen trabajo. Regresen la situación a la estabilidad. Eso es todo. Puede marcharse y los demás también. La reunión termina aquí.
Kosinski, al igual que hizo tres años antes con el caso de las tres eses, va a ir a Japón para, junto a Goto y otros, encontrar la solución a una cadena de misteriosos crímenes. Unos crímenes dirigidos específicamente contra los Labors.
Cuando esta reunión termina en Israel, está anocheciendo. En Japón es la mañana del día siguiente. Noa se despierta en su cama. Se da cuenta que Asuma no está. Se levanta algo asustada y se pone a buscar por la casa. Entra en la habitación de sus hijos, Daisuke y Chiharu, donde duermen con su perro y que ya tienen más de seis años. Hasta que llega al despacho personal de Asuma, donde está él, con la puerta abierta. Asuma está levantado ante la ventana. No se ha cambiado de ropa desde que llegó a casa. Sigue yendo con los mismos pantalones, camisa y corbatas que cuando llegó. Tiene bolsas en los ojos, no ha podido pegar ojo en toda la noche. Noa, preocupada, se pone a su lado.
(Noa) Asuma. -le coge de la mano, muy preocupada por él- ¿Es que no has podido dormir?
(Asuma) No. No tengo sueño. Cómo voy a dormir después de ver eso.
(Noa) ¿Quieres desayunar? Anoche tampoco comiste nada. Debes tener hambre.
(Asuma) -con los ojos llorosos y la cara desencajada- Tampoco tengo hambre. El suicidio... Siempre he odiado el suicidio. Mi hermano mayor también se suicidó. Ahora, el que era la mayor joven promesa de Industrias Pesadas Shinohara... se suicidó delante mio. ¿Por qué lo hizo? No lo sé.
(Noa) -le pide muy preocupada- Asuma... por favor, quiero que descanses un poco. Te lo suplico.
(Asuma) -se enfada- ¡No puedo descansar! -echa un suspiro y se echa las manos a la cara- Lo siento, lo siento. Tú no estuviste allí. Yo... nunca podré olvidar lo que vi allí. ¿Cómo pudo Aida decir todo eso... y luego volarse la cabeza con una pistola? ¿Por qué?
(Noa) -se abraza a Asuma toda cariñosa- Tranquilo. Sssshhhh. Estoy aquí, contigo.
(Asuma) Gracias, Noa. No sé que haría sin ti. -dice reconfortado-
(Noa) ¿Me prometes que dormirás un poco? Por favor.
(Asuma) -se queda mirando a Noa, cariñosamente, acariciándole el cabello pelirrojo de Noa- Sí. Te lo prometo. Me tomaré una pastilla para dormir y descansaré un poco.
(Noa) -le sonríe- Así me gusta. Tienes que ser fuerte.
(Asuma) ¿Quieres que te lleve al trabajo?
(Noa) No. Quiero que descanses. Voy a levantar a los niños. Les daré el desayuno y les llevaré al colegio. ¿De acuerdo?
(Asuma) Claro. -sonriendo con tristeza-
(Noa) -le dice seria y preocupada- Sé... sé cómo te sientes ahora mismo. Cuando... cuando presencias la muerte tan de cerca... yo también sé lo que se siente. Porque lo he sentido contigo, a tu lado, más de una vez. Pero soy tu esposa... y estaré a tu lado siempre.
(Asuma) -dice muy cariñoso- Noa... te quiero.
(Noa) Yo también. Anda, acuéstate un poco. Tienes que recuperarte.
(Asuma) Sí. Enseguida.
La mañana va avanzando. En el apartamento del difunto Yoshitaku Aida, Matsui y Shinshi llegan para ver que encuentran. El apartamento ya está completamente precintado por orden judicial y ya ha sufrido un primer registro policial. En el interior del apartamento, Shinshi y Matsui, con guantes de látex puestos en sus manos, buscan a ver que encuentran.
(Shinshi) ¿No lo encuentra ya de principio un poco extraño, jefe?
(Matsui) -rastreando una de las estanterías de libros- Sé a que te refieres. Que hacía un alto cargo de Industrias Pesadas Shinohara, viviendo en un simple apartamento pequeño y desordenado de hombre soltero, ganando el sueldo que ganaba. Es ciertamente extraño, sí. Tal vez porque este tipo sea un nerd o un Otaku sin remedio. Fíjate en esto.
