Disclaimer: Hetalia le pertenece a Hima-papa (¿Por qué siempre me lo recalcan? ;A;)

Hej! Aquí Yael dándoles lo que tanto les prometió(?)

Este fic es especial porque lo hice con mucho cariño para varias chicas adorables que he conocido nwn –en especial mi Amada Arzobispo Itä-san, Lissie, Kathe, Barby, Karen, Gala, Yen-san, Karla y claro, Yuusei :D

Espero que les guste, porque me divertí mucho planeándolo.

Sin más, los dejo con este capítulo u v u

Enjoy!

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Capítulo 1. Por favor, Berwald.

Dos muchachos en un aula de instituto vacía, uno hablando con fervor al otro, el último sólo asintiendo… se vería como una conversación normal si no fuera porque el chico de cabellos más claros se ha decidido arrojar al suelo recubierto de puras losetas bien detalladas.

-¡Por favor, Berwald!- Quien parecía el menor comenzaba a arrastrarse y agarrarse con fuerza a las piernas de un rubio de gafas. El mayor intentó levantarlo, sólo logrando que el rubio de ojos violeta se diera de nueva cuenta contra el suelo.

-¡Te lo ruego, por favor!-Berwald, el mayor, sabía a la perfección que implicaban los "por favor" de su amigo, el sólo recordarlo hacía que la piel se le erizara.

¿Cómo olvidar esa vez que Tino se había inscrito con él a la carrera de Esposas? ¿Y qué tal aquella carrera de correr con un barril de cerveza? ¿Hablamos de la vez que el muchacho quiso asistir a la capital a visitar a los ganadores del Eurovisión del 2006?

Todas aquellas veces, él único perjudicado era Berwald ¿Quién más tendría que tener un dolor de espalda tremendo porque Tino era aficionado de los dulces y aun así ordenó ganar a su "esposo" la carrera donde de premio había un año de chocolate gratis? ¿Quién corrió cuesta abajo con un barril de cerveza lleno, para después beber todo lo que pudiera para ganar una simple estatuilla de barril que Tino se quedó? Cabe mencionar que esa vez Berwald se la pasó visitando el baño, y al día siguiente soportó los dolores de cabeza y devolver su comida un par de veces. Pero de aquellas ocasiones, la más especial para el chico nativo de Finlandia y la más memorable por ser la más horrorosa para el sueco, fue aquella vez que "Lordi" ofreció un concierto por haber ganado el Eurovisión.

Bueno, esa vez Tino acudió con el chico de intercambio nuevo de la escuela, para la visión del finés el muchacho proveniente de Suecia era bastante solitario y necesitaba ser incluido a un círculo. Por esos días comenzó a hablarle y al poco rato, ya se trataban de grandes amigos ¿Por qué? Por el simple hecho de que Berwald se caracterizase por ser alguien atento que escucha, pero raras veces espeta o reclama. (Y para soportar al Finés que se la pasaba todo el día hablando de grupos de música, bebidas alcohólicas y perros… se necesitaba eso y hasta un poco más)

En fin. Cierto día el de orbes amatistas se presentó ante el sueco con dos boletos de camión para asistir a la capital, diciéndole que iba a mostrarle lugares súper interesantes, donde podría encontrar recuerdos para enviar a sus familiares. Pero eso sólo era una parte del plan de Tino, porque precisamente, precisamente lo que se diga lugares súper interesantes, no. (Al menos para Berwald)

Se hospedaron un par de noches en un hotel y la mañana posterior, Tino levantó a Berwald demasiado emocionado, diciéndole que lo acompañara a la plaza central.

Y desde ahí, el infierno se desató para Berwald.

Aquel muchachito lindo, adorable, tierno y precioso que había considerado a Tino ahora parecía como sacado de una de esas canciones que no aguantaba oír el chico de intercambio. Vestía de negro, con una camiseta de esos grupos "raros", sus ojos estaban levemente maquillados y las botas que traía sacaban uno que otro espanto. (Berwald imaginó ser pisado por una de esas cosas…)

"Con razón tiene amigos raros…" Se maldijo el Sueco por haber caído en la treta, porque el fines no lo había invitado a conocer Helsinki, sino para llevarlo a una tocada pública de una de sus bandas favoritas. Cuando llegaron la gente ya estaba aglomerada, Tino maldijo mucho y con los ojos tristes le preguntó a su amigo si es que podían abrirse un poco de paso. Berwald accedió y lo llevó entre la gente, pero conforme avanzaban, el flujo intentaba empujarlos hacia atrás. Finalmente, encontraron un buen lugar, pero al iniciar la tocada, Tino se dio cuenta de que ni parado de puntitas alcanzaba a ver bien a sus ídolos y de nuevo, triste, le preguntó a Berwald si es que podían ir más adelante. La gente con los ánimos encendidos ni siquiera los dejaban pasar, pero había un factor que nadie contaba: En esos tiempos, Tino era la más fuerte debilidad de Berwald.

