Sus ojos, el corazón de un ilusionista.

No le creí, que tonto fui, cuando Shisho me dijo esa mañana de mayo, pensaba que me hablaba meramente por la depresión y tristeza que le acomplejaba en esos momentos, que tonto fui.

Flash Back: 5 meses antes.

Ken y Chikusa estaban tan desesperados que llamaron a Fran la segundo día, le dijeron que era una emergencia por lo que a ruegos Fran pudo convencer a su jefe de darle un par de días libres, Xanxus no quería aceptar, pero cuando el oji verde le hizo notar que si él se iba el insoportable príncipe iba a estar más tranquilo, acepta a regañadientes.

Ahora estaba allí, en una habitación oscura donde solo la luz de la luna entraba por las destrozadas cortinas, un silencio consumía el cuarto desde hace ya casi 2 horas; ninguno decía nada, el pálido muchacho se acostó al lado de su maestro mirándolo fijamente, estovo allí ,y cuando se estaba quedando dormido, por fin el ilusionista mayor hablo:

-"Una persona solo puede ser feliz, mientras desconozca la verdad" dijo Mukuro casi en un murmullo, solo para oídos de su querido aprendiz, su rostro lucia cansado y la piel bajo sus era rosa y algo inflamada por el llanto, no había salido de su habitación en KokuyoLand, desde hace 3 días.

-"Shisho, usted siempre ha dicho que los ilusionistas tenemos la percepción para diferenciar la verdad de la mentira" dijo Fran tratando de seguirle ese repentino hilo de ideas.

-"Kufu…eso es cierto renacuajo, pero la verdad que esconde un enemigo incluso la que se esconde en una ilusión; son ese tipo de verdades las que podía ver sin problemas, yo no pensé…Que una verdad que amabas tanto, fuera una mentira, y enfrente de mis narices, es un golpe bajo para mi orgullo como ilusionista…Pero eso es lo que menos me importa ahora" dijo el peli azul mientras se acostaba junto a Fran y le dirigía una merada de reojo –"que haces aquí Fran?-

Fran giro de lado su cuerpo para poder ver directamente a su desgastado maestro que como lucia ahora parecía piña colada.-"me han llamado Ken-nii y el fenómeno mitad bestia, estaban preocupados por usted, y con razón…maestro se que n soy la persona más emocional del mundo, pero le molestaría decirme que ha ocurrido, y por cierto, donde esta chrome neesan, normalmente no visita a los Vongola a estas horas de la noche".

Mukuro rio por lo bajo, y luego mirando al techo siguió la conversación -"pensándolo bien, eres la persona más indicada para esta labor, tu más que nadie sabes lo que es andar por ahí sin saber qué es lo que realmente sucede"- Fran no entendió del todo pero espero a que su maestro terminara –" Nagi, se ha ido, y no volverá, esta con los Vongolas ahora, de hecho lo ha estado desde hace mucho tiempo, en especial debajo de las sabanas del guardián de la nube"-.

El silencio se apodero del momento nuevamente, Fran sabía que había sucedido, o bueno de lo que se había enterado su maestro, realmente no se imaginaba desde cuando acá chrome le era infiel y le daba miedo preguntar, presentía que le enterrarían varias veces cierto tridente. –" Nee Shisho, cuantas tonfas cree que tenga hibari Kyoya metidas dentro del culo?-

Mukuro no pudo evitar reírse ante el comentario de su aprendiz favorito ganándose así una sonrisa tierna del chico. –"No estoy seguro, pero te puedo decir que he oído que le gusta mucho juguetear y darse placer con su Vongola Box, dicen que sus gemidos se oyen por toda la base Vongola Kufufu~"-.

Mucho humor negro después, a los dos ilusionistas les dolía la barriga de tanto reírse, Mukuro se puso de pie y encendió la luz quedando ciego por unos minutos, así ya días que no salía de su nueva Mukuro-cueva; Fran levanto, estiro los brazos y roto su cuello emitiendo leves crujidos. –"Shisho…lo lamento mucho"-.

Rokudo cayó por unos instantes, se giro y alcanzo el lugar donde se encontraba el pequeño. –"gracias, pero bueno..Eso ya no importa, ahora me bañare y seguiré con mu plan de dominación mundial Kufufu~"-.

Se veía feliz, pero con un dejo de tristeza; ya no le preocupaba, conocía a su maestro, cayo hondo pero ya lo había hecho anteriormente, el se levantaría y seguiría como siempre, con una parte de su corazón muerta, pero la muerte para el no significaba nada, el estaría bien, estoy seguro, pensó Fran.

La piña azul lo abrazo fuertemente antes de que este pudiese darse cuenta, sintió como le corresponda, y se sintió feliz; "el es alguien que se que no me abandonara, sin embargo…".

-"Fran…lo que te dije en un principio, bueno es cierto, Una persona solo puede ser feliz, mientras desconozca la verdad, tal vez luego sonreirás nuevamente pero es porque te volverías a rodear de cosas que desconoces tanto como las disfrutas, pero la únicas verdades en nuestras vidas, son las que vemos con nuestros ojos, es el mayor talento de un ilusionista, no nos dejaremos cegar por lo nos digan, por las caricias, por los besos; solo cree lo que ves con tus puros ojos, esa es la única verdad que puede creer un ilusionista, tal vez ahora no lo creas, pero llegara el día, y yo estaré hay así como tu estuviste aquí para mí."

Fin del flash back:

Y creer que hace tan solo unas pocas horas era tan feliz, el tena razón, ese sentimiento es el más efímero de todos, cuando sientes que invade todo tu ser, te abofetea la cara y se escurre entre tus delgados dedos; Fran cogió su móvil y marco el numero de la única persona que podría entenderlo.

-"Shisho…me han cegado...". Minutos después, el chico empaco sus cosas, le dejo una carta de renuncia al jefe de los varia que se encontraba durmiendo y abandono la mansión; lo esperaban en un hotel, dos ciudades adelantes, tenia suerte de que él estuviera en Italia por cuestiones diabólicas suyas; confiaba en el , así que había hecho justo lo que le sugirió, el primer paso para recuperar la vista, era dejar de oírlo, de sentirlo, de tocarlo.