Prólogo.

La primera vez que te conocí no fue la primera vez para ti y la primera vez que me conociste no fue la primera para mí. La estrella bajo la que naciste decidió que todo siempre iba a ser difícil para ti y no me excluyo de eso: yo sé que fui uno de los problemas más grandes en tu vida pero entre las tristezas que te causé también me sonreíste y por eso te amo. No todo lo que pasó fue nuestra culpa, mucho de nuestro dolor fue fuego cruzado que cayó en nosotros de los errores que hicieron otros; como los midgardianos y su máquina averiada. Cuando luego llene el reporte y escriba sobre lo que nos pasó seré tan honesta como me deje tu ego pero este es mi archivo más libre, sinvergüenza y completo sobre mi desacomodada vida y los problemas que trajo.


Gracias por leer y por su paciencia.