Aqui, haya... y siempre

CAPITULO 2

Abby exclamo con entusiasmo cuando escucho pasos ingresando a su laboratorio ¡Gibbs ¡ Tony que acompañaba a su jefe, saludo a la forense: -Hola Abby-. Esta junto muy apretados sus labios y lanzo una mirada de interrogación, -solamente un hola, Dinozzo?-. Tony corrigió, ahora con entusiasmo, - ¡hola bonita-. Abby pretendía continuar con el reclamo del frio saludo de su compañero y amigo cuando fue interrumpida por su jefe. ¡ Que tenemos Abby¡ Presta se dirigió a su computadora y empezó a proporcionar toda serie de datos: Sangre tipo O Positivo, perteneciente al Suboficial Dereck Nickson, continuaba, con más datos:, - leucocitos, 7,800 millones, eritrocitos, azúcar, …. ¡Basta Abby ¡ . Qué más? Información útil al caso dijo Gibbs. ¡Esta dijo en tono defensivo pero amable, - ¡ nada mas Gibbs, es la sangre más común que hay, todo normal, con este tipo. Esto es con lo que Yo, como Científica Forense, puedo contribuir-, perooo, continuo, alargando la o -el resto de la información la tiene tu experimentado Agente de Campo Anthony Dinozzo-, y movió los brazos hacia Tony, como si de presentar a un artista se tratara. Tony, tenía puesta la mirada en la pantalla de plasma pero su mente estaba en otro lugar, le tomo varios segundos darse cuenta, que Gibbs, le cuestiono, ¡que más Dinozzo? A propósito evito mirar a su jefe y Abby, tomo el control remoto y lo proyecto hacia la pantalla esta permaneció en blanco, al instante comprendió, que no había mandado el archivo a la computadora del laboratorio. -Upsssss - -nada? - McGee no aviso que mi computadora estuviera descompuesta-, -pero en 3 minutos lo soluciono jefe-, -voy a reclamarle al novato-, dijo esto para romper lo embarazoso del momento y salió del laboratorio tan rápido como se lo permitían sus pasos. Dentro del elevador cerro sus ojos, puso su mano sobre su sien, sabía que estaba dando motivos para que Leroy J. Gibbs, le dedicara otra sus fuertes miradas. Abby miro a su líder, y con mirada, limpia y preocupada le dijo: - ¡Gibbs, quiero a Tony de vuelta ¡-, y le repitió, en tono suplicante, -¡quiero a nuestro Tony de regreso¡-, -por favor-, - y Tu sabes muy bien a que me refiero-, dijo esto, poniendo su dedo índice en el pecho de Gibbs. Este le dio un beso en la frente y salió del laboratorio. Por supuesto que no necesitaba, que nadie le dijera nada, pero desde la primera vez, que volvió a ver a Tony después de finalizar su misión, el verano pasado sabía que algo no andaba bien con El.