¿Por qué escribí esta historia?

Se suponía que sería un One-shot para mis dos semanas de Especial de Escolares, pero se alargó tanto... que no pude detenerme y tuve que simplemente avanzar esperando terminar en algún momento.

Y no, no he terminado aún. Probablemente tendrá dos o tres capítulos.

Por cierto, no lo he dicho en estos últimos fics, pero si se fijan ahora escribo con los guiones correspondientes, quiero agradecerle a mi senpai por ello. Ella me lo pasó por interno, ya que en word no lo puedo poner xD Aunque ella no leerá esto, porque no me sigue xDDDDDD lkjahjakaj Vamoh a llorar (?) xD Aún así, le agradezco de todo corazón *w*

Espero que les cause interés :3

Como la mayoría de mis historias, es YAOI.

PAREJA: NARUTO X SASUKE *NARUSARU*

LOS PERSONAJES NO SON MÍOS, SON DE MASASHI KISHIMOTO, SINO ESE FINAL DE MIERDA NUNCA HUBIERA OCURRIDO ¬¬

Espero que disfruten ^^


Capítulo 1

Como todas las mañanas Naruto corrió a toda velocidad hacia la estación.

No se detuvo a mirar a nadie, sólo avanzó dando largos y ágiles movimientos para llegar al lugar donde se encontraría con aquel joven de cabellos negros y piel nívea, que parecía incorruptible.

Lo encontró donde siempre.

Apoyado en el poste principal de la estación.

Muchas jóvenes se le quedaban mirando. Ese chico parecía sacado de otro mundo. Ese cabreaba a Naruto.

Frunció el ceño y movió la boca con desagrado.

Caminó hasta él y colocando su pulgar hacia abajo en señal de derrota y ofensa dijo:

—Oye chico bonito hoy te ganaré.

Ninguno de los dos sabía el nombre del otro. Ninguno de los dos se conocía, pero aún así se trataban como rivales de toda la vida.

Todo había comenzado una mañana en que una chica de cabello rosa estaba en el tren. Se veía agotada.

Y por poco cae al suelo desmayada… Naruto ágil llegó hasta ella para tratar de ayudarla, pero ella agradeció al joven (quien no movió un músculo por ella) que estaba a su lado y donde cayó apoyada en su espalda.

Desde ese día Naruto lo odió, porque el tipo no dijo más que:

—No me des las gracias. No he hecho nada.

Para seguidamente continuar su viaje como un pasajero más.

Esto hizo que el rubio enfureciera, que le cabreara a más no poder. Tanto así que dedicó un blog completo al odio del chico, donde escribía sus pensamientos anónimamente.

Y las veinticuatro horas del día se la pasaba recordándolo, después de todo se lo topaba cada mañana.

Un día descubrió que se bajaban en la misma estación y no sólo eso que su escuela estaba cerca de la suya.

Maldita vida irónica.

Al día siguiente decidió enfrentarlo.

— ¡Oye! ¡Niño bonito! ¡Compite conmigo! ¡Veamos quien llega primero hasta la escuela correspondiente dattebayoo!

— ¿Ah? ¿Por qué haría eso? —raramente el chico no le ignoró.

—Porque somos rivales, es normal competir tt-bayoo.

— ¿Quién decidió eso?

—La vida misma.

El chico alzó una ceja, ¿acaso el idiota ese se creía filósofo ahora?

—Está bien. ¿Pero cómo sabremos quién llega primero? No vamos a la misma escuela.

Naruto sacó su celular y lo mostró.

—Nos daremos nuestros números y el que llegue primero llamará al otro ¿te parece?

El estudiante alzó una ceja confundido y miró el piso. ¿Ese idiota entendía lo que le estaba pidiendo?

— ¿Darte mi…número? —se abrazó a sí mismo, como protegiéndose.

—Sí, sólo así podremos competir.

—Está bien.

Naruto sonrió al oír eso.

—Perfecto.

A continuación ambos enviaron sus números al contrario.

Ahora contaban también con el whatsapp de cada uno. El de Naruto decía claramente: "Naruto Namikaze Uzumaki", pero el de aquel bello joven decía simplemente: "Kuro neko". Esta fue la razón por la cual Naruto no supo el nombre del joven y además, por su despiste olvidó preguntarlo.

