Vaya, ahora si me pase con la cantidad de palabras XD... me imagino que algunos se preguntaran que que paso con el otro fanfic, solo tengo que decir que no me convencio del todo, asi que me interesare mas por este. algunos diran: "no jodas wey, ni siquiera llegaste al capitulo 4". si se lo preguntan (que pienso que no) pues solo tengo que decir (de nuevo) que no me convencio. estuve leyendo unas cosas por internet y encontre algunos consejos para mejorar en la escritura, por lo que este fanfic es diferente al otro en todo sentido.
sin mas que decir, les dejo este nuevo proyecto
-NUESTRO NOMBRE NO IMPORTA, SE NOS CONOCE POR NUESTROS ACTOS-
En un lugar muy lejano, mas allá de donde cualquiera se pueda imaginar, se encuentran las magníficas tierras de Equestria. Este lugar es habitado por equinos antropomórficos, ponis, pegasos y unicornios para ser precisos. Este fantástico reino es gobernado por la princesa Celestia, encargada de levantar el sol por las mañanas, y por su hermana, la princesa Luna, encargada de levantar la luna al llegar el crepúsculo. Ellas se distinguen de todos los habitantes de Equestria por sus singulares apariencias: ellas son alicornios, tienen el cuerno característico de los unicornios y alas como los pegasos. Pero por ahora no interesa saber quiénes son las princesas ni nada en específico aun.
Era una fría tarde de invierno en el pequeño y extremadamente colorido poblado de Poniville, ahora cubierta por nieve, por lo que había pocos ponis en las calles, solo unos pocos que hacían compras y otros que a pesar del frio trabajan en pequeños puestos. La paz fue interrumpida cuando unos minotauros destrozaron unos puestos de manualidades. Los habitantes asustados solo se escondían a la vez que otros corrían a buscar refugio donde fuera posible. Hubiesen herido a algún inocente de no ser por la llegada de las portadoras de los elementos de la armonía. Dieron lugar a una pequeña batalla en la que al final los minotauros, humillados, huyeron de lugar entre amenazas de venganza.
...
Por el estado del clima, eran pocos los trenes que llegaban a Poniville, y los pocos que llegaban traían pocos pasajeros. En uno de esos llegaron tres ponis con capa que impedía que les vieran los rostros, dieron una rápida vista a la estación y tomaron camino al centro.
...
El Sugar Cube Corner tenía en esos momentos solo a las mane 6 dentro, así que aprovechando la aparente privacidad se dispusieron a hablar sobre lo ocurrido momentos antes.
Transcurrió cosa de media hora cuando por la puerta principal entraron los tres ponis con capucha, fueron hacia una mesa en un rincón a esperar a que alguien fuera para tomarles la orden. Se quitaron las capuchas para mayor comodidad. Todos eran aparentemente unicornios, un alto semental y dos yeguas gemelas.
El semental era color gris oscuro, larga crin negra, el ojo derecho rojo y el izquierdo amarillo. Las yeguas eran color rojo intenso, larga crin negra, una tenía los ojos rojos y la otra amarillos. Pinkie estaba a punto de salir disparada hacia los forasteros, pero fue detenida por la magia de Twilight.
Twilight: *susurrando a sus amigas* Oigan chicas, ¿a alguien más se le hace raro el hecho de ver a alguien como ellos? Digo, él tiene los ojos de diferentes colores y ellas a pesar de que son gemelas tienen los ojos diferentes. No sé ustedes, pero a mí me dan mala espina.
Afuera se escucharon trompetas que anunciaban la llegada de la princesa Celestia. Sin perder más el tiempo las mane 6 salieron para reunirse con la mentora de Twilight, dejando a los tres ponis misteriosos solos mientras comían.
En la plaza central de Poniville ya había una gran multitud rodeando a la princesa, asi que tuvieron que abrirse paso entre todos los que ahí estaban.
Twilight: Princesa Celestia! ¿Que la trae por acá?
Princesa Celestia: Hola Twilight, he venido solo de paso. Pero supongo que podre quedarme un poco más de tiempo para hablar contigo y tus amigas.
