Esta es una traducción que la linda Black Morals me ha permitido hacer de su excelente fic: Breathlessly. Lo pueden encontrar aquí: theblackmorals(punto)livejournal(punto)com/3043(punto)html
Solo tienen que quitarle los paréntesis y la palabra "punto" y lógicamente colocar un punto de verdad.
La historia se ambienta justo antes de Versailles, mientras Hizaki aun estaba en Sulfuric Acid.
Espero la disfruten porque a mí me encantó.
Kamijo zigzagueaba graciosamente pasando los pequeños grupos de personas que se apiñaban por todo el salón haciendo imposible el caminar en línea recta desde un extremo a otro.
Aunque había menos personas esta noche de lo que había habido hace unos días cuando visitó este lugar y eso le gustó. Al ser lo que era, Kamijo estaba acostumbrado a las multitudes –mayormente de personas que tienen su completa atención fijada en él y todos sus movimientos-, pero en su vida personal él era una persona más privada quien en realidad valoraba su soledad por encima de todo lo demás. Se sentía afortunado cada vez que podía salir y no lo reconocían, algo que naturalmente se convirtió en algo proporcionalmente más y más raro a medida que él se volvió más y más famoso.
Esta noche sin embargo, las cabezas giran a verlo como resultado de su impresionante aspecto y no por su estrellato.
Eso, por supuesto, lo hizo caminar con su cabeza un poco más en alto.
"Lamento la tardanza", dijo Kamijo por cortesía mientras se sentaba en el puesto frente a un hermosa rubio quien en respuesta solo sonrió dulcemente y encogió esos antinaturales angostos hombros. En realidad no había llegado tarde, sino más bien temprano; le dijeron a las 9pm y ahora eran las 8:48pm.
"Estoy contento de que hayas venido", fue la suave respuesta que recibió mientras se quitaba su delgada chaqueta y luego se desenredaba su negra bufanda atada a la moda en su cuello. Cuando alzó la vista, otra sonrisa dulce lo saludaba.
"Yo también", respondió Kamijo y se sorprendió por la sinceridad de sus propias palabras. Él no estaba seguro como se había sentido acerca de esta situación poco familiar en la que estaba metiendo, pero resultó que la sensación burbujeante en su estómago no era temor o incertidumbre como lo había pensado. Estaba sintiéndose… emocionado.
Un poco nervioso también, pero más que todo emocionado.
Hizaki sonrió de una manera que parecía sugerir que él también se sorprendió por la respuesta. Aunque… el hermoso rubio parecía el tipo de persona que tenía la suficiente fe en sí mismo, y en su belleza, para creer que podía convertir un hombre heterosexual en uno homosexual sin nada más que una sonrisa caprichosa de esos labios brillantes, y un movimiento de esas gruesas y falsas pestañas.
"Resulta que también es cierto…" pensó Kamijo y se rió.
"¿Cómo te fue en el concierto?" preguntó después de unos pocos segundos en completo silencio entre ellos donde ambos parecían mirarse y ponderarse el uno a otro, ambos yendo en silencio hacia los riesgos de lo que estaban haciendo y maldiciendo las consecuencias. Las líneas ya habían sido cruzadas el segundo cuando Kamijo aceptó la oferta del otro hombre y se habían encontrado allí en ese oscuro club donde nadie y todos los podían ver.
Lo único que faltaba era el acto.
"Favorablemente", Hizaki respondió con un ligero asentamiento de su cabeza que era el acto encarnado de la humildad japonesa y jugó sensualmente con el lindo adorno atado a su celular. Sus esbeltos dedos estaban alargados por unas muy decoradas e imposiblemente largas uñas. El como Hizaki podía hacer algo con eso atado a sus dedos estaba fuera de su alcance.
"Puede que haya sido la audiencia más grande para la que jamás hayamos tocado. Creo que finalmente nos estamos haciendo un nombre," continuó el pequeño rubio con su suave voz saciada de felicidad que Kamijo reconoció muy bien; era una suave nota de logro que crecía en intensidad cada vez que estás cerca de lograr tus sueños.
Kamijo ya se había acercado excesivamente a esa meta, pero Hizaki estaba apenas comenzando en el negocio de la música; aún le quedaban años de duro trabajo obligatorio antes de que él pudiese alcanzar el nivel de fama de Kamijo, años antes de que alcanzara la permanencia y seguridad que Kamijo ya tenía, y aun así, sentado frente a él en un hermoso vestido negro que seguramente ninguna mujer podría lucir mejor, Hizaki parecía ser su igual.
Estaba tan emocionalmente seguro que eso asustó y atrajo a Kamijo al mismo tiempo.
"Me arrepiento por no haber podido ir a verte esta vez también," dijo elegantemente el hombre menos femenino, aunque en realidad había arrepentimiento en sus palabras. La única razón por la que estaban sentados juntos en estos momentos fue por un encuentro fortuito en el último concierto de la banda de Hizaki, cuando su manager los presentó con la esperanza de que Kamijo ayudara a sus clientes a avanzar más rápido.
Kamijo buscaba talento nuevo, sí, pero la banda de Hizaki ya estaba presentándose en varios lugares y él no iba a interferir ya que obviamente ellos no necesitaban su ayuda o experticia. Aun así, incluso después que les dejó sus intenciones claras –para decepción del manager-, la banda lo había invitado a beber para celebrar el concierto exitoso que acababan de dar. Un concierto al que él había ido y había disfrutado.