Así empezó todo.

Cada mañana era día de carreras. Tal vez a algunos les parezca estúpido, un juego de niños, pero para ellos… se volvió la luz.

No importaba como hubiese sido el día anterior o como sería el día… ambos podían sonreír gracias a que cada mañana competían y gastaban su aliento en correr a sus respectivos institutos.

Sasuke había ganado ya treinta y dos veces y Naruto ninguna.

Se frustraba, es cierto. Pero, jamás se rendía.

—Competiré contigo hasta ganarte niño bonito. —sus ojos azules llenos de determinación le anunciaban que era cierto.

Por eso apenas entraban en la estación se miraban desafiantes, llenos de vida y corrían como si se les fuera el alma en ello.

Un día la cosa avanzó a más…


Naruto esa noche fue invitado a comer ramen a su lugar favorito por su hermano mayor.

Éste se sacó una foto e iba a enviársela a Shikamaru, su mejor amigo, pero cometió un error.

La envió a "Kuro Neko", quien al verla…

Mientras estudiaba para sus exámenes no pudo hacer otra cosa más que reírse y contestarle.

Kuro Neko: ¿Acaso no estudias? Es fin de semestre. ¿Qué haces comiendo eso?

Naruto: Sólo disfruto un poco… eso no es malo ¿verdad? ¡Y más respeto con mi ramen! ¡Es la comida de los dioses!

Kuro Neko: De los dioses de la glotonería y las calorías.

Naruto: ¡Teme! ¡No digas eso! ¡El ramen de Ichiraku es lo mejor! ¡Retráctate!

Kuro Neko: ¿Y si no quiero?

Naruto: ¡Teme! ¡Mañana te ganaré! ¡Has ofendido el ramen no puedo disculparte!

Mas, no parecía nada enojado en sus mensajes. Respondía cariñosamente, con muchos emoticones y dando una cálida sensación al otro.

Incluso Deidara, su hermano mayor se extrañó de eso. Naruto quien siempre se había caracterizado por ser alguien que mientras comía nada lo perturbaba, ahora se encontraba enviando mensajes más que comiendo.

Deidara sonrió al verlo.

Apostaba a que ni él lo entendía.

No sabía cuánta razón tenía.


A la mañana siguiente Naruto corrió a la estación con toda su energía.

Fue hasta el poste, pero ahí no había nadie.

¿Dónde estaba Kuro Neko?

Ese día no hubo nadie en el colegio que no se percatara de la falta de energía del famoso Naruto Namikaze.

Éste estaba como ido, tanto así, que en la clase de gimnasia le llegaron nueve pelotazos en la cabeza, incluso su nariz sangró, y él ni por enterado.

A la mañana siguiente volvió a ocurrir lo mismo que la anterior.

Kuro Neko no estaba y su distracción se volvió cosa seria.

Sus amigos y profesores empezaron a preocuparse por él cuando Naruto siguió así por una semana.

—Naruto, tal vez es algo que no puedes decirnos, pero no olvides que estamos aquí. —dijo Shikamaru en la salida.

Naruto sólo asintió.

Su hermano trató de hablar con él, igual sus padres, sin embargo Naruto seguía mirando su celular y mandando mensajes a alguien que no respondía ninguno.

Entonces se decidió.

No sabía a qué escuela iba Kuro Neko, pero si estaba cerca de la suya significaba que podía llegar.

Se desvió de su camino, faltó a clases y todo por encontrar la dichosa escuela.

Y entonces encontró una.

Muy parecida a la suya, pero con mucho más patio, se notaba para niños ricos.

Vio como los chicos de dinero lo miraban con burla, hizo caso omiso y prestó atención a su alrededor.

No sabía cómo preguntar por alguien de quien no conocía el nombre.

Hasta que vio a un joven pelirrojo que no le hizo el quite como los demás. Más bien se acercó a preguntar que buscaba.

— ¿A quién esperas? Si puedo preguntar claro está.

