Bueno, pese a que dije; que me retiraría un poco de los SS/HG esta es una idea que me ha estado molestando mucho, mientras duermo o algo alguna actividad (a veces me pasa) y simplemente la realizaré. Es un poco, dispar de lo que se muestra en los libros; pero siempre tendrá sus puntos concordantes con los mismos.
Espero que les guste, y no se agobien; no será muy larga tampoco. Debo reducir el uso de ideas en los SS/HG o me liaré con los otros proyectos venideros.
El fan fic se titula, Las verdades de Severus Snape. Y estará narrado por Hermione Granger al puro estilo, detectivesco (sí, quizás enloquecí) acerca del raiting, pues dudo que haya mucho "M" por estos lares, pero por si cambio de opinión.
Espero que lo disfruten.
M*S
PD: Todo es culpa del bendito Método científico. ¡Le he echado miles de tomatazos pero no se va!
Capítulo 1: Mi Hipótesis
Estaba parada, casi detenida con un suspiro de sorpresa; mientras observaba el despacho del director. Idéntico a como lo recordaba, suponía. En un abrir y cerrar de ojos, vi todo en cámara rápida; como todos nos movíamos allí. Recordaba absolutamente, todos los momentos.
Mi mirada se distrajo. ¡Cuantas cosas! En un abrir y cerrar de ojos ya había contado más de cien. ¡Demonios! ¿Por qué no había detallado perfectamente? Bueno, allí estaba Fawkes. Al menos.
Pero, lo más sorprendente; me sucedió al observar el retrato del nuevo director momentáneo "Severus Snape" ¡Estaba vacío! Yo sabía que había huído, ¿pero por qué estaba allí? yo tenía entendido, que no salían retratos a no ser que el mismo hombre; estuviese muerto. ¿Entonces?
- ¡Estaba muerto!- me dije, en una especie de gemido, pero me silencié al observar llamas azules que giraban como remolinos; en la chimenea. Alguien habló detrás de mí, esa voz sedosa que de vez en cuando; me hacía sentir escalofrío.
Era él.
- Se equivoca, esta vez. Granger.
No hice nada, y simplemente me giré; al observar su pálido rostro a través de un espejo. Debo decir, que temí sucumbir ante una pesadilla, o simplemente sentía una especie de vaivén en mí. Como si lo que estuviese viendo, era sólo una memoria. Pero no, él estaba atrás; mirándome con cautela.
- Perdóneme- musité, pero eso me hizo sentir peor. ¿Le deseaba yo la muerte?
- Puede ahorrarse la disculpa- me dijo, y allí yo observé todo el tiempo que había pasado. Su palidéz, su cuerpo que seguía tan quizás enclenque. Pero, nuevamente; yo no era alguien para juzgarlo.
¿Pero quién era? ¿Quién era ese hombre a quién yo jamás conocí? Y justo ahora, volvía a verlo; sin saber siquiera como debía dirigirme. Estaba tan equivocada, cuando pensaba que la vida ya no me traería algo nuevo.
- ¿Qué necesita?- me dijo, y yo sólo dudé de poder hablar.
- ¿Qué?- iba a comenzar, pero soné más a interrogatorio; puesto que su ceja se alzó frente a mí. Lo admiraba, lo veía como una persona lo suficientemente fuerte como para soportar. Por eso, todo eso lo veía mientras enarbolaba su ceja.
- ¿Recordando viejas épocas?- se burló de mí.
- Permítame- musité, estirando un pedazo de pergamino, que él tomó sin mucho dudar.
- ¿Una solicitud de silla vacante para Hogwarths? Hogwarths no está vacante, yo soy ahora su director.
Seguí observando, las olas azules que se reflejaban en un punto. Lo recordé, era un pensadero; el pensadero de Albus Dumbledore. Me pregunté, si allí habían memorias que me explicasen; qué pasaba. Por supuesto, era de esperarse. Así era la magia a veces.
- ¿No lo está?- dije con cierta confusión, un poc tonta.
- No ahora- me dijo, mirando al retrato suyo; vacío- Yo estoy aquí, a no ser que sea un fantasma claro.
- No lo sé- sólo atiné a contestar, mirando a mi alredor- A veces, yo no sé en qué creer.
Sé que evoqué de él una mirada de incredulidad, pero yo simplemente estaba avocada a mirar a mi alrededor. Tanto tiempo, y yo sólo; yo no podía articular algo coherente en mi cabeza.
Y entonces, tenía una nueva hipótesis. Él estaba a salvo, pero tenía que saber él por qué; qué seguía luego de estar a salvo. Para él por supuesto.
Lo observé salir, sin dirigirse a mí. Antes de desaparecer lo único que escuché fue un. "No se quede tanto tiempo atónita, que su mandíbula se caerá"
Bueno, este es mi comienzo; espero que les haya gustado. Saludos y besos.
