Momentos


Disclaimer: Nada del mundo creado por J.K. Rowling me pertenece.

Este fic ha sido creado para los "Desafíos" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".


CAPÍTULO 1

"Claro de luna"

Los finos dedos de Andromeda Black se deslizan por las teclas del piano, arrancando bellos acordes que estremecen su corazón.

—Sabes que a mamá no le gusta que toques esa canción.

Andromeda no responde, se limita a cerrar los ojos mientras sigue tocando la melodía. Esa hermosa canción que le recuerda tanto a Ted.

Siente a Narcissa sentarse a su lado en el taburete y a su mano posarse en su brazo suavemente.

—Sé lo que piensas —susurra—. En él, ¿verdad?

Al no recibir respuesta, mueve la cabeza con tristeza mientras deja de observar el rostro de su hermana y se fija en sus dedos recorrer son agilidad y elegancia el piano.

—A mi me gusta, ¿sabes? —dice con una sonrisa— La canción. Es linda. ¿Cómo se llama?

—Claro de luna.

Tras decir esas palabras, Andromeda vuelve a quedarse en silencio. Haberle podido arrancar esas palabras a su hermana es más que suficiente para Narcissa. Se queda sentada a su lado durante algunos minutos, con el sonido del piano llenando aquel mudo ambiente.

—Deberías dejarlo ya, Andromeda —dice de repente—. Esto no te traerá nada bueno. Piensa en tu familia, en nosotras…

—¿De qué estás hablando? —pregunta Andromeda, frunciendo el ceño.

—De Tonks, por supuesto.

Andromeda comienza a apretar las teclas con mayor fuerza de la necesaria, dejando evidente su enfado. No le gusta aquello que su hermana está insinuando.

—Debes pensar en tu futuro —continúa—. Si lo que dices es cierto, mamá te borrará del tapiz.

—Eso no me importa. No soy una niña a la cual se le pueda amenazar con borrarla del árbol genealógico.

—Esto es algo serio —replica Narcissa un tanto irritada—, ya no eres una niña pero te comportas como tal. Mira a Bellatrix, se casó con un buen mago, de una excelente familia. Mírame a mí, cuando salga de Hogwarts me casaré con Lucius. ¿Por qué no te casas con uno de tus admiradores sangrelimpia?

Pero eso es demasiado para Andromeda, que con fuerza, aprieta varias teclas a la vez, parando bruscamente la canción. Se gira hacia su hermana con furia.

—¡Ya basta de esos estúpidos prejuicios! Ted es un mago maravilloso y no vale menos que un sangrelimpia. Ya les dije anoche, me casaré con él, aunque toda la familia se oponga.

Y sin decir ni una palabra más se levanta bruscamente del taburete y abandona la estancia, dejando a una aturdida Narcissa.

—Si lo haces, no volveré a hablarte.

Andromeda ni siquiera se detiene al escuchar la última frase de su hermana. Se dirige rápidamente a su habitación y se encierra en ella, dejándose caer en su cama.

A pesar de sonar tan segura, no puede evitar que le abrumen las dudas. ¿Está haciendo lo correcto al desafiar de esa forma a su familia? Hay momentos en los que se pregunta cómo ha llegado hasta este punto, qué ha sucedido para hacerle cambiar de opinión.

Pero claro, se ha enamorado.

De vez en cuando tiene accesos de pánico en los que se dice que está cometiendo un error, y que mejor debería vivir una vida tranquila, sin enemistarse con su familia y alejarse de Ted. Pero es que él le ha demostrado que a pesar de los prejuicios, son el uno para el otro. Está enamorada de él y nada puede salir mal.

Bellatrix le ha dicho que ha perdido la cabeza, que ha deshonrado a la familia al relacionarse con Ted.

Desde un inicio, Andromeda, ¡lo has hecho todo mal desde un inicio! —le gritó Bellatrix la noche anterior— Desde el día en que pisaste Hogwarts debiste trazar claramente una línea que te dividía de los sangresucia. ¡No debías siquiera mirarlos!

Todos se le echaron encima. No soportaba sus miradas acusadoras ni sus hirientes palabras. Pero su madre no había dicho nada. Se limitó a mirarla como si no la conociera. Luego pudo ver en su expresión el dolor y la decepción que luchaba por disimular.

Andromeda se cubre la cara con las manos, llena de desesperanza. ¡Si fuera más valiente y decidida no temería lanzarse y perseguir sus sueños!

Pero tiene miedo, mucho miedo de hacer algo de lo que podría arrepentirse después. Porque ya no habría vuelta atrás. Una vez que cruzara el umbral de su casa, jamás podría volver. Su familia haría de cuenta que jamás existió.

A veces se sorprende pensando en que todo sería más sencillo si no se hubiese enamorado de Ted. Pero en seguida recuerda todo lo que había vivido con él hasta ese momento que, comparado con lo que seguramente vivirían, era poco.

Él está presente en su mente todo el tiempo, desde aquel día en que decidió darle una oportunidad. Después de despreciarlo demasiado tiempo por ser sangresucia. Ahora admiraba la tenacidad del chico para lograr que ella viera lo equivocada que estaba.

Claro de luna. Andromeda sonríe al recordar que Ted le dijo una vez que él, al verla, recordaba siempre esa canción. Como si la melodía lenta, elegante y melancólica fuera un reflejo de la joven.

Se pregunta una vez más si está haciendo lo correcto al aceptar casarse con él.

Pero ya no hay duda. Puede confiar en Ted. Sabe que jamás la decepcionará.

Ted le da fortaleza. Le hace sentir que no está sola y que jamás lo estará.

Él estará a su lado.