—Ah, gracias… bueno… es… — ¿cómo lo explicaba? Una ampolleta se prendió en su cabeza— Es un chico un poco más alto que yo —levantó la mano más o menos a la altura que él consideró correcta— Tiene ojos y cabello negro como el ébano. Es delgado y… un chico lindo. —Para lo último hizo un mohín que hizo sonreír al pelirrojo.

—Ah, tú hablas de Sasuke Uchiha.

— ¿Sasuke… Uchiha?

Hasta el nombre se escuchaba superior al suyo.

—Según tú descripción creo que esa es la persona a la que buscas.

Naruto se acercó a Gaara y chocó sus ojos con los de él.

— ¡Por favor dime donde lo encuentro o qué hora llegará! —Pidió.

—Bueno… yo no sé a qué hora llegue, ha faltado una semana, según dicen está enfermo.

— ¡¿Eh?! ¡¿Dónde puedo encontrarlo?! —el susto se reflejó en sus facciones y el chico al notarlo sacó una carpeta de su mochila.

—Tienes suerte de que yo sea el presidente de la clase. Sasuke es muy elusivo, no habla con nadie a menos que sea por la obligación de una tarea, y tampoco dice su dirección o teléfono a nadie. Yo los tengo porque soy el presidente de la clase. En caso de emergencia, ya sabes.

— ¡Oh! ¡Me has salvado! Sasuke no me respondía ningún mensaje, ya me empezaba a preocupar d que fuera una ilusión mía, un fantasma. —rió.

— ¿No… te contestaba? —Quedó anonadado. ¿Sasuke había dado su número a alguien?

Naruto miró la carpeta y al encontrar el nombre que buscaba copió la dirección en una nota de su celular.

— ¡Te lo agradezco… emmm! —se rascó la mejilla.

—Gaara. Gaara Subaku.

— ¡Muchas gracias Gaara! —sonrió para luego salir corriendo.

—Gracias a ti por no abandonar a esa alma solitaria. —Dijo aunque Naruto ya estaba muy lejos para oírle.


Se perdió tres veces antes de llegar a su destino, y cuando por fin encontró la casa, descubrió que no era una casa, era una mansión.

—Todo es superior en ti eh.

Tocó el timbre y una voz salió de él.

— ¿Quién es?

—Soy Naruto Namikaze Uzumaki, amigo de Sasuke Uchiha.

— ¡¿Eh?! —Se oyeron murmullos de sorpresa.

—Espere un momento.

—Ok.

Pasaron unos tres minutos y nadie venía a abrirle la puerta, ya se estaba desesperando ¿acaso creían que era un ladrón o algo?

Finalmente la puerta se abrió y de ella salió un joven…

— ¡Sasuke! ¡¿Sasuke?! ¿Quién eres? —ladeó la cabeza observando al joven que parecía mayor que él.

—Soy Itachi Uchiha. Un placer. —ofreció su mano oteándolo de pies a cabeza.

—Ah, el placer es mío. —respondió al saludo. — ¿Está Sasuke? Me dijeron que está enfermo, y ha faltado a nuestros encuentros…

— ¿Encuentros?

—Es que somos rivales, así que todas las mañanas corremos hacia nuestras escuelas y nos llamamos para ver quien llega primero. —explicó entusiasmado.

Itachi guardó silencio un momento, luego empezó a reír con fuerza.

—No puedo creer eso… —reía agarrándose el estómago, aunque sin perder su estilo.

— ¡Es la verdad! —sacó su celular y le enseñó el contacto de whatsapp a Itachi.

—Oh… —el mayor sonrió y le invitó a pasar.

—Sasuke está en su habitación. Le ha dado un resfriado horrible que se le quitó a los tres días, pero cayó a la piscina y volvió a padecerlo.

—Oh.

Lo guío por pasillos y luego subieron unas escaleras que hacían que tus piernas se fortalecieran ferozmente. Las paredes pintadas de colores algo opacos, pero igualmente elegantes, estaban llenas de cuadros de personas que parecían de esa familia. Cuando llegó a la zona de arriba vio cuadros de dos chicos, supuso que eran Sasuke e Itachi.

—Bonitos eh. A mamá le gusta el arte. Sasuke los aborrece.

— ¡Me gustan! Aunque creo que la mirada de Sasuke es mucho más linda que la que muestran esas pinturas.

