Hola a todos, por si alguien ronda por aquí.
Si es así, me alegro muchísimo, porque habiendo abandonado durante tanto tiempo fanfiction, no esta bueno volver y sentirse sólo otra vez.
Les cuento que mi historia empezó hace muchos años, pero fue abandonada por razones de la vida misma y retomada hace poco. Los que me regalen su tiempo para leerla se darán cuenta que el primer capítulo es inocente y corto, pero les aseguro que si avanzan se darán cuenta que la historia se va complejizando y adquiere un carácter sólido. Supongo que esto es reflejo de lo que uno va aprendiendo.
Gracias, gracias y gracias a los que me den una oportunidad! Les aseguro que con frecuencia actualizaré y les propondré un nuevo desafío.
Saludos! Y espero les guste.
Disclaimer: Todo aquello que conozcas pertenece a J.K Rowling. Yo solo vengo a aportar un poco de mi imaginación.
Inicios
Hogwarts recibe orgullosa a los hijos del heroísmo. Una nueva generación de Potters, Weaslys y Lovegoods entre otros asisten al colegio con un profundo sentimiento de preservar el legado que sus padres construyeron en el mundo mágico, una nueva era reinada por los vencedores de la paz. Sin embargo, no todos tomaron las decisiones esperadas. Albus Potter, A pesar de sus iniciales temores de convertirse en un Slytherin, pide al sombrero seleccionador quedar en la discutida casa "de las serpientes". Su elección sorprenderá a todos y le pasará factura frecuentemente. Incluso su apellido le cobrará la estancia en la casa de Salazar. Frente a las acusaciones de sus hermanos y el rechazo de sus compañeros, un viaje parecerá poder cambiar la suerte del inesperado Slytherin, dándole la oportunidad de demostrarle al mundo, que lo inalcanzable esta a la vuelta de la esquina.
I.
-¡Apresúrate Albus! ¡Vámonos!- Gritó Rose entre la multitud. Él la siguió arrastrando una pesada valija por el pasillo intentando no dejarse intimidar por un grupo de Griffyndors que estaban por delante de él.
-¡Espera Rose! Ayúdame con esto- Susurró el Slytherin, mientras se perdía entre su equipaje y el tumulto. –Recuerda que también llevo tus cosas- Refunfuño.
Todo Hogwarts estaba exaltado pues en instantes, la delegación del colegio partiría en un emocionante viaje. Alumnos y profesores se abarrotaban por todos los pasillos esperando ansiosamente la hora de partir, todo era entusiasmo y espera. Cantos, porras y júbilo adornaban el castillo ese día.
-Desearía no tener que ir a presenciar otro estúpido circo de vanidades. Me basta con los partidos de Quidditch. Ni siquiera hablo francés ¿Tú hablas francés? No ¿Cual es el propósito de ir entonces?- Decía quejumbroso. En ese momento un pie se cruzó por delante de su caminata eyectándolo directamente al suelo. La torpe caída lo deslizo entre la muchedumbre.
-¡Ojo por donde caminas traidor!- Le gritó entre risas un grupo de Griffyndors de último año que saltó sobre él. Las carcajadas explotaron por todo el pasillo. Su prima lo contemplo con cierta tristeza. La piedad de sus ojos se transformó en risas cuando logró llegar a ayudarlo.
-Sé que James es familia, pero deberías darle un puñetazo debes en cuando- La pelirroja recogía el equipaje mientras el Potter traidor se levantaba avergonzado de las burlas del resto. – ¡Eres un idiota James!- Le gritó a su primo.
-Me conformo con ser la parte buena de la familia. Además estoy un setenta y cinco por ciento seguro de que es adoptado- Dijo mientras se levantaba sacudiéndose el polvo de su ropa. -Estos son los momentos, en los que tendría que pedirle esa capa de invisibilidad a mi padre- Sonrió cínicamente. En cierta forma, el humor era su mejor invisibilidad. Después de todo, se había acostumbrado a que su hermano mayor se burlase de él. –Es sólo un año más- Se dijo revoleando su vista hacia el techo.
-James no es malo, es solo…James- . Resaltó Rose entre un suspiro. – Además en cierta forma, tú deberías intentar encajar, digo al menos esforzarte. No eres muy sociable mi querido primo- comentó con ademanes.
-¡Por supuesto! Ahora lo entiendo todo-Sonrió burlonamente- Hasta ahora no lo había pensado, claro, es mi culpa. Mañana mismo me postulo para golpeador, ser deportista tiene sus ventajas-. Agregó irónicamente.
-¡Lo siento mucho, ese es el puesto de James! Y dudo que puedas ganárselo- Rió la pelirroja.- Además mañana estaremos en ¡La France!-. Dijo con un divertido y exagerado acento francés. Acelerando el paso ambos corrieron hasta encontrarse con la multitud que los esperaba en el patio. – ¿Qué estación es en Francia?- Preguntó confundido.
