El viento soplaba fuertemente, haciendo que las hojas y las flores fueran esparcidas en diferentes direcciones. En el cielo se dibujaba un ambiente gris; y se alcanzaban a ver varios relámpagos mientras que los truenos hacían retumbar la tierra. Gruesas gotas de lluvia cayeron con una velocidad impactante, haciendo un ruido seco en el suelo.

Una persona se mostraba haciendo caso omiso al cuadro tumultuoso que se encontraba enfrente, teniendo la mirada perdida evocaba unos anteriores hechos en los cuales trataba de decidir cual seria su futuro.

Unos pasos se escucharon detrás de ella, los cuales pararon en breve.

—Me iré a una misión, espero te comportes como se debe —dijo una voz familiar, pero fría como siempre.

Ten-Ten no respondió de vuelta, lo sabia de sobra, así que siguió en su actual posición sin inmutarse; mientras que la persona esperaba alguna respuesta, pero el silencio fue interrumpido por unos pasos que se alejaban y una puerta correrse para luego cerrarse.

Suspiró ruidosamente mientras el cielo seguía con su desenfrenada lluvia. Entró en su habitación a oscuras, sentándose en el suelo y reflexiono sobre qué salida le quedaba; quedarse o irse. La verdad era que prefería mil veces la última. Diversos recuerdos se presentaron en su mente haciendo que su corazón fuera golpeado por sentimientos de ira y rencor.

Extrañamente recordaba cómo le costó entablar una conversación cuando se conocieron. "Niño pomposo y altivo" pensó en ese momento, pero se recriminó enseguida al recapacitar; no debía dejarse llevar por la primera impresión y a la vez no debía de importarle la actitud de ese chico; de todas formas era su compañero de equipo ¿Quien le habría dicho en ese entonces que sería su futuro esposo?

Nadie. Y mírenla ahora…

A sus diecinueve años se había casado con su compañero. No era por que los dos se amaban o se adoraran, más bien era porque a Neji se lo habían impuesto, quería a su compañero; para que negarlo, eso ya se sabía hasta podría decirse que lo amaba aunque nadie puede saber lo que es el amor y su definición exacta. Pero sabía que no podía existir algo mas serio que eso. Neji tenia que elegir a una esposa o sino se la buscarían, cansado de que eligieran su destino prefirió lo primero: buscó a Ten-Ten como ayuda; cosa que lo encontró, ella siempre había estado ahí para el.

Ahora habían pasado tres años en donde seguían casados pero solo convivían, se respetaban y sobretodo el eterno compañerismo de equipo estaba más presente que nunca. Pero no había nada superior a eso. ¿Confianza? esa palabra no la conocía, Neji siempre se mostraba arisco con ella, y Ten-Ten con una paciencia infinita seguía esperando que tal vez algún día todo cambiara.

"Tonta ilusa", se golpeaba mentalmente la maestra de armas gritándose eso, luego de tres años tendrían hijos, y al menos era lo que esperaba pero ni eso tenían, las relaciones sexuales eran vistas como obligaciones puesto que no había ninguna conexión entre ellos. Los dos estaban concentrados en tener placer propio que en el de su pareja. ¿Emoción en la relación? La única emoción que tenían eran las condenadas misiones.

Vivían en la gran mansión Hyuuga, angustiosamente la kunoichi pensó que hubiera querido vivir en otro lugar, pero Neji se negó. Siendo del bouke probablemente le negarían irse, ya que Hinata necesitaba a su primo cerca para protegerla; pero ahora que Hinata no estaba aún así, no quería irse. Se preguntaba cual era la necesidad de estar en esa mansión cerca de un clan en el que todo giraba con las reglas. Parecía ser que siempre Neji iba a estar absorbido por ellas y siendo su esposa la iba arrastrar consigo.

Neji no conocía la tortura que le hacía pasar al negar el cambiar de hogar.

Por no tener hijos, no poseer una línea de sangre fuerte o por no tener titulo de noble siempre tenia que estar soportando los comentarios hirientes de otras personas pero poco le importaba; aunque a veces estando harta de escuchar los mismos insultos, sin embargo, les respondían cuando la ocasión lo ameritaba; cosa que le desagradaba bastante a Neji, motivo por el cual tenían fuertes discusiones.

A raíz de esas discusiones, Neji se fue alejando cada vez más, al punto de llegar a ser un completo extraño para ella, la evitaba siempre que podía; hasta aceptaba cualquier misión que se cruzara para no verse. En la mansión se decían pocas palabras haciendo que la pequeña ranura que se había hecho fuera más grande mientras que Ten-Ten ahogaba su frustración dando clases en la academia.

Aún así, trató de adaptarse a la nueva vida de casada en aquel lugar.