Itachi se detuvo por unos minutos, y al ver al joven de cabellos rubio volvió a esbozar aquella sonrisa.

"Pensaba que era el único que lo pensaba."

Llegaron a una puerta gigante, donde Itachi golpeó tres veces.

—Sasuke ¿estás despierto?

— ¿Qué quieres? —su voz se oía ronca y cansada.

—Tienes visita.

— ¿Ah? Si es el presidente dile que se vaya, ya iré a buscar la materia de recuperación yo mismo.

—No es el presidente…

— ¿Ah?

La puerta fue abierta y un chico con una energía como el sol se puso en el umbral.

Sasuke abrió sus ojos y se sentó enseguida botando el paño húmedo que llevaba en la frente.

—Es Naruto, Sasuke. —dijo Itachi.

—Tú… ¿qué haces…?

Sus palabras no llegaron a formular la pregunta, repentinamente unos brazos abrazaron el delicado, pero masculino, cuerpo que estaba ahí reposando.

— ¡Sasuke! ¡Sasuke! ¡Sasuke! ¡Al fin te encontré!

La cara de Sasuke era una de cero entendimiento, más cuando sintió su hombro humedecerse.

— ¡Tú! ¡¿Estás llorando?!

—Cuando no te vi pensé que algo malo te había pasado, estuve toda la semana preocupado y por hoy encontré tu colegio… y ahora tú casa.

— ¡Oye! ¡No llores! Sólo no pude ir a competir contigo una semana, volveré la próxima.

—Pero no verte no es divertido. —y esa frase hizo palpitar aún más rápido el corazón de Sasuke, quien de repente recordó que no estaban solos.

Itachi los miraba desde la puerta con una sonrisita de oreja a oreja.

Sasuke avergonzado lanzó al rubio lejos de él y se tapó.

—Ya me viste, ahora vete.

— ¿Eh? Sasuke no seas aburrido. ¡Te voy a hacer compañía hasta que te mejores!

— ¡¿Ah?! —un peso invadió el cuerpo de Sasuke. — ¡Hey!

—Voy a cuidarte Sasuke. —seguía pegado a él como una lapa.

— ¡Oye usuratonkachi , no molestes!

—Supongo que los dejaré s-o-l-o-s… —se despidió Itachi saliendo feliz de la vida, ya tenía con que fastidiar a su hermano.

Sasuke comprobó que Naruto podía resultar alguien muy cariñoso y pegote.

¿Desde ese día empezó la tortura?

Naruto pasaba yendo todos los días, se ganó la confianza de todas las empleadas y empleados de la mansión. También de Itachi, quien siempre le tenía algún regalo.

Sasuke mejoró en el fin de semana y volvió a competir con Naruto cada mañana.

Ahora conversaban por horas en whatsapp, pronto se dieron también sus facebooks y correos. Compartían cosas y comentaban otras.

Ninguno de los dos sabía cómo habían terminado así.

Incluso los días que tenían exámenes, como la materia era la misma Sasuke se dedicaba a enseñarle al torpe chico. Ante la sorpresa de su personal y hasta de su familia.

Su mamá lloró de alegría al ver que su hijo tenía un amigo y empezó a traer mucha comida para el joven, quien aceptaba gustoso.

En los días libres veían películas o series que les interesaban. Naruto casi siempre terminaba aguantándose las lágrimas, empatizaba con todos los personajes ante la burla de su rival.

Sin darse cuenta se volvieron cada vez más y más unidos.

Un día Deidara conoció al famoso Sasuke, del cual Naruto hablaba todo el día. Sus padres llegaron en ese momento.

Y al igual que Mikoto (la madre de Sasuke) amó a Naruto, Kushina (la madre de Naruto) amó a Sasuke, incluso ambas se hicieron amigas y conversaban… sus esposos no querían saber de qué… porque cuando lo hacían reían extrañamente…

Cuando cumplieron los diecisiete años, dos años después de haberse conocido. Naruto y Sasuke eran los mejores amigos que nadie en Konoha pudo haber visto antes.

Comían juntos, jugaban juntos, corrían de aquí para allá, se subían a las montañas rusas, iban a los circos juntos, al cine.