-¡Albus por favor! Francia es en Europa, no vamos a Sudáfrica- Respondió casi enojada por lo que consideró una pregunta estúpida. –Además podremos ver al resto de la familia, nuestros tíos Bill y Fleur estarán esperando. ¡Y Dominique! Será fabuloso reencontrarse con ellos-. Agregó la Weasly con entusiasmo.
Al llegar al patio central, estudiantes de todos los años estaban esperando la llegada de la Directora McGonagall. Los alumnos de quinto año acompañarían a los de sexto y séptimo a la Academia Beauxbatons, por lo tanto Rose y Albus, una en Gryffindor y otro en Slytherin, ambos formaban parte de la delegación de Hogwarts.
Hugo, Lily, Victoire, Roxane, Louis y el resto de aquella "gran familia" estaba allí esperando a Rose y Albus que intentaban abrirse paso hacia ellos.
James ya los había alcanzado y abrazando a su hermana, primos y amigos esperaba a su hermano de ojos verdes con una sonrisa compasiva. Albus le devolvía la mirada con el ceño fruncido, enojado por aquella caída que le había provocado. Un grupo de Griffyndors y Hufflepufs de último año rodearon al Potter estrella, para saludarlo y casi competir por su atención.
James era prácticamente una celebridad. Siempre era el centro de atención, las cosas solían dársele con facilidad y por su puesto las leyendas de su padre lo precedían. Deportista estrella, desde primer año había conseguido hacerse de una increíble reputación en el equipo de Quidditch de Gryffindor, siendo uno de los mejores capitanes que éste había tenido. Todos en Howgarts conocían y respetaban a James Sirius Potter, incluso lo Slytherins.
La menor de los Potter, Lily, en segundo año se había convertido recientemente en buscadora de los leones gracias a la influencia de su hermano, pero aún más gracias a sus innatas habilidades deportivas.
-¡¿Porque nosotros no podemos ir?! ¡Es injusto!- Protesto Lily, mientras miraba a los amigos de su hermano entusiasmados por partir- Soy tan buena buscadora como Malfoy, Hogwarts debería tener en cuenta mis habilidades deportivas- dijo la Griffyndor en tono humorístico.
-Básicamente porque eres una enana de 12 años- Dijo su hermano mayor mientras utilizaba su mano para medir graciosamente su altura.- ¿Nadie ha visto a Ted?-.
-¡Rose! ¿Por qué tardaron tanto? McGonagall llegará en cualquier momento- saludó con entusiamo Lysander a los retrasados.
-De seguro fue culpa de Al, Rose es muy puntual y Al, bueno ya saben…- Agregó Lily. Albus y Rose se unieron finalmente a ellos saludándose con los demás, en ese momento apareció Ted y corrió a abrazarse con Victoire.
-Nos retrasamos gracias a "Jay Star", y su leal grupo de descerebrados, gracias por preguntar hermanita- Respondió Albus mientras tanteaba los bolsillos de la pesada maleta en busca de su varita.
-Yo alcancé a verte, tienes que admitir que fue divertido-Dijo Lorcan entre risas.
-Callate Lorcan- refunfuñó Albus.- Gracias a personas como tú, James es un idiota- Aseveró el Potter de ojos verdes.
-Calmate Al, fue solo una broma ¿Por qué dices eso?- Indagó Lily despreocupadamente mientras observaba las puntas de su rojizo cabello. Su hermana daba por sentado que James vivía gastándole bromas a su hermano Slytherin. Aunque reconocía que a veces las bromas del Potter mayor eran demasiado, le era difícil que estas no le causasen gracias.
En ese momento, mientras Albus sacaba su varita de la valija, la profesora McGonagall arribó al patio junto al staff de profesores.
En un instante el patio hizo silencio y la respetada directora con tan solo un ademán de manos impuso el silencio entre la multitud.
-¡Bueno ya todo está listo para partir mis queridos alumnos! Por favor, los estudiantes de quinto, sexto y séptimo prepararse porque en cinco minutos partiremos a Hogsmeade- Comunicó entusiasmada.
-Hogwarts ha sido invitada a participar en el Tournoi des Trois Sorciers;- por un instante las caras de todos se paralizaron de desconcierto- o en inglés, Torneo de los Tres Magos- Aclaró sonriendo vivamente.
Aplausos y vitoreos de orgullo despertaron de entre la multitud. Porras y papel picado surcaron el aire y el ambiente del patio tiró el silencio por la borda.
-¡Cinco Minutos! Repito, tienen para despedirse. En cinco minutos estaremos abordando el tren-. Y finalizando la oración, sonrió de muy buen ánimo juntando sus manos sobre su pecho y miró cálidamente a sus estudiantes invadidos de alegría.
Las despedidas entre Ravenclawns, Slytherins, Hufflepufs y Gryffindors comenzaron sin distinción de casa, elección o equipo. Hogwarts fue uno solo durante ese momento.
Continuará...