Fue en ese momento cuando los minotauros de hace apenas un par de horas, pero no venían solos, traían consigo a unos 20 minotauros más, todos ellos de gran tamaño, armados con y furiosos por la derrota de sus camaradas. El líder, quien era el más grande de todos ellos, dio unos cuantos pasos al frente y hablo.
Líder Minotauro: Atención! Exijo que los causantes de la derrota den un paso al frente!
Princesa Celestia: A qué se debe todo esto!? Ustedes irrumpieron en estas tierras, agredieron a mis súbditos, y todavía tienen el valor de venir a dar la cara? Me temo que tendrán que ser castigados.
Líder Minotauro: A si? Y quien nos va a castigar? Tú, tus disque soldaditos de juguete o un montón de debiluchos?
Princesa Celestia: No exactamente. Twilight, te pido que pase lo que pase, ni tu ni tus amigas deberán intervenir. Entendido?
Twilight: Si princesa. Pero porque lo dice?
Princesa Celestia: Ya verán.
Líder Minotauro: Ya estuvo bueno de parloteo. Al ataque!
El líder de los minotauros lanzo un hacha de doble filo esperando atinarle a alguien. Todos se movieron del camino del hacha menos Fluttershy, quien se quedó paralizada por el miedo. Cerro los ojos esperando el momento en que el arma atravesara su carne, pero tal momento nunca llego. Al abrir los ojos vio como en frente de ella estaba el extraño semental que vieron hace rato mientras sostenía el hacha por el filo mientras en su cara se veía una fría mirada. Los minotauros detuvieron su carga al ver a un aparente oponente.
Princesa Celestia: Hasta que apareces, Alvar. Y a qué se debe tu aparente retraso?
Alvar: *volteando hacia la princesa* Necesitaba hacer una gran entrada.
Princesa Celestia: Chistosito. Cambiando de tema, tienen permiso para atacar.
El asintió con un pequeño gesto de cabeza, volteo a ver a los minotauros, y se quitó la capa. En su espalda tenia alas grandes, un tanto más grandes que las alas de la princesa Celestia. Tenía un pantalón que parecía de mezclilla negra, una camisa de manga larga ajustada al cuerpo, marcando su musculatura, y en los hombros tenía la imagen de la cutie mark de las dos princesas en un solo dibujo.
Una pequeña sonrisa se puso en su rostro, corrió hacia los minotauros inclinando el cuerpo hacia adelante, haciendo las manos hacia atrás y desplegando un poco las alas. Los adversarios comenzaron una lluvia de flechas que el esquivo zigzagueando, corriendo algunos tramos por las paredes y los techos hasta llegar a ellos. Dio un salto para dar un rodillazo justo en la cara del más próximo. Otro se le acercó por detrás, listo para aplastarlo con un gran martillo de guerra pero salto hacia un lado y aprovechando que el minotauro aun no levantaba el martillo corrió sobre el para darle una patada en la mandíbula y dar un giro hacia atrás para caer justo en frente de otro inconsciente enemigo. Sin perder más tiempo se lanzó en contra de los demás con la misma agilidad, solo que ahora se concentró en atacar las articulaciones para así rompérselas. En un descuido no se dio cuenta de un minotauro que brinco para darle un corte con una espada, pero fue desviado por el golpe de u a de las yeguas gemelas. Detrás de ella llego su hermana cayendo en la cabeza de otro que cargaba en contra de ellos. Ambas tenían la misma ropa que el semental y la blusa ajustada marcaba sus grandes pechos. Los tres se miraron a los ojos y continuaron la batalla cada quien por su lado.
El líder de los minotauros miraba lo que le pasaba a sus subordinados, ¿como es que solo tres ponis los estaban humillando? No alcanzo a formularse una respuesta ya que lo único que alcanzo a ver fue un puño gris que dio de lleno en medio de sus ojos. Antes de levantarse recibió una patada en el estómago que lo lanzo contra un puesto de frutas. Se levantó a duras penas, tenía la visión borrosa y lo único que escuchaba era un molesto zumbido. El semental gris lo tomo por los cuernos, dio un par de giros para tomar impulso y lo lanzo cerca de donde estaba la princesa junto a sus súbditos. Al abrir los ojos ya tenía al semental cerca de su rostro y apoyando una daga en su cuello. Se acercó lentamente a su oreja y le susurro.
