Summary: «Ichigo sólo puede maldecir en su mente a Inoue por meterle a Rukia en la cabeza que usar pijamas a juego de Chappy era una buena idea.»
Disclaimer: Tengo por apellido el nombre de un árbol, no el de una figura geométrica, así que ustedes me dirán.
Ranted: K+.
Palabras:
Notas: Este fanfic es por el Reto Fanfiction 2k18 del grupo en Facebook Lo que callamos los fanfickers12 meses=12 fanfics; correspondiente a: un fanfic que empezaste, pero no terminaste (y lo subo hoy porque me gusta vivir la vida al límite).
Advertencias: Posible (quizá imperceptible) OoC. Humor que no da risa. Supuesto IchiRuki. Título kk por falta de imaginación.
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「CONEJOS Y CHOCOLATES」
Capítulo único.
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I Adicciones.
Ichigo siempre creyó que si, durante su estadía en el mundo humano, Rukia llegaba a desarrollar adicción por algún dulce sería por las oreo —como cualquier persona normal— y no al choco-safari* —como un niño de primaria—.
Y a diario, se preguntaba cómo alguien tan pequeño como ella podía comer cantidades colosales del cereal y no crecer —ni engordar—.
(Mas no se preguntaba de dónde sacaba el dinero para comprarlo, y no porque Rukia perteneciese a la aristocracia —de otro plano terrenal, pero aristocracia al fin y al cabo—, sino porque ya la había visto tomar dinero de sus ahorros).
II Pastel.
Desde que son pareja, Rukia se toma en serio lo que es tuyo, es mío y lo usa como excusa para tomar —comer— sus cosas sin permiso.
—Rukia, ¿dónde está el trozo de pastel que quedaba en la nevera?
—Me lo comí anoche.
—¿Cómo que te lo comiste? ¡Sabías que era mío!
—Lo tuyo es mío, ya sabes. No seas tan egoísta, Ichigo.
III Pijamas.
Apenas abrir la puerta de su habitación —que ni siquiera ha entrado por completo, es recibido con euforia por Rukia, abordándolo con una muda de ropa en sus manos.
—¡Ichigo, ten!—dice, dándole el montón de telas coloridas.
—¿Qué es esto?—comienza a desdoblarlo y descubre una camisa rosa con la cara de Chappy impresa en el centro, junto a un mono gris con pequeños dibujos del conejo a lo largo. Con el ceño fruncido, levanta la vista hacia ella y se percata de que está usando un conjunto igual al que le ha dado a él—. ¿Qué se supone que quieres que haga con esto?
—Que lo uses, idiota. Son pijamas a juego.
—¿Pijamas a juego?
—¡Sí! Inoue me lo comentó—explica, con una emoción en su voz que rara vez tiene—. Me dijo que aquí las parejas usan ropa a juego. Así que conseguí unas pijamas a juego de Chappy, ¿no es eso genial?
—Estás loca si crees que voy a usar esto. ¡Y además en rosa!
—¡Pero tienes que usarla!
—¡Ya te dije que no!
Y después de tanto grito y jaleo, inician un duelo de miradas que ninguno de los está dispuesto a perder —ni si quiera por los llamados de Yuzu para ir a cenar—. Pero, como siempre, es Rukia quien se sale con la suya e Ichigo sólo puede maldecir en su mente a Inoue por meterle a Rukia en la cabeza que usar pijamas a juego de Chappy era una buena idea.
(Al día siguiente Yuzu le dice que la pijama no le queda tan mal y Karin prefiere no decir nada para no matar la poca dignidad que le queda a su hermano con la carcajada que quiere soltar).
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F I N
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Aclaraciones:
*Choco-safari: Acá en Venezuela es un cereal con forma de animales sabor a chocolate. Aparte del cereal de tamaño normal (venga, el tamaño qud tienen todos), venden una versión mini para llevar a la escuela —nadie lo lleva a la escuela, pero esa es la intención—.