Todos se preguntaban si ellos no eran algo más… y más cuando veían como el guapo azabache rechazaba a cuanta chica se le confesaba.


Un día, luego de ver unos capítulos de Bones, los dos chicos se recostaron en la cama de Sasuke.

Miraron el techo en completa oscuridad.

— ¿No te interesan las chicas? —Preguntó Naruto.

—No.

— ¿Eh? Eres muy guapo, ¿porque no sales con una? Yo siempre he querido salir con una linda chica de pechos grandes. —soltó en la oscuridad, sin notar que Sasuke se tocó el pecho y frunció el ceño.

—Pues hazlo y no me molestes más entonces.

— ¿Eh? No te enojes… —iba a lanzársele encima como siempre, pero Sasuke se levantó y se encerró en el baño.

—Cuando salga no quiero verte o llamaré a seguridad.

Naruto jamás había escuchado que Sasuke lo tratase así.

—No te entiendo Sasuke. Volveré cuando se te pase.

Pero Sasuke no quería recibirlo. Pasaron días así.

Naruto sólo llegaba a la entrada, porque Sasuke con todo su poder impedía su ingreso.

—Oye Sasuke ¿qué pasa con Naruto? ¿No puedes decírmelo? —preguntó Itachi sin tener respuesta.

Su madre entonces se hartó de la situación.

— ¡Ya basta! —se levantó en la cena sin importarle nada más. — ¿Por qué no dejas venir a Naru-chan? Ustedes tienen una bonita relación, no lo arruines por tonteras.

— ¡No son tonteras! —se levantó y dejando que su cabello cubriese su rostro dijo con la voz quebrada: — Le estoy dejando el camino libre para que encuentra su novia de pechos grandes, eso es todo.

Itachi abrió la boca de la impresión. La cara de la madre se deformó. Y el padre dejó caer su cuchara.

— ¿Novia? —el ceño de Mikoto Uchiha estaba junto, eso era algo malo, muy malo— ¿Permitirás eso?

— ¿Por qué debería impedirlo?

—Lo sabía, ni tú te entiendes hermanito. —suspiró el universitario.

— ¿Ah? ¿De qué hablan?

—¡Tú lo amas! —dijeron a la vez, hijo mayor y madre apuntándolo sin cuidado.

Sasuke se sonrojó.

—Eso… ¡Eso…!

—No lo pierdas Sasuke. —dijo su padre limpiándose la boca con la servilleta.

A su alrededor vio como las sirvientas que servían estaban apoyándolo con los puños en alto.

Sasuke se levantó de la mesa con el rostro avergonzado y el cuerpo tembloroso.

Jodidos todos.

En su mente apareció la sonrisa de Naruto y luego sus palabras.

Se volvió a tocar el pecho.

Frustrado golpeó la pared.

En la noche recibió la visita de su madre nuevamente, quien se sentó a su lado y acarició sus cabellos.

—Cariño —lo llamó— Vence tu miedo, si nunca lo enfrentas te quedarás estancado para siempre.

¿Era verdad que las madres si no acertaban a cosas en tu vida no eran tus madres? Ahí estaba la respuesta.

—No sé qué hacer.

—Primero que nada acepta lo que sientes.

— ¿De qué me sirve aceptarlo? Naruto sólo quiere una chica con grandes pechos y yo…

—Entonces haz que vea que no lo necesita, que tú eres mejor. Ese chico es tan despistado que de seguro tampoco se ha dado cuenta. Kushina me dice que es bobo en todos los aspectos amorosos. No confíes en sus palabras inexpertas, fíjate en lo que reclama su corazón. —Levantó el puño al aire y con vigorosidad habló— ¡Eres un Uchiha ¿no?! ¡No te rindas!

Sasuke se quitó entonces la frazada que cubría la mitad de su rostro.

—Tienes razón.

Tomó el celular y envío un inesperado mensaje a cierto joven de ojos azules.

Kuro Neko: Ven mañana a mi casa.

Naruto: ¿Por qué?

Kuro Neko: Sólo ven…

Naruto:… Bien.

Esa noche Naruto no durmió nada, asustado de lo que pudiera pasar el sábado.

Aún con todo su miedo, fue.