Alvar: Dime una cosa, ¿le temes a la muerte?
Un nudo se formó en su garganta, así que negó con la cabeza. En el rostro del semental se formó una sonrisa un poco más grande, mostrando unos inusuales colmillos de depredador, por lo que abrió los ojos como platos en señal de sorpresa y miedo. De nuevo se acercó a su oreja para susurrarle.
Alvar: Que bueno, porque es el destino que te aguarda.
Levanto la mano en la que tenía la daga con lentitud, lo miro a los ojos, y bajo la mano rápidamente en dirección a su pecho. Seguro de su muerte, cerró los ojos, solo para sentir un dolor en la frente y perder el conocimiento.
Alvar le había golpeado la frente con el mango de la daga. Se levantó dejando a un inconsciente minotauro en el suelo y camino hacia la princesa Celestia recogiendo la capa en el camino. A los lados de la princesa ya estaban las dos yeguas y las mane 6, estas últimas lo miraban con miedo, volteo la vista y vio a casi todos los minotauros inconscientes, y los pocos que aun mantenían la consciencia gritaban por el dolor en sus articulaciones, principalmente en las rodillas.
Princesa Celestia: Oye Alvar, ¿no crees que exageraste con ellos?
Alvar: Nah, de hecho me contuve, de no haberlo hecho no habría nuevos inquilinos para los calabozos. Pero no hablemos más de eso, no creo que hayas venido solo para eso.
Princesa Celestia: En realidad vine para traerte algo a ti y a tus hermanas.
La princesa camino hacia su carruaje, se inclinó un poco y sacó una bolsa grande, camino de regreso se le notaba un ligero rubor, cosa que solo Twilight noto y que se le hizo extraño, al menos en ella.
Princesa Celestia: Toma, es un poco más de ropa para ti y tus hermanas.
Alvar: Vaya, no te hubieras molestado, pero lo acepto, muchas gracias.
Princesa Celestia: No fue ninguna molestia, por cierto, quiero que conozcas a la poni con la que ustedes se quedaran.
Al escuchar esto Twilight sintió un escalofrió recorrerle la espalda, miro incrédula a su mentora como se acercaba con los tres ponis que habían vencido sin armas ni ayuda a todos aquellos minotauros, el hecho de haber escuchado que aquel semental se había contenido no le ayudo en nada, pues no sabía de qué mas era capaz. Despejo su mente de dudas y cambio su expresión facial por una más tranquila. Por la cabeza de sus amigas también rondaba esa duda, y la más afectada fue Fluttershy mientras que la menos afectada fue Pinkie, quien lo vio como algo divertido.
Princesa Celestia: Hola chicas, quiero que conozcan a Alvar y a sus hermanas Illyasviel e Irisviel. Como de seguro tienen preguntas, con gusto las contestaremos en la biblioteca. ¿Que les parece?
Twilight: Esta bien.
Y así el grupo formado por la princesa, los tres hermanos y las mane 6 tomaron camino rumbo a la biblioteca del pueblo. No tardaron mucho en llegar, una vez dentro la primera en lanzar una pregunta fue Twilight motivada por su natural curiosidad.
Twilight: Yo quisiera saber por qué ellos tienen un bordado de su cutie mark y de la princesa Luna.
Princesa Celestia: Claro. ¿Alvar?
Alvar: Es porque somos parte de la guardia Solar-Lunar.
Rainbow Dash: ¿Guardia Solar-Lunar? Nunca oí hablar de ella.
Alvar: Eso es porque apenas tiene un año.
Twilight: ¿Y por qué hicieron una nueva guardia?
Alvar: Mas que guardia, es un escuadrón, pensado para las misiones en las cuales ambas guardias han fracasado y utilizando pocos elementos. De hecho solo nosotros tres estamos en dicha guardia.
Twilight: ¿Y por qué solo son ustedes?
