Os dejo con un fic cortito que escribí antes de Navidad, pero que no lo he colgado hasta hoy por cosas que pasan en la vida (...me olvidé de él hasta hoy, podéis pegarme xD). Pues eso, no es nada del otro mundo (de hecho, no me convence del todo), pero espero que os guste :)

Advertencia: Contiene slash. Lo he calificado como T aunque roza un pelín la M, pero no hay nada demasiado explícito.


Sirius sentía que estaba en el paraíso.

No, eso no. No era momento para ponerse poético. Si en algo tenía que concentrarse en esos momentos era en el hombre que estaba debajo de él. En eso y en no caerse del estrecho sofá en el que comenzó aquel tortuoso juego, fundamental. A decir verdad, no había querido irse a un lugar más cómodo, como lo sería una cama, porque así tenía una excusa para no separarse ni un centímetro de él.

Estaba siendo un día de Navidad bastante aburrido y soso... hasta ese momento, al menos. A Sirius le apetecía jugar ahí mismo, a la luz del cálido fuego de la chimenea, y así se lo hizo saber a Remus dándole besos cortos a lo largo del cuello, como de costumbre. Y también como de costumbre, Lupin había empezado a retorcerse y a aguantarse la risa debido a las cosquillas que le producían aquellos besos. Poco a poco, el animago había acabado encima del licántropo y se deleitó por tenerle tan... vulnerable debajo de él. A Black eso le encantaba.

Ahora, la lengua de Sirius acariciaba la de Remus despacio, saboreándola y jugando con ella. Se situó entre sus piernas y aún con los pantalones actuando de barrera, meció las caderas contra las suyas por puro instinto; con el único objetivo de intentar calmar el fuego interno que había despertado en su interior, pero no hizo más que aumentar en cuanto tragó un gemido del licántropo, que tenía las manos enterradas en su melena azabache. Sirius se detuvo y le observó: tenía la camisa abierta, al igual que él, y se había sonrojado ligeramente al ver que los ojos del animago le estudiaban con detenimiento al tiempo que le acariciaba el torso con las yemas de los dedos, prestando especial atención a cada cicatriz que allí encontraba. Los ojos negros buscaron los azules de nuevo y le apartó el pelo castaño entrecano de la frente, haciendo que las mejillas de Remus se volviesen algo más rojas.

–No me mires así.

En la cara de Sirius se dibujó una tierna sonrisa y le besó de nuevo, arrastrando los labios despacio hasta su oreja.

–Es que adoro esa faceta tímida tuya –le susurró antes de besarle el lóbulo. Mientras, Remus aprovechó para deslizar la lengua por su garganta y sonrió cuando notó que al animago se le puso la piel de gallina.

Black, que notó que ya era el momento adecuado para acelerar las cosas, volvió a atacar la boca de Lupin antes de meterle la mano en los pantalones y acariciarle la pronunciada erección, contento de que a estas alturas ya estuviese tan excitado como él.

El licántropo abrió los ojos de golpe y jadeó, a lo que Sirius volvió a sonreír para después darle un beso rápido en los labios.

–Feliz Navidad, Lunático –le dijo antes de empezar a bajarle los pantalones para continuar con el juego.


Acepto tomatazos y otros objetos arrojadizos (a ser posible almohadas, gracias). Tampoco estarían mal comentarios positivos siempre y cuando sean sinceros :)

Ah, ¡Feliz Año a todos! ^w^ A ver qué tal se nos da el 2012 antes de que el mundo se vaya al carajo xD (LOL)