Desde que tengo memoria, los lobos y los humanos han estado en guerra.

Bueno ... tal vez la guerra no es la palabra adecuada para describirlo. Creo que se puede decir que fue ... más bien un estancamiento de algún tipo. Los lobos y los humanos en realidad preferían no entrar en conflicto, pero a veces era inevitable. Y la forma en que nuestro mundo estaba, era difícil de evitar una confrontación.

Las manadas de lobos en el mundo moderno son muy diferentes de las de nuestros antepasados. Por un lado, en lugar de un par de alfas, cada manada está liderado por varios de los más fuertes (pero no necesariamente más antiguos) lobos. Estos lobos tienden a tomar los comandos del lobo más fuerte, a menudo llamado el primer jefe. Los números van desde -Primer, Segundo, Tercero, y así sucesivamente.

Mi manada tiene el mayor número de jefes en el mundo de lobos, originalmente había ocho de ellos, pero cuando nací el octavo jefe había sido asesinado. Su muerte fue la que me envió en espiral abajo por este camino, porque nuestro primer Jefe tenia sospechas de como murió exactamente.

Hoy los lobos también tienen dones que nuestros antepasados nunca poseyeron, en primer lugar, los lobos pueden realmente hablar entre si –incluso a otros seres humanos, si se atreven- telepáticamente. Pero el segundo don es quizás el más poderoso ...

Este don ... nos permite asumir una forma humana.

Un lobo en realidad no puede asumir su forma humana hasta que tenga 1 año de edad, un adulto es reconocido ante los ojos de los jefes de su manada si es capaz de cazar y matar por sí mismo. Aun así, una vez que se adquiere esta habilidad, se necesita tiempo para dominarla y controlarla, la capacidad de parecer humanos no es gratis.

El hecho es que el cuerpo del lobo no puede retener la forma humana durante largos períodos de tiempo, si no mal recuerdo, creo que los lobos adultos que lo han dominado sólo se pueden mantenerlo durante tres días. Los cachorros que han cumplido un año de edad o son todavía jóvenes-como lo fui una vez-sólo pueden mantenerla un día antes de sentir los efectos.

Y los propios efectos son suficientes para hacer que cualquier lobo desee estar muerto. Puedo enlistarlos : náuseas, mareos, debilidad, fiebre y frío, pero eso no describe la verdaderamente la sensación. Yo no creo que haya ninguna manera de describirla tal como es.

Si algún lobo es lo suficientemente valiente como para mantener su forma más allá de su límite, se convierte simplemente en una cuestión de mente sobre el cuerpo ... y por lo general gana el cuerpo. Una leyenda popular de los lobos es que si un lobo puede mantener su forma humana durante siete días y siete noches, en realidad se convierte en humano.

Mi manada se habían asentado en los bosques alrededor de la mansión Kuma antes de que mis propios padres nacieran, fue una suerte que el clan Kuma pasara a ser de los mejores cazadores de lobos en el mundo, famoso por su habilidad y el número de lobos que habían muerto por su mano. En el momento en que nací hasta dos años después, la estrella de la familia Kuma era su único hijo, Flippy Kuma.

En mi segundo cumpleaños, el joven heredero de los Kuma tenía 18 años – y ya era un reconocido cazador de lobos después de su duodécimo cumpleaños- cuando él había matado con éxito su primer lobo. La leyenda dice que cuando él tenía dieciséis años, había borrado en realidad a toda la manada de lobos en la frontera norte de nuestro territorio, pero eso nunca fue confirmado.

Mis padres murieron en realidad por la familia Kuma, no por el propio Flippy, sino por algún primo o ancestro suyo. Yo era sólo un cachorro en el momento, y yo ... yo era demasiado joven para desarrollar rencor.

En realidad no odio los seres humanos. Me parecen fascinantes. A menudo tenía la mala costumbre de mantener mi forma humana por mucho tiempo y hasta que colapsaba; Petunia por lo general tenía que llevarme de nuevo a la manada. Ella siempre me regañaba, pero no podía evitarlo. Quería saber todo lo que pudiera acerca de los humanos, lo que amaban y odiaban, a quien amaban y odiaban y por qué.

Supongo que una parte de mí ... sabía lo que iba a pasar, cuando yo cumplirá dos, aun que todavía se me consideraba en muchos aspectos, un cachorro. Tal vez mi corazón ya había aceptado que en un futuro cercano me gustaría conocer a un humano, podría enamorarme ... y ese humano sería ... un cazador de lobos.

Y no cualquier cazador de lobos.

Que ironía!

Pero ... no puedo decir que me arrepiento. Incluso después de que me llevo a lo que hice, nunca me arrepentí. Nunca pude.

Me enamoré. Y sobre todo ... yo quería que seres humanos y los lobos pudieran vivir en paz, así mi amor seria aceptado en este mundo.

¿Era realmente mucho pedir ser feliz? Tal vez fue ...

