Nunca mía.
Disclaimer: Ningún personaje de esta historia me pertenece, ni los escenarios… Todo es de JKRowling y de Warner Bross.
Set up: Sirius Black no murió. Esta historia está situada en el tercer año después de dejar Hogwarts.
N/A: Hola a todos! Bueno, ya me conoceréis la mayoría de los que estéis aquí. Soy DrEaM-KaT, la misma pesada que escribió OnCe UpOn A dEcEmBeR… pero esta vez, tengo que comunicaros que (y esto es importante) este fic no es mio, sino que sólo es una traducción que he hecho con todo mi esfuerzo y mi cariño del fic 'anything but mine', de Sarmoti, con permiso de la autora. Desde aquí, pese a que sé que no entiende el español, le mando un abrazo muy grande y le doy gracias de nuevo por permitirme que lo traduzca… de veras os digo que este fic os gustará. A mí, personalmente, me enamoró. Sólo espero que mi traducción sea lo suficientemente buena como para que os guste a vosotros también. Por favor, dejad muchos reviews, si? Después tendré que traducírselos a la autora… (y si ya de paso queréis alabar mi magnifica traducción… jajajaj es broma… pos hacedlo también)
Bueno, otra cosa más. Sarmoti deja bien claro que en este fic, no hay ni habrá spoilers de HP6, porque sabe que muchos de nosotros aún no lo hemos leído, así que si no te lo has leído, no te preocupes, no encontrarás spoilers aquí. Bueno, muchos besos, y disfrutad del primer capítulo de 'Nunca mía'
Capítulo uno: Rosa desierta.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
I dream of fire
Those dreams that tie two hearts that will never die
And near the flames
The shadows play in the shape of the man's desire
This desert rose
Whose shadow bears the secret promise
This desert flower
No sweet perfume that would torture you more than this
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Sirius suspiró conforme oía la lechuza golpeando su ventana. Llevaba viviendo en su nueva casa solamente dos semanas, y ese condenado animal iba a romper sus nuevas ventanas.
Pasando una de sus manos por entre sus cabellos negros, se levantó y abrió la ventana. Pig revoloteó por encima de su cabeza, con la carta que traía colgando de una de sus patitas.
-¡Baja de ahí! –gruñó a la lechuza de Ron. Pig aterrizó en la mesa con un fuerte aleteo, aún sujetando la carta. Sirius la desató rápidamente, alimentando al ave con un puñado de migajas de pan de su propio plato.
Sirius sintió como su corazón se hundía al ver el color crema del sobre. Había temido aquello, esperando quizás que el momento nunca llegara. Despacio, deslizó su dedo bajo el sello, liberando el papel que contenía.
Es un placer para nosotros
Comunicarte que estás invitado
A la ceremonia de unión
Hermione Granger
Y
Ronald Weasley
En Sábado, 5 de Mayo, 2007
En la escuela Hogwarts de magia y hechicería
Sirius no se percató de que Pig seguía destrozando su mesa. El único sentimiento que pudo notar fue el intenso dolor en su corazón, y la frialdad de aquel papel en su mano. Lentamente arrugó la invitación, lanzándola hacia su encimera, con un nudo en la garganta que estaba a punto de hacerle llorar.
xxxxxxxxxxxxxxx
-¿Habéis acabado ya todas las invitaciones? –le preguntó Molly a Hermione, sentándose en la mesa frente a ella.
Hermione sonrió mientras miraba a su futura suegra. –Sí. Acabamos de enviar a Hedwig para llevársela a Tonks, y Pig iba a darle otra a Sirius.
-Bien. ¿Quién es el siguiente en la lista? –dijo Molly, conforme Ginny, Harry y Remus entraban en la cocina.
-¿Has dicho que le has enviado una a Sirius? –preguntó Remus.
Hermione le miró por encima de su hombro. –Sí, acabo de enviar a Pig. ¿Por qué?
