+Fallen+
A veces sentía que su vida era vacía y que, no era suficiente el amor a su pueblo para sentirse vivo. Cuando llegaba de una larga misión. Después de recibir los halagos acostumbrados, llegaba la hora de volver a casa y encerrarse en la soledad que lo había acompañado desde que tenía cinco años. Todos esos años se había engañado, repitiéndose una y otra vez que era lo mejor para reponerse y centrar su chakra, pero esa tarde ni su inseparable Icha-Icha fue suficiente para separarlo de los murmullos que se colaban por la ventana.
El ruido de un montón de niños lo distrajo de su lectura. Una y otra vez se escuchaban los gritos de niñas pidiendo que separaran a sus compañeros y los niños trataban al mismo tiempo separar que seguir incitando a golpearse al par de mocosos que se encontraban en el centro del círculo.
Por un momento dudo entre quedarse donde estaba y cerrar la ventana ó bajar y terminar con aquella pelea que no le dejaba saber si Casio había logrado conquistar el corazón de Takako.
Cuando estaba por saltar y hacer lo que como buen shinobi le correspondía la voz potente de otro ninja se escucho. Todos se quedaron en silencio, el puño en alto del chico de cabello negro se detuvo justo antes de aterrizar en la cabellera rubia de su adversario quien fue el único lo suficiente torpe para, no congelarse y aprovechar el descuido para asentar el último golpe justo en el estomago de su oponente.
–¡NARUTO! –la voz del hombre sonó como un trueno y todos permanecieron sin respirar. El hombre se acerco y agarro por detrás al niño de cabello, para que no cayera de bruces al piso. El otro chico se quedo mirando fijamente al hombre y trato de sonreír, mientras buscaba algo que decir que fuera lo suficientemente convincente para no alterar más a quien había interrumpido la pelea.
–¿Me puedes explicar por qué estas peleando con Sasuke-kun? Otra vez.
–Lo que pasa es que, que, que. –El chico lo miro y luego a Sasuke, y finalmente bajo la mirada al suelo.
–No entiendo, no lo entiendo Naruto. Vamos permanecerás conmigo hasta que me expliques tu actitud.
Naruto agacho aun más la cara pero Kakashi se dio cuenta que sonreía mientras seguía a su sensei rumbo a la academia.
–Y ustedes deberán entregar mañana un reporte sobre las siete primeras reglas del código ninja. –Como era de esperarse todos protestaron, todos menos Sasuke que sólo miro a Naruto y luego a una niña de cabello rosa.
– ¡Es injusto Iruka-sensei! Nosotros, no estábamos peleando.
–Pero tampoco hicieron algo por detenerlos. Aunque si puede que este siendo injusto. – los niños dejaron ver una sonrisa, ingenuos. Serán las primeras diez reglas del código ninja con ilustraciones y las firmas de sus padres.
Se notaba que querían protestar nuevamente, pero la mirada de su sensei, era suficiente para saber que de hacerlo les esperaba una noche sin dormir y, no sólo un castigo en la escuela, si no también en sus casas.
–Vamos Naruto, me asegurare que termines tus deberes antes de la cena.
Kakashi los vio alejarse y perderse al doblar por diferentes esquinas. Sólo pudo ver por un instante más a Naruto y Sasuke, cada uno sujetado fuertemente por las manos de su sensei. Ese hombre daba miedo, pero al mismo tiempo le recordaba a su padre cuando salía corriendo para separarlo de cualquier imbécil que se atreviera a insultar a su clan.
Finalmente volvió el silencio y con el la soledad, pero esa tarde, la recibió con una sonrisa en el rostro.
Kakashi Hatake, no sabía que su vida estaba por cambiar tanto como para ver como un juego de niños cualquier historia de su inseparable libro.
¡Nueva historia! Suena grosero que regrese con una nueva historia y puede parecer que he dejado en el olvido el resto de las que ya tenía comenzadas.
Mi única justificación. Una dulce voz me dijo "Escribe sobre mi y mi historia de amor"
No las dejaré abandonadas iré actualizando de a poco y llevandolas a cada una a su dulce y repetible final.
Saludos.