(Shinshi) -se acerca a ver- Esta estantería está llena de mangas, señor. Y además, todos clásicos del género mecha. ¿De ahí su afición a los Labors?
(Matsui) No creo. Esto sólo refleja nostalgia de tiempos pasados en su vida. Al menos, esa es mi opinión.
(Shinshi) No hay nada en ninguna parte que nos pueda decir algo sobre la vida privada de Aida.
(Matsui) ¿Has mirado ya las cajas de los armarios?
(Shinshi) Sí, claro que las he mirado. Son tres. Una esta llena de... esto... hentai. La otra de más hentai. Y la otra... ahora no recuerdo que hay en la otra.
(Matsui) ¿Ya la has mirado?
(Shinshi) Pues ahora que lo dice... la verdad es que no.
(Matsui) Es lo último que queda por ver. Anda, échale un vistazo. Mientras, yo... me sentaré un rato. Hoy tengo un poco de lumbago. Definitivamente me estoy haciendo viejo.
(Shinshi) -saca las cajas de cartón de los armarios, hasta que llega a la que le interesa- Es esta caja. Vamos a ver que encontramos aquí dentro... ¿?
(Matsui) ¿Qué pasa? ¿Qué es eso?
(Shinshi) Hay fotos. Pero no son familiares, en realidad.
(Matsui) ¿De su época de estudiante?
(Shinshi) Tampoco.
(Matsui) ¿?
(Shinshi) Parecen de una reunión de empresa o algo parecido. Y salen muchos... extranjeros. Occidentales.
(Matsui) -se levanta- Déjame ver eso. Mmmm... ¿quienes serán estos tipos? -dice intrigado-
(Shinshi) ¿Nos las quedamos cómo pruebas, jefe?
(Matsui) Mira a ver que mas hay en esta caja.
(Shinshi) -saca objetos sin relevancia... hasta que en fondo encuentran una libreta- Vaya. Mire esto. Esto parece... -lo abre y se queda pasmado- ¿Eh? ¡Jefe!
(Matsui) Que es.
(Shinshi) Diría... diría que es el diario personal de Aida, jefe. -lo hojea y se queda sin entender nada- Pero que demonios...
(Matsui) ¿Que es lo que hay escrito?
(Shinshi) La verdad es que... no tengo ni idea.
(Matsui) Intenta leerlo.
(Shinshi) No puedo, señor. Desconozco por completo esta lengua.
(Matsui) Déjame ver. -coge el diario y también se queda incrédulo- ¿Que? ¿Que sentido tiene esto?
(Shinshi) ¿Usted lo sabe, jefe? ¿Sabe en que lengua está escrito?
(Matsui) Esto es latín.
(Shinshi) O _ o ¿Latín? ¿Aida sabía latín? ¿Por qué?
(Matsui) "Illi qui veniebant pro eo. Illi qui veniebant pro vobis. Qui proficiscentur pro me. Cur mihi ut sint unum in finem? Perdunt quod sentio. Quae illarum vera est? Si nulla est? Quid si boss est automata qui scio? Facit Anglici militis fortasse? Deus scit." (Los que vinieron por él. Los que vinieron por ti. Él se dirigió a mí. ¿Por qué me parecen que pueden ser el único en el final? Siento que pierden. ¿Cuál de estas afirmaciones es cierta? ¿Y si no hay ninguna? ¿Lo que sí sé es quien es el jefe de los títeres? ¿Tal vez lo hace el soldado inglés? Dios lo sabe.)
(Shinshi) ¿Qué quiere decir?
(Matsui) No lo sé. Cógelo, Shinshi. Estoy seguro que a Goto le será de mucha ayuda.
(Shinshi) Claro, jefe.
Shinshi y Matsui se quedan mirando seriamente lo que puede ser la primera prueba para esclarecer lo sucedido. ¿Acaso Yoshitaku Aida sabía en realidad que pasaba? Pero... ¿Por qué se suicidó? ¿Que le empujó a hacer lo que hizo? Y lo más importante: ¿Quien le obligó a hacerlo? Las respuestas... serán descubiertas una a una.