Le fue difícil tratar de ser una Hyuuga, sobre todo en lo que a personalidad se refiere, pues no era altiva como ellos, no era seria ni mucho menos arrogante. Era todo lo opuesto; tenía un carácter espontáneo, sonriente y muy abierta, a pesar de que su compañero de vida trataba sin resultado positivo cambiar su personalidad.

Si lo pensaba detenidamente ahora que estaba en aquella vida, lo mejor hubiera sido haber rechazado su propuesta de matrimonio, pero ahora que estaba sola en la oscuridad de la habitación se preguntaba por que lo había aceptado. Diferentes posibilidades se difundían en su mente de forma confusa; una de ellas era que tal vez por la ayuda o también por lástima; un sentimiento de incomodidad se hizo presente descartando esa respuesta por completo. Quizás le motivo que le impulsó a todo era que tal vez en el fondo de su ser tenía miedo a la soledad eterna.

Sus ojos se abrieron de golpe ante esta revelación, seguramente era eso: había aceptado su propuesta porque se sentía sola, cosa que odiaba, y tal vez con esa decisión podrían ayudarse mutuamente.

"Que errónea fue, que tonta, lo único que hice fue que los dos fuéramos infelices arruinando así la amistad que teníamos sin embargo…"

Suspiró cansada mientras su mirada fue a dar al techo, rememorando la noche en que todo cambio de mal a peor. Estaba dispuesta a conversar con él para arreglar las cosas, en cambio encontró una muralla difícil de traspasar.

Luego de esa discusión descubrió que la culpaba de todo, la degradó y la humilló ¿Que hizo ella? Sin pensarlo, y movida por la furia lo abofeteo, porque la condenada rabia que inundaba todo su ser no le permitía estar tranquila; mientras que Neji ante toda respuesta le devolvió una glacial mirada.

La fatiga se hacia presente en su estado de animo, estaba hastiada de soportar a Neji con su patético pesimismo.

Sentía la impotencia erizar su piel, la frustración la tenía cansada y la confusión aumentaba cada vez al recordar el momento de esa noche; cerró los parpados con fuerza al igual que sus puños, dejando caer sobre el tatami pequeñas gotas de color carmesí.

En esas cuatro paredes el aire se le hacia demasiado denso, se estaba asfixiando por la pura desesperación. En seguida abrió la puerta, el viento le dio de lleno en la cara haciendo que sus cabellos se desordenaran; respiro hondo tratando de calmar el remolino de emociones que tenía en el pecho.

"—Por lo visto siempre serás una piedra en mi camino —aclaró de forma áspera Neji mirándola de forma despectiva—. Creo que fue un error casarme contigo, siempre me has dado problemas."

Esas palabras hacían eco en su mente; apretó los puños con más fuerza. Recordó luego unos ojos grises con un sentimiento que no lograba descifrar, y una mano masculina tratando en vano detener las lágrimas que había derramado.

La paciencia se le había acabado, bastantes desplantes había soportado y lo peor de todo fue que cada uno de esos desprecios, le hicieron heridas hechas por el mismo autor.

Tres años eran suficientes como para darse cuenta de emociones acumuladas a las cuales la Kunoichi había ignorado, tiempo perdido y a la vez aprovechado; al parecer ser una Hyuuga había dado sus frutos ya que sus ojos se habían secado.

Tomó una decisión radical.

Se puso de pie y con paso decidido comenzó a recoger sus pertenencias, en su cabeza solo tenia una idea y era irse de ahí; ya que si su esposo consideraba su presencia tan molesta ella misma lo liberaría de su tormento: Se iría lejos de la aldea para comenzar de nuevo y esperaba que Neji hiciera lo mismo.

El tiempo se haría cargo de curar las heridas, y el olvido se haría presente en sus corazones suplantando el recuerdo de su matrimonio como un mal sueño. Solo la tormenta de ese día sería testigo de su resolución y la retirada que emprendió de esa mansión.


Los personajes de Naruto no me pertenecen


Hola chicas, les pido disculpas por la tardanza y también por este cambio, la verdad que no me gustaba como estaba quedando el otro y ademas como que medio me estaba enredando en la historia. Así que Anika-san, Akai Karura, Vistoria, Kazuha-Hyuga, Kokoro-Yolin-chan, Elvia, Reiko, Alicia, caro-y-lina-hyuga, xabax y black lady-moon tienen derecho a tirarme tomates si quieren xD. Pero bueno como han visto hice algunos cambios pero el proposito es el mismo. Espero que lo disfruten y me disculpen de nuevo.

PD. mm como han visto son dos capitulos proximamente tratare de subir dos capitulos más, sin mas que decir les mando saludos y unos besos.