Escucho pasos que se dirigían hacia él lentamente, resonaban contra el piso frio asemejando el sonido del metal al ser aplastado.
Quería ver, deseaba ver unos de sus sueños idealizados… no podía siquiera soportar el dolor en su cabeza. Se sentía tan mareado por la pérdida de sangre, veía todo borroso y blanquecino, cada musculo le dolía horrendamente y podía sentir con cruel nitidez el rasguño en su nunca.
Trato de levantar la cabeza al sentir los pasos delante de él, realmente quería ver a la criatura perfecta, a la próxima evolución, pero sentía demasiado cerca el abrazo de la muerte.
Le pareció curioso y poético… los mejores hombres de los S.T.A.R.S habían muerto a mano de criaturas débiles… el moriría también, eso lo tenía claro, pero seguro seria a manos del ultimo espécimen.
Le costaba respirar, era un esfuerzo tremendo el tomar el aire y aún más el exhalarlo… deseo por un momento tener todavía las gafas negras, esos cristales oscuros que se habían convertido en el puro reflejo de sí.
Empezó a punzarle espantosamente el estómago y la espalda al mismo tiempo que ascendía lentamente… incluso sintiendo como se partía su cuerpo a la mitad era incapaz de reaccionar, no lo sabía pero ya estaba demasiado lejos como para poder levantarse por propio pie.
Tenía la vista borrosa y con una capa blanca, pero eso no evito que viera a la criatura presentándose ante el con todo su esplendor grotesco.
Su garganta se cerró, no podía respirar, aunque por un extraño designio aun escupía sangre… de alguna forma nada de eso evito que lanzara una carcajada al aire.
Sintió el mismo dolor que antes, diría que era incluso peor por la falta de aire y cayó al suelo de golpe; volvió a escupir sangre al caer, un coagulo grueso y el aire volvió a entrar a sus pulmones en tropel.
Coloco su cuerpo de tal manera que era capaz de ver el techo, deseo por un momento tener las gafas oscuras, aquellas que eran reflejo de su alma, y se preguntó por su paradero actual tratando de olvidar las punzadas en el estómago y el líquido desagradable que le corría por la espalda desde la nuca.
Los ojos se le cerraban por reflejo a momentos, y a otros se abrían de par en par. Oía un sonido blanco y al otro segundo el ruido de disparos y gritos lejanos. Un momento no sentía nada y al otro todas las heridas le escocían. Supo que estaba en una delgada línea, una zona gris peligrosa y soltó una risotada con el poco aire que aún le quedaba… le parecía cómico que en un lugar como en el que estaba, con las cosas que había hecho, con la vida que había llevado.
De un momento a otro no sentía y no escuchaba, pero veía, veía todo horrorosamente borroso como si hubiese bebido demasiado. Pero no estaba decidido, tal vez moriría desangrado ahí mismo o tal vez no… las probabilidades eran pocas, pero para el nada era imposible.
