DISCLAIMER: Todos los personajes y/o lugares conocidos del mundo de HARRY POTTER le pertenecen a la maravillosa escritora J.K. ROWLING. Sólo la trama es mía.


Este fic participa en el reto "¡Feliz cumpleaños, Victoire!" del foro Amor de Tercera Generación.


Advertencias: What if.

Esta es la segunda parte del fic Su familia.


SU HEROÍNA


Ese era su momento favorito. Tenerlos a todos en pijamas subidos en su cama comiendo pastel. No hubiera podido ser más feliz que en ese momento. Verlos sonreír le daba fuerzas para seguir luchando o al menos aguantar todo lo posible ese dolor que la desgarraba por dentro. Porque su final estaba cerca, pero aun así reía.

Sí, lo hacía, pero se preguntaba si su risa solía llegar a sus ojos y resplandecerlos o ellos reflejaban el infierno que sentía dentro de sí misma. El miedo a su inminente muerte. Porque la muerte estaba allí celebrando su último cumpleaños. Aun no podía verla, pero la sentía, cual dementor arrancándole la vida. Su corta vida.

Sus padres salieron de su cama, le dieron un beso, al cual ella respondió gustosamente y salieron de su habitación. Su hermana también se levantó de la cama y salió. Ella sabía que necesitaba hablar con Louis.

—Louis no te vayas –le susurro a su hermano que también se había levantado de la cama.

Louis volvió a su lado nervioso.

—No debes tener miedo, Lou –le dijo acariciando su mejilla.

—No tengo miedo, Vic. Es que no quiero estar cuando pase –dijo su hermano con la cabeza baja.

—¿Cuándo pase qué, Lou?

Su hermano levantó la vista y las lágrimas rodaban por sus mejillas. Saque las pocas fuerzas que me quedaban para abrazarlo. Aun cuando cada movimiento de mi cuerpo se sentía como miles de cuchillos atravesándome.

—No quiero que te mueras, Vic. Quédate conmigo –dijo mi hermanito abrazándome fuertemente y aunque eso me ocasionaba más dolor, jamás lo habría apartado de mí.

—Siempre estaré contigo. En tu corazón –le dije apartándome un poco y mirando sus tristes ojos –quiero que me prometas que disfrutaras la vida por los dos. Que celebraras no solo todos tus cumpleaños, sino también los míos.

Las lágrimas ya no podía ocultarlas. No solo era el dolor, sino el ver a mi pequeño hermano sufrir.

—Perdóname, Vic. Si yo no…

—No tengo nada que perdonarte, hermanito. Pero aun no me lo has prometido –dije suprimiendo el deseo de gritar. El dolor era insoportable.

—Lo prometo, Vic –dijo abrazándome y las pocas fuerzas que me quedaban se desvanecieron.

El grito ensordecedor que lanzó Victoire Weasley estremeció los cimientos de la casa de la Familia Weasley-Delacour y paralizó más de un corazón. Victoire cayó hacia atrás en la cama gritando. Bill, Fleur y Dominique entraron a la habitación asustados para ver a su hija y hermana agonizar, mientras Louis se mantenía a su lado sosteniéndole la mano.

—No… soy… tan… fuerte…, no… quiero… irme… papá…

Y esas habían sido sus últimas palabras. Victoire había muerto. Los Sanadores de San Mungo habían ido y certificado su muerte.

Cuatro horas después, Louis había vuelto a entrar a la habitación de su hermana. Se había acercado a su cuerpo sin vida. Su heroína. Su ejemplo a seguir. Se acostó a su lado, tomo su mano y beso su fría mejilla.

—¡Feliz Cumpleaños, Vic! –dijo sollozado.


NOTA DE LA AUTORA: Lo sé, soy cruel. Se aceptan tomatazos, crucios y críticas.