Completo incompleto

Hace frío. Aun es invierno… Camino lentamente por las calles, sintiendo que me hace falta una parte de mí misma… Siento que me falta algo, como si hubiese perdido la mitad de mi alma…

Bien que lo sé… Me haces falta tú…

Nunca aceptaré tu decisión. Nunca la comprenderé. ¿Por qué tenemos que estar separados, si tú me amas y yo te amo? No me parece algo lógico… Cuando tú decidiste que lo mejor era separarnos, por nuestras carreras, yo acepté aun cuando no estaba de acuerdo, pero lo hice porque me prometí a mí misma que nunca te presionaría a nada ni me opondría a tus deseos…

Genzo, si tan solo supieras cuánto te extraño…

Me gustaste desde la primera vez que te vi. Me llamó la atención tu arrogancia, me atrajo tu seguridad, me derritió tu ternura oculta… Quería acercarme a ti, entrar en tu vida, pero pensaba que nunca te fijarías en una chica como yo…

¿Quién lo diría? Por azares del destino nos conocimos ese día, un 14 de febrero. Yo había estado muy enferma, motivo por el cual había tenido que faltar a mi trabajo un par de semanas. Y cuando regresé, tú me estabas esperando…

Comenzamos de manera casual. Tú no eres muy dado a charlar y yo soy muy tímida cuando no conozco a alguien, pero pronto comenzamos a convivir y se fue dando una incipiente camaradería que fue transformándose en amor…

Yo siempre creí que tú solo me veías como amiga, como la chiquilla inexperta que entró a un mundo de hombres. Pero cuando esa vez me dijiste lo que sentías, para mí se abrieron las puertas del cielo…

- Me gustas, Lily.- fueron tus palabras.- El negarlo es estarme haciendo tonto… Peor aún, es estarte haciendo tonta a ti…

- Genzo.- susurré.- Tú me gustaste desde el primer momento en que te vi...

No hubo beso, ni abrazo. Ni el más mínimo contacto físico. Pero con nuestras miradas nos lo dijimos todo…

El trabajo nos impedía estar juntos. No tenía permitido mezclarme con los jugadores del equipo… Ni tú tenías permitido salir con la doctora del campamento… Era todo un lío, así que nos conformamos con solo mirarnos a los ojos y decirnos cuánto nos amamos… Nos conformamos con platicar de nuestras vidas, de nuestros sueños…

Pero ambos sentíamos que estábamos incompletos…

Nos conformábamos con vernos en los entrenamientos. Yo siempre buscaba algún pretexto para hablarte. Tú siempre ponías pretextos para que yo te revisara. Entre mirada y mirada, suspiro y suspiro, se nos iba la vida…

¿Era esta una nueva forma de amar? ¿Por qué, si ambos nos amábamos, no podíamos estar juntos? Recuerdo una frase que dijo Gabriel García Márquez hace tiempo y que nos queda muy acorde a nuestra situación…

La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener…*

Nunca supe hasta ese entonces lo que es estar incompleto. Lo que es ser un completo incompleto, hasta que conocí tu amor prohibido…

Soy un completo incompleto si me giro y no te veo…

Te veía pasar y tenía que fingir que el verte no me provocaba el más mínimo estremecimiento. Tenía que fingir que todo entre nosotros solo era cuestión de trabajo. ¿Cuánto tiempo más aguantaría mi alma atormentada este suplicio?

Y sin embargo, si me volteaba y no te veía, sentía que me faltaba la mitad de mi alma…

Y el día fatal llegó: tendría que partir de Hamburgo. Tú, en ese momento, te encontrabas en Múnich, arreglando unos asuntos sobre tu equipo… Y regresarías cuando yo ya me hubiese marchado a México… Me hice a la idea de que no te volvería a ver… Y así las cosas debían ser…

Y sin embargo, tú me hablaste… Le pediste a Kaltz que me pidiera a mí el número de mi teléfono celular. Yo se lo di, a cambio del tuyo. Nunca creí que me llamarías, pensé que quizás en alguna festividad o evento importante te llamaría para felicitarte o desearte suerte…

¡Qué equivocada estaba!

Casi me vuelvo loca cuando recibí tu mensaje…

"¿Estás ocupada?", era todo lo que decías. Yo te respondí que no, ansiosa por volverte a ver… Pronto quedamos en vernos, pasando por sobre todos los problemas y dificultades que teníamos… Eso a ninguno le importaba… Todo lo que queríamos, era estar juntos… Para poder sentirnos completos… Para poder sentirnos uno solo…

Nos reunimos en un bello y solitario parque, y ahí, en la oscuridad protectora de los árboles, nos entregamos plenamente, el uno al otro, disfrutando cada delicioso momento que pasábamos juntos… Me perdí en tus manos, en tus labios, en tu cuerpo fuerte y musculoso, me perdí completamente en tu ser y me dejé llevar por esa maravillosa sensación de sentirse amada… Ya nunca más me sentiría incompleta…

Partí a México dos días después, llevándome en mi corazón el recuerdo de esa noche…

Pocos días después recibí un mail tuyo, que decía más o menos lo siguiente:

"Lily, ahora que te fuiste es cuando me doy cuenta de cuánto te amo… Y por ese amor que te tengo debo dejarte ir… No puedo ser tan egoísta como para atarte a mí y cortar tus sueños…Por ese motivo… Te dejaré ir… No seré como la mujer que encerró al pájaro que amaba en una jaula por temor a perderlo… Te amo, Lily. Y siempre lo haré... Genzo".

Ese mensaje me destrozó el corazón. Pero tenías mucha razón, no podíamos cambiarlo todo, dejar atrás todo lo que teníamos solo por la locura de un amor…

Ahora que miro el cielo pienso en ti, pues la luna que ilumina tu rostro es la misma que yo estoy viendo desde mi ventana… Si pienso esto, siempre estaré contigo…

Pero me sigo sintiendo incompleta. Me hace falta la mitad de mi cuerpo. La mitad de mi alma. La mitad de mi corazón…

"Deja que mi corazón te guarde ahí para siempre", me escribiste en una ocasión.

Y yo te respondo que dejes que mi corazón guarde la esperanza…

De volver a estar contigo algún día…

Un amante incompleto sin ti en mi corazón…

Notas:

- Todos los personajes de Captain Tsubasa fueron creados por Yoichi Takahashi (c).

- Lily Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.

- Este fanfic fue inspirado en la canción "Completo Incompleto", de Jarabe de Palo. Basado en una historia de la vida real.

- *Extraído de "13 líneas para vivir", de Gabriel García Márquez.