-Cub? Cub?, ¿dónde estas? Cub, esto no es gracioso ...-

Una nariz se movía nerviosa con su pelaje erizado, la delgada joven loba se abrió paso con cautela por el prado, sin prestar atención a las flores que flotaban con la brisa, por lo general le gustaba estar a la intemperie, más allá de las sombras de los árboles en el bosque, pero ella siempre estaba sola cuando lo hacia. Ahora ...

-Cub!- Su voz era apenas un susurro, sus labios se curvaron hacia atrás y dejando al descubierto sus dientes ligeramente. -Cub, lo digo en serio! Nos meterás en problemas a este paso! Cub!- Sacudiendo la cabeza, los ojos parpadeaban con humor a pesar de ser suyos, la pequeña loba rojiza se quedo mirando la pequeña luna alrededor de su cuello que brillaba con la luz del sol.

No podía culpar al cachorro-en realidad no. Había estado lloviendo durante las últimas dos semanas, limitando el joven al encierro, y había sido una tortura para el cachorro de seis semanas de edad. Era natural que fuera a tratar de escabullirse. Nadie había previsto que cualquier descendiente de Cuddles y Giggles fuera así de salvaje, pero era un aspecto de la cría que Flaky adoraba.

Normalmente…

-Cub! Por última vez-

Las palabras murieron cuando un pequeño bulto color marrón se cayó en sus patas, la loba rojiza aulló y fue a dar al suelo, mientras el cachorro se abalanzaba sobre ella. El polvo nubló el aire y cuando finalmente se despejó, la joven niñera levanto la cabeza y encontró a su encargo sentado en su pecho, sus patas delanteras apoyadas en su garganta y moviendo su cola y mirándola con sus ojos verdes brillantes.

-te atrape, Flaky!- Seguía agitando la cola, Cub bajó la cabeza y le lamió la nariz, el ligero brillo rojizo de sus ojos solía llamar la atención. -te hice una buena, ¿no?-

Ella se echó a reír. -Sí, lo hiciste,- , levantando un poco la cabeza para golpear la nariz con el cachorro. -Estoy segura de que tu madre y tu padre estarían orgullosos de saber cómo su hijo embosca a su propia niñera, después de la forma en que desapareció.-

Eso hizo impacto y asusto a Cub haciéndolo darse la vuelta, bajó los hombros y se bajo de Flaky cuando se dio cuenta que se había alejado demasiado, dejando a unos padres preocupado, arrastro una pata por el suelo mientras la loba rojiza se sentó, para sacudirse. -Lo siento-murmuró-. -Pero yo sólo quería jugar, y mi mamá me dijo que no molestara a papá cuando él duerme, así que pensé ...-

-entiendo.- Flaky acaricio al cachorro suavemente sobre la oreja para silenciarlo. -Y estoy seguro que tu madre y padre, también lo harán, una vez que se los explique.- Ella bajó la cabeza, y le toco suavemente la nariz al cachorro cabizbajo. -Entonces, ¿qué te parece si regresamos, ¿eh?-

-Sí, está bien ...-

Satisfecha de que todo estaba bien, al menos por el momento, Flaky empujo con la nariz a Cub por las patas y lo guio en los árboles, silenciosamente escondió su espalda entre la oscuridad de las sombras y su piel rojiza se puso erizada. Ella miró por encima del hombro, con unos ojos estrechos mientras que las orejas las giro hacia delante.

-Flaky?- sentía una extraña sensación... como si alguien me estuviera mirando ...

Frunciendo un poco el ceño, Flippy Kuma observaba con interés como los dos lobos se desvaneció en las sombras de los árboles, su caballo relincho y se puso inquieto, al olfatear a las dos criaturas, manteniendo sus ojos en el lugar donde los lobos habían desaparecido.

Flippy había sabido la mayor parte de su vida que una manada de lobos vivía en el bosque cerca de su casa, corría el rumor de que era una de las más grandes manadas en el mundo, pero él nunca había visto lobos. Esto demostró lo buenos que fueron estos animales para ocultarse de los ojos humanos, y eso la hice fruncir su ceño.

Parecía que su casa había heredado la manada más astuta de lobos, si el grupo era realmente tan grande como otros cazadores decían, debieron haber dominado el arte de esconderse. Estos fueron los primeros lobos que había visto de esa manada desde que nació.

No parecen ser muchos, como esos dos- una joven loba, pequeña y delgada, y un cachorro de lobo gordito como con pelusa de bebe. Si Flippy tuviera que adivinar habría apostado que la hembra tenía unos dos años, a pesar de ser delgada parecía más o menos de un año de edad. Flippy sabía que no era así debido a la facilidad con que manejó al cachorro. El cachorro, por el contrario, sólo parecía tener seis semanas de edad, joven y enérgico. Por un breve momento, al verlos, sus dedos ansiaban deslizar el arco que llevaba en la espalda, para preparar una flecha y disparar hacia donde se encontraban.

Pero no lo hizo. El solo miró, y los dejo ir.

Extraño ...

