Disclaimer: El Copyright y la Marca Registrada de todo lo referente a Harry Potter, es propiedad de la escritora J.K. Rowling.

Dedicatoria: A Conny-B y Jan. A la primera, por ayudarme con el título del fic (que me tardé lo mío en encontrarlo ¿eh?) y a la segunda porque es una Draco/Hermione de hueso colorado.

Advertencia: Posiblemente en este fic, los personajes se encuentren un poco OoC (Out of Character) pero trato de hacerlos lo más IC (In Character) posible. Gracias y disculpen las molestias.


Medicina.

Eran las seis de la mañana cuando el despertador sonó en la casa de los Malfoy. Hermione abrió los ojos lentamente y estirando su mano, apagó dicho aparato. Se deshizo de las sábanas que la cubrían, pero cuando iba a levantarse, se dio cuenta de que un fuerte brazo le rodeaba la cintura de manera posesiva. Sonrió involuntariamente mientras con mucho cuidado, colocaba el brazo de su esposo en la cama.

Se metió a la ducha y salió del baño envuelta en una toalla. Abrió las puertas del ropero y mientras miraba con el entrecejo fruncido cada prenda, unos brazos la abrazaron por detrás y el dueño de estos, le dio un beso en el espacio que queda entre el hombro y el cuello.

-Buenos días, leona-dijo Draco en un tono medio burlesco. Sabía cuanto le molestaba a Hermione que le dijera "leona" cómo cuando estaban en el colegio

Pero Hermione, lejos de enfadarse por lo que había dicho Draco, supo que algo iba mal. En cuanto lo escuchó hablar, supo que él no se encontraba bien, pues su voz se oía entre ronca y gangosa. Se giró completamente para quedar frente a él y se dio cuenta de que no se había equivocado: El ex-Slytherin tenía toda la pinta de haber cogido un resfriado.

-Draco, estás enfermo.-dijo Hermione tocándole la frente para ver si tenía fiebre. Sí, la tenía y muy alta.

-Pues tú no estás muy cuerda que digamos.-contestó el chico ofendido mirándola con el entrecejo fruncido.

Hermione soltó una risita al darse cuenta de su enojo.

-No, tonto-dijo mientras le revolvía el cabello y lo jalaba de nuevo a la cama-Me refiero a que has cogido un resfriado.

Jaló a Draco más fuerte y lo acostó sobre la cama -cabe aclarar que Malfoy se cargaba una sonrisita de satisfacción en la cara-.

-¿Ya tan temprano, leona?-dijo Draco mirándola divertido-Apenas son las seis de la mañana y ya quieres acción.

Hermione le dio un golpecito en el hombro mientras sus mejillas se sonrojaban un poco. Llevaban más de cinco años de casados pero ella no podía evitar ponerse roja con los comentarios de su marido.

-Basta, Draco-dijo aun algo acalorada-Te vas a quedar aquí quieto, mientras yo voy abajo por la poción para el resfriado.

Tomó lo primero que vio del ropero y se cambió rápidamente en el baño, mientras Draco muy obediente, se recostaba de nuevo y se tapaba con las sábanas. Hermione le sonrió y salió del cuarto para después ir a la cocina por la poción para la gripe.

Luego de algunos minutos, la chica entró de nuevo a la habitación con un vaso y una jarra pequeña que contenía un líquido negro y viscoso. No muy apetecible, en verdad.

-¿Piensas que me voy a tomar eso?-inquirió Draco mirando la jarra con una ceja alzada.

-Sí, te lo vas a tomar si no quieres quedarte en cama todo el día.-contestó Hermione mirándolo de una manera que no admitía excusas.

-¿Y quién te dijo que no quiero quedarte en cama todo el día?-contestó Draco pasando su mirada de la jarra a Hermione-Y a lo mejor si quiero quedarme, claro…con tu compañía estaría mucho mejor.

-No-dijo Hermione sin caer en el juego de su esposo-Te vas a tomar la poción, te quedas descansando algunos minutos, tomas tu desayuno y te vas al trabajo, amor.-continuó con una voz peligrosamente dulce.

-Pero no me gusta la poción-dijo el rubio utilizando su arma mortal: La carita de perrito abandonado-Sabe muy mal.

-Draco, por favor, no seas infantil que no tienes cuatro años.-dijo Hermione acercándole el vaso en el cual había servido la poción.

-Pero Herm…sabe mala.-continuaba el chico sin quitar su carita de "Estoy abandonado y necesito amor".

-No me hagas esa carita que no te va a funcionar-decía Hermione, pero lo cierto era que no podía resistirse a esa mirada que los ojos grises le mandaban-Tienes que aprender que aunque las pociones no saben bien, siempre…

Pero no pudo terminar la frase, porque el rubio la había jalado hacia él, provocando que la chica tirara el vaso al suelo con todo y poción. Se estaban besando apasionadamente. Pero ese no era un beso normal, la castaña estaba segura que en algún país del mundo, besar así estaba prohibido. Pero no le importó demasiado, porque rápidamente le correspondió igual.

Draco supo en ese momento, que los besos de Hermione, eran su mejor medicina.

Unas horas más tarde…

-¡Achu¡Achu!-estornudó Hermione por décima vez en lo que iban algunos minutos-Tonto, me pegaste el resfriado…

-Lo siento, amor-dijo Draco mirándola divertido pero también con los mismos síntomas que su esposa-Pero recibir los besos de un Malfoy, tiene sus consecuencias.

Pero lo que él recibió fue un golpe en el brazo, seguido de otro estornudo.


N/A: Hace mucho que no me pasaba por estos lados de los DHr. Bueno, me inscribí a la comunidad de 30 vicios, y aquí me tienen. Originalmente iba a escoger a la pareja de Remus y Tonks, pero en cuanto leí las palabras (los vicios) supe que estaban hechas para esta pareja, así que aquí estoy con esta historia.

No sé cuando me demore en actualizar; sinceramente no creo que mucho porque son viñetas y tengo muchas planeadas. En vacaciones creo que actualizaré cada semana o, si la inspiración me gana, antes. Pero en la escuela, no tengo la menor idea.

Bueno, espero que disfruten la historia y ya saben, cualquier duda, sugerencia, halago, crítica o lo que quieran…se le hace saber a la autora en un review.

¡Hasta otro vicio!

Atte. Bianca