Tony y Ziva estaban en el auto cumpliendo una misión de vigilancia.- Gibbs les había dejado en claro la importancia de esta misión, ellos debían estar atentos a todos los movimientos de la casa, pero su objetivo era un peligroso asesino, cuyo nombre en clave era Jamil, y que sospechaban pertenecía a una célula terrorista de medio oriente, con sede en DC.-
Tres días de vigilancia, sin novedades había empezado a agotar a los jóvenes agentes, su mente empezó a divagar en mejores cosas que hacer con su tiempo, y entonces comenzaron a conversar entre ellos sobre sus aventuras amorosas de los últimos meses, y lo que empezó como una charla amistosa, pronto se convirtió en una juguetona discusión, que hizo que ambos perdieran de vista su objetivo.-
Gibbs y McGee tenían que relevarlos a las 1400 horas, pero con su jefe nada es como lo convinieron, y se apersono a la unidad con 15 minutos de antelación, para comprobar que ellos estaban jugueteando y totalmente ajenos a su misión.-
Gibbs se enfureció, no solo por que habían perdido su objetivo, la vigilancia de tres días se había ido por el caño, no sabía si habían sido descubierto o no, pero lo que en verdad lo saco que quicio, fue que se pudo acercar al auto, ingresando al mismo para sorpresa de sus agentes.- Si él hubiera sido Jamil, ahora sus agentes, su familia, estarían muertos, y ¿por que? Solo por distraerse en su trabajo.- Esto no podía pasarlo por alto, el gran Gibbs estaba furioso, y siendo fiel a la segunda b de su apellido, se permitió liberar ese enojo.-
Qué diablos están haciendo?
Gibbs… tartamudearon tanto Ziva como Toni.-
Si, Gibbs, ya que si fuera Jamil, ambos estarían muertos.-
Les enseñe mejor. NO tienen idea de lo decepcionado que estoy.- Las palabras salieron sin pensar, Ziva tuvo la delicadeza de bajar la vista en señal de vergüenza, pero los ojos de Tony, le dijeron a Gibbs cuánto daño habían causado sus palabras.- ¿Pero que otra cosa podía hacer? Él no iba a sancionarlos por el libro, eso era un hecho, pero tampoco podía dejarlos pasar como si nada. Pudieron morir, y eso no iba a ocurrir, no en su reloj, no si de él dependía, eran sus agentes, pero también los quería como los hijos que no tenía, los hijos que quería tanto o más que si los hubiere engendrado, él les confía su vida a diario, y no iba a traicionarlos permitiendo que esto quedara como si nada hubiere pasado.-
Sabía que permanecer los cuatro en el auto era llamativo, delataba su posición si es que no se había delatado antes, con ello en mente, llamo al director Vance para pedirle una unidad de reemplazo, y ordeno a los suyos marcharse rumbo a la oficina, ahí seguirían esta charla.-
Ziva no estaba ansiosa pero entendía que debían tomarse medidas disciplinarias conforme sus faltas, pero estaba más preocupada por Tony que por ella misma, la sanción que le dieran era más que merecida, pero había visto como las palabras de Gibbs hirieron a su compañero, y sabia que cualquier sanción que les aplicaran no sería tan doloroso para él como habían sido las palabras de su jefe "NO tienen idea de lo decepcionado que estoy"
Quería estar a solas con Gibbs para explicarle lo que había visto, o con Tony para hacerlo sentir mejor, si es que eso era posible, decirle que no tomara tan a pecho esas palabras, que como ella lo veía Gibbs estaba furioso pero sus palabras no tenían el significado que Tony les había asignado. Ella sabía que Gibbs se enojó eso estaba claro, pero Tony … Tony se comportaba de una forma que nunca había visto, y sus instintos le decían que estaba herido, él siempre quería lucirse con Gibbs, necesitaba su aprobación, y decepcionarlo, era algo con lo que no podía lidiar.-
Tony no podía creer lo que había escuchado "NO tienen idea de lo decepcionado que estoy" aprovecho el viaje para tratar de recomponerse, no podía permitir que los otros vean cuanto lo habían afectado las palabras de Gibbs, él metió la pata, claro, ya lo sabía, cuando sintió la puesta del auto abrirse pensó que moriría, ahora pensaba si eso un hubiere sido mejor, mejor que decepcionar a su jefe, muerto aún con culpa seria perdonado, en cambio vivo… Quizá ya era tiempo de partir, nunca permaneció tanto tiempo en un lugar, pero el problema era que no quería irse, quería quedarse y quería ser el mejor, quería enorgullecer a Gibbs, sin embargo lo había decepcionado… Vaya DiNozzo en verdad eres un inútil, no solo has caído sino que has arrastrado a Ziva contigo, ella no merece estar en la decepción de Gibbs, él es el agente Señor, por ende él es el único culpable, ahora solo debía obtener el valor para decírselo a su jefe, y soportar las consecuencias.-
Se alegro de que McGee conducía, esto hacia que el viaje durara eternamente, y francamente le daba tiempo para prepararse para lo que venía, suspensión o despido, no importaba, lo único que le importaba eran esas palabras: "NO tienen idea de lo decepcionado que estoy"
Finalmente llegaron a destino, Gibbs les gruño a ambos para que se dirijan a la sala de conferencias, quería tener la conversación en privado y sin interrupciones.-
No pudieron hablar entre ellos ya que un iracundo Gibbs les pisaba los talones.
Siéntense, les ordeno, ambos obedecieron
Y, bien, explicar
Tony tomo la palabra, para sorpresa de Ziva, estaba mucho más animado que en el auto, parecía su viejo yo.-
No hay mucho para explicar, Gibbs, es obvio que me equivoque, me distraje y distraje a la agente David, permitiendo de ese modo delatar nuestra posición, merezco la sanción que quiera imponerme, soy el agente superior, por ende todo este fiasco es mi responsabilidad. Entenderé si lo que quiere es mi renuncia, y estoy dispuesto a dársela.-
Gibbs se quedo sin palabras, por supuesto que no quería su renuncia, pero… No, las palabras de DiNozzo reencendieron su ira, ¿el joven no medía las consecuencias de sus actos? Es tan difícil entender que no le importaban los papeles, Gibbs estaba preocupado por su seguridad.-
Era obvio que no llegarían a ningún lado, así que les ordeno que para las próximas dos semanas hicieran tarea de escritorio, luego con la mente en frio volverían a tener esta conversación.-
Ziva por su parte no llego a emitir palabra, claro que odiaba la tarea de escritorio, pero en razón a la falta cometida sentía que el castigo era poco, sin embargo lo que la abrumo fueron las palabras de Tony, ¿desde cuándo pensaba en su renuncia? ¿Fue un truco para Gibbs o en realidad pensaba en dejar todo? Ella había visto sus ojos cuando Gibbs los amonesto en el auto, sin embargo las palabras de Tony… Tenía que hablar con Ducky él la ayudaría a entender y resolver este problema.-
Ese día no pudo hacer nada más, Gibbs fue todo un tirano, no les permitió más que trabajar, vigilando constantemente sus movimientos hasta que a las 1800 les ordenó marcharse a sus casas.- Quiso hablar con Tony, pero este se excuso y raudamente se marcho.-