Y sin pena y dispuesto a tener un dolor de cuerpo tajante toda una semana, Berwald elevó sobre sus hombros al pequeño Fines que de nuevo, había ganado la carrera manipulante contra su amigo. El sueco había pensado que eso tendría satisfecho y feliz al de orbes violetas y si, no estaba equivocado… Pero cargar con un muchacho nada liviano, que se mueve como si no hubiera mañana y que cantaba a la perfección las canciones a todo pulmón ¡Era desgastante!

Como el concierto fue transmitido en cadena nacional, el muchacho finés que estaba en los hombros de un chico que parecía neutral y con cara de pocos amigos, pronto se convirtió en una imagen fácil de recordar. Seguido les pasaban la cámara y más en ese épico momento cuando el batero lanzó sus baquetas. ¡Era más que obvio que le tiraría una a Tino! Y así lo hizo, pero este no la alcanzó y la baqueta terminó rompiéndole las gafas al sueco, que ni siquiera refutó.

Cuando el concierto terminó, fueron localizados y entrevistados, Tino estaba feliz, muy feliz y eso gratificaba a Berwald pero…

Juró que nunca volvería a hacer algo igual.

Por eso odiaba las bandas de metal, porque según el alocaban a la gente, la música lastimaba los oídos y era molesto que todos se empujaran, Berwald por esa razón adoraba el pop y el pop rock como nada. Tranquilo, armónico y sin peligros de que las baquetas te rompieran las gafas.

Tino y Berwald eran como el agua y el aceite, pero por esa misma razón se llegaron a llevar tan bien.

Y todos esos hechos nos traen hasta nuestros días.

Se suponía que Berwald sólo estaría un año en Finlandia por su intercambio, pero el país (y cierto muchacho…) lograron cautivarlo lo suficiente como para lograr que se quedara a vivir allí toda su vida. Aun así eso significara casi morir por culpa de Tino, lo pasaría.

Pero esta vez, era muy diferente.

-¡Por favor, te lo pido! ¡Acompáñame!-Berwald había logrado incorporar al muchacho, pero que amenazaba por volver a tirarse dramáticamente a suelo.

-¿Y E'uard?-Preguntó el sueco dejando salir un poco de recelo para con el pequeño, desde luego que sentía recelo. ¿Por qué? Porque "Eduard" era el noviecito de Tino.

"Y había cierta historia entre esos tres, pero en estos momentos no sirve mucho recordarla…"

-¡Sabes que siempre está ocupado!-Volvió a chillarle esta vez en tono agudo, lastimando los oídos del sueco. Realmente, cuando Tino sabía ser un niño nefasto lo era, pero lejos de ser nefasto, a los ojos del sueco era bastante adorable. (Tal vez a raíz del baquetazo en la cara-gafas-ojos)

-¿F'liks?-Preguntó nuevamente, tratando de que Tino recapacitara y le pidiera un favor a cualquiera de sus amigos.

-¡Huyó antes de que le hiciera la propuesta! ¡Por favor, eres mi única esperanza! ¡Eres el único con el que me dejaría salir mi madre! ¡Enserio, te necesito!-Berwald consumió su consciencia y se ajustó las gafas un par de veces.

Tino ahora le rogaba porque lo acompañara a una reunión con los fans de su banda favorita. La mayoría de las veces iba solo o acompañado por alguno de sus amigos igual de extraños, pero esta vez era especial porque su madre, una mujer muy preocupada por la salud y bienestar de su único hijo estaba en la discerniente de dejarlo ir. (Porque la última vez que lo dejó salir en compañía de un tal Arthur, terminó llegando a la casa medio ebrio y con un tipo completamente ahogado en alcohol. El hecho no había enojado tanto a su madre, hasta que ese tal Kirkland manchó su amada alfombra de… ¿comida digerida?) Desde entonces, su madre le había prohibido asistir a reuniones con tipos que no le fueran conocidos.

Y ya antes lo había dicho su madre "Si fuera de su edad, definitivamente saldría con Berwald" fuera de asustar a su hijo porque le quería bajar el novio, Berwald lo miró como una frase de confianza. Su madre y él se llevaban bien, ambos eran estrictos con el rubio menor, con la ligera excepción de que uno era jodidamente manipulable con tan sólo una mirada, y la otra… bueno, ni hacerle ni decirle nada, porque podría perseguirte por toda la manzana con una vara para golpear.