Se presentó delante de la casa Uchiha.

Le abrieron al instante.

Mikoto, Fugaku e Itachi observaron con el chico subía las escaleras nervioso y resbalándose cada dos minutos.

Lo compadecieron.

Sasuke era muy duro con tan noble chico.

—Sasuke… ya llegué… —dijo bajito, luego de entrar bajando un poco la mirada y sonriendo nerviosamente.

—Ya te veo. —dijo Sasuke sentado en su cama. —Tenemos que hablar Naruto.

Naruto tembló, no quería oír lo que vendría a continuación… no quería…

Para su sorpresa no escuchó ninguna palabra, sólo vio como Sasuke se quitaba la polera que tenía encima.

Su pecho quedó al descubierto.

Bien formado, blanco y con unas zonas marcadas.

— ¿Sasuke?

—Yo… yo… —desvío la mirada y luego la volvió al frente— ¡Yo no tengo pechos! Menos pechos grandes… —se sonrojó y su voz bajó— Pero… pero…

Naruto estaba atónito, no entendía nada de nada.

— ¿Sasuke te sientes bien?

Sasuke se acercó alterado y tomando la mano de Naruto la puso en su pecho y saltó por el contacto.

—Los chicos también podemos sentir placer. —dijo seguro.

Naruto comprendía menos, sin embargo siguió manteniendo su mano en el pectoral ajeno.

— ¿Eh? ¿De verdad? —Instintivamente agarró uno de los pezones entre sus dedos. Lo tiró un poco.

— ¡Ah! —Sasuke se alejó instintivamente. —Usuratonkachi… ¿al menos entiendes de qué estoy hablando?

—Ni un poco, prefiero que me lo demuestres. —Sonrió. Acercándose con una sonrisa ladina.

Sasuke retrocedió un poco y quedó sentado en el borde de la cama.

—Yo…

—Sasuke me molestó que me hayas echado. También que no me permitieras venir a verte… estaba harto de no verte.

—Te lo merecías.

— ¿Ah?

— ¡Te lo merecías dobe!

— ¿Eh? ¿Qué hice? —le miró extrañado.

—Dijiste… dijiste eso…

— ¿Decir? ¿Qué dije?

—Naruto —le miró con una gran firmeza. —Salgamos.


Las personas que escuchaban en la puerta se cubrieron la boca de la emoción, incluyendo a la que escuchaba por video cámara en el celular de Mikoto Uchiha.

—Esto empieza a tomar forma. —dijo Itachi.

Mikoto asintió a la vez que Kushina lo hacía a través de la pantalla.

Fugaku sólo los miró desde el inicio de la escalera. Le intrigaba, pero no para espiar que hiciera su hijo.

Minato por su parte, estaba igual. Miraba a su esposa emocionada. Él sólo suspiró y miró a Deidara quien estaba al lado de su madre comiendo feliz para saber qué ocurriría.


Naruto se rascó la cabeza y miró los ojos de Sasuke.

— ¿No te importa que yo sea un chico?

—Dije "Salgamos", no pregunté tú género dobe.

Naruto entonces sonrió y un sonrojo pequeño apareció en sus mejillas.

—Acepto dattebayoo.

Ese día Naruto vio una nueva expresión de Sasuke, una cara de total alegría.


Bueno este fue el capítulo 1, traeré el segundo en breve porque ya tengo la idea, pero como no he dormido en toda la noche, creo que iré a descansar un poco xD De tanto teclear me ha dolido la muñeca kajhjakajka xD

Espero que les haya gustado :3

¿Por qué se me ocurrió esto?

Ni yo misma lo sé xD

Cosas de la imaginación y la inspiración (?)

Aunque hace tiempo que no hacía un fic NaruSasu o SasuNaru, en fin, de estos dos jahjaka Ya lo extrañaba.

Para las que me siguen, diré...

Sí, seguiré con S.O.S, esperad que me vuelva la inspiración, lo que menos quiero es presentar algo no digno. Y por mientras traigo este fic, aunque tendrá solo 2 o tres capítulos, ahí veré ;)

Ah, y para más NaruSasu o SasuNaru, aún falta mi One-shot para el Especial de Escolares ;)