Disclaimer: Los personajes de la serie Avatar: The Last Airbender pertenecen a Nickelodeon, o mas específicamente a los creadores de la serie y son usados solo por diversion en este relato
Avatar: La Leyenda de Los Guerreros Negros
Cap1: EL DESPERTAR
INTRO: 200 años después del término de la guerra contra la nación del fuego y de la restauración de los nómades aire, las 4 naciones viven en paz y armonía unos con otros, sin embargo, un nuevo mal ha despertado y el avatar debe actuar de inmediato.
Era un día sombrío y frío, de esos que cuesta ver en el Pueblo Shun-tze, ubicado en el Reino Tierra. Toru, nieto de Antaro el gran maestro tierra, estaba almorzando en un pequeño puesto de comida ubicado en el centro del pueblo.
Toru era un chico de 16 años de cabello relativamente largo y de color negro. Sus ojos eran de un color grisáceo que parecía ajeno al Reino Tierra. Era alto y delgado y de agradable personalidad
Toru: Muchas gracias por la comida (se levantó de su silla y se dirigió a su casa) [[Pensando Que extraño ha estado el día, por lo general no hace el frío como hoy… Tengo un mal presentimiento
Luego de un rato, Toru llegó a su casa y cuando entró vio a su abuelo en la biblioteca buscando un libro con mucha urgencia
Toru: Sucede algo abuelo? Qué es lo que buscas tan desesperadamente?
Abuelo: Tal vez hoy sea el día
Toru: De qué hablas abuelo?
Abuelo: Oh! Toru! Ya estas acá… Debes esconderte, no debes salir a la calle, debes quedarte en la casa
Toru: Abuelo, me estas asustando
Abuelo: (Asustado) Se acercan, ya están demasiado cerca
Entonces en ese momento se oyó el estruendo de una casa derrumbándose
Toru: Abuelo, que fue eso?
Abuelo: Son ellos
Toru, instintivamente, salió corriendo hacia el lugar del desastre mientras que su abuelo lo seguía tratando de impedírselo
Abuelo: Toru! No vayas! Es muy peligroso!
Toru: Debo ir. Tal vez haya gente que necesite mi ayuda y no los dejaré esperando
Abuelo: Espera, debo decirte algo…
Pero Toru hizo caso omiso a las palabras de su abuelo y siguió su camino.
No tardó en oírse el derrumbe de otra casa, y fue entonces cuando Toru supo con certeza hacia donde debía dirigirse.
Cuando llegó al lugar, vio a unos hombres (que más parecían demonios por el aspecto de sus caras) vestidos completamente de negro. No eran más de 20 de ellos los que peleaban, pero aún así estaban derrotando a los guardias del pueblo que hacían lo posible por resistir el ataque
Toru: Retírense del pueblo malvados!
Abuelo: Toru, no!
Jefe de los G.N.: Él es… mátenlo
Soldado Oscuro: Esta segur señor Thanatos?
Thanatos: Les digo qué es el… puedo sentirlo en el aire
Soldado Oscuro: Entonces lo mataremos
Todos los soldados, excepto Thanatos, el más grande, se dirigían rápidamente hacia Toru como flotando sobre el piso. Toru estaba congelado y no sabía qué hacer. El miedo que le provocaban aquellos demonios era indescriptible. Ellos se acercaban cada vez más y Toru no se movía por el susto que le provocaban ellos. Pero entonces, en el último instante, el abuelo, Antaro, se posicionó entre Toru y los soldados y usando Tierra-control irguió una pared de roca que fue avanzando y arrasando con todos los soldados
Abuelo: Toru, huye ahora!
Toru: Pero abuelo…
Abuelo: Huye!
Entonces Toru se retiró corriendo y se ocultó tras una casa
Abuelo: Retírense de aquí demonios, retírense y no vuelvan
Thanatos: Pretendes desafiarnos anciano decrépito?
Abuelo: Te arrepentirás de lo que has dicho
Antaro clavó sus manos a la tierra como sujetándola y comenzó a concentrarse. Los soldados no sabían qué esperar hasta que de repente el suelo comenzó a sacudirse violentamente. Lentamente, desde los pies del anciano Antaro comenzó a formarse una grieta que iba succionando todo a su paso, y al ver esto, Thanatos supo a qué se enfrentaba
Thanatos: Retirada
Todos los soldados se fueron tan rápidamente como llegaron y sin dejar rastro. Toru, que estaba aun en su escondite, sorprendido por lo acontecido, salió apenas Antaro retiró sus manos del piso
Toru: Abuelo, eso fue… asombroso
Abuelo: (Con tono de enfado)Te advertí que no vinieras
Toru: Quienes eran ellos? Por su ropa no parecían pertenecer a ninguna nación
Abuelo: Eran los Guerreros Negros
Toru: Los Guerreros Negros?... Y qué hacían aquí?
Abuelo: Toru… Hay algo de lo que debo hablarte, pero ahora vayamos a casa, allá te contaré
Ambos se dirigieron a casa y al llegar se sentaron en el comedor para hablar
Toru: Que pasa abuelo? De que me querías hablar?