Alvar: Porque para entrar deben al menos darnos un golpe en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Y en lo que va del año todos han fracasado, incluso los capitanes de ambas guardias.
Rarity: Disculpen, pero no pude evitar notar las ropas que traen puestas, están pasadas de moda.
Alvar: Escogimos este diseño porque nos permite movernos sin mucha dificultad, es ligera y resistente.
Rarity: Sabes, deberían pasar por mi boutique par que les haga un nuevo diseño.
Alvar: lo tendré en mente... ah, se me olvidaba presentar a mis hermanas. La de ojos rojos es Illyasviel y la de ojos amarillos es Irisviel.
Princesa Celestia: Disculpen que me retire tan pronto, pero tengo asuntos pendientes en Canterlot, adiós a todos. Adiós Alvar.
Alvar: Adiós princesa, salude a la princesa Luna de mi parte.
Princesa Celestia: Claro.
La princesa Celestia se retiró directo al castillo, estaba a punto de anochecer así que la princesa Luna ya estaba despierta esperándola en su habitación. Se la veía un poco dormida, así que no reacciono a la primera cuando su hermana le hablo. La llevo casi arrastrando hasta el baño y le echo un poco de agua fría en la cara para despertarla, ya despierta la llevo hasta el balcón para bajar el sol y subir la luna. Después de esto hablaron por espacio de media hora, hasta que la princesa Luna saco un tema un tanto vergonzoso para su hermana.
Princesa Luna: Entonces... ¿que has decidido con respecto a Alvar?
Princesa Celestia: ¿Ah? Pues no lo sé.
Princesa Luna: Deberías darte prisa, recuerda que solo es un semental, quien sabe cuándo otro aparezca, así que lo hare con el la próxima vez que venga.
La princesa Celestia se sonrojo al pensar sobre eso. Debido a que ellas eran hijas de alicornios solo podían ser embarazadas por otro alicornio, por lo que Alvar era la clave para otra generación más. Eso lo sabía muy bien, también su hermana y su sobrina Cadence. Al menos Cadence estaba descartada ya que ella estaba casada, por lo que solo ella, su hermana y las hermanas de Alvar estaban disponibles, aunque estas dos últimas no eran muy probables. El incesto no era un tema nuevo para la princesa Celestia, ya que lo había visto tiempo atrás, pero esta era una historia diferente. Conocía bien a Alvar, sabía que amaba a sus hermanas con locura, pero lo que no sabía era el límite de ese amor. Si es que lo tenía. Otra cosa que no sabía era a respecto de sus sentimientos hacia el, aunque no le desagradaba del todo la idea de pasar la noche con el. Reunió valor para hacerle a su hermana la pregunta que ya habia estado repasando en su mente. Un rubor se marcó en su rostro
Princesa Celestia: Hermana... tu... tu estas enamorada de Alvar?
La princesa Luna se sonrojo ante la pregunta, trago saliva y se tomó unos segundos para pensar. Ya teniendo una respuesta, se la dijo a su hermana.
Princesa Luna: La verdad no estoy segura. Lo que siento por el ya lo había sentido antes, pero sigo sin saber si en verdad es amor lo que siento. ¿A caso tu si estas enamorada?
Princesa Celestia: La verdad estoy igual que tu. Aunque siendo sincera... no me molestaría compartirlo, si sabes a lo que me refiero.
Princesa Luna: Sip, aunque yo seré la primera en tenerlo.
La princesa Celestia se le quedo mirando a su hermana, segundos después soltó una pequeña risita, se despidieron y la conversación quedo ahí, con la promesa por parte de su hermana de decirle acerca del tema a su sobrina, ya que si había alguien que pudiera ayudarles, ese alguien era la princesa del amor.