El ceño del licántropo se frunció. –Por nada. Tengo que irme un rato. He quedado con Tonks. –dijo antes de girar sobre sus propios talones y abandonar la habitación.
-¿A qué ha venido eso? –dijo la señora Weasley, sin apartar su vista de la lista de invitados.
-No tengo ni idea –respondió Harry, antes de sentarse junto a Hermione-¿Te diviertes?
-Planificar una boda es duro. –dijo Hermione, agachando la cabeza. Su cabello seguía cayéndole sobre los ojos, pese a que trataba de colocarlo por detrás de sus orejas. Ella adoraba su pelo. Desde que se graduó hacía tres años, su cabello se había ordenado, volviéndose más suave, aunque siguiera rizado.
-Es por eso por lo que dejé a Ginny a cargo de todo… -dijo Harry con una sonrisa burlona.
Ginny se sentó junto a su madre. –Sí, bueno, te dije que si tú la pagabas, yo la planificaba.
-Y preparaste una boda preciosa. –dijo de nuevo, bromeando con su nueva esposa.
Hermione rodó los ojos, envidiando el amor entre ellos dos. Deseaba encontrar ese tipo de amor, pero ella sabía que jamás llegaría. Creía que un amor verdadero como aquél era algo excepcional, y sabía que ella no sería uno de los afortunados que pudieran experimentarlo alguna vez.
Quería a Ron. Le quería como a su mejor amigo, pero como nada más. Cuando él le propuso matrimonio hacía un mes, aceptó, agradecida de saber que no pasaría el resto de su vida sola. Tal vez no fuera a ser un matrimonio de pasión como el de Ginny, pero seguía siendo un matrimonio basado en el amor. Un tipo de amor equivocado, sí, pero al menos había amor.
-La lista de invitados está completa –suspiró Hermione, inclinándose hacia detrás.
-¿Quién va a llevarte al altar? –preguntó Ginny.
Una sonrisa se posó en el rostro de Hermione.
-Ojala mi padre pudiera –dijo, con voz suave. Su padre había sufrido un ataque al corazón hacía un año, y había muerto. Hermione estaba con él cuando sucedió, y aún podía sentir el shock y el dolor de perderle tan de repente.
Harry la rodeó con su brazo.
-¿Se lo has pedido a Arthur?
Hermione negó con la cabeza.
-No. No quería pedirle al padre del novio que lleve a la novia al altar. No he pensado aún en a quien pedírselo. No tengo ni tíos, ni hermanos…
-¿Qué tal Remus o Sirius? –ofreció Ginny.
-Es buena idea. –admitió Molly.
Hermione miró a Harry. -¿Crees que alguno de ellos haría eso por mí?
-¡Claro que lo harían!
-Tal vez se lo pida a alguno de los dos en la fiesta de mañana por la noche. –dijo Hermione, mordiendo su labio. Ese plan de bodas era algo confuso.
-¿Pedirle a alguno qué? –interrumpió Ron, entrando en la sala, su pelo tapando sus ojos.
-Cosas de la boda –dijo Molly, sonriéndole al más pequeño de sus hijos.
-Vale, entonces no me meto. Necesito a alguien que me diga en qué momentos debo aparecer –Ron se acercó por detrás a la silla de Hermione, apoyando su mano en su hombro-. ¿Estás bien?
-Sí, Ron, gracias por preguntar. Tan sólo estoy… cansada por planificar todo esto. –dijo Hermione, sonriéndole.
-Vale. ¿Te apetece salir un rato, Harry?
Él miró a Ginny, quien sólo sonrió.
-Claro, Ron –dijo saltando de la mesa. Rápidamente se acercó a su esposa y la besó sonoramente en los labios-. Volveré pronto, cielo.
-Diviértete. Te quiero. –respondió sonriente.
Hermione miró a Ron.
-Pasadlo bien.
-Vale. –dijo simplemente, siguiendo a Harry por la puerta.