En realidad, Kamijo quería rechazar la oferta porque tenía una cita temprano la mañana del día siguiente pero el vocalista resultaba ser alguien bastante elocuente y persistente y había terminado acompañándolos a pesar de sí mismo.
Sin embargo, al final, había terminado hablando solo con Hizaki toda la noche, más que con el vocalista quien también era gay – o al menos confundía extremadamente con su género; Kamijo no estaba seguro– y quien parecía bastante ofendido al principio cuando Hizaki lo alejó así. Pero después, luego de haberse tomado cuatro o cinco cervezas en su compañía, el desvestido hombre se fue hacia uno de los grupos de personas en la pista de baila y no lo volvieron a ver.
Kamijo se sentía bastante aliviado.
"Estaba pensando en ti," dijo Hizaki, o mejor dicho susurró, sus ojos marrón avellana bailaban en la atenuada luz, "en ti, aquí, preguntándome si te vería esta noche."
Sus palabras, su sensualmente silenciosa voz, hicieron que Kamijo se estremeciera un poco.
'Él sabe que decir...'
La sexualidad de Hizaki estaba minimizada bajo esa virginidad Victoriana que él parecía llevar, debajo de esos lujosos vestidos y el sorprendente maquillaje que mágicamente solo lo hacía lucir incluso más inocente cuando en realidad ellos debieron haber hecho algo, y eso lo hacía mucho más tentador.
Él era el primer hombre que Kamijo había deseado.
"También estaba pensando en ti," admitió Kamijo suavemente y movió una mano hacia arriba para ponerla a descansar en la mesa entre ellos, la punta de sus dedos alcanzaban la mitad de ella. Sonrió cálidamente a medida que Hizaki soltaba el adorno de su celular y en su próximo movimiento colocó su pequeña mano en la de Kamijo, aceptando el toque que se ofrecieron sin recelo.
Sus dedos era delgados y pálidos, decorados con joyas y pintura, pero claramente no eran de mujer.
A Kamijo no le importaba.
"Entonces, Kamijo, dime, ¿qué es lo que normalmente haces en las citas?"
La voz de Hizaki era suave como las plumas, pero la astuta sonrisa que adornaba sus perfectamente delineados labios contaba otra historia. También era claramente intencional que haya dejado de utilizar el honorífico después del nombre de Kamijo lo que habría creado una apropiada distancia entre ellos. Parecía lo correcto. Pronto no habría ninguna distancia entre ellos…
Kamijo se rió entre dientes quedamente de la pregunta y negó con su cabeza suavemente, sus ojos estaban fijos en sus manos juntas sobre la mesa, el primer toque real de sus pieles la una con la del otro.
De repente me di cuenta de lo extraño que este encuentro era en realidad; como él había acordado encontrarse allí, como había aceptado la cita – no solo con otro hombre sino con alguien que apenas conocía, alguien a quien apenas le había hablado. Alguien de quien no conocía el toque…
'Aunque no se siente mal, el tomar su mano…' pensó.
"No tengo una rutina específica para las citas pero… si la chica quiere, casi siempre la saco a bailar," Kamijo respondió suavemente mientras levantaba su mirada de sus manos para mira la gentil cara de Hizaki. El otro hombre estaba usando una excesiva cantidad de maquillaje y Kamijo se preguntó brevemente si Hizaki era la clase de persona que nunca dejaba su casa sin estar completamente arreglado y perfecto, ni siquiera para ir comprar víveres. Parecía bastante verisímil de que era así…
Hizaki no se inmutó por el hecho de que dijo "la chica".
"No soy un muy buen bailarín, a decir verdad, pero me gusta bailar y me gusta tener a la persona cerca. Es la manera más sencilla que encontré de determinar si se siente bien estar con alguien, si se siente bien abrazarlos. Si bailar con alguien se siente mal, hay una gran posibilidad de que hacer el amor con esa persona tampoco se sentirá bien."
Aunque Kamijo nunca había bailado con otro hombre antes…
"Nunca lo había pensado así," Hizaki acordó suavemente antes que él finalmente quitara su mano de la de Kamijo. Levantó la copa frente a él y le dio un sorbo al líquido de uva delicadamente, con apreciación, y por un momento Kamijo temió que lo pudo haber hecho sentir mal, pero la seductora sonrisa se quedó se quedó en los resplandecientes labios por el brillo de labios de Hizaki todo el tiempo.
"¿Te quieres ir? ¿Ir a otro lado?," preguntó Hizaki suavemente luego que dejara la copa un momento después e inocentemente se mordió su labio inferior, simulando a una tímida y dulce muchacha, aunque la manera en que sus ojos avellana bailaban parecía negar el acto completamente.
Bailar no era lo único que podían hacer para probar su conexión después de todo.
"Seguro" Kamijo rió entre diente suavemente, tomó su bufanda, la ató alrededor de su cuello nuevamente antes de colocarse la elegante chaqueta que se había comprado el día anterior, para esta ocasión. Luego se puso de pie y extendió su mano, ofreciéndosela a Hizaki, y cuando el hombre más pequeño la tomó galantemente lo ayudó a levantarse.
Se quedaron así solo por un momento, tan interminablemente cerca, solo tomados de las manos mientras sus ojos miraban el del contrario.
No, definitivamente bailar no era lo único…