La mañana llego sin ningún problema, asi que Twilight se levanto para dar inicio con sus actividades, sean cuales sean. Estaba a punto de llamar a su asistente número uno pero recordó que aun no regresaba de ese viaje tan importante. Al salir de su habitación escucho unos pequeños gritos desde afuera así que se asomo por la ventana, afuera estaban los tres hermanos entrenando, Alvar sin camisa y sus hermanas con sostenes deportivos blancos, los tres tan sudados que el pelaje reflejaba levemente los rayos del sol. El verlo asi hizo que un circuito en su cabeza se activara, sentía un calor recorrerle el cuerpo. Agito la cabeza para sacarse las ideas locas que empezaban a rondarle por la mente, no lo conocía bien y sin embargo ya estaba pensando cosas sucias. Fue de vuelta a su habitación y se cambio su pijama por algo para estar por la casa. Después de un rato los hermanos entraron de vuelta, los tres estaban muy sudados y el olor era fuerte, asi que los tres se fueron a su habitación para poder tomar un baño, cada uno por separado, obviamente.
Cuando Alvar bajo se encontró con sus hermanas desayunando, asi que se le hizo raro el que Twilight no estuviera, así que pregunto por ella, siendo su hermana Irisviel quien le respondió.
Irisviel: Dijo que iria a esperar a alguien a la estación de trenes. Dejo un mapa del pueblo por si queríamos salir.
Alvar: Ni modo, que se le va a hacer.
Se sentó ante la mesa para tomar un desayuno sencillo, después de esto se sentó a leer algún libro que le intereso.
Illyasviel junto a Irisviel salieron a conocer el pueblo usando sus capas, ya que no lo pudieron hacer la tarde pasada por el pequeño incidente con los minotauros. Los habitantes se les quedaban viendo de una extraña manera, entre miedo y curiosidad. Un pegaso verde y de crin café se les acerco con un intento de mirada provocativa, cosa que las irritaba.
Pegaso: Pero miren que me eh encontrado, un par de bellas damas, ¿que les parece si las invito a tomar algo? Ya saben, nosotros solos.
Irisviel: Lo sentimos, pero no tenemos interés en pasar tiempo contigo, tenemos mejores cosas que hacer.
Pegaso: ¿Como qué?
Illyasviel: Cosas que no son de tu interés.
Pegaso: ¿Que no son de mi interés? Como no podrían serme de interés lo que hagan, después de todo, las quiero para mi.
Illyasviel: ¿Disculpa? Creo que no te entendí bien.
Pegaso: Lo que escucharon, cuando veo algo que me gusta lo obtengo.
Irisviel: ¿Y que te hace pensar que iremos contigo?
Pegaso: Fácil, ustedes solo son dos yeguas, en cambio conmigo vienen varios de mis empleados.
A su alrededor se juntaron varios ponis, en especial pegasos, en el rostro del pegaso verde se formó una sonrisa al creer que ya las tenia. Ordeno a todos ellos que las ataran pero al lanzarse en su contra fueron recibidos por golpes hasta dejarlos inconscientes. Lentamente voltearon hacia el legado verde, el cual veía incrédulo el estado de sus subordinados. Ambas s lanzaron n su contra con el puño por delante, dejándolo así inconsciente. Ni siquiera se preocuparon en levantar al inconsciente pegaso pues retomaron su paseo como si nada hubiese pasado.
Habían recorrido ya casi todo el pueblo, lo hubieran recorrido por completo, de no habr sido por Pinkie Pie quien las convenció de ir a comerse un pastelillo de bienvenida. Su último destino del pueblo fue Sweet Apple Acress, que extrañamente estaba vacío, pero quedaron maravilladas al ver la colosal cantidad de manzanos.
Ya casi era medio dia por lo que decidieron regresar. Al llegar encontraron a su hermano aun leyendo, bajo el libro para saludarlas y regreso a la lectura. Bajando por las escaleras venia Spike, el asistente numero de Twilight. Este camino hacia las hermanas pensando que solo eran clientes comunes.
Spike: Hola, ¿en que puedo ayudarlas?
Alvar se adelantó a sus hermanas explicándole a Spike que ellas también vivirían allí, ambas asintieron con un breve "si", asi que no dijo mas. Las dos se quitaron las capas tomando por sorpresa al joven dragón, quien vio sorprendido sus formas.
Alvar: Cierra la boca, son mis hermanas las que desnudas con la mirada.
