Disclaimer: Los Heroes del Olimpo no me pertenecen sino a Rick Riordan. Hago esto por mera diversión.


La gente a su alrededor empezaba a murmurar.

Hacia treinta- no, cuarenta minutos que había llegado al restaurante y desde entonces su cita no había aparecido.

Reyna tamborileaba sus dedos tratando de parecer despreocupada, pero no engañaba a nadie. La pareja de la mesa de al lado, se levantaba para irse lanzandole miradas de lástima. Ellos habían llegado después que Reyna y ya se estaban yendo.

Miró la vela que tenia al frente, estaba por consumirse y apagarse. La noche fue un completo fracaso. Tenía hambre, estaba cansada y humillada. Quería llegar a su casa y dormir para olvidar aquella noche.

No quería creer que esa mujer tuviera razón. Una noche bromeando junto a su hermana, llamó a esas personas que daban consejos en el amor, sólo para jugar. La que atendió le había dicho a Reyna que esta nunca iba a encontrar a un hombre que fuera para ella. En ese momento se lo había tomado a broma, ahora lo estaba considerando seriamente.

Tampoco quería ser de esas que sufrían por un hombre. No, era independiente y no necesitaba de un hombre para ser feliz. Pero eso no significaba que no quería a alguien a su lado. Alguien con quien congeniar y sentirse acompañada.

Otros cinco minutos más y su cita seguía sin aparecer. Los murmullos y miradas de lástima, sin embargo, seguían apareciendo.

Sintió sus mejillas arder y sus ojos picar. Ya era suficiente. Estaba por levantarse cuando una voz la detuvo.

—Mil disculpas por llegar tarde. El tráfico me detuvo— soltó una risa nerviosa para luego sentarse frente a la puertorriqueña.

Reyna no pudo evitar fruncir el ceño. ¿Quién era?

Aquella persona pidió dos platillos al mesero y se volteo a ella. — Perdona por esto, se que no me conoces, pero el que te dejó plantada es un idiota —sonrió de lado. — No te molesta si te acompaño, ¿no?

—No, esta bien — y realmente lo estaba. Sintió un peso menos de encima. — Me llamo Reyna. ¿y tu eres...?

—Thalia, Thalia Grace.— sonrió nuevamente al mismo tiempo que dejaba su chaqueta de cuero en la silla.

Comieron y charlaron toda la noche hasta que el restaurante cerró. Reyna estaba segura de que no la hubiera pasado tan bien si hubiera venido su verdadera cita. Thalia era grandiosa, divertida y, debía admitirlo, muy hermosa.

La noche era fría. Mientras estaban esperando el taxi afuera para Reyna, Grace metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta para entrar en calor.

—Oye, Reyna. ¿Te parece si tenemos una cita de verdad?— preguntó con las mejillas rosas, quizás por el frío o la vergüenza. No solía avergonzarse, pero con una persona tan hermosa y elegante como Reyna, era difícil.

Las comisura de los labios de la chica se elevaron suavemente al ver aquella cara pálida pintarse de rosa. Murmuró un sí antes de subirse al taxi. Thalia asintió y se giró para irse a su casa cuando escuchó:

—Ah, casi lo olvido.— Reyna se acercó a la menor y besó suavemente su mejilla. — Gracias por esta noche tan maravillosa. —dijo con ese acento que tanto le había fascinado a la de cabello azabache.

Volvió a subirse al taxi y mientras miraba la ventana pensó: "Quizá esa mujer tenía razón. No necesito a un hombre a mi lado."

Y no lo necesitaba, con Thalia no podía pedir nada más.


El que no asistió a la cita fue Jason porque estaba con Piper, cuando Thalia se enteró casi lo mata/abraza. Fin (?

El Theyna necesita mucho love (〃^∇^)ノ

Me encanta su dinámica. Ambas son distintas (Reyna es mas seria y "elegante", y Thalia es mas despreocupada y "rebelde") pero son igual de fuertes e independientes :)

¡Nos leemos!