Sacudiendo la cabeza, Flippy tiró suavemente de las riendas del caballo y se tomo rumbo a su casa, a pesar de eso, con los ojos una vez más buscó ese lugar, como si los dos lobos por arte de magia se materializan. Buscó en los árboles un destello rojizo, aunque sabía que la loba se había ido con el cachorro.

Por alguna razón, la hembra de pelaje rojo había atraído la mirada de Flippy, después se dio cuenta del cachorro. En toda su vida, nunca un lobo se había metido en los pensamientos de Flippy de la forma en que esa loba lo hizo.

-contrólate-, el chico de pelo verde se ordenó con firmeza. -La loba se ha ido. Probablemente nunca la vuelvas a ver. E incluso si lo haces, probablemente tendrás que matarla. -

Pero el todavía miraba en ese lugar, como esperando. Frunció el ceño.

-Estás muerta la próxima vez que te vea- murmuró, tirando fuertemente de las riendas haciendo que su caballo trotara, de repente sintió ganas de escapar. -es una promesa.-

Moviéndose silenciosamente por el bosque como una sombra, Flaky inclinó la cabeza y con los dientes tomo a Cub del cuello levantándolo, sus músculos se tensaron debajo de su piel cuando se subió en una roca, trotando por el sendero de la delgada pared de roca, desgastada por las patas de los lobos en estos años. Para un humano normal, simplemente era la orilla del acantilado, nada más que eso.

Por esa razón, era el lugar perfecto para el hogar de la manada.

Mantenía a Cub fuera del piso (ya que la última vez, trato de pasar entre la maleza y termino cortándose con las espinas), Flaky se movía y bajaba la cabeza mientras pasaba por las espinas del rosal haciendo que sus hombros y espalda tuvieron que resistir el dolor. En realidad no le molestaba, ya que aprendió donde había espinas y cómo evitarlas la mayoría de las veces. A medida que entraba se aclaraba donde vivía la manada, agito suavemente su piel y bajo gentilmente a Cub.

-¿Cuándo vas a dejarme andar por la maleza?- el cachorro preguntó dejándose caer directamente sobre sus patas delanteras. -ya estoy ubicando dónde están las espinas.-

-Cuando dejes de perderte-. Deslizó suavemente una pata de debajo de él, haciendo que rodara el cachorro y le acarició la pancita, haciéndolo gritar y retorcerse de alegría. -Ahora vámonos, tenemos que ir a tu casa. Giggles probablemente este muy preocupada.-

Flaky suavemente toco con la nariz las patas de Cub y le instó a entrar; desde donde estaban, se veía un camino de piedra rodeado de pasto, la suave corriente de un pequeño rio era el único sonido. Los lobos estaban en el césped durmiendo, conversando con sus compañeros o aseándose, la caza por la mañana apenas había terminado, y otro grupo se enviará hasta el atardecer. Los dos lobos iniciaban su camino abajo, la gran roca daba rumbo a la hierba bajo sus patas.

La joven loba se enfoco en la entrada, que era una pequeña cueva excavada en una roca al otro lado del claro, estaba muy lejos del campo y oculto por los arbustos para que los enemigos que atacaran, no supieran inmediatamente por donde se fueron las crías. Como estaba muy alto el pasto, mantuvo a Cub delante de ella para vigilarlo, Flaky alzó su cola y saludó brevemente a sus compañeros cuando la llamaban, dándole la bienvenida y agradeciéndole por encontrar al cachorro, Cub fue, a decir verdad, la única descendencia de los dos lobos más poderosos en la manada, y nadie quería perderlo.

-Flaky!- Ella levantó la vista y vio un lobo azul delgado que se acercaba a ella, su cola en alto y los ojos relucientes, sin poder evitarlo apresuro los últimos pasos y juntó la nariz con su amigo de la infancia. -Splendid,- grito, volviendo la cabeza para que pudiera acariciar con su hocico el cuello de Splendid. -¿Por qué estás aquí? ¿No deberías estar con los demás jefes?-

-Bueno, para empezar, tengo que venir a recoger a mi sobrino en lugar de Cuddles-. El macho bajó la cabeza, suavemente lamiendo la oreja del cachorro; Cub ladró con alegría y alzó una pata, pegándole en el hocico al lobo mayor. -Y por otra, los Jefes te buscan-.

-¿A mi?- Flaky giró una oreja. -¿Estas seguro que no se refirieron a Petunia? Espera, Lammy sigue tratando de comprometernos?-

-No. Petunia esta patrullando con otros dos, y Lammy renunció a eso hace mucho tiempo.- Los ojos Splendid brillaron con buen humor por la intromisión de su hermana adoptivo. -Sólo ve, iré en un momento.-

-Está bien.-

Splendid le acarició brevemente el hombro con la cola antes de bajar la cabeza, y recoger a Cub, y se alejó trotando; Flaky lo miró irse, antes de dar vuelta, sus ojos miraron la pared donde estaba el único camino para el claro , negó con la cabeza y caminando hacia adelante.

¿Qué querrán de mí los jefes?


Bueno eso es todo por hoy porfis dejen sus comentarios si?