Hermione suspiró. ¿Cómo sería tener a alguien que te besara antes de irse, que te dijera que te quiere?
-¿Estás bien, Hermione? –preguntó Ginny, habiendo oído su suspiro.
-Estoy bien. Vamos a empezar con el menú. –dijo, acercándose a Molly.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxx
-¡Sirius, sé que estás ahí! –gritó Remus en medio del caótico salón. Miró por entre el desorden. Sirius había sacado todos sus ahorros hacía un mes, y se había comprado una pequeña casita no muy lejos de la madriguera. La casa era bonita, pero ya estaba sucia.
-¡Sirius! –lo llamó de nuevo, entrando en la cocina. Pig estaba encima de la mesa, metiendo sus patas en un plato de puré. Remus la apartó agitando su mano, consiguiendo que saliese volando por la ventana.
Tratando de llegar a la estufa, Remus encontró en el suelo la invitación arrugada.
-¡SIRIUS BLACK! –gritó.
-¿Qué quieres? –dijo Sirius, entrando a la cocina desde el patio trasero.
-Quería ver cómo estabas. Veo que has recibido la invitación. –dijo señalando a la bola de papel.
-Estoy bien. ¿Por qué no habría de estarlo? –murmuró sentándose en la mesa.
Remus se sentó frente a él.
-Ambos sabemos que no estás bien. La mujer que amas se va a casar, y no precisamente contigo.
-Nunca debí habértelo contado –gruñó Sirius.
-No. Deberías habérselo dicho a ella. –apuntó.
-¿Bromeas?... ¿Decirle que un hombre viejo, un ex presidiario, un mago amargado está enamorado de una hermosa, inteligente y joven bruja? No creo. La habría mandado corriendo en la otra dirección.
-No eres viejo, Sirius. Amargado sí, viejo no. No creo que Hermione hubiese reaccionado así, para nada. Deberías habérselo dicho.
-Ama a Ron. –gruñó.
Remus estudió a su amigo con la mirada. -Yo no pienso que lo haga. –dijo suavemente.
-Se va a casar con él. Por supuesto que lo ama.
-Ella no actúa como una mujer enamorada. Nunca sonríe, Sirius. Ginny solía caminar durante horas simplemente observando el anillo que Harry le había comprado. Hermione ni siquiera mira al de Ron.
-Déjalo, Remus. No pienso decirle nada. Se va a casar con Ron y va a tener una vida feliz y agradable. Se la merece. –dijo Sirius, dirigiéndole a su amigo una mala mirada.
-Bien –dijo Remus-, pero tendrás que ir a la boda.
-Y una mierda. –gruñó.
-¿Cómo vas a explicarle que no vas si no quieres que sepa que no puedes ir porque la amas? –preguntó, con una sonrisa satisfecha.
-De acuerdo, iré. –dijo Sirius, levantándose- Ahora me voy a la cama. ¿No tienes a una mujer a la que molestar?
-Tonks ya sabía que iba a llegar tarde a casa esta noche. –dijo.
-Buenas noches. –se despidió Sirius, comenzando a subir las escaleras.
Remus se sintió mal por su amigo. No culpaba a Sirius por sentir miedo de decirle a Hermione la verdad, pero también sabía que se arrepentiría el resto de su vida si no lo hacía.
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx
Fin del capítulo uno! Por favor, mandad reviews, se agradecerán enormemente. Poco a poco el fic se irá poniendo más y más interesante. (Os lo puedo prometer yo, que me lo he leído xDDDD) y os digo en serio que merecerá la pena. Bueno, yo, por mi parte, espero que la traducción esté bien hecha, he tenido que cambiar algunas cosas, ya que si lo hacía completamente literal había cosas que quedaban demasiado… raras. Aun así, espero no haber modificado el estilo de escribir de Sarmoti. Muchos besos a todos y gracias por leer.
Dream-kat