Abuelo: Has oído alguna vez la leyenda de los Avatar?
Toru: Claro, todo mundo la conoce
Abuelo: Recuerdas los relatos sobre el avatar Khal que yo mismo te he contado?
Toru: Claro. Es el avatar que le sucede al avatar Aang
Abuelo: Pues ella era una maestra agua, y luego de su muerte el siguiente avatar debía reencarnar en el Reino Tierra
Toru: Claro, por línea de sucesión
Abuelo: Eso es lo que buscaban aquí los Guerreros Negros… al siguiente avatar
Toru: buscaban al avatar? Porqué?
Abuelo: Porqué es el único puente entre nuestro mundo y el espiritual… el podría llamar a los Monjes de la Luz, la única salvación contra los Guerreros Negros
Toru: Esto se esta tornando confuso
Abuelo: Si destruyeran al avatar, ya nada podría impedirles conquistar el mundo en el que vivimos
Toru: Y a qué va esta charla?
Abuelo: A que el avatar es el único capaz de salvarnos de ellos
Toru: Y porqué me dices esto a mi?
Abuelo: Porque, hijo mío… Tú eres el avatar
El silencio dominó el lugar y muchas cosas cruzaron la mente de Toru
Toru: (Levantándose de la mesa) Permiso, debo salir
Abuelo: No salgas, ellos regresarán
Toru: Pero tampoco puedo quedarme aquí, con un abuelo que me mintió durante toda mi vida…
Toru salió y dio un portazo. Cabizbajo se dirigió hacia un río en las afueras del pueblo para meditar con tranquilidad
Toru[[Pensando Yo, el avatar?... Es demasiada responsabilidad, no podría hacerlo, a demás, ni siquiera puedo usar eficazmente la Tierra-control, cómo espera mi abuelo que aprenda a controlar los demás elementos…
Y así, dando vueltas al mismo asunto, Toru seguía meditando y el tiempo pasó hasta que Toru se quedó dormido
Toru: Suéltenme! Suéltenme! Yo no soy el avatar!
Soldado Oscuro: Si lo eres, y por eso es que te mataremos
Toru: Les digo que no soy el avatar!... no lo soy
Toru cerró los ojos, y al abrirlos nuevamente se halló frente a un gran ser luminoso que (según Toru) al juzgar por las flechas en su cabeza y extremidades era un maestro aire, era el avatar Aang
Aang: Claro que eres el avatar
Toru: Avatar Aang?
Aang: Debes aceptar los hechos: eres el avatar. No puedes huir de tu destino, no puedes negarte a ti mismo
Toru: Pero no quiero ser el avatar… y si no cumplo con mi deber?... Es demasiada responsabilidad para mí
Aang: Y tú crees que no lo se? Yo también fui avatar
Toru: Aún así es una carga
Aang: Es una carga que debes llevar, pero si no aceptas que la llevas se te hará cada vez más pesada… a demás, si el avatar falta podría morir mucha gente inocente… y no fuiste tú el que dijo que no dejará que nadie que lo necesite lo espere?
Toru: Tienes razón
Aang: Claro que la tengo…
Entonces, Toru despertó solo para ver horrorizado como el pueblo no era mas que ruinas a sus espaldas
Toru: Abuelo!
Toru corrió hacia el pueblo. Al llegar allí se dio cuenta de que solo pocas casas quedaron en pie, aunque aun así dañadas. No parecía haber nadie vivo en el pueblo, lo que no le daba muchas esperanzas a Toru.
Entro en su casa y busco a su abuelo raudamente. Lo encontró en el piso tirado y moribundo
Toru: Abuelo!
Abuelo: Te dije que volverían
Toru: Qué te hicieron abuelo
Abuelo: Eso ya no importa, lo que importa es que tu estas vivo
Toru: Abuelo
Toru no pudo evitar las lágrimas que ya corrían por sus mejillas
Abuelo: Ellos piensan que ya estás muerto, así que ya no te perseguirán. Es tu oportunidad para atraparlos por sorpresa
Toru: De qué hablas abuelo?
Abuelo: Debes dirigirte a la biblioteca del Templo del Aire del Oeste, ahí encontrarás información acerca de los Guerreros Negros… Toru, sé que serás un gran avatar
Luego de esas palabras, dio su último suspiro, y en los brazos de Toru dejó escapar su vida
Toru: Lo haré por ti abuelo
Y dejando el pueblo, después de haberle dado una sepultura digna a casi todas las personas del pueblo, tomo rumbo hacia el Templo del Aire del Oeste.
Mientras, en un lugar alejado, Thanatos le hablaba a uno de sus generales
Thanatos: General Phantro, que busques al avatar por todos lados… El no se encontraba en el pueblo cuando lo destruimos y de seguro ya debe haber huido. Le ruego total discreción acerca del asunto. Confío en usted
Phantro: Como usted diga mi señor
Continuará…
