-Digimon Universe no me pertenece-
Imagen (198): Chica en bañera, patos de goma. Propuesta por SkuAg.
Carátulas
50. Veo luces apagándose
No fue la forma ni el lugar mejor intencionados para tomar una decisión. Menos esa decisión.
Había metido patos de plástico con ella en la tina; ahora lo sentía como un acto de instinto anticipado, un presagio que sólo la claridad del agua le da a tus pensamientos; para que aquellas figuras de picos chatos la acompañasen y, con sus ojos inaccesibles, le dieran la razón. Aunque realmente no necesitaba una opinión más allá de la suya. Estaba absolutamente segura desde cualquier aspecto que su interior interrogara, sin embargo fue inevitable bajar la vista y ver en su reflejo besando el agua a sus ojos bordeando las lágrimas.
Lo difícil fue comunicar la noticia, sabía muy bien que era el paso sin retorno y que de ahí el final avanzaría sin que las manecillas hicieran ruido. La lista se desdobló con ningún contratiempo. Primero lo supo su manager, siguieron las miembros del grupo y al final los fans.
Su madre y Dokamon no necesitaban estar en ninguna lista de prioridades.
—Karan Eri anuncia su graduación* de AppliYama470 —leyó a media voz lo que aparecía en foros y noticieros.
En su último concierto vio luces rosas llenando el estadio y miles de voces coreando su nombre la acompañaron en cada paso. Su voz no flaqueó un instante, ni siquiera cuando se acercaba el final, a excepción del intervalo en el que reconoció, atorados en las primeras filas, a tres chicos que, incluso a esa distancia, podías decir que no estaban familiarizados con el ambiente. Raros. Apremió su sonrisa —gesto que algún fan con reflejos gatunos congelaría en una foto— hacia el brío de Astra, la vergüenza de Haru y la ordinaria cabeza encapuchada de Rei.
Ella no sabía mentir, por eso aunque la tristeza apretó los nudos la felicidad se sobrepuso en su último adiós. El ruido continuó una vez abandonó el escenario. Eri, ahora la chica normal, lloró un poco al saberse sola con su simple nombre sin ningún apelativo, por verse dueña de sueños cumplidos de sorpresiva dilucides. Sonrió por haber entregado sonrisas honestas durante su estancia en AppliYama.
Tras la gruesa línea que la separaba del público, las luces rosas se fundieron una tras otra. Y todo aquello, el dolor, el cansancio, las canciones, el amor, la amistad cristalizadas en sus años como idol cerraron su ciclo para siempre.
*En Japón, cuando una idol se retira, se le llama graduación... El mundo de las idols es complejo, aunque no lo parezca.
Gracias por leerme.