-No v's a h'cer n'da r'ro?-Acarició los cabellos con ternura del finés, el cual le devolvió una sonrisa llena de calidez.

-¡Te lo prometo! Te prometo que esta vez no habrá necesidad de cargarme, necesidad de llevarme a la cama, no habrá bebida ni ruido descomunal ¡Podrías hacer amigos! ¡Pero te lo ruego!-Volvió a bajar la cabeza y a sacudirla como si a un cachorro le hubiera caído agua.

Berwald suspiró y con eso, Tino sabía que había ganado contra el chico proveniente de un país que no era el suyo.

-¿C'ando es?-Preguntó levantándose de su lugar, tomando su mochila. Miró que Tino hacía lo mismo, para luego retomar camino por el pasillo. El silencio del finés era peligroso, ´pero de alguna forma u otra, Berwald ya estaba involucrado ¿Podría ser tan malo como volver a romper sus gafas? No, nada peor que eso…

-¡Mañana a las 12 en punto! ¿Podrías pasar por mí con tu camioneta? A mamá le dará más confianza…- El sueco se quedó helado un momento.

Analizó la idea del pequeño joven que daba saltitos de felicidad al bajar las escaleras.

Bien, no tenía problema en pasar por Tino un sábado a mediodía. Si lo hacía antes… ¿Por qué no ahora? Analizó lo siguiente… mañana, mañana… ¿mañana? No había mayor problema, se supone que si lo acompañaba y llevaba en camioneta segurísimo que era sólo para apantallar a su sobreprotectora madre. Anteriormente le había contado que sus reuniones siempre eran en un parquecito cerca del instituto (como a un cuarto de hora en camioneta…) pero para estar seguros, preguntaría.

-¿L'jos?-Ambos cruzaron por la puerta de salida de la escuela.

-Realmente… ¿Por qué crees que pedí que pasaras por mí en tu asombrosa camioneta negra, querido Oxenstierna? Es lejos. Hora y media de mi casa-Berwald lo pasó. Se esforzó por no decir nada aunque su mente sólo maquinara un bufido recriminatorio.

-Entonces… ¿Mañana te veo? ¿Podrías venir con la ropa más oscura que tengas?-El muchacho de gafas se quedó pensando por un minuto. Realmente no tenía ropa de esos tonos y lo más cercano que se parecía era alguna prenda café…

-P'ro yo no t'ngo n'da de eso-Afirmó, apoyando su mano en hombro del más pequeño, como disculpándose y quién sabe por qué.

-Veré que puedo conseguirte… bien, debo irme antes de que mamá comience a llamarme… -Y sin más, se levantó en puntitas para darle un suave beso en la mejilla.

Berwald se puso rojo como si tuviera fiebre y se dio media vuelta para caminar hasta su pequeña casa, pensando en que quizás no sería tan mala idea salir con Tino, quien le había asegurado al menos un poco de protección.

Al llegar a su casa y buscar las llaves, miró su llavero al encajar la clave de apertura en la cerradura. "YOHIO, Tour 2012" decía en su llavero… y eso bastó para que Berwald se diera un facepalm en la cara, haciendo que incluso el vecino que pasara por allí le preguntara si se encontraba bien.

Bueno, Yohio, artista sueco que idolatraba Oxenstierna lanzaría el día de mañana un disco. Un disco por el cuál debería estar formado unas horas para ser de los primeros en poseerlo y escucharlo.

Apenas entró a su casa y se dejó caer en el sofá de la sala.

"Algún día Tino me hará un favor, como yo siempre a él…" pensó y cerró los ojos para imaginar un plan para no salir tan dañado en su pequeña (o así lo denominaba el sueco) cita.

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¡Miles de preguntas a la vez!

Responderé algunas que yo mismo me formulé:

¿Por qué mierdas dices que es un fic DenSu si sale el enano de Finlandia? : Lean el siguiente capítulo.

¿Por qué quieres que leamos el siguiente capítulo? : Porque ahí sale Den.

¿Cómo que Fin anda con Estonia? : Luego lo explico mejor

¿A Su-san le gusta YOHIO? : Si, y a mi también.

¿Por qué Finlandia manipula a Su? : No lo manipula. Su es muy noble y Fin es un troll

¿Por qué no has actualizado tus otros fics? : Porque soy un troll

¿Por qué te los garchas a todos? : Porque soy hombre macho que se respeta(¿?)

Les daré galletas si leyeron :DDD

Yael y DenSu-staff (?) fuera!