BREATH ME.
Hola! he comenzado este nuevo proyecto, ya que mi otro fic me bloquee, no puedo seguir, y esta idea me venia rondando hace meses. Necesitaba sacarla, solo vino, no sé como. Así que solo la deje fluir. Advierto, todos humanos. Y muuuuuuuy OoC, demasiado. Además, contiene lenguaje fuerte y escenas de sexo, si eres un poco delicado o te molesta, eres libre de no leerlo. Los temás a tratar también son fuerte de por si, estaba basado en unos niños malcriados pero con una gran pena en el corazón (no es justificación, lo sé) y bueno, el resto depende de ustedes jajajjaaja. Planeo hacerla cortísima, sacarme la idea y chao jajajjajaja. Gracias por leer. Blackswanmassen.
Capitulo 1: Castigados.
La noche había comenzado hacia poco para ellos, recién las 3 de la mañana y se les hacia joven, habían estado entrando y saliendo de casi todos los bares y pub de la pequeña ciudad, solo les quedaba un ultimo antro, lo mejor para el final era su lema, ya eran clientes frecuentes, por lo que una vez estacionado el auto fueron directamente a la puerta, ni siquiera tuvieron que pagar, el gorila que los conocía de hace mucho los dejo entrar en tanto algunos pocos que esperaban reclamaban.
El ambiente estaba cargado, todos relajados, se les notaba a lejos a los demás que habían ingerido alcohol demás u otras sustancias, su estado aletargado era evidente, solo formaban una masa moviéndose al ritmo de la música.
Ella no esperó, se saco su chaqueta, dejándola a un lado de la pista y su vista, mientras tiraba a su amigo corpulento hacia la pista y que la siguiera, habían comenzado a lanzar espuma a través de maquinas especiales, por que lo que todos se mojaron, todos se rozaban, y a nadie le importaba, parecía una orgia, no importaba quien eras, era como si muchas personas te lavaran, casi como una ducha compartida a la vez que lanzaban humo, las luces se apagaron y unas fluorescentes en todas direcciones tomaron el control.
- Tienes el porro? – preguntó la chica mientras miraba hacia todos lados en aquel antro- todos se movían al ritmo de like a g6, en evidente estado alucinógeno.
- Por supuesto! – respondió su amigo mientras hurgaba en su bolsillo.- que clase de persona seria si no tuviera en un momento como este?
- Gracias Jacob. Lo necesitaba- susurro la chica mientras le besaba en la mejilla.
- De nada pequeñaja.
lo prendió con cuidado, esperando no quemar de más, la ultima vez no había tenido control y había perdido el porro completo ya que se había incendiado en su dedo, dejándolo caer al suelo, para que luego Jacob lo apagara, evitando un amago de incendio.
Aspiro una vez. Un humo molesto, un olor a pasto quemado llego a sus pulmones, el humo era incomodo, pero ella quería volar, por lo que ignoró las molestias y le dio un segundo intento, lo mismo. Per esta vez ya se sentía casi con nauseas, lo dejo pasar para darle un ultimo jale. Esta vez su cuerpo no lo soporto y todo lo que tenia en el estomago se le devolvió a su garganta en el momento. Desesperada tiró de la camisa de su amigo, quien estaba cambiando una pastilla a través de la lengua con una chica desconocida.
El la conocía demasiado, no hablaban mucho, eran amigos de infancia. Con un sola mirada de ella sabia lo que ocurría. Esta vez era de desesperación a la vez de asco. Con un gesto sutil dejó a la chica de lado mientras tiraba de su amiga hasta entrar al baño de chicas, no le importó en lo más mínimo ser el único chico allí, entró como un torbellino a la primera puerta que vio, sin pensar en más la chica a quien llevaba de la mano se arrodillo en el piso y comenzó con sus arcadas. A el no le importaba, había visto cosas peores en su salidas, solo sujeto su pelo, evitando que lo manchara mientras le daba suaves golpecitos en el espalda, diciéndole que todo estaría bien. Una vez listo, tiró de la cadena.
- Me quiero ir jake. Fue suficiente.