Apenado se retiro del lugar y las hermanas fueron a dejar las capas a la habitación. Al bajar se toparon con que Twilight estaba platicando con su hermano. La observaron y se dieron cuenta que constantemente bajaba la mirada a su entrepierna por lo que interrumpieron la conversación con el pretexto que tenían hambre. Twilight estuvo de acuerdo con ellas y le pidió a Spike que cocinara algo.
Alvar se dio cuenta esa tarde que Twilight no lo miraba precisamente a los ojos, pero no le dijo nada, ni siquiera le molesto, todo lo contrario. ¿Quería hacer algo de eso con Twilight? No. Estaba seguro. Así que no le dio más vueltas al asunto. Por ahora a las únicas chicas que el quería en su vida eran sus hermanas, aunque no podía negar que las princesas le resultaban realmente atractivas. La princesa Celestia era amable, siempre serena, a todos les hablaba con una calidez que hacía que todos la quisieran, algunos de manera diferente, pero ¿quien no? A sus más de seis mil años aún estaba soltera y tenía un cuerpo espectacular. Era alta, no tanto como el pero alta al final de cuentas, esbelta, con unos senos grandes que veían suaves, más o menos como los de sus hermanas, ¿porque la comparaba con sus hermanas? No lo supo decir, así que no lo pensó más. Sin embargo la imagen de la princesa Luna llego de golpe a su cabeza. Tenía un encanto totalmente diferente a su hermana, pero no por eso dejaba de ser hermosa. Era un poco más baja que su hermana, sus pechos medianos se veían firmes. Su actitud cuando no estaba en asuntos formales, era la actitud de una adolescente. A pesar de eso su labor de guardiana de la noche la mantenía muy solitaria, por lo que decidió tomar el turno nocturno para tomarse un par de hora con ella y hacerle compañía. Ciertamente se habían hecho muy cercanos, asi que el confiaba en ella, y ella en el. Sacudió su cabeza para sacar esos pensamientos, no debía ni quería pensar asi de ellas. Ellas los ayudaron cuando llegaron a Equestria, les enseñaron a volar y a usar magia, les dieron trabajo, por lo que les dieron su absoluta lealtad. Decidió dejar de pensar en eso al ver que sus hermanas entraban a la habitación con un sostén deportivo como el de la mañana y en bragas. Al principio le costó mucho trabajo el mantener la cabeza fría al dormir junto a sus hermanas pero con el tiempo se acostumbró. Él estaba solo con un pantalón y tenía el torso desnudo. Ambas se acostaron a sus lados y recargaron sus cabezas en su pecho como de costumbre y se quedaron dormidas en cuestión de minutos.
No podía dormir, tenía muy agitada la cabeza por todo en lo que había pensado. Era la primera vez en el que usaba a sus hermanas como punto de comparación. Era cierto que ya no eran las niñas asustadizas que eran hace un año, pero él veía algo más, no se lo podía explicar, pero sabía que era algo que alguien no vería en sus hermanas. Resignado a no dormir en un buen rato, decidió mantener su mente ocupada. La misma pregunta rondaba por su mente una y otra vez, "¿que es lo que veo en ellas?". Como un balde de agua fría la respuesta llego. Ya no las veía de una manera inocente. Ya no las veía como sus hermanas. Las veía como hembras. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, en parte se sentía feliz por haber obtenido la respuesta deseada, otra parte muy dentro de él le decía que lo que pensaba no era correcto, que no era normal. "¡Al carajo!" pensó para sus adentros. Él las amaba, no de una forma normal, pero era amor a fin de cuentas. Pero su sentido común salto solo para decirle que no había manera de saber que ese sentimiento también lo tenían sus hermanas, por lo que decidió que las cosas tomaran su rumbo. El destino siempre tiene su curso, pero de nosotros depende cambiarlo, para bien o para mal. Con eso en mente decidió que sería mejor descansar, así que abrazo a sus hermanas y cerró los ojos. Esta vez durmió en paz.
aun no se si crear una relacion con ambas princesas, el harem es uno de mis generos favoritos, por lo que lo estoy considerando bien.
unas personas me prestaron sus OC'S, por lo que vere la manera de agregarlos a partir del capitulo que viene.
