=Inuyasha no me pertenece=
¡Devuelta a mi compu que había estado descompuesta! XD en fin, disfruten de esta nueva historia del hanyo más hermoso *¬* Inuyasha-sempai XD


LA CIGÜEÑA MIROKU *cap1: Invitaciones*

Ya había pasado un año desde que Kagome vivía en la época feudal, esta se encontraba jugando con las gemelitas hijas de Miroku y Sango, siendo vista no tan lejos por Inuyasha. Por una extraña razón, cuando la miraba sentía otro sentimiento mucho más fuerte de amor por ella. Se perdía en esa bella figura que…

-Es hermosa ¿No lo crees?- Dijo Miroku sentado a lado de Inuyasha, este se asusto mirándolo de una manera extraña. De pronto un puño fue directo a la cabeza del monje, y la dueña del puño era nada más ni nada menos que su amada Sango, quien tenía una venita en la cabeza. –No enojes Sanguito, no lo digo de mal manera…

-Más te vale

-¡Bueno Miroku! ¡A ti que te importa!- Le gritó el hanyo

-Pero Inuyasha, él tiene razón, ¿Nos has pensado en tener hijos con Kagome?- El peliplata se sonrojo.

-¡¿Pero que dices? ¡Nunca haría nada de eso!

-Tu no, ¿Pero y si Kagome se siente sola?

-No lo esta

-Sabemos que no lo esta, ¿Me refiero a que si ella desea ser madre?

-Ustedes no saben, mejor voy a preguntarle,

-No lo hagas, no te dirá la verdad

-Humm… ¿Y que hago?

-Se más cariñoso con ella

-¡Acaso quieres que sea un pervertido como tú!- De respuesta recibió un golpe del bastón que pose Miroku

-De verdad que todo lo comprendes para mal,

-¡Bueno ya! Voy a preguntarle- Se levantó y fue directo hasta ella, hincándose para quedar a su altura. -¡Oye Kagome! ¿Quieres tener hijos?- pregunto inocentemente, recibiendo un sonrojo y un abajo por parte la chica.

-¡Inuyasha eres un pervertido!

-¡¿Pero que dices?- Dijo levantándose. -¡Ellos me obligaron!- Señaló asía donde había estado sentado minutos atrás, pero Sango y Miroku ya habían desaparecido.

-¡Si claro!- Dijo y se fue. El ya sabía que era una muy mala idea preguntarle eso, pero en verdad había sido obligado, otra cosa era que no le hicieran caso… Por la noche, se encontraban dormidos en la cabaña de la anciana Kaede. Sango y Miroku dormían juntos con el pequeño bebé en medio de ellos y las gemelas aún lado, Kagome e Inuyasha habían dormido todo este año completamente separados, ella en un futón y el como ya acostumbraba, dormía recargado en la pared, observando solo la espalda de la chica. Se sentía algo culpable, pues no la trataba como su esposa que era. Rara vez la besaba o abrazaba pero nunca tenía la oportunidad de demostrarle todo el amor que sentía por ella.

-Inuyasha…- Le dijo sin darle la cara

-Dime Kagome

-¿De verdad quieres tener hijos?- Por unos minutos no obtuvo respuesta

-Si tu quieres

-De verdad lo deceo… Desde que me mude contigo he querido tener una familia junto a ti, pero… nada…

-No, dime

-Nada, solo son tonterías mias…- Dijo tratando de ocultar pequeños sollozos. Inuyasha ya no la obligo a decirle y decidió dormirse. A la mañana Kagome actuaba de lo más normal, ninguno de los dos mencionó el tema de ayer.

-¿Y que pasó?

-¡¿Qué te importa monje pervertido?

-Solo trató de ayudarte, pero al parecer ella te entendió mal

-No al contrario, ella piensa igual que ustedes, pero me da malestar pensar en… nosotros…- Se sonrojo

-Tranquilo, yo te doy unos consejitos que son muy efectivos…- Le dio una mirada pícara a Sango quien preparaba el almuerzo, se sonrojo y terminó por arrojarle la olla.

-No lo se, ¿Y sí me hago pervertido como tu?- Dijo ignorando completamente la escena y a un Miroku con un gran chipote en la cabeza.

-¡Oye! Bueno, si no quieres mi ayuda…

-¡No! Esta bien, confiare en ti- Un mayor sonrojo invadió el rostro del hanyo.


PD: El summary es tipo comercial xD, por eso lo ame jajaja.