- ¡¿Pero como?! ¡Si recién son las 4! – reclamo casi con puchero el chico.- se supone que nos iríamos tarde…
- Me siento mal, ¿de acuerdo? .- regaño mientras lo miraba furiosa.- vámonos, no quiero seguir echando la pota.
- De acuerdo.
Tomaron sus cosas y volvieron al auto, un mustang negro, a la vez que encendían la calefacción, la euforia había pasado para dar al paso al frio en aquella noche de invierno.
- Te felicito.- habló de repente- has superado la primera prueba.
- No te sigo…
- Siempre, pero siempre, la primera vez se vomita, luego el cuerpo se acostumbra y puedes disfrutar de esto.
- Ah si?
- Pues si.
- Detén el auto allí.- señalo la chica a un árbol a un lado del camino.- quiero intentarlo ahora.
- ¿Segura?
- Más que nunca.
- De acuerdo. Toma- luego sacó de su chaqueta una cajetilla de cigarros usada. La abrió y sorpresa! Estaba llena de aquellos cigarros que daban risa. – yo cuidaré de ti.
- Entonces lo prendo y aspiro.
- Sip.
- Muy bien.
- Volvió a tomar y mirar aquella colilla entre sus manos, sabía que era lo incorrecto, pero su espíritu curioso le ganó, quería saber que tan cierto era aquello de flotar que le describia Jacob, lo prendió. Temerosa lo llevó a su boca- se sentía como un cigarro normal ya estas alturas- y lo saboreó. Escoció un poco en su garganta, pero el efecto no tardo en llegar.
Jacob parecía un ser deforme, con dientes de conejos y ojos achinados, comenzó a reir estrepitosamente, no podía controlarse, era como si su mente deformara las cosas a propósito.
Hasta que de pronto su vista hacia el frente se hizo efecto como si corriera, como si Jacob hubiera tomando el mando y manejara a toda velocidad.
- Maldición .- masculló en voz baja mientras golpeaba el volante.- bella, nos persigue la poli, por favor hazte la dormida…
- Eh?
- ¡Que nos persigue la poli!
- Ah.- la chica no le tomo demasiada importancia. Aunque asimiló poli a boli, y boli a bola, por que comenzó a reír aún con más ganas, las lagrimas salían de sus mejillas.
- ¡Mierda! .- se quejo Jacob mientras frenaba de golpe, haciendo que ambos chocaran la cabeza fuertemente contra el respaldo del asiento- no puedo arrancar más.
Trató de serenarse un poco mientras veía como un capitán de policía bajaba del vehículo, en cuando vio que se acercaba hacia el Ford…aceleró.
El camino hacia forks no era lo mejor para este caso, pero no le importó, aceleró a más no poder, hasta que un nuevo coche patrulla se cruzó en su camino. Intento retroceder, tampoco pudo, hacia ambos lados, menos. Habían formado un perfecto cuadrado impidiéndole salir.
Reviso su aliento para tratar de embaucar a la policía, no era de lo mejor, una mezcla entre ron, vodka, cerveza y marihuana…perfecto.
Se bajo del auto antes que alguno de los policías lo hicieran, quería que lo tomaran preso a él, no a bella. Con las manos en alto rogó el perdón, pero no se lo dieron, se acerco el mayor de todos ellos, un hombre de cabello castaño y bigote del mismo color, le registró completamente.
De su chaqueta extrajo los porros y sus pantalones coca. Abrió la puerta del pasajero y rodaron por el piso las botellas vacias de alcohol, para posteriormente dirijirse hacia donde se encontraba el copiloto.
-holi papi.- saludo la chica un tanto risueña.- como estás?
- Bella por favor! No seas idiota.- le grito el chico mientras se asomaba por la ventana del chofer.
- Porque demonios tienes los ojos rojos Isabella!
- Esto…- respondió la chica mientras jugaba con su pelo.- estuve llorando.
- ¡ A sí? Y ese aliento?
- ¿Tomar para pasar las penas?
- No te crié así isabella. Estás castigada.
- No me vengas con cuentos Charlie.- soltó la chica mientras se disponía a jugar con el bigote de su padre. – sabes que soy tu nena, la nena de tus ojos…
- YA BASTA. ISABELLA MARIE SWAN, TENEMOS QUE HABLAR SERIAMENTE.
La chica iba a protestar.
- Y NO, NO AHORA, UNA VEZ QUE LA MARIHUANA Y EL ALCOHOL HAYAN SALIDO DE TU CUERPO.
- Te faltó el LSD.
Jacob solo sujetaba su frente con su mano, de todas las noches que habían para drogarse, justo aquella en la que bella lo hacia lo pillaban y además era su padre. Esta chica era la mala suerte andando.
- ISABELLA MARIE SWAN!
-ooooooooooooooooooooooo-
- Estás seguro que no hay nadie en tu casa?.- ronroneo la chica mientras le mordía el lóbulo de la oreja aquel chico que había conocido en la noche.- por que me prende mucho el pensar que estamos solos…
- Claro que no hay nadie preciosa.- susurro él contra su cuello haciéndola estremecer.- vivo prácticamente solo…
- Me parece…
- Pero antes te importaría inyectarme un poco?
- Solo un poco semental, que esto no lo regalo.- respondió juguetonamente- y además…es caro.- esta vez apretó las manos en torno a sus genitales y dio un suave apretón.- sabes a lo que me refiero.
- Uuuuf, como no. – luego de eso mordió el labio de ella en respuesta hasta sacarle sangre, mientras masajeaba su pecho con las manos.- lo tengo más que claro.
- Entonces dame tu brazo.- pidió ella.- arremángate la camisa.
- Ya lo sé, déjame encontrar la vena y me inyectas mi querida dama blanca, de acuerdo?
- Mejor, no soy muy buena con eso.
El chico se amarro una tira elástica en torno al brazo y luego lo cerro el puño fuertemente, giró su antebrazo a la luz y luego comenzó a palpar aquella vena con mejor irrigación hasta que la encontró, la chica le extendió la jeringa y el sin pensar en más se pinchó el brazo, para luego bajar el embolo de a poco, extrajo la aguja y con un algodón limpio la zona.
De inmediato se dirigió al espejo, le gustaba ver como su pupila se agrandaba, no dejando ver casi nada de sus orbes verdes, ocupando todo el lugar del centro de su ojo.
Inspiró fuertemente.- mejor.- expiró.- mucho mejor. Ahora sigamos.
Acto seguido tomo a la chica en brazos, mientras ella apretaba sus piernas contra su espalda, el apretaba la carne de sus glúteos fuertemente, el beso era apasionado, entre ambos se mordían y sacaban sangre, mezclaban sus lenguas, pero no importaba, a duras penas y con una erección evidente, abrió la primera puerta que encontró, prendió la luz y se dio cuenta que era el estudio de Carlisle. Poco le importo, corrió los papeles a un lado y boto la lamparita de noche, luego procedió a destrozar las panties de su compañera, ya que estaba un poco apurado. Agradeció internamente que ella llevara vestido, así le era mucho más fácil.
Bajo sus pantalones y procedió a embestir mientras la chica sujetaba las piernas en sus hombros, besos por aquí y por allá, estaba tan perdido en sus gemidos que no escucho como abrían la puerta de aquel despacho. Hasta el momento de escuchar el sonido sordo de algo caer contra el suelo.
Cortó todo de pronto, subio sus pantalones haciéndose la idea de que probablemente fuera emmet. Al darse vuelta se encontró con una escena dantesca. Esme desmayada, alice haciéndola recobrar y un Carlisle con una expresión furiosa que jamás había visto en su vida.
- Yo…esto…- no sabia que decir.- lo siento?
- QUE TU LO SIENTES? .- exploto Carlisle de pronto.- ¿QUÉ TU LO SIENTES?
- Eh si, eso creo.
- EDWARD ANTHONY CULLEN, ESTAS CASTIGADO.
- Su mundo comenzó a girar. El lo sabía, era el momento en que le avisaba su cuerpo que estaba por caer.
- Me importa una mierda*!.- susurro. Luego cayó, en un golpe suave contra el piso.
me importa una mierda* pensaba algo así como : i dont give a shit. Creo que es lo más cercano al español de aquello.
Reviews? (: y gracias por leer nuevamente, se